Nalbandian y Chela son la bandera celeste y blanca en Melbourne

19 ene. 2007 - milagrosa victoria de David Nalbandian incluida, tener al propio cordobés y a. Juan Ignacio Chela en la t
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Viernes 19 de enero de 2007

El Abierto de Australia

Nalbandian y Chela son la bandera celeste y blanca en Melbourne Ambos se impusieron y ya están en la tercera rueda; el cordobés jugará con Grosjean, mientras que el de Ciudad Evita lo hará con Murray Por José Luis Domínguez Enviado especial

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ELBOURNE.– Luego de un comienzo en el que las perspectivas argentinas en el Abierto de Australia no eran las mejores, con la milagrosa victoria de David Nalbandian incluida, tener al propio cordobés y a Juan Ignacio Chela en la tercera rueda no es algo como para levantar excesivas ilusiones, pero al menos sirve para empezar a encaminar el rumbo de la Legión en las difíciles canchas rápidas. Desde ahora, en Melbourne, Nalbandian y Chela tendrán la palabra. ■ Nalbandian, más tranquilo. Aun sin estar en condiciones ideales por una tendinitis en la rodilla izquierda que no le permite rendir al ciento por ciento, Nalbandian dio otro paso exitoso en Australia. El unquillense cumplió con una actuación sin fisuras y superó otro escollo que le permite estar en la tercera rueda del primer Grand Slam de la temporada. La victoria por 6-4, 6-4 y 6-4 frente al ecuatoriano Nicolás Lapentti significó un negocio redondo para el Rey David: mostró un tenis eficaz y prolijo y tuvo poco desgaste en un certamen de largo alcance y alta exigencia. Su próximo rival será el francés Sebastien Grosjean, que dio cuenta del belga Olivier Rochus por 4-6, 6-1, 6-3, 4-6 y 6-4. Lo que se vio de Nalbandian hasta aquí invita a pensar en objetivos de corto plazo, sin excederse demasiado en la expectativa. Aunque también pesan, en su favor, el talento y su capacidad para rendir bien en este certamen, que lo ha tenido como protagonista destacado en las últimas cuatro temporadas. Por el momento, Nalbandian acepta que todavía le cuesta alcanzar su mejor versión, al mismo tiempo que se esperanza en una mejoría. “Cuando entré en la cancha tenía un poco de temor por la rodilla, por el esfuerzo que hice en el primer día, y sentí la molestia durante todo el partido aunque la pude soportar. Pero creo que el hecho de haber ganado en tres sets me va a ayudar.” “Saqué bien y eso me ayudó en los momentos importantes y para ganar los games más fácilmente. Pero creo que puedo jugar mejor todavía. Hice muchos errores no forzados (27), pero tampoco hubo muchos sobresaltos. Me sentí más cómodo en el tercer set, en el que tuve varias oportunidades para quebrarlo. Los dos primeros fueron más duros”, analizó Nalbandian. Tanto en el primer parcial como en el segundo, el cordobés desarmó la resistencia del ecuatoriano en el séptimo game con sendos breaks; el segundo, con un globo fantástico. A pesar de su situación, Nalbandian aspira a llegar a las etapas decisivas. En cierto modo, hubo un impulso a partir de la victoria que bordeó lo milagroso ante Tipsarevic, en el debut. “El primer partido marcó una diferencia. No es lo

Grito de victoria para Nalbandian, que esta vez, ante Lapentti, no sufrió

Chela, feliz, firma autógrafos para algunos fans argentinos que lo alentaron

// AP

// REUT E RS

mismo estar prácticamente arriba del avión que llegar a la tercera rueda; hubo ayuda del cielo, pero se dieron las cosas así y tomé más confianza”, señaló. Puede aguardarse una evolución, pero eso también dependerá de la capacidad del número 8 del mundo cuando le toque cruzarse con rivales de mayor fuste. En el final, dejó pendiente la resolución de su participación o no en la Copa Davis frente a Austria. “Depende de la rodilla. Cuando termine el torneo voy a tener más claro el panorama; hay una semana más que puede ayudar o no”, dijo Nalbandian, que se mostró enigmático acerca de la charla que mantuvo con el capitán Alberto Mancini en Melbourne. Pero también marcó una tendencia: “Las bajas en el equipo no van a influir en mi decisión”. A su modo, el cordobés mantiene el suspenso. Ese suspenso que sufrió en un debut complicado, pero que le dio lugar a un avance en velocidad de crucero para seguir adelante en el primer certamen mayor de 2007. ■ Melbourne le sienta bien. Se siente a gusto Juan Ignacio Chela sobre el rebound ace australiano, en esta superficie que es semirrápida y que genera controversias por las lesiones que sufren varios jugadores. Le pasó incluso al propio jugador de Ciudad Evita, que en un tramo decisivo del partido, cuando estaba 4-3 con su saque en el cuarto set, se dejó caer tras un giro brusco que le produjo una torcedura del tobillo izquierdo. Pero después de recibir atención médica se recuperó y consiguió sellar un buen triunfo sobre el zurdo finlandés Jarro Nieminen por 6-3, 2-6, 6-4 y 6-4, en 2h40m. Un éxito que le dio el pasaporte a la tercera rueda, en la que tendrá como adversario al británico Andy Murray, 15° preclasificado y vencedor del español Fernando Verdasco por 7-6 (7-4), 7-5 y 6-4. “Me asusté un poco con la caída, porque nunca me había doblado el tobillo, pero pude terminarlo. Fue importante ganarle porque es un jugador sólido, que no regala nada. En un momento estuvo difícil, porque si me quebraba en el tercero se iba a agrandar y yo por ahí me caía, aunque él me ayudó con los errores. Estoy jugando bastante bien, por ahí en algún momento pasa que me desconcentro un poco y cometo algunos errores de más; sólo tengo que mejorar eso”, señaló Chela, que está a un paso de meterse en la segunda semana, el objetivo con el que llegó hasta aquí. Claro que para dar ese paso deberá superar a Murray, al que derrotó aquí el año último, en sets corridos, aunque entonces el juvenil escocés no había progresado tanto. Más cerca en el tiempo, en París-Bercy, volvieron a enfrentarse y allí hubo un cómodo éxito del británico. “Es muy difícil, viene con buenos partidos encima, pero me gusta la idea de enfrentarlo”, se ilusionó el argentino, que junto con Nalbandian quedaron como los últimos estandartes de la Legión en el abierto australiano.

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años consecutivos van en los que Nalbandian y Chela alcanzan la tercera rueda del Abierto de Australia.