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Viernes 23 de enero de 2009

TENIS

El Abierto de Australia

Por Ariel Ruya Enviado especial ELBOURNE.– Pertenecen a una clase de belleza que puede llegar a atormentar la mirada masculina. Poseen ese extraño privilegio que se entiende como glamour, aunque es complejo describirlo; se debe sentir. Son modelos, artistas, empresarias, con una capacidad de creatividad para los negocios, que seduce a cualquiera. Hermosas, atractivas, millonarias. Detrás de ese magnetismo, tienen una profesión que las amontona en partes iguales: son jugadoras profesionales del circuito de la WTA. Son, sencillamente, tenistas. Que, a pesar de no demostrar el talento superlativo –o a su pesar, en realidad–, de aquellas gladiadoras de los courts, como Martina Navratilova, Chris Evert, Steffi Graf o nuestra Gaby Sabatini, se adaptaron con ambición y velocidad a estos tiempos, rodeadas de perfume y billetes. La organización femenina promueve el escenario: a diferencia de la web de los varones, la www.atpworldtour.com, la de las chicas, desde su presentación, ya lleva un auspicio económico: www.sonyericssonwtatour.com. En sus páginas, en los libros del abierto australiano, en las calles victorianas, o en cada presentación de un torneo, provocan con fotografías que se asemejan más a modelos que a jugadoras profesionales. Y, en ellas, suelen aparecer decenas de productos que promueven. Perfumes, indumentaria, automóviles, electrónica, joyas, zapatos, glamour, mucho glamour. Y em-

M

bolsan dinero, mucho y por sobre cualquier volea desprevenida. En proporción, ganan hasta cuatro veces más fuera de los courts. Por caso, Maria Sharapova, la sonrisa ausente en la tierra de los koalas por una lesión no resuelta, suma unos 12.169.281 dólares, según advierte la WTA. Pues bien, multiplique ese número por cuatro. Publicidad, contratos, modelaje, negocios, dividendos, beneficios. La bella rusa firmó un contrato millonario con la misma empresa de telefonía móvil que auspicia la WTA, aunque también utiliza su tiempo en causas sociales. La serbia Jelena Jankovic, la joven del exótico encanto, es la N° 1, aunque muy pocos lo deben saber. A ella le gusta el cine y muy posiblemente, en años más, sea parte de un cartel de publicidad, que debajo del nombre con la protagonista se lea la leyenda “coming soon”. Las morenas Williams, viejas guerreras en el arte del dinero y el éxito oportuno, marcan tendencia desde siempre. Negocios, placer y algunos grandes torneos de tenis pueden resumir su leyenda. Dueñas de marcas de ropa y de restaurantes, cada vez que el tiempo les deja resquicio, ensayan el revés. Y aún así, pura potencia, ganan casi siempre, aunque aquí Venus quedó en el camino. Ana Ivanovic arrastra las miradas. Cuando la pequeña pelota amarilla se pierde del court, el ojo sigue en ella: la TV no quiere abandonar sus piernas. El punto fue perdido. Pero, ¿por quién? ¿Quién va ganando, en realidad? Pues bien, Ivanovic ya está en la tercera rueda, al igual que Jancovic,

Cañas, de la eliminación a un futuro paso a paso El chileno González lo derrotó por 7-5, 6-3 y 6-4 en la segunda rueda, pero no se fue disconforme; dijo que sigue motivado

Sharapova, esa rubia debilidad, y la exuberancia de Serena

Anna Kournnikova, la No 1 del negocio, e Ivanovic, una morocha que explota su cara angelical

Jankovic, la exótica belleza de la número 1

Algo más que

aunque a pocos les interese ese detalle. O sí: para que el negocio no decaiga. Es, Ivanovic, la amenaza reciente al reinado de Sharapova, como antes fue Anna Kournikova, la más bonita, la que empezó este sendero, aunque jamás ganó un torneo. La amenaza, la advertencia, al reinado de los negocios, se entiende. La serbia se debe a Adidas, la rusa es parte de la familia Nike. Los gigantes del deporte vieron el negocio hace tiempo. Faldas más cortas, remeras ajustadas, siluetas sensuales mientras, en los courts, pocas pueden mantener su servicio en tres juegos seguidos. En la tierra “en la que se debe estar”, según publicidades de esta magnífica urbe, la sensualidad debe tener su límite. Cuna con acento británico, en el estado victoriano ya tomaron nota: por culpa de Alize Cornet, una joven francesa de 18 años (preclasificada N° 15 y muy buena jugadora, por si se necesitase el dato), lució con una diminuta pollera en la reciente Copa Hopman, en Perth. Y escandalizó a las autoridades. Aún se escucha en el Melbourne Park el fastidio de Margaret Court, una leyenda del deporte blanco nacional. “Parece que las tenistas están en la playa más que en una pista de tenis”, dice. Si se juzga por el calor, el bronceador y los atuendos, sólo falta una buena reposera y un océano refrescante. Hay otras historias. Días atrás, en Qatar, la excusa del Masters femenino de Doha llevó a las espléndidas con raquetas a un mundo tan nuevo como prohibido. Las sensuales siluetas publicitarias fueron reemplazadas por fantasmagóricos envases, en los que no se divisaban, realmente, si eran hombres o mujeres. O si iban a jugar al tenis. La WTA lo aceptó. Es que también es parte del negocio.

