FOTOS: JoC Escudero TEXTO: RUF - Miss Cupcakes

Page 2 ... de cupcakes que organizaba la empresa de piezas de cocina Viking. Aprovechó también su viaje para conocer tie
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Miss Manos en la Masa FOTOS: JoC Escudero TEXTO: RUF 58

Blusa y Pulseras: Sirana

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“Vas a ser millonarísima”, fue lo que le dijimos a Paloma al probar uno de los cupcakes que había preparado para la sesión de fotos. El bizcocho estaba perfectamente húmedo, el sabor del chocolate espectacular y la combinación del frosting con todo lo anterior… otro, por favor. Paloma Casanave era fan de Utilísima, tenía desde chiquita su recetario escrito a mano. Eventualmente, le dijo a su mamá que quería ser chef, pero decidió irse por algo que en su momento le sonó más seguro. Estudió entonces tres años de derecho, pero al ver que la carrera no la emocionaba, hizo un test vocacional que la colocó entre psicología y educación. Escogió piscología y empezó a practicar en un nido, pero una vez ahí, Miss Paloma se dio cuenta que no quería ser psicóloga, sino profesora. Hizo el cambio final a educación. “Eventualmente, dejé de trabajar en el nido, pero me di cuenta que necesitaba un ingreso; ya era una manganzona, necesitaba vivir de algo”, recuerda. Siempre le gustó cocinar y los cupcakes no eran un terreno muy explotado en el Perú, no se le había dado mucha vuelta a la idea. Así que aprovechó la situación y empezó este pequeño negocio que luego cambiaría su vida: Miss Cupcakes. ¿Por qué hacer un negocio de cupcakes? Siempre había preparado cupcakes cuando iba a la casa de mis amigos o si me invitaban a algún lado. Así que dije: “ya pues, probaremos con esto”. Hice millones de recetas, llamé a mis amigos y les hice probar todo. ¿Qué le cambiarías?, ¿cuál te gusta más? Una vez que tuve esos temas más definidos, me junté con un amigo para revisar el concepto de la marca, el nombre, los colores, hasta que cobró forma, hace ya dos años. ¿De dónde sale Miss Cupcakes? La idea partió de mi hermana. Me dijo que sería divertido mezclar el tema de mi carrera de profesora con los cupcakes. Pasé de ser Miss Paloma a Miss Cupcakes. ¿Por qué decidiste hacer cupcakes? ¿Por qué no brownies o piononos? Porque se ven lindos (se ríe), son súper amistosos. Siempre me han gustado las grageas, los postres coloridos, usar la manga al cocinar. Además, un cupcake puede ser de cualquier sabor, no solo vainilla o chocolate. Son como una minitorta. Me pareció genial el concepto y podía dedicarme completamente a eso sin preocuparme por vender otro tipo de producto, porque me daba para preparar sabores infinitos.

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¿Cómo trabajas tus recetas? ¿Te las inventas? Tengo mis recetas básicas, pero las he sacado mezclando varias distintas. Por ejemplo, si quiero un cupcake de vainilla, hago cinco recetas, veo con cuál me va mejor, los pros y contras de cada una. También me gusta mucho navegar en internet, tengo como 250 blogs de cocina en mi Google Reader, así que ahí es donde reviso qué está de moda, qué técnicas recomiendan. Yo nunca estudié cocina, yo sé hacerlo porque me liga, porque tengo mano. Es por eso que voy investigando, voy probando. A veces me sale y a veces no. Mi receta de vainilla, por ejemplo, fue súper difícil de conseguir; me costó llegar al sabor perfecto que realmente quería. Tengo también un montón de libros, pero me gusta más usar internet porque me da la oportunidad de leer comentarios que los usuarios escriben en los blogs de recetas, si le añaden más de tal ingrediente o de otro. Son detalles súper importantes que es bueno tener en cuenta. No estudiaste cocina, ¿cómo aprendiste a cocinar? En mi familia siempre han cocinado. Mi abuela lo ha hecho toda su vida y tengo una tía que es profesora en el Cordon Bleu, así que siempre he estado en contacto con el mundo de la cocina. Igual, yo no como mucho de lo que yo hago. Lo preparo tanto que no provoca comerlo, pero los postres de otras personas, que vengan no más.

Me cuenta que hace un tiempo viajó a Utah y llevó un curso de preparación y decoración de cupcakes que organizaba la empresa de piezas de cocina Viking. Aprovechó también su viaje para conocer tiendas especializadas y a los respectivos dueños. Muchos le respondieron los correos y cuenta que pudo sentir una onda simpática entre la gente que trabaja en la producción de este famoso postrecillo. “Existe todo un submundo de los cupcakes, entonces”, le comento cachosamente. “Pero por supuesto”, me responde convencidísima. ¿Qué te hace feliz? Me encanta estar con mis amigos. Disfruto un montón ese tiempo para tomar un café y conversar. También me gusta hacer tiempo para mí, claro. Estar sola en mi casa, viendo series y comiendo helado, o caminar escuchando música.

Blusa y Tacos: Sirana

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¿Fuera de los cupcakes, tienes algún postre favorito? Muero por el chocolate. Una buena torta de chocolate, con harto fudge. Para el santo de mi hermana le hice una torta que tenía como base masa de brownie, luego capas de mousse de chocolate, todo bañado en ganache también de chocolate y con M&M’s encima. Un escándalo. ¿Alguna vez te han pedido un “happy cupcake”? (Se ríe) Sí, claro. Me han preguntado por Twitter si puedo hacerlos “happy”, pero les he tenido que decir que no. Les dije que si quieren les puedo dar alguna receta, pero a mi cocina déjenme mantenerla virgen de sustancias, por favor. ¿Qué planes tienes para tu negocio? ¿A dónde quieres llevar a Miss Cupcakes? Quiero poner una tienda. La idea es tener una boutique de Miss Cupcakes. Algo chiquito en donde pueda tener atrás mi taller, pero que a la vez pueda ser un lugar para tomar un café, un chocolate caliente o comer un postre rico. Este plan no solo me gusta, sino que me conviene, porque como trabajo en un taller, me sobra mucha merma, quedo con un stock grande de cupcakes que tengo que regalar. Mis amigos están felices, pero mi bolsillo no tanto. ¿Tienes algo pensado para la tienda? ¿Llevaría el mismo nombre? Ya estoy buscando local porque quiero verlo de una vez, decorarlo. Tengo un montón de ideas sobre cómo quiero trabajar el trato con el cliente, qué ofertas voy a tener o incluso algunas promociones que solo se pueden hacer en tienda. El nombre lo dejaría igual, como Miss Cupcakes. Es una marca, pero a la vez soy yo; creo que la gente ya se identificó con el concepto, y me lo demuestra tanto el público de Facebook como el de Twitter. Las redes sociales son parte clave del negocio, entonces... Súper importante. Hasta ahorita no he pagado un sol de publicidad, y no es que no sea necesario. Pero las redes sociales te brindan un contacto directo con tu público que te facilita muchísimo las cosas, tanto a ti como a ellos. ¿Cuánta gente trabaja contigo?

le vaya genial. Pero cuando contraté a una última chica - (coge mi grabadora y le habla directamente) si me estás escuchando, te odio - acordamos finalmente que estaría a las 7:30 a.m. en el taller, me dijo: “sí, no te preocupes ahí estoy mañana”. Pero me dejó plantada, ni me llamó. Así que sigo en búsqueda. Cuando trabajo con alguien, tiene que inspirarme mucha confianza; soy demasiado meticulosa con la receta y con la presentación de los cupcakes. Es que buscas ofrecer un producto premium, ¿verdad? No estás vendiendo un kekito cualquiera. Exacto. La gente no está pagando poquito, yo sé que no son cupcakes baratos. Por lo tanto, si van a pagar entre cinco y seis soles por un cupcake, quiero que valga la pena el gasto que están haciendo. Siempre me dije: no voy a vender algo que yo no comería o que yo no compraría; y yo no voy a comer algo medio misio, pues.

“Seré la cocinera gordita toda la vida y no me importa. Es imposible dedicarte a la cocina y no comer” – Paloma en las oficinas de la revista

Salimos de Starbucks, donde nos juntamos para la entrevista, para caminar hacia la oficina de la revista, donde Paloma había dejado algunos mandiles y otros elementos que nos trajo para la sesión de fotos que habíamos tenido en la mañana. Mientras caminamos me cuenta lo importante que es una buena receta, porque además de ser rica debe permitir que el producto dure, que no se seque luego hornearlo. “No es que tenga a los clientes esperando en la puerta del taller apenas salen del horno”, añade. Paloma es un claro ejemplo de que si te gusta y te apasiona algo, se puede realmente vivir de eso. Es cuestión de ponernos metas y esforzarnos por obtener un buen resultado. En el caso de Miss Cupcakes, la respuesta del público ha sido unánime: son espectaculares. Cuando llegamos a la oficina revisamos la caja de cupcakes que Paloma había traído para las fotos y solo quedaban 5, habiendo sido inicialmente alrededor de 30. El equipo de Galería dejó clarísima su opinión acerca de la mano repostera de Paloma. Me explica lo feliz que está con la reacción de la gente, no solo con el producto mismo sino con la iniciativa de empresa que esto significa. “Es importante arriesgarse”, agrega. “Todavía hay espacio para hacer cosas originales”.

En teoría, una chica como asistente de cocina y dos chicos que me ayudan con el delivery, pero ahorita estoy sin asistente. La primera consiguió otro trabajo y es una linda chica, ojalá 62

Vestido, Pulsera y Tacos: Sirana Locación: D’Cocina

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