Podemos no es un partido político, es una necesidad. Ha recuperado el significado de la palabra ´política ´. La virtud de Podemos reside en la acertada lectura que ha hecho de la indignación para construir un espacio nuevo y compartido en el que se identificara mucha gente diversa: ciudadanía desesperada y sin formación política previa, gente sin tradición militante, que al compartir sus decepciones las ha convertido dialógicamente en discurso político; jóvenes estudiantes y parados que descubrieron la política y el poder de la palabra en las plazas públicas del 15M; otros no tan jóvenes pero igualmente hartos del bipartidismo y aburridos de opciones minoritarias que han frustrado sus expectativas tantas veces; militantes de mareas y movimientos contra los recortes, movimientos sociales, asociaciones pro-derechos humanos, en la defensa de unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, y un largo etcétera. Con Podemos la transversalidad del campo político se ha articulado como un nuevo modelo de organización radicalmente democrático. Podemos somos tu o yo, personas comprometidas que hemos dado un paso adelante y hemos decidido que el gobierno de las cosas no pueden seguir haciéndolo los políticos actuales, que han demostrado ser unos corruptos, sino que debemos ser nosotros los que devolvamos la ilusión perdida y decidamos entre todos la forma de hacer política .