Una nueva faceta de Gerardo Romano

fuera La rosa púrpura de El Cairo, en el cual un personaje sale de la pantalla .... la, Mónica Villa, Roberto Catarineu,
297KB Größe 3 Downloads 105 Ansichten
Espectáculos

Viernes 4 de enero de 2008

LA NACION/Sección 4/Página 5

TEATRO Estrena hoy En la cama

Una nueva faceta de Gerardo Romano Junto a Viviana Saccone, Walter Quiroz y Mónica Ayos, protagoniza un nuevo montaje de José María Muscari En la cama es un montaje extraño dentro de la producción de José María Muscari. En este nueva pieza que estrena hoy en el Multiteatro, no están los seres marginales por los que Muscari siente una especial predilección. Esta vez, Gerardo Romano, Viviana Saccone, Mónica Ayos y Walter Quiroz le ponen el cuerpo a una historia de dos parejas típicas de clase media acomodada que lidian con conflictos típicamente burgueses. Conflictos que, seguramente, tendrán un efecto de identificación con el potencial espectador. La versión actual de Gerardo Romano también está corrida de los parámetros más conocidos. Se lo ve más cuidado, como si optara por un perfil bajo (algo impensable para una persona acostumbrada a llevarse las cosas por delante). “Es cierto lo que decís: cero exposición. Después de una larga historia de hiperexposición, de una extraversión desmesurada cuasi escandalosa, opté por la cero exposición como algo deliberado. Me movía como un ciudadano libre que vive en una democracia consolidada, y no en la Argentina”, dice ahora. –¿Te arrepentís de algo? –De la plata que perdí, de los problemas que tuve, de los juicios, de las persecuciones. Me arrepiento de haber hecho lo que generó todo eso”.

Y, guardadito como estaba, cuando lo despojó de cualquier hipocresía, de lo llamó José María Muscari para pro- cualquier falso pudor. ponerle hacer En la cama, el hombre –¿Cómo es tu personaje? de La marca del deseo, Oleanna o Bent, –Las particularidades no tienen se tentó. “Acepté porque me parece un mucha relevancia. Más lo tiene en tipo inteligente, un bicho de teatro. relación con lo que le pasa con resDigamos que estoy en esto porque pecto a las relaciones de pareja, a las tenía ganas de trabajar reglas de convivencia y a la PARA AGENDAR con él.” moral convencional que nos rodea. De algún modo, tiene –¿Lo conocías? En la cama, –Hace muchos años vi una mirada bastante ácida de José María Mujeres de carne podrida y de algunos aspectos de los Muscari hace poco vi Fetiche. Para que se hace culto de manera Multiteatro, ese momento ya había leíbastante hipócrita. Corrientes y –¿Extrañabas hacer do esta pieza y pensé que si Talcahuano. este tipo pudo hacer Fetiche teatro? Funciones de miércoles simplemente partiendo de la –No. Son varios años de a viernes, a vida de una fisicoculturista laburo y hay muchas cosas las 21.30; los y del fetichismo del cuerpo, intensas que me están ocusábados, a las acá, que hay un texto más rriendo en esta etapa de la 21.30 y 23.30, consistente, la cosa iba a ser vida. Por eso, el teatro no y domingos, a más pulposa. ocupa una prioridad actual. las 21.30. –Tu personaje parece Antes, subir a un escenario estar escrito para vos. con un unipersonal era lo más –Pero lo podría haber pleno y potente que podía ocuhecho cualquiera y me pareció que rrirme. Ahora el contexto es otro... él ha logrado hacer que esto pareciera –Si aquello era lo más, ¿qué papel así, que la piel del actor se fundiera tiene En la cama? perfectamente con la del personaje. –Es lo más cercano que he enconSe trabajó muy libremente, muy agu- trado a aquello. damente. Y esto también lo digo en –En ese sentido, volvemos casi relación con los otros chicos del elen- al principio: lo que dice tu persoco. A Viviana Saccone la desconozco. naje lo podrías decir vos; no hay Maneja a su personaje con desparpajo; muchas diferencias aparentes.

El renacimiento de dos rivales María Valenzuela y Thelma Biral, en una comedia sobre estrellas en decadencia Por Pablo Gorlero Enviado especial

Buena

★★★

Divas, de James Kirkwood. Dirección general: José María Paolantonio. Versión: Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Con Thelma Biral, María Valenzuela, Mónica Villa, Roberto Catarineu, Nani Ardanaz y Alejandro Vidal. Vestuario: Mercedes Colombo. Iluminación: Roberto Traferri. Escenografía: Daniel Feijóo. Producción general: Javier Faroni. Asistente de dirección: Nani Ardanaz. En el teatro Güemes. Duración: 105 minutos.

