Preparacion Espiritual del Maestro.pub - ObreroFiel

La Preparación Espiritual del Maestro. Elidé Salomón Fernández. Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproduci
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La Preparación Espiritual del Maestro Elidé Salomón Fernández

Usado con permiso.

ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda. INTRODUCCIÓN: La buena enseñanza comienza con el maestro. Cada maestro debe vivir y enseñar de tal manera que pueda testificar. Lo que el maestro enseña y cómo lo enseña ha de armonizar con la manera en que vive para que su ministerio pueda ser bíblico y dinámico.

I. LOS MOTIVOS DEL MAESTRO CRISTIANO Los motivos que inspiran al maestro cristiano son muy importantes porque: A. Afectan su actitud hacia la clase Los maestros motivados por el amor a Cristo amarán a sus alumnos. Por otro lado, los maestros que se sienten obligados a enseñar sólo porque no hay otra persona dispuesta a hacerlo, probablemente verán a sus alumnos como una carga que tienen que aguantar nada más. B. Afectan su preparación y presentación de la lección Los maestros motivados por sentir la gran responsabilidad de enseñar las verdades de Dios presentarán lecciones buenas y bien preparadas. Los que no sienten el valor de la lección probablemente no la prepararán bien. C. Afectan su fidelidad al cargo que tiene Los maestros bien motivados serán fieles en cumplir con sus responsabilidades. D. Afectan el éxito de su enseñanza Los maestros bien preparados y con buenos motivos tendrán éxito.

II. LA MAYORDOMÍA EN EL MAESTR0 CRISTIANO Dios es soberano sobre cada faceta de su creación, aun así, éL, por su voluntad, te permite ser un mayordomo (siervo que administra) de lo que él coloca bajo su cuidado. La administración de tus dones Ro. 12:3-8; Ef. 4:11-16; I Co. 12: 4-27 La administración de tu tiempo (Llenar los espacios con tus deberes) 1. 2. 3. 4. 5. La administración de tu servicio Mt. 6:1; II Co. 9: 12,13

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III. EL EQUIPAMIENTO DEL MAESTRO CRISTIANO Dios te equipa renovando tu mente. Renovar tu mente es un proceso por medio del cual tus sentimientos y voluntad llegan a ser más y más como los de Cristo. Se reconoce la renovación de tu mente por un aumento en la fidelidad y en la obediencia a la Palabra de Dios. (Ro. 12: 1-2; Ef. 4: 22-32; Col. 3: 10-17) • • • • •

Oír (Ro. 10:17) Leer ( 1 Ti. 4:13) Estudiar ( 2 Ti. 2:15) Memorizar ( Sal. 119:11) Meditar ( Josué 1:8)

IV. LA AUTOEVALUACIÓN DEL MAESTRO CRISTIANO La auto evaluación es un proceso que te capacita para crecer en el Señor Jesucristo, y te equipa para superar, con gozo, las presiones y las pruebas de la vida actual La siguiente lista te ayudará a evaluar tu fidelidad, en tu caminar con Cristo ¿Eres diligente en aprender a manejar correctamente la Palabra de Dios? 2 Ti. 2:15 ¿Te examinas constantemente a la luz de la Palabra de Dios, en lugar de compararte con las vidas o las expectativas de otros? 1 Sam. 16:7; Is. 55:8-11; 2 Co. 10:12 ¿Eres un hacedor de la Palabra? Ser un hacedor de la Palabra de Dios requiere oírla y obedecerla constantemente, para recibir las bendiciones del Señor. Dt. 11:26-28; Ro. 10:17; He. 5:14. La Palabra es totalmente adecuada para enseñarte, reprenderte, corregirte, adiestrarte, en cada área de la vida, y para equiparte de manera que puedas madurar en Cristo 2 Ti. 3:16,17. ¿Te niegas a ti mismo despojándote de tu egocentrismo natural para seguir al Señor Jesucristo? Mt. 10:38, 39; Lc. 9:23, 24 ¿Buscas complacer a Dios en todas las cosas? Jn. 8:29; 2 Co. 5:9; Ef. 6:6,7; ¿Eres una persona de oración? La oración continua, con acción de gracias, da la paz de Dios, guardando tu corazón y tu mente en Cristo. Fil. 4:6,7; I Ts. 5:16,18 ¿Pones el bienestar de otros sobre el tuyo, siguiendo así el ejemplo del Señor Jesucristo? Mt. 20:25-28; Ro. 15:1-3; Fil. 2:3-8 ¿Amas a otros de manera bíblica? I Co. 13:4-8; Jn. 13:34, 35;15:12, 13 ¿Estas usando fielmente tu(s) don(es) espirituales para la gloria de Dios y el beneficio de otros? Ro.12:3-8; I P. 4:10, 11 ¿Adoras regularmente al Señor, permaneciendo en comunión y en le ministerio con otros creyentes? Sal. 29:1,2; I P. 2:5; I Jn. 1:7 ¿Estas preparado, en todo tiempo, para dar testimonio de la esperanza que hay en ti? P 3:15, dando gloria al Señor con tu vida, Mt. 5:16, buscando reconciliar a otros con Dios, y discipulándoles a andar en su camino? 2 Co. 5:18-20