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Pág. 10 - Diciembre de 2014

@NuestraVozDOB

Misión Comunidad de los Sures, ángeles que brindan ayuda a los inmigrantes

Darío López Capera

Por Darío López Capera

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uchos dicen que existen ángeles en la Tierra, que algunos nos libran de situaciones de peligro, en otras ocasiones son personas que no volvemos a ver en la vida, pero en otras, son personas que nos tienden la mano a diario y les damos las gracias. Este parece ser el caso de Javier Bosque, el Director Ejecutivo de Southside Community Mission o Misión Comunitaria de Los Sures. Javier nació en Zaragoza (España) hace 62 años, llegó en 1982 a Estados Unidos y empezó a trabajar en la parroquia de la Transfiguración como voluntario al lado de Monseñor Bryan Karvelis y desde 2005 es el Director Ejecutivo de la Misión. “La Misión de Transfiguración es una agencia de servicios sociales en seis programas distintos. Comenzó en los años setenta cuando Monseñor Bryan Karvelys era el párroco de esta iglesia. En ese periodo era uno de los peores barrios de Nueva York. Monseñor Karvelis fue encontrando necesidades de la gente y junto a los párrocos de las otras iglesias se fueron especializando en algo. Por ejemplo Monseñor Ruíz en San Pedro y Pablo se especializó en viviendas; el padre Matthew Foley, en Epifanía, se especializó en educación y Monseñor Karvelis se preocupaba por los inmigrantes”, explica Javier Bosque. De esta manera nació la Misión para ayudar a personas inmigrantes. “La parte más importante era ayudar a las personas con los papeles”, agrega el Director Ejecutivