Pablo: Antecedentes y llamado - Recursos Escuela Sabática

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Casa Publicadora Brasilera Comentarios de la Lección de Escuela Sabática III Trimestre de 2015 Misioneros

Lección 11 (5 al 12 de septiembre de 2015)

Pablo: Antecedentes y llamado Ademar José Ferreira Júnior, Carlos Alberto de Matos, Davi da Rosa, Renan Soares Silva, Raniel de Sousa, Alcides Andrade, Jefferson Bispo 1

Introducción En todas las épocas, Dios se ha valido de líderes para conducir a su pueblo al cumplimiento de su misión. En la historia de Pablo, tenemos un gran ejemplo de esto. Por medio de su influencia, las buenas nuevas traspasaron las fronteras de Israel y alcanzaron a los gentiles. Pablo era valeroso, su valentía y sabiduría lo llevaron a hacer una gran obra misionera, y los resultados hicieron de él el personaje más importante del Nuevo Testamento, después de Cristo.

Saulo de Tarso “Saulo de Tarso sobresalía entre los dignatarios judíos que se habían excitado por el éxito de la proclamación del Evangelio. Aunque ciudadano romano por nacimiento, era Saulo de linaje judío, y había sido educado en Jerusalén por los más eminentes rabinos. Era Saulo ‘del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; cuanto a la ley, Fariseo; cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible’ (Filipenses 3:5, 6). Los rabinos lo consideraban como un joven muy promisorio, y acariciaban grandes esperanzas respecto a él como capaz y celoso defensor de la antigua fe. Su elevación a miembro del Sanedrín lo colocó en una posición de poder”. 2

Pablo, el hombre La mayor impresión causada por Pablo no fue motivada por su apariencia, ni su oratoria. Más importante que su presencia, era la calidad de mente y espíritu. Un hombre celoso de la verdad, impetuoso, que transmitía su mensaje de manera intensa, no artificial, alguien sociable, gregario. “El amplio espectro de sus amistados y la amabilidad de su trato fueron cualidades que ningún lector atento de sus cartas pue-

Los autores son alumnos de 4º año en la Facultad de Teología de la UNASP (Universidad Adventista de San Pablo), campus Engenheiro Coelho, orientados por el pastor Marcelo Dias, profesor de Teología, y cursando el doctorado en Misiología en la Universidad Andrews, Estados Unidos. 2 Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles, p. 92. Recursos Escuela Sabática © 1

de dejar de observar”. Sus amigos tenían un elevado concepto de él, a punto tal de arriesgar la vida en su favor. Pablo quería ver unidos a sus conversos, se sentía orgulloso de ellos y, cuando les escribió, los aconsejó como un padre le habla a sus hijos. Dejó bien en claro que la honestidad debía ser practicada. Con una fuerza de voluntad inaudita, guiada por el amor a Cristo, fue impulsado a predicar la verdad. Su prioridad fue que sus conversos reflejaran a Cristo en su vida. Soportó todo con perseverancia, gozo y fe, aun en medio de las dificultades. “Conforme a mi anhelo y mi esperanza de que en nada seré avergonzado. Antes, con toda confianza, como siempre, ahora también Cristo será magnificado en mi cuerpo, por la vida o por la muerte. Porque para mí, el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:20, 21). 3

De Saulo a Pablo Sin ninguna duda, Pablo es uno de los más grandes personajes del Nuevo Testamento. “Pablo había sido conocido anteriormente como un celoso defensor de la religión judía, y un incansable perseguidor de los seguidores de Jesús. Era valeroso, independiente, perseverante, y sus talentos y preparación le capacitaban para prestar casi cualquier servicio. Razonaba con extraordinaria claridad, y mediante su aplastador sarcasmo podía colocar a un oponente en situación nada envidiable”. 4 “Los sacerdotes y magistrados esperaban que con vigilante esfuerzo y acerba persecución podría extirparse la herejía. Por entonces creyeron necesario extender a otros lugares las resueltas medidas tomadas en Jerusalén contra las nuevas enseñanzas. Para esta labor especial, que deseaban realizar en Damasco, ofreció Saulo sus servicios. […] Saulo de Tarso, en la fuerza de su edad viril e inflamado de un celo equivocado, emprendió el memorable viaje en que iba a ocurrirle el singular suceso que cambiaría por completo el curso de su vida”. 5 La conversión de Pablo es una notable evidencia del milagroso poder del Espíritu Santo de convencer de pecado a los hombres. La acción divina fue capaz de transformarlo de perseguidor a perseguido. Sus talentos pasaron a ser usados en una manera extraordinaria para cumplir la misión divina de la proclamación del evangelio. A partir de su conversión, todo lo que él había aprendido en su formación rabínica fue de suma importancia para alcanzar a los diferentes pueblos con los que él entraría en contacto.

