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A2. el comercio

sábado 7 de marzo del 2015

Tema del Día Evolución del EMPLEO del Hogar

Trabajo interno

Migración de la PEA ocupada y el empleo domés doméstico (2013) No migrantes

PEA ocupada

34,9%

Existe una actividad económica que pasa siempre desapercibida en las cuentas nacionales, que no se toma en consideración para estimar el crecimiento del PBI, que rara vez aparece en las estadísticas de empleo; y que, sin embargo, ocupa a buena parte de la población. El trabajo doméstico remunerado es una actividad que da empleo a casi 3% de la PEA ocupada pero que suele pasar debajo del radar para muchas instituciones públicas y privadas. Como consecuencia, las tendencias y cambios en la situación de los trabajadores del hogar son pocas veces analizados. Al respecto, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la ausencia de fuentes de información contribuye a que se pierda de vista a un grupo social que está sujeto a altos niveles de vulnerabilidad laboral; situación que finalmente termina limitando el diseño de políticas a su favor. En la ruta correcta De acuerdo con Leda Pérez, investigadora asociada de la Universidad del Pacífico, la realidad de los trabajadores del hogar ha ido mejorando sostenidamente en los últimos años en parte gracias al crecimiento económico del país, pero aún se encuentra lejos de ser la adecuada. Así, entre el 2004 y el 2013, su salario mensual promedio ha pasado de S/.246 a S/.453; un incremento de 84%. A pesar de esta mejora, el monto se encuentra aun significativamente por debajo de la remuneración mínima vital (RMV) de S/.750. De manera similar, el número de horas promedio trabajadas por semana parece ir en descenso según estadísticas del INEI. En el 2004, el peruano ocupado promedio trabajaba 45 horas a la semana, mientras que las personas responsables del trabajo doméstico laboraban 53. Al 2013, estas cifras han ido convergiendo hasta alcanzar aproximadamente 44 horas tanto en el trabajo doméstico como en otras ocupaciones. Una posible explicación para la reducción de horas entre los trabajadores del hogar es que la modalidad cama afuera toma cada vez más fuerza y hoy es el modo de trabajo de más

de la mitad de los ocupados en esta actividad. De acuerdo con Pérez, “es posible que a medida que trabajadores domésticos trabajen en esta forma o trabajen en diferentes residencias simultáneamente, las horas de trabajo se reduzcan, ya que el trabajador no permanece en un solo hogar las 24 horas del día”.

“El trabajo del hogar remunerado es una actividad que da empleo a casi 3% de la PEA ocupada y que, sin embargo, suele pasar debajo del radar”. Un aspecto interesante es que, a pesar de esta aparente mejoría en las condiciones de trabajo, el número de personas que se desempeñan como trabajadores del hogar remunerados ha ido cayendo. Mientras que en el 2006 más de medio millón de personas se desempeñaban en este rubro, al 2013 esa cifra se había reducido a aproximadamente 410.000. Estos números pueden estar sesgados debido a que algunas trabajadores del hogar no se identifican como tales (incluyendo niños y familiares), pero la tendencia en general parece clara. Menos claros son los motivos detrás de esta reducción, aunque podrían ser el reflejo de una menor oferta de La legislación en el tiempo 1901

Se le da al trabajador del hogar el estatus de ‘sirviente’. No se incluye ningún beneficio y se permite el trabajo infantil. 1957

Se mantiene el estatus de ‘sirviente’ pero se le otorga algunos beneficios. 1970

Se cambia el estatus del trabajador del hogar a ‘locador de servicios’, implicando que estaba atado a su empleador por un contrato civil. Aumentan los beneficios. 2003

La Ley 27986 reconoce la categoría de ‘trabajador’. Incluye un máximo de 48 horas a la semana de trabajo efectivo. Adicionalmente, CTS, gratificaciones y vacaciones están presentes en la legislación, pero recortadas a la mitad respecto del régimen general.

Empleo en declive

125.000

trabajadores del hogar menos existían en el 2013 en comparación con el 2004.

de establecer contratos escritos que definan detalladamente los derechos y obligaciones de empleadores y empleados, en tanto que la ley peruana permite que los contratos sean verbales. Además, para la OIT la diferenciación entre los beneficios laborales de los empleados del régimen general y los trabajadores del hogar no es adecuada.

48,6%

(2013)

PEA ocupada Trabajadores del hogar

53,8% 42%

40,9% 37,8%

9,7% Primaria Secundaria

10,4%

4,1%

1,3%

Técnica Universitaria

Distribución de edad de la PEA ocupada y el empleo doméstico (2013) PEA ocupada

Trabajadores del hogar

49,4% 50,3% 38,1%

7,8%

34,3%

13,7% 4,7% 1,7%

14-18 años

19-35 años

36-65 años

Mayores de 65 años

Género de la PEA ocupada y el empleo doméstico (201 (2013) PEA o ocupada Hombres Hombre

56,4% Mujeres 43,6%

Trabajadores Trabaj hogar del ho Hombre Hombres 2,3% Mujeres

97,7% Evvol Evolución o uc de los ingresos laborales mensuales de llos os trabajadores del hogar (2004 - 2013)

Estado civil de la PEA ocupada y empleo doméstico (2013) PEA ocupada

Trabajadores del hogar

500

26,4% 19,4% 29,2% 15,4%

400

Conviviente Casado Viudo Divorciado Separado

2,9% 3,8% 0,4% 0,4% 8,6%

Soltero

(En soles)

S/.453

3300 00

SS/.245,6 /.24 2

200 20 00 04 05 06 07 08 09 10

32,5%

42,6%

Falta de vacaciones y CTS

13

96%

92,1% 86,7% 86

Contratos verbales

86 86,6%

Dependientes en el hogar (niños o ancianos)

60%

Cama afuera Discriminación étnica Despido intempestivo Cama adentro

54,8% 54,8% 48,8%

45,2%

Destina todo el ingreso al sostenimiento del hogar

36,6%

Fuentes: Universidad del Pacífico / OIT / INEI

12

Pago en efectivo

Trabajo doméstico remunerado como principal fuente de ingreso

A la fecha, el convenio ha sido adoptado por ocho países, entre los que se cuentan Uruguay, Bolivia, Nicaragua y Uruguay. En el Perú, el Ministerio del Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), responsable de ratificar el convenio, aún mantiene el asunto en evaluación.

11

Indicadores claves sobre empleo ddoméstico en el Perú

18,4%

Ingreso por debajo de la RMV

La OIT y el Convenio 189 El tema pendiente que más controversia suscita respecto de la regulación de los trabajadores del hogar es la ratificación del Convenio 189 de la OIT, Sobre el Trabajo Decente para las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos. Este convenio difiere del marco legal vigente en el Perú en determinados puntos. Por un lado, la OIT apunta a la necesidad

51,1%

Nivel educativo de PEA ocupada y el empleo doméstico

personas interesadas en ser trabajadoras del hogar; explicación que además contribuiría a justificar la escalada en el nivel de sueldos promedio. Desprotección vigente Entre quienes trabajan cama adentro, tan solo uno de cada 10 dispone de un contrato escrito. Esta situación impide en muchos casos probar la existencia de un vínculo laboral y, por tanto, dificulta las denuncias por casos de maltrato, discriminación, despido intempestivo y acoso sexual. Parte del problema reside en los bajos niveles de conocimiento que los trabajadores del hogar tienen sobre los derechos que poseen. De acuerdo con una encuesta llevada a cabo por la OIT, tan solo el 5% dijo conocer alguna norma legal, reglamento o convenio internacional que proteja su labor. Asimismo, la alta vulnerabilidad de este grupo toma mayor relevancia en vista de la ausencia de vínculos sociales y personales, además de sus bajos niveles de educación. Así, uno de cada dos de estos trabajadores reside en un lugar diferente al que nació y su probabilidad de ser separado o soltero es significativamente mayor que en otras ocupaciones. Respecto de los logros educativos, más de la mitad no tiene secundaria completa. María Bastidas, del Proyecto de Seguridad Social para Organizaciones Sindicales (SSOS) de la OIT, afirma además: “la poca cobertura social para las trabajadoras del hogar en el Perú sigue siendo uno de los principales desafíos, puesto que gran parte de este sector de la población no está cubierto y, para quienes tienen acceso a la protección social, el efecto de las prestaciones que reciben es frecuentemente limitado”. En general, según Pérez, en el Perú de hoy “la composición del empleo doméstico se asemeja a la del resto de América Latina debido a que agrupa a mujeres con pocas oportunidades, de migración reciente y de bajo nivel educativo.”

Trabajadores de del hogar

65,1%

El creciente nivel de salarios y la menor cantidad de horas trabajadas coexisten con altos niveles de informalidad y vulnerabilidad. Los trabajadores del hogar, grupo mayoritariamente compuesto por mujeres, han experimentado importantes cambios en sus condiciones de empleo a lo largo de las últimas décadas. A pesar de algunos resultados positivos, existen grandes tareas pendientes a todo nivel.

Migrantes

73 73,5%