revista mensual ilustrada de la. obra de reeducacion de

y excelente revista ATENAS. En eBa el P. To- más L. Pujadas, C. M. P. publica un artícu- lo, fruto de sabia experiencia
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AÑO

JUNIO

V

NUM.

1953

REVISTA MENSUAL ILUSTRADA DE LA. OBRA DE REEDUCACION DE MENORES PADRES TER>. « Vuesfro organismo, situándose en el punto de vista de la infancia, que es el suyo, ·,podrá, sin duda alguna. estudiar con provecho lo que debe ser la colaboración de las diversas insfituciones que concurren hoy con la familia al bien físico y moral del niño)}~ 9

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~eti~utas PARA.

MENORES i ~Gtett.aáas o . arztas1 Un~

escenn de] film para nií'íos tituladll: «N>.VlDAD

l::N F.L

llOSQtlE·~

El comentario de hoy, nos lo,,dan hecho tres recortes de periódicos que :se ocupan de las peUcU1as. pata tiienore~. En «La Voz de Españ.a» de San Sebastián, se ha escrito esto: , sobre la asistencia de los menores a la proyeccíón de películas no aptas o no toleradas para ellos. (e :no d·2nodvas, sobre todo en el ánimo Pl:áS1~WD. impres~on:ab:e, de Jos n:ños: y m:odvas -nóte~e bien, dice no sólo desde un p1m~o de vista social sino inc1u~o ps:cofísíco. a El ~l:iño tiene una innata imitar y rreer lo que vé, y a g;oet.tc:r"lhzar. atribuyen,::!o a todos aquello qtN~ ve hacer a alguno. «Por lo que de la visión de un hombre que mata y hiere -~lice Benigno--- el Jllí\o deducirá que todos los hombres son vi.o 1-entos y perversos, o por lo me1:os se pro:i udrá en él una instintiva repuf:::ión hada un ~n:m número· la sítuadón de los demás juzgará análoga a la de los ya observados, aunque a nosno:; parezcan totalmente diversos)). pues esta fuerte ímpreslona.bí rid~d de 1~ mente infantil, su tendencia a generahzar y la completa aus-encia de crítica y de jlllCÍo, no es posi.bLe lma~Si­ narse la influencia que ejerce, en ~u tíer~no cerebro, la visión de un film que un aduko juzga hnocuo. El in·ealismo del séptimo arte 6.~~::e forzosrune:1te que dañar el alma del ~liño para quien ver es creer, y la pa'::l:talia el espejo de la vida. De hecho, su todavía débil ~tido crítico por el dcsarroilo imperfecto de su razón, U."tido a la inexperienda de 1~ vida, le hace muy d:fíciJ distinguir 120tre la Ecdón y la .realidad, y lo lleva fácilmeJ1~te, seg(Ln expresión de un escritor, a co'1fundir el diamante con el cris·tal.

cine.

Una n1ña cle doce años, que intentó suicid-arse bebiendo gran cantidad de áCIdo clorhídrico, al ser interrogada tmo de los que la operaron sobre modo como había adquirido Ja noció":l y ]a idea de mata:rse en aquella fo1·ma, ~o:Jtestó: «Lo aprendí e-:1. el cinematógrafo>>. Otra niña de 13 años, a ca u¿ a de Jas repetidas lecctones de robo que había visto en }as películas, apre·dió a hurtar con ta:~ta 'afición que su des>ll·acia la condujo a un asilo de conccció~. y más tarde a la cárcel (2). El año 1950 la poHda de::uvo en Madrid a CtH\1:1'0 muchachos, el mayor de 14 años. que venü1n s~zmhrando el terror en muchas caj,-:as d~ la Cort¿_ Reco:rriaor1 Jos domidlios de conoc:, «s», «e)), «lty», «k», «p», «á» y «.m» hay elegidas y luego de anotadas en el gráfico procédese al recuento y valoracíón de las simpáticas y de las antipátkas. Además de esto, y en ficha Eeparada, anotaremos cuidadosamente los datos clínicos. las informadorues bio.51"áficas y el esbozo caracterológico del estudiado. Datos que serán soficitados. t.amb!én, de los parientes hmediatos, de 'los hospitales, establecimientos psiquiátricos, juzgados, reformatorios, etc., etc., en los que el sujeto pueda haber estado. La parte referente a la here~cia debe valorarse con sumo cuidado. Durante u.-:1o o dos dia~. o en el término de .una a dos semanas, se hará, por lo menos. 10 veces 'la prueba. En enfermedades de tipo paroxístko y circular (epileps!a, histeria, manía, mtúltn:colía) es interesante conocer los perfiles pre y post paroxísticos. Y e11 pacie:ltes tratados mediante comas insuli"licos o choques eléctricos es uti.lísimo la comparación de los perfiles obtenidos antes y después del coma o de