Pablo en el campo misionero La actividad de Pablo en el campo misionero ha sido tradicionalmente dividida en tres viajes. Generalmente, Pablo comenzaba su misión en una nueva ciudad predicando en la sinagoga. Así, la comunidad judía era influenciada. Entonces, procuraba encontrar a los gentiles donde ellos estaban. A pesar de no demostrar una actitud F. F. Bruce, Paulo: o apóstolo da graça, sua vida, cartas e teología. White, pp. 101, 102. 5 Ibíd., p. 93. Recursos Escuela Sabática © 3 4

exclusivista, Pablo dedicó su ministerio especialmente a la expansión del evangelio entre los gentiles. Él consideraba la misión de un modo integral, involucrando la gloria a Dios, el reino de Cristo, la predicación del evangelio, la conversión de hombres y mujeres, el desarrollo y la edificación de la iglesia, la lucha contra los poderes cósmicos, la búsqueda de la santidad, el deseo de la unidad y la comunión dentro de su visión acerca de Dios y centrada en Jesucristo.

La misión y el multiculturalismo Desde el primer siglo de la era cristiana, como resultado de la misión de Pablo, la iglesia tuvo que encarar la diversidad multicultural. Ninguna cultura está libre de la degradación del pecado, a la vez que –probablemente– no haya ninguna cultura que esté tan completamente corrompida que no tenga algún mínimo anhelo de verdad. La intersección del evangelio con la cultura ha sido la meta de muchas investigaciones. Por un lado, todo ser humano pertenece a una cultura, así como el evangelio siempre es expresado en términos culturales. Por otro lado, el evangelio nunca estuvo sometido a una cultura. Eso le otorga la condición de señalar y juzgar los aspectos culturales que están lejos del ideal divino. Más que apreciar las diferentes culturas, lo importante es comprender la contribución de las diferentes perspectivas a la vida y al evangelio.

Estudio adicional “Todos tienen ocasión de dar algo al mundo por medio de su vida familiar, sus costumbres, sus prácticas y el orden por el que se rigen, como evidencia de lo que puede hacer el Evangelio por los que le obedecen. Cristo vino a nuestro mundo para darnos ejemplo de lo que podemos llegar a ser. El espera de quienes le siguen que sean modelos de corrección en todas las circunstancias de la vida. Desea que el toque divino se vea en las cosas exteriores”. 6 “El amor de Cristo es profundo y ferviente, y mana como una corriente incontenible hacia todos los que quieran aceptarlo. En este amor no hay egoísmo. Si este amor de origen celestial es un principio permanente en el corazón, se dará a conocer no sólo a aquellos con quienes estamos más vinculados por amor en una relación sagrada, sino a todos con quienes nos relacionamos. Nos inducirá a prestar pequeñas atenciones, a hacer concesiones, a impartir actos de bondad, a pronunciar palabras tiernas, veraces, animadoras. Nos impulsará a simpatizar con aquellos cuyos corazones anhelan simpatía”. 7 Estos principios se aplican a los diversos campos misioneros y de discipulado que se nos presentan; nuestro propio corazón, nuestra familia, nuestros vecinos, nuestra iglesia, y hasta los confines de la tierra. Traducción: Rolando Chuquimia © RECURSOS ESCUELA SABÁTICA

White, El ministerio de curación, p. 148. White, Manuscrito 17, 1899; citado en “Comentarios de Elena G. de White”, Comentario bíblico adventista, tomo 5, p. 1114. Recursos Escuela Sabática ©

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