za como si fuera un velo líquido. Debajo de su cara, King Gol

asomó con suspicacia desde el arrecife de coral plástico sin haber de- cidido aún si se uniría a la niña en su juego acu
39KB Größe 6 Downloads 79 Ansichten
Uno

El cabello largo y negro de Shannon flotaba alrededor de su cabe-

za como si fuera un velo líquido. Debajo de su cara, King Goldie se asomó con suspicacia desde el arrecife de coral plástico sin haber decidido aún si se uniría a la niña en su juego acuático. Imitando a Marine Boy, su héroe, Shannon había comenzado a practicar para ver cuánto tiempo podía contener la respiración bajo el agua. El tanque de King Goldie era perfecto para sus experimentos. El pez dorado nadaba en círculos bajo su nariz y generaba un remolino diminuto. Shannon observó las ondulaciones cristalinas y se sintió peculiarmente atraída. Era como un túnel suave y fresco; por un instante habría jurado que había algo ahí, al final, del otro lado: manchitas de luz que bailaban, la llamaban, la jalaban. No, que la empujaban, ¡y la empujaban con mucha fuerza! Cierto peso sobre la nuca de Shannon hizo que se sumergiera más en la pecera; burbujas de frenesí escaparon de su boca. Colocó las palmas sobre la pulida superficie del tanque de vidrio; sus pulmones ardían. Trató de liberarse, pero la sujeción sobre su cuello no cedía. Un grito apagado rasgó la turbulenta agua alrededor de su cabeza, y a pesar del enloquecedor tintineo en sus oídos, Shannon pudo distinguir la voz de Nana. Su mano se transformó en una garra. La sacó con tanta fuerza que el tanque se desequilibró sobre la mesa y cayó al suelo haciéndose añicos. —En el nombre de Dios, ¿qué estabas tratando de hacer? —cuestionó Nana al mismo tiempo que revisaba a la mojada y temblorosa niña.

http://www.bajalibros.com/El-amor-sobre-todas-las-cosas-eBook-17833?bs=BookSamples-9786071117076 7

8

ISHA

—La estaba sacando de la pecera, Nana. Un día de estos esa niña va a llegar demasiado lejos con sus juegos —dijo Katrina, la hermana mayor de Shannon mientras aplanaba las arrugas de su blusa. —¡Mentira! —gritó Shannon, tosiendo y escupiendo—. ¡Estabas tratando de matarme! La desgarbada joven se rió burlonamente. —Por favor, como si no tuviera algo mejor que hacer. —Sí, Katrina —dijo Nana con un tono estricto—. Ve y búscate algo mejor que hacer, como… no sé, ¿tal vez quemar tu sostén? —¡Nana!, ¿cómo me puedes hablar así? ¿Y además, por qué siempre te pones de su lado? Recuerda que no eres su verdadera… La queja de Katrina se congeló ante el frío acero de los ojos de la anciana. La joven se dio la vuelta y corrió llorando hasta la puerta; la azotó detrás de sí y salió de la casa. —King Goldie —gimió Shannon. La niña y la abuela comenzaron a gatear para atrapar al pez saltarín que, cosa rara, no se veía ni un poquito preocupado por lo precario de su situación. Por fin tuvieron éxito y, unos minutos después del incidente, King Goldie, aunque un poco enojado, ya estaba nadando de nuevo en la cubeta de la limpieza. Mientras tanto, Shannon trataba de recobrar el calor con un poco de chocolate caliente y Nana le desenredaba con suavidad la enorme masa de negro y húmedo cabello. —¿Nana? —¿Sí, peque? —¿Qué fue lo que trató de decir Katrina?, ¿que no soy tu verdadera qué? —No lo sé. No tiene caso tratar de entender a esa niña hasta que todas sus hormonas dejen de dar saltos y saltos. http://www.bajalibros.com/El-amor-sobre-todas-las-cosas-eBook-17833?bs=BookSamples-9786071117076

El amor sobre todas las cosas

9

Shannon se rió. —¿Cuáles hormonas? —Te lo explico después. Ahora apúrate con ese chocolate porque tenemos que limpiar el desastre que quedó en la sala. —Está bien —dijo la niña mientras hundía sus carnosos labios en la densa espuma. Nana suspiró. Esa noche hablaría con su hija Martha y con William. Había llegado el momento.

http://www.bajalibros.com/El-amor-sobre-todas-las-cosas-eBook-17833?bs=BookSamples-9786071117076