LA PRUEBA DE ASOCIACION FACTORIAL La prueba de Asociación factorial sirve para separar las neurosis de las psicosis y de las enfermedades mentaies manifiestas. Las fotos más simpáticas al .sujeto y las más am.tipáticas son colocadas e.n el orden de los factores puJsionales (h.. s, Je• hy, k, p, d, m) y ello sin tener en cuenta su ca:rácter simpático o antipático. Acto seguido se Ie presentan. al examinado, una a una, dejándoselas a su disposldón -cada 1.ma- 30 segundos para que las mire. Al propio tiempo se Je dan las siguientes instrucciones: «Mire estas fotos y digame qué siente al verlas y qué piensa al contemplarlas». A los adultos inteligentes se les puede .,nda parece haberle demos~ trado (al, autor) que cada imageu dtrige las asociaciones del sujeto hacia el áxea. pulsional (institiva) correspondiente al factor específico : el factor h corres~ ponde al deseo bi-sexual o homosexual; las del factor s movilizan las asociadones hacia la agr~sivklad; las de~ factor e, hacia la tendencia. a la acumulación de afectos (cóJ,era, furor, odio y deseo de venganza) o el de religiosidad, caridad y :equidad; las del factor hy, hada la necesidad de exhib:c:onismo; las det fn.ctor k, hacia el narcisismo, el egoísmo, autismo por repliegue sobre sí mismo; las del factor p, hacia el de~ seo de ~ot:enda, de vo!untad o hacia la persecución; las del factor dr hacía la adquis1dón, colecc:on:smo, prodigalidad, tristeza; y las áel factor m, por el contrarío, desencadenan asociaciones de hedonismo, de placer o de soledad. En general el sujeto elige como más

(Viene de 14 piÍ~Ínn t8), CAUSAS DE LA DEUNCUENCfA JUVENIL

puede ver. Ahí queda la men:e pueril hecha mosaico de conocimientos Íl'lcptos p-ara nada útiL El natural de todo esto no puede ser sino un manojo de inadaptados. b) Carencia de poder inhibídor,-Oportuno ensambi*-lje el de e$ta cuaEdad in.terna del niño la anterior para, instigados por los exógenos antes expuestos, producir Ia ¿ Qu:e:1 no sabe de la carencia de bhib:dón casi absoluta que el niño ? Ahí tenéis, pues, la infantil prc~ ñada de una serie de imágenes inconveni1'mtes junto con un afán de imitación un tanto simiesca. En cuanto se dé la ocasi6n 1e faltará tiempo para poner en práctica lo que ha visto y oído.

simpáticas las fotos que le recuerJan personas con las cuales se ha. identificado fácilmente; por el contrario reputa como más antipáticas las que recuerdan personas para él repugnantes, con las que tuvo o ma-::1tien:e conflictos. La identificación y la contra-id~ntifi­ cación están determinadas por las experiencias vívklas personafmente: entre él y el parient-a consanguíneo o el emparentado génico cuyo recuerdo es despertado con la prueba; y asi los miJlar.es de exploracion-es demuestiarn que las fotos evocan los recuerdos de la madre, del padre, de los hermanos (varones, hembras), del maestro, de los profesores, de los amigos, novio (o novia), del patrono, del colaborador. A esto le llama la psicología profunda elección «.ana!itic.1x.. Hay un tipo de elección en el que sujeto elige comparándose con él : se elige a sí mJsmo,' y el caso de elección «·nn:rcisica» pues elige la figura que c.ree idéntica a la suya. En este tipo de elección la valencia e~ctiva, (simpatía, anttpatía), depende del estado de autosatisfacción o de auto-insa.tisfacci6n del sujeto. 'OB]ECION A LOS «CARACTERES .RACIALES>) DE LOS PERSONAJES FOTOGRAFIADO S

138 de estas fotos son de alem-:mes. las de a~sinos son suecos, 4 son de húngaros. Y el test se utiliza tanto en Alemania como en Hungría, Suiza, Suecia, Noruega, Francia, Estados Unidos, At·gentina, Japón, España, etc., con resultados concot·dantes, puesto que lo q:te ~quí juega ,no son los genes raciales, sino los pu!sicmales.

Sabrás, lector, que nada tus ojos hacia la pardal constata::lora la :realidad desnuda y sin nos presenta. No tratemos, pues, de paliar esa do Torosa constatación; sino más bien de, una vez desentrai'íado su contenido, enmendarla. Creemos que la mejor manera de ello constituirá el formar en. el niño un poder inhib:dor, tanto interno como externo, robusto. Pero separá':ldolo, dentro de lo que cabe, del amb~e::1W exterior de hoy con sus inffuendas tan maléficas e inoportunas para el fiJl d·e que se trata. · Solo así lograremos contener la avalancha actual de delincuencia y desclrtar todos aqueilos efectos producidos par ésta que no han de darse, puestos los medios que estén de nuestra parte.

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11\ee-ducación de menores en }\lemania



Por JAVIER DE YBARRA Y BERGE Pre1idenle de la Secdón de Tribunalef Tutelares del Com~jo Superior de Pcole(ta de Reyes, juguetes. Uno h.abt-aba de pedir un tren eléctrico al rev Mefchor: otro que d rey ne~ro Je traeri:a un volador. Quién más qu:én menos SQl'lTCÍa y a[egrábase ante esta ris•.tzña perspectiva. Todos menos Pcpin. En sn

RHDUCACION

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MtNORH tN

enormcm~ntc.

Todo su afán tra Pc.pín, y a él dedicaba su ,)ida; y si é.s~a le era soportable. dcbíalo a su hijo. Habí~-t puesto ~n él tal cspera;nza, que _ oh-idDl;a la Pwvidenda divina.

aparte pero dcn.tl·o de la finca. y del mismo conjunto que compone el correccional de Brauweiler. Su distribución es semejante a la Cn -el mundo : su hijo .. Era éste 1l1í. .:1íño de unos 9 años. Rubio, muy rubio. Rostro m•ala:do y de color naca~:rado. Sus ojos azliles, pn~do­ sos. Era delgado. Desde hacía poro más Ull 8Il0 .atUdia a la escuela del barr:o. Su maifre hubo ifc ha