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economía
| Domingo 3 De noviembre De 2013
consumo & negocios
Un convenio para la producción arrocera
dilbert
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Norberto Yauhar, firmó un convenio por 5 millones de pesos para la creación en Entre Ríos de una planta para gelatinizar harina de arroz y otra para parbolizar arroz.
Límites a las farmacias, un nuevo conflicto llega al sector restricciones. Los locales no podrán
vender ciertos bienes; polémica en una actividad con rentabilidad en caída Silvia Stang LA NACION
Golosinas, juguetes, pilas, yerba. Ninguno de esos productos, entre otros, podrán comprarse en una farmacia, según surge de la resolución 1632, emitida días atrás por el Ministerio de Salud de la Nación. A partir de fines de enero de 2014, fecha en que la disposición entrará en vigencia, los locales sólo podrán ofrecer medicamentos, tanto de venta libre como recetados, y productos de higiene o estética personal, además de “aquellos a los que se les asignen propiedades profilácticas, desinfectantes, insecticidas u otras análogas”. Esto último, en función de una vieja reglamentación de la ley de farmacias que seguirá vigente. La resolución afecta claramente la actividad de cadenas como Farmacity, que la cuestionará en la Justicia por inconstitucional e irracional (ver aparte), pero también incidirá en la facturación de otros locales que, con algún grado de diversificación, buscaron recuperar parte de la rentabilidad perdida en el complejo mercado de los medicamentos, en el que poco o nulo margen tienen para fijar precios o condiciones en la cadena comercial. Cadena en la que intervienen, además del Estado en su rol de controlador, los laboratorios, distribuidoras y droguerías, y en la que, como financiadores obligados por ley, están las obras sociales, el PAMI y las prepagas. Las opiniones sobre las restricciones para las góndolas están divididas. A la preocupación de Farmacity se opone la celebración de entidades como la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA). Para varias fuentes consultadas, sin embargo, no queda bien claro qué productos son los que ya no podrán ofrecerse. “Es muy general la resolución y tenemos dudas con alimentos, como los aptos para celíacos o la leche maternizadas”, dice Luis Antún, director ejecutivo del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal. Para Antún, lo dispuesto “ordena el mercado” luego de que con las medidas desregulatorias de los 90 surgiera una suerte de “descontrol”, con la aparición “de grandes drugstores con una farmacia al fondo”. “Vamos a pedir una aclaratoria y una ampliación para la venta de golosinas”, afirma, por su parte, Miguel Ángel Lombardo, presidente de la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (Facaf). Agrega que los
rubros no farmacéuticos aportan casi 30% de la facturación en todo el país. “La farmacia agregó productos porque vimos la posibilidad de mejorar la rentabilidad”, dice Lombardo, aunque advierte que “la exageración” en la diversificación no es buena. ¿Qué pasa con la rentabilidad? Varias cosas. Del valor con el que un medicamento sale de fábrica, las farmacias dicen capturar una parte muy pequeña. Lo que sí pueden lograr con los precios las cadenas, por comprar en cantidad, es un tema en danza. Para Farmacity, son los laboratorios los que quieren impedir su expansión. Desde la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) consideraron que lo dispuesto “se ajusta en todos sus términos a la ley de medicamentos 16.463 y sus decretos reglamentarios”. Quienes se oponen al nuevo límite destacan que la ley de farmacias dispone exclusividad de esos locales para vender remedios, pero no les fija prohibiciones para ofrecer bienes. Gran parte de las ventas de medicamentos bajo receta son a los afiliados a una obra social o prepaga. Estos pacientes tienen un descuento en el mostrador que, según la patología, es de 40, 60 o de 100 por ciento. Pero la farmacia no recibe luego toda la diferencia del valor, sino una parte. Eso es así por un viejo sistema de “bonificaciones”, hoy de entre 16 y 23% en la ciudad de Buenos Aires (en el interior las comisiones son menores), aplicadas sobre el precio total. Así, la farmacia asume parte del costo. Ese sistema, más la suba de costos por inflación –dicen en el sector– llevaron a la caída de la rentabilidad. Antún dice que el nivel está entre 2 y 3% y que en 2012 cerraron, en la ciudad, 40 locales. Inciden también factores como el desfase entre la fecha en que las farmacias pagan las compras y el cobro de la parte no financiada por el cliente, o los honorarios insuficientes que –consideran– reciben por entregar medicamentos oncológicos con cobertura de 100%, entre otros. Las reglas para instalar una farmacia no son las mismas en todo el país, ya que las regulaciones en salud fueron delegadas a las provincias (eso da lugar a interpretaciones respecto del alcance de la resolución 1632). En territorios bonaerenses y santafecinos hay restricciones en cuanto a la forma societaria y a la distancia entre locales. Es otro eje de controversia en un mercado con síntomas que piden atención.ß
El presidente de Farmacity afirma que, con la norma que restringe los productos que pueden venderse, se intenta prohibir lo que la ley permite, lo cual es inconstitucional
Mario Quintana. “Iremos a la Justicia contra la resolución” Texto Silvia Stang | Foto maximiliano amena
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esde su austera oficina sobre la avenida Santa Fe, Mario Quintana no duda en afirmar que la resolución 1632 del Ministerio de Salud es, además de inconstitucional, irracional. La norma, publicada en el Boletín Oficial el 23 de octubre pasado y que a partir de esa fecha otorga a las farmacias 90 días para adecuarse, impide vender productos que no sean medicamentos o de higiene y cosmética. Quintana es presidente y fundador de Farmacity, la cadena comercial –hoy perteneciente al Grupo Pegasus– que nació y creció con el concepto de góndolas en las que se ofrece una creciente variedad de bienes. Que se pretenda prohibir lo que la ley permite, dice el ejecutivo, será un argumento central con el que se llevará el tema a la Justicia. Farmacity tiene 198 locales y 5477 empleados, de los cuales 534 son profesionales farmacéuticos. Los locales reciben más de 10 millones de visitantes cada mes y las ventas representan un 7% del total del rubro farmacéutico en el país –están en 13 provincias y no pueden instalarse, por cuestiones regulatorias, ni en Buenos Aires ni en Santa Fe–. El índice se eleva a más de 20% en la ciudad de Buenos Aires. Para Quintana, está claro que se intenta frenar la expansión de Farmacity. Y apunta a los laboratorios: lamenta que en los últimos
El lado oculto del consumo alfredo Sainz LA NACION
Los franceses quieren revolucionar el negocio del pan época de cambio. Los fuertes aumentos en el precio del pan que acompañan la suba de la harina no son los únicos cambios que vive el negocio de las panaderías argentinas. Sin hacer mucho ruido, en los últimos años las calles de Buenos Aires se empezaron a poblar de boulangeries y pâtisseries, las tradicionales panaderías y pastelerías francesas que llegan para competir contra la oferta local de “milonguitas” y “flautitas” trabajando con recetas que no incluyen aditivos ni utilizan proceso de congelación del producto.
Entre las primeras en instalarse en el país se encuentran L’épi, que inauguró su primera sucursal en la ciudad de Buenos Aires en 2005, que comenzó con un local en el barrio de Chacarita, enfocado en abastecer de panes y productos de pastelería a hoteles y restaurantes. A partir de su buena recepción, la oferta de panaderías francesas se multiplicó rápidamente y en la actualidad en la ciudad funcionan más de quince negocios que pertenecen a inmigrantes franceses. Los maestros panaderos franceses que se radican en Buenos Aires se jactan
de respetar a rajatabla la tradición de su país en lo que hace a la receta de la “baguette”, que en Francia se encuentra regulada por ley desde hace más de veinte años. récord porteño
La avanzada de las panaderías europeas además incluye a una cadena como Le Pain Quotidien, que en realidad es de origen belga, pero que trabaja con los mismos parámetros que sus pares francesas. “Hoy estamos con tres locales y antes de fin de año vamos a abrir el cuarto en Palermo, mientras que para el año que
50 locales inaugurados no se habiliten los descuentos para afiliados al PAMI, obras sociales y prepagas, un sistema del que la llave la tiene la industria de medicamentos. “Es un mito”, afirma, respecto de que se acuse a la cadena de provocar el cierre de farmacias tradicionales. Para la crisis hay otras razones, dice. Que afectan a todos. –¿Se reformulará ahora la estrategia comercial o se cuestionará la nueva resolución? –Más allá de que el texto no es del todo claro en cuanto a qué se pretende que dejemos de comercializar, a nuestro juicio es inválido e inconstitucional. Vamos a ir a la Justicia por varias razones. La Constitución dice que lo que la ley no prohíbe está permitido. La ley dice que las farmacias son un canal exclusivo para ciertos productos, y la interpretación que da la resolución es tergiversada, porque en ningún lado está dicho que las farmacias pueden vender solamente esos productos. Las habilitaciones de nuestras farmacias expresan qué rubros podemos vender; tenemos un derecho adquirido. La disposición no es racional; pretender que si una madre va a comprar un antibiótico para el hijo no pueda comprar un chupete para el hermanito, o un alfajor… Considerar que en eso hay un atentado a la salud pública es casi un insulto a la inteligencia de la gente. ¿Por qué vendemos esas cosas? Yo soy uno de los fundadores
viene tenemos contempladas otras cinco inauguraciones y planeamos cerrar el año con una facturación de US$ 17 millones”, explicó Nahuel Román, socio local de Le Pain Quotidien. “Contamos con la ventaja de que Buenos Aires es una ciudad con un público que valora la calidad y que viaja mucho y, por lo tanto, conoce este tipo de propuestas. Igual no deja de sorprendernos el volumen de ventas. El local de Salguero y Libertador está cerrando el año con una facturación de 2,3 millones de dólares, y no hay muchas tiendas en el mundo de la cadena que alcancen ese nivel de ingresos”, comentó el ejecutivo argentino. salto de calidad
El mercado gastronómico porteño conoce de varios fracasos internacionales, pero en el sector se entusiasman con el antecedente exitoso de Starbucks, que puso un pie en Buenos Aires hace cinco años y hoy cuenta con 70 sucursales. “Las panaderías francesas funcionan muy bien y, al igual que lo que pasó con Starbucks, fueron adoptadas por el público local, aun cuando en materia de precios están bastante por
de Farmacity, arrancamos cuatro amigos formando una sociedad en 1996 y en 1997 abrimos el primer local, habiendo incorporado otros socios. Siempre hemos tenido como único foco el servicio a la gente. Entrevistamos a cientos de personas y diseñamos una propuesta para atender aquello que identificamos como necesidades insatisfechas. –¿ Cuánto representa la venta de productos no farmacéuticos? –En las últimas 50 farmacias que abrimos, desde octubre de 2010, no podemos atender por PAMI, prepagas ni obras sociales. Para nosotros eso es muy doloroso, pero el alta lo da Farmalink, que está controlada por las tres cámaras de laboratorios en la Argentina, y ellos nos lo niegan. Nos gustaría atender a todas las obras sociales en todas las farmacias y creemos que ese acceso debería ser universal. Aclaro esto porque en esas farmacias vendemos menos medicamentos que en las otras. En las tradicionales, dos tercios de las ventas son medicamentos. –Las farmacias están bajo el sistema de comisiones o bonificaciones que aplican las obras sociales y prepagas en las ventas a sus afiliados; hay quienes dicen que una cadena como Farmacity afecta la capacidad de negociación para bajar esas comisiones. –Farmacity paga comisiones que no decide y que son mucho más altas que las de cualquier otra farmacia. De un día para el otro y sin acuerdo, se decidió que la comisión al PAMI
encima de la competencia. Este éxito no es casual y se sustenta en que desde el punto de vista del producto ofrecen un salto cualitativo muy notorio”, dijo a la nacion Alfredo Sáenz, director de la consultora Umami.