MAR DEL PLATA.– La vida de una estrella, su personalidad y todo lo que la rodea es algo que siempre fue atractivo para la dramaturgia teatral. La lista de obras con esta temática es larguísima, pero basta recordar a algunos títulos frescos como Los monstruos sagrados o Aplausos. que es la una para la otra. James Divas (Legends, en Kirkwood trazó un interesante y el original) es la co- tragicómico retrato de la soledad y media que hace casi la ingratitud probables del artista veinte años se hizo con mucho éxito en su madurez. y dirección de Carlos Muñoz con el Y Paolantonio atrapó ese texto, título Chispas. sin modificarlo demasiado y lo puso Hoy se repone en una digna y al servicio de una comedia sencilla, entretenida versión de José María con algunas reflexiones y mensajes Paolantonio. Es la historia de dos sobre la tolerancia y la competenactrices que fueron estrellas del ci- cia fútil. Las escenas de las llamane norteamericano y que hoy en día das telefónicas del director, en el están sufriendo los avatares típicos comienzo, y los momentos en que de muchísimas figuras del ambiente están alucinadas son algo extensos, artístico. Nadie las llama para tra- fragmentan demasiado la atención bajar; están en bancarrota, abando- y dilatan la pieza. Sobre todo en los nadas y con el ego partido en mil segundos, hay una idea de gag que pedazos. Compitieron durante toda no es efectiva. Pero son sólo pequesu carrera; se hicieron maldades en ños lunares en una puesta ágil, enlos estudios de filmación y se odian fervientemente. Pero un buen día aparece un director teatral del off Broadway que les propone hacerlas regresar a las tablas, pero juntas. Eso obliga al reencuentro de estas viejas rivales, en medio de mentiras, ocultamientos, sarcasmo y trapitos al sol. Es divertido y desopilante ver cómo estas mujeres destruyen todo y se derrumban, y no se dan cuenta de lo importante Las protagonistas tienen muy buena química

Moria. Dijo basta de Nito Artaza y ayer se largó con obra nueva en el Multiteatro de la mano de Gerardo Sofovich. Junto a ella están Rolo Puente, Toti Ciliberto y el debut de Viviana Canosa, entre otros.

tretenida e ideal para pasar un buen rato. Seguramente, con el transcurrir de las funciones, los engranajes se aceitarán.

Profesionales Y el buen resultado se logra también gracias a un elenco profesional que no tiene ni la mínima intención de hacer las cosas “de taquito”, como suele ocurrir en la costa. Thelma Biral y María Valenzuela hacen un tour de force verdaderamente rico. Tienen muy buena química y generan un contrapunto muy grato, sobre todo en la primera parte de la obra. Thelma Biral le encontró el punto justo a esta mujer que intenta mostrarse fuerte, pero que tiene una fragilidad incontrolable. Entretanto, María Valenzuela juega muy bien, sobre todo al principio, con una diva moralista y algo pacata, pero con uñas retráctiles. Ambas nutren a la comedia y logran momentos que hacen estallar en carcajadas. Mónica Villa es la frutilla de la torta. Cada momento suyo es el momento por excelencia, y su participación es casi tan protagónica como la de sus compañeras. Se divierte a través de una composición muy graciosa con peso escénico. Como siempre, Roberto Catarineu despliega talento y gracia como el director que las convoca, y hasta zapatea y canta. En breves intervenciones, Nani Ardanaz y Alejandro Vidal cumplen muy bien con sus roles. La escenografía de Daniel Feijóo se impone; el vestuario de Mercedes Colombo es correcto y vistoso, y las luces de Roberto Traferri, siempre efectivas; igual que la partitura de Martín Bianchedi.

–Sí, por eso me parece divertido romper la cuarta pared, que los personajes jueguen entre sí, que se ignoren. Hasta hay un juego como si fuera La rosa púrpura de El Cairo, en el cual un personaje sale de la pantalla. Todo eso hace que se gane potencia dramática, credibilidad.

La resistencia Para Gerardo Romano, la actuación sigue siendo un lugar de resistencia frente a muchas cosas. Y mientras toma un café en plena jornada de dos pasadas de ensayos, acota: “Es un lugar de encuentro, un lugar vital, sobre todo en la etapa de la vida en la que estoy. En ese marco, que venga a dirigirme un tipo que tiene la mitad de mi edad y que el resto del elenco sea gente más joven me resultó muy atractivo. Porque todas las cosas que me provocan profunda atracción no tienen que ver con el escenario”. –¿Qué cosas? –Los amaneceres, la paternidad, las caricias del perro, trabajar la tierra en mi casa del campo... –Y del campo saltás a plena avenida Corrientes... –Sí. De estar en medio de la nada, me subo al avión y llego al teatro cuando todos están con ciertas crispación típica del estreno.

Romano, en una pasada de anteayer, en el Multiteatro GUSTAVO SEIGUER

–¿Vos no? –No. –¿Por eso te podés ir a pasar la fiesta a tu casa del campo y llegar dos días antes del estreno? –Eso lo puedo hacer porque venía ensayando desde hace tiempo. Como no hago otra cosa que tenga que ver con esto, supe la letra desde el tercer día. Y llego relajado después de estar

cuatro horas jugando en la cama con mi hija, dándome un baño en el mar y con cero vida social. Así habla ahora el señor de Sexo, droga y rock & roll. Un versión casi irreconocible de Romano, ahora en las manos de José María Muscari, el ex chico del under.

Alejandro Cruz