En otros tiempos, el circuito femenino tenía modeloss más atletas y talentosos; hoy, las chicas juegan, pero por sobre todo explotan su feminidad y generann suspiros que se transforman en ganancias millonarias

MELBOURNE (De un enviado especial).– No se sabe, en realidad, muy bien la razón. Si Fernando González, su adversario y amigo, fue superior. Si fue el viento, que fastidiaba. Si fue el calor del primer turno: unos 35 grados a fuego lento. O, tal vez, esos 200 chilenos, pertenecientes a una gran colonia doméstica, que nunca se cansaron de cantar melodías como ésta: “Chi, Chi, Chi, le, le le, ¡Viva Chile!”, repetitiva y tediosa. Acaso, un cóctel de esos pensamientos hayan pasado por el cuerpo y el alma de Guillermo Cañas, que se despidió de la gran cita en tres juegos: 7-5, 6-3 y 6-4. El color fue parte del juego. Y más aún. Durante varios instantes, los tenistas bromearon por ciertas situaciones. Se decían palabras al oído; hubo miradas cómplices: se expuso, con deferencia, la gran simpatía que los une. Cañas, de paso, tuvo una gran ovación cuando le devolvió una banderita australiana a un joven entusiasta, de cabello colorado y enrulado, cuando interrumpió a Willy con el ensayo de un servicio. En el juego, sin embargo, siempre estuvo debajo. Debajo del chileno en la acción y en el marcador. Sin embargo, para el guerrero de Tapiales, esta aventura puede ser el comienzo de una nueva era. “Jugué mejor que el otro día y fue más apretado de lo que dice el score. Tengo

que seguir buscando mi mejor nivel. Me siento bien, eso es lo más importante. Lo tomo como algo positivo”, sentencia Cañas, a los 31 años. Su futuro: “Voy de a poco. Por una semana no voy a definir nada. Ni hubo una tormenta ni salió el sol, hay que tener tranquilidad. Pienso semana a semana: no sé qué puede pasar en tres meses. Tal vez, en un año nos vemos de vuelta acá”, cuenta, y también se hace espacio para la reflexión sobre nuestro tenis: “No habrá otra vez grandes resultados como hace cinco años. Hubo una época que en casi todas las semanas había alguien en la final. Eso no va a volver a pasar. Lo de Juan Martín y David, que ganaron la semana pasada, fue una linda excepción”. Lo firma Guillermo Cañas.

LA ESPERANZA DE DEL POTRO El tandilense Juan Martín del Potro salió anoche, en el primer turno, en busca de un lugar en los octavos de final del Abierto de Australia, frente a Gilles Muller, de Luxemburgo. Es el único argentino en pie. Habrá, también, un gran plato para hoy, no antes de las 8.30: Federer vs. Safin, un auténtico clásico.

El tenista de Tapiales mostró la garra habitual, pero está lejos de su mejor nivel

“Hay que fijarse en las dos cosas: si hay belleza y si hay buen nivel” MELBOURNE (De un enviado especial).– Gisela Dulko es parte del circo de minifaldas y raquetas. De la nueva historia del tenis femenino. Y, minutos después de la digna derrota por 6-3 y 7-5 contra Serena Williams, por la segunda rueda, en la que mostró clase y esmero en el segundo set, se entusiasma con la propuesta de LA NACION. “El circuito tiene un nivel alto, antes era más marcado: había diez primeras o 15, ahora es más parejo, se mezcló todo un poco. No es por desmerecer a Jankovic, pero yo jugaba

con ella y los partidos eran muy parejos. Ojo, se lo merece y juega increíble, pero está todo peleado. Cualquiera puede llegar a lo más alto”, cuenta. Y se entretiene con el juego de las diferencias. “Hay figuras, no sé si como antes, pero las hay. Están Jancovic, Ivanovic, las Williams, Sharapova, hay material. Ganaron muchos torneos, Grand Slam… Antes jugabas con Graf y la respetabas mucho; a las semifinales llegaban siempre las mismas. Ahora hay sorpresas, las top 100 perdieron el respeto y se animan”,

lanza Gisela, otro encanto de los courts, parte de la zona norte de Buenos Aires. “Para mí está buenísimo que se hable de la belleza porque antes se decía que había jugadoras que eran «machitos», por eso está genial que se diga que las chicas son más lindas: es lo ideal”, señala, siempre con una sonrisa. –Pero, ¿del juego no se habla? ¿Y no se ocupan más de los negocios? –Hay que fijarse en las dos cosas: si hay belleza y si hay buen nivel. Si vos ponés un título del estilo “Ganó la belle-

za”, todo bien, pero hay que rescatar la calidad. Y no me molesta que cada una haga lo que pueda. Si pueden hacer negocios, mientras juegan, bienvenido. Hay que aprovecharlo. –¿Y qué es lo más importante? –Mirá, lo que a todas nos importa y lo que ponemos en el primer lugar es el tenis. Ahí, en la cancha, está lo mejor de nosotras. Ahí, en la cancha, la mirada recia de Serena ya había hecho lo suficiente con ella...

Sony Ericsson invierte 88 millones en el Tour Sony Ericsson firmó un contrato con el WTA Tour, organismo encargado del tenis femenino en todo el mundo, por seis años, por un importe de 88 millones de dólares, según informó la empresa de telefonía celular.

LOS PRINCIPALES RESULTADOS

La presencia del mejor argentino de la historia

Singles caballeros, segunda rueda Rafael Nadal (España, 1º) a Roko Karanusic (Croacia) 6-2, 6-3 y 6-2 Andy Murray (Gran Bretaña, 4º) a Marcel Granollers (España) 6-4, 6-2 y 6-2 Jo Wilfried Tsonga (Francia, 5º) a Ivan Ljubicic (Croacia) 6-7 (4-7), 7-6 (10-8), 7-6 (9-7) y 6-2 Gilles Simon (Francia, 6º) a Chris Guccione (Australia) 6-7 (5-7), 6-4, 6-1 y 6-2

Singles damas, segunda rueda Elena Dementieva (Rusia, 4a) a Iveta Bensova (Rep. Checa) Carla Suárez (España) a Venus Williams (EE.UU., 6a) Svetlana Kuznetsova (Rusia, 8a) a Tatjana Malek (Alemania) Alona Bondarenko (Ucrania, 31a) a Severine Bremond (Francia)

// AP

6-4 y 6-1 2-6, 6-3 y 7-5 6-2 y 6-2 7-6 (7-1), 1-6 y 6-2

Dobles, primera rueda Lucas Arnold Ker/Juan Mónaco (Arg.) a J. Tipsarevic/V. Troicki (Serbia) 6-3 y 6-4 A. Feeney/R. Smeets (Australia) a Guillermo Cañas (Arg.)/Marat Safin (Rusia) 6-4 y 6-1 Gisela Dulko (Arg.)/Roberta Vinci (Italia) a A. Bondarenko/K. Bondarenko (Ucrania) 6-2 y 7-5

Vilas se pasea como si estuviera en su casa MELBOURNE (De un enviado especial).– Con la elegancia que lo diferencia, siempre vestido de negro, con sombrero y botas a tono muy a pesar del sofocante calor de esta ciudad que hoy es la capital mundial del tenis, Guillermo Vilas es parte del show de Melbourne. Ganador de dos Grand Slam en Australia, en 1978 y 1979, Willy se pasea por el Melbourne Park con la docilidad de los que saben por dónde caminan. Firma autógrafos, se saca fotos, le ríe a todo el mundo. En realidad, está en su mundo.

“Vengo siempre, éste lugar es hermoso, cerca de aquí viví momentos muy lindos. Trato de no perderme ningún torneo de esta clase”, cuenta el mejor tenista argentino de la historia. Todavía no se cruzó en el camino de Modesto Vázquez, el flamante capitán del equipo argentino de Copa Davis. Un sitio que Willy aguardó por mucho tiempo y por el que últimamente había manifestado públicamente su deseo, algo infrecuente. Sin embargo, la AAT se inclinó por otro proyecto.