pasara en la ciudad de 17,5% a 26,5% del precio total. Los pacientes tienen descuentos de 40, 70 o 100%, y un porcentaje del precio total lo asume la farmacia. Nosotros compramos a la droguería con un margen de 32,8%, le pagamos al PAMI 26,5% y 1,55% nos descuenta la Cámara de Farmacias por el servicio de cobranza. Nos queda 4,75%, y si asignamos costos, el saldo es negativo. Como nos mueve la alianza con la gente y la culpa no es del jubilado, no dejamos de atenderlo. Tal vez el que subió la comisión (que no es el PAMI) tenía la expectativa de que dejáramos de atender. –¿Y la comisión en el caso de obras sociales y prepagas? –Para nosotros ronda 23% en la ciudad de Buenos Aires; el resto paga entre 17 y 20 por ciento. Farmacity siempre paga más y es una discriminación muy agresiva. Nosotros no queremos pagar mayores comisiones, nos las imponen. Hay poderes que controlan el mercado del medicamento; son los que definen las reglas de juego y los que han decidido que quieren frenar el crecimiento de Farmacity. –¿Algunos laboratorios? –Sí. Hoy la rentabilidad de la cadena de distribución es muy chiquita, mi estimación es que es menor a 5% y que 95% está en el eslabón que controla al sector. Se nos acusa de la crisis de la farmacia tradicional y yo pregunto: en los lugares donde no estamos, ¿también somos culpables?; ¿o habrá otro problema? La rentabilidad se redujo de manera muy significativa también para nosotros. Hay problemas estructurales y ya hablamos con colegas para hacerles ver que vendiendo otros productos se pueden solventar mejor. Y es mejor para el cliente, porque si todos los gastos tienen que ser bancados por el medicamento, hay presión sobre los precios. –¿ Cómo impacta la regulación de precios y la inflación? –El medicamento siempre ha tenido referencia de precios. Los precios nominales crecieron menos que la inflación y sensiblemente menos que nuestros salarios. La incidencia de salarios subió más del doble en los últimos 6 años y estamos muy de acuerdo con un modelo donde el trabajador participe más de la renta. –¿Qué rentabilidad tienen? –Menos de 2%; el negocio es finito. –¿Se venden menos medicamentos de venta libre al no poder tomarlos de la góndola? –La gente compra menos porque se ralentiza el servicio. Para esa medida, el argumento fue el de los riesgos de la automedicación. Estamos terminando estudios para ver el nivel de infectados por medicamentos de venta libre, y el nivel es cercano a cero. Si hubiera un problema, la Anmat debería declarar que el medicamento no es de venta libre y prohibir la publicidad. La medida es irracional y uno debería pensar que es para frenar nuestro crecimiento. Somos la empresa del rubro salud que más contacto cara a cara tiene con argentinos y eso nos da una gran responsabilidad. Ahora armamos un equipo de gente extraordinaria para hacer la Fundación Farmacity, trabajamos con Unicef y hacemos residencias para madres de bebes prematuros de familias en situación vulnerable. Cuento esto porque es lo que da sentido a nuestro rol empresario.ß
lanzamientoS en góndola
mercado popular
Junto con las casas de panes franceses, la otra propuesta de panadería que más crece a nivel nacional es la cadena cordobesa Lapana, que apuesta a una expansión nacional con una propuesta muy diferente a la de las boulangeries. Lapana nació hace cuatro años en Córdoba de la mano del emprendedor Pablo Martinat y en la actualidad cuenta con más de veinte sucursales repartidas básicamente en su provincia. Desde hace unos meses se animó a cruzar las fronteras cordobesas con las primeras aperturas en San Juan, Catamarca y la provincia de Buenos Aires (su primera panadería bonaerense funciona en Coronel Brandsen), con el modelo comercial de producto accesible y buena relación entre precio y calidad. Algo similar a lo que apeló otra empresa cordobesa como Grido para revolucionar el negocio del helado.ß
nieto senetiner // Vino
Producto: Emilia, vino dulce natural.
Características: elaborado con uvas Moscatel de Alejandría, tiene notas de flores blancas y frutas cítricas. Por su frescura, es ideal para consumirlo como aperitivo. Precio estimado: $ 42. Competidores: Santa Julia, Finca Las Moras, Norton.