Ya son expertos en el aliento coreográfico

26 oct. 2009 - empresas privadas (Banco Galicia, Alba,. General Motors, Telefónica, Ford, Toyota) junto con la habitual
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14 FUTBOL

Lunes 26 de octubre de 2009

El torneo Apertura

Ya son expertos en el aliento coreográfico Los hinchas de ambas parcialidades matizaron el espectáculo con mucho colorido; compensaron lo que no abundó en el césped

L

a calificación para el superclásico bien podría desdoblarse en lo que sucedió dentro y fuera del campo. Si en el césped no pasó del regular, en las tribunas y en las calles, se ganó un excelente por el colorido que hubo de principio a fin. Con el transcurso de los años, la escenificación del aliento se volvió cada vez más elaborada y compleja. Unos 20 minutos antes del comienzo del show, la parcialidad de River encadenó su coreografía en tres actos perfectamente sincronizados: primero, ingresaron los simpatizantes con los bombos, al grito de: “¡Ahí viene la hinchada que está loca!”. A continuación, asomó otro grupo armado de paraguas y sombrillas, con el clásico: “¡Llegan los Borrachos de Tablón!”. Finalmente, se desplegó una larga bandera tricolor, algo así como el último arreglo para esa fachada rojiblanca. Los de Boca tuvieron como elementos distintivos los cuatro enormes bombos azul y oro, cada uno con una de las siglas de la entidad (CABJ). Las calles también presentaron sus postales superclásicas. Como el hincha que se ocultó en una careta retro del Martín Palermo de 1998, aquel que tenía el mechón rubio. O la familia tipo, con la mujer embarazada y enfundada con la camiseta de Boca. También hubo un auto descapotable con los colores xeneizes estacionado en las cercanías del estadio y un sinnúmero de hinchas de River adornados con galeras y banderas. Cuando el conjunto local saltó al césped, estallaron las cajas colocadas alrededor de la pista de atletismo. Entonces, por unos instantes, las bombas de humo crearon una atmósfera singular en el Monumental. Ese contingente de turistas venezolanos ubicado en la platea Belgrano Baja nunca imaginó tantos matices para un partido de fútbol. Pero allí estaban, con mil ojos para no perderse detalle de esos rituales tan poco afines a ellos.

Los anuncios de los equipos por los altoparlantes siempre sirven como termómetro para medir la relación entre los hinchas y el plantel. En este caso, a contrapelo de lo que podía suponerse, en River no hubo silbidos para Fabbiani y para Cabral, los más resistidos de los últimos tiempos. Para ellos hubo indiferencia. Y los más aplaudidos, como mandan los antecedentes de tantos años, fueron Gallardo y Ortega. En Boca, también se valoró el peso de los históricos. Prueba de ello fueron las ovaciones para Palermo y para Riquelme, compinches como nunca antes. Naturalmente, los máximos picos de emoción quedaron envasados en el penal fallado por el Burrito y los goles de Gallardo y de Palermo, pero el tibio desarrollo en general no dio lugar a una sucesión de bramidos, que es lo que se espera siempre de un superclásico. El empate dejó más aliviados a los hinchas de Boca, mientras que la insatisfacción dominó entre los millonarios. Muchos de estos últimos animaron una función aparte desde las plateas altas. Organizados por la Subcomisión del hincha, exhibieron carteles rojos y blancos. Los visitantes también ofrecieron su protagónico. Fue cuando unos doscientos hinchas lucieron camisetas amarillas con el rostro de Oscar Ahumada, aquel de las declaraciones controvertidas en contra de la parcialidad de River. Para rematar el acto, al final del encuentro mostraron una bandera que rezaba: “Confirmado, Ahumada tenía razón: silencio atroz”. El superclásico se consumió pocos minutos después de concluido el partido. Nadie tenía demasiado para celebrar, más allá de haber sido partícipe de la fiesta. Más información. Por el clásico, los trapitos fueron los dueños de las calles de Núñez. Página 18 del cuerpo principal, en la sección Información General.

La procesión de hinchas de River en el puente Angel Labruna; pasaron de la ilusión a la insatisfacción

Violencia por el clima político Las elecciones del 5 de diciembre en River ya provocan un crispado ambiente político. Tanto es así que en la platea San Martín se registraron algunos incidentes entre los hinchas, aunque no se produjeron denuncias ni detenciones.

El festejo de un Palermo retro

// A . GR ECCO

El auto xeneize, estacionado

LA EMISION DE LA TV

Superclásico para todos, ahora en cadena y con agregados decorativos Con el superclásico, se inauguró una nueva etapa del operativo “fútbol para todos”. Quedaron atrás los tiempos de las emisiones codificadas, exclusivas para quien pagaba un abono adicional al costo del cable o alguna consumición obligatoria en un bar. Desde ayer, en cambio, asistimos a la conformación de una incipiente cadena televisiva, en principio con cuatro integrantes. Las imágenes de Canal 7 fueron reproducidas sin restricciones, en vivo y en directo, por tres señales informa-

tivas de la TV paga: Crónica TV, C5N y el ya habituado Canal 26, cada una con su respectiva identificación en un extremo superior de la pantalla y el escudo de la AFA en el otro. A todas ellas se incorporó obligatoriamente el relato oficial a cargo de Marcelo Araujo y Julio Ricardo. Crónica TV y Canal 26 replicaron incluso las tandas comerciales de la emisión del 7, en las que reaparecieron los avisos de empresas privadas (Banco Galicia, Alba, General Motors, Telefónica, Ford, Toyota)

// F. M ASSO B R IO

junto con la habitual pauta de publicidad oficial, aun antes del juego y en todo el entretiempo. Sólo C5N no siguió ese criterio: evitó la publicidad y recurrió durante el descanso a los comentarios de Elio Rossi y Ariel Donatucci. También volvieron los zócalos durante el juego con avisos de otras marcas (Bridgestone, Autocrédito, Danzke, Motomel, Oralí), pero más reducidos en comparación con el codificado y puestos en pantalla, por lo general, cuando la pelota no

estaba en movimiento. En los días previos, Canal 7 había prometido un superclásico con imágenes tomadas “desde la tierra, el agua y el aire”. Las dos últimas estuvieron a cargo de la Policía Federal y la Prefectura (a juzgar por los agradecimiento para ambas al término del match) y no fueron más que vistosos elementos decorativos agregados esta vez a una transmisión que no se apartó de lo normal en el seguimiento de las acciones. MARCELO STILETANO

// A . GR ECCO

Hubo cantos discriminatorios Antes del partido, un grupo de personas recorrió la cancha con una bandera del Inadi; en ese momento, desde la hinchada de River se escuchó un cántico criticable: “El que no salta es de Bolivia y Paraguay”.

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