Hablemos de economía

Antonio Morlanes Remiro Presidente de Aragonex · [email protected] - www.aragonex.com

Vivamos con el sol

O

rden de 7 de marzo de 1940 sobre adelanto de la hora legal en 60 minutos a partir de las 16 de los corrientes. Excmos. Sres.: Considerando la conveniencia de que el horario nacional marche de acuerdo con los otros países europeos, y las ventajas de diversos órdenes que el adelanto de la hora trae consigo. Dispongo: Artículo 1º- El sábado 16 de marzo a las veintitrés horas, será adelantada la hora legal en sesenta minutos”. En este mundo en el que nos ha tocado vivir, nada es permanente y todo tiene su tiempo, aunque la temporalidad de esta orden dura más de 78 años, y nuestra adecuación a otros países europeos, en realidad se está refiriendo a la Alemania de Hitler y para llevar a cabo esto, tuvimos que salirnos de nuestro meridiano de Greenwich y alejarnos del Sol una hora, como deferencia al dictador Hitler; España, Portugal, Reino Unido y Francia llevaban ubicados en este huso europeo de Greenwich desde 1884, cuando en una conferencia internacional en Washington, se fijó este meridiano como referencia para la hora de todos los países. Solo en 1942, Alemania impuso su horario a todos los países ocupados por ella, cambiando también la hora el Reino Unido, por razones bélicas a causa de los bombardeos; una vez acabada la guerra, todos volvieron a sus horarios con excepción de Francia, que se encuentra entre dos husos horarios, en mayor proporción en GMT+1 y España, que vaya usted a saber por qué no lo hizo. La vida en nuestro planeta va unida al as-

La cronica de Zak

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tro Sol y por tanto con cualquier variación que realicemos con relación al mismo, estamos desnaturalizando el sistema de vida que debemos llevar a cabo para el mejor aprovechamiento de las energías naturales. De alguna forma, estamos alejándonos del resto de las especies que no tienen reloj, pero si saben cómo vivir de acuerdo con el Sol. No soy especialista en cómo nuestra salud se cuida mejor, pero no cabe la menor duda que es cuando la Naturaleza y nosotros conformamos la unidad, alejarse de ella, por cualquier motivo, económico, político o de sumisión a terceros, es un acto negativo en nuestras vidas. Ahora que ya hemos hecho historia y algo de biología, analicemos cual es la incidencia que los cambios horarios tienen en la economía, pues este es el tema sobre el que pivota esta necesidad de acomodar nuestras vidas con el Sol. Parece ser que el ahorro de energía es el fundamento de todo ello y no está suficientemente claro cómo funciona esta medida, pues ni en los hogares, y en las empresas, por más que se haya preguntado, nadie ha sido capaz de afirmar que su coste energético haga cosa diferente que la de encarecerse, sin embargo existen un cúmulo de circunstancias por las que podría mejorar la economía en su variable de productividad y no se hace nada al respecto. Me refiero a la organización del tiempo por los ciudadanos; es incompatible acostarse a las doce y media de la noche, que es cuando finalizan los programa de mayor audiencia en las televisiones y luego madrugar para poder ir al trabajo, con todo menos con ánimo; no es aceptable que en las jornadas partidas, el intervalo

de tiempo al medio día sea de dos horas y que como consecuencia el espacio horario desde la entrada al trabajo hasta la salida sea de un mínimo de diez horas, sin contar con el tiempo de desplazamiento; tampoco tiene mucha lógica que el comercio abra a las diez y cierre a las nueve. Pero para que todo este puzle encaje, debemos intentar por todos los medios engañar al Sol, con todo ese conflicto de ahora pongo una hora y ahora la quito, sin contar la hora franquista que ya arrastramos desde 1940; lo que no entendemos es que quienes nos estamos engañando somos nosotros, pues el Sol y la Tierra al completo hacen su papel sin alterarse lo más mínimo, ni importarles que locura

tenemos con el quita y pon y lo peor es que me temo que los únicos que sacan partido de este embrollo son las compañías eléctricas, que con tanto apaga y enciende, ellos se frotan las manos, pues unas veces por el precio del petróleo, otras porque no llueve y las más porque esos recibos no los entiende nadie, están en permanente subida. Hagamos caso al Sol, que nos da todo su apoyo a cambio de nada, como mayor coste podemos tener el de una crema de protección solar, pero por lo demás todo son ventajas. No huyamos de él, volvamos a nuestro GMT-0 y, si es necesario para que los canarios sean felices, se diga: “son las doce, igual hora en Canarias”.

Antonio Correas Usón @nicocomic www.nicocomic.com

Octubre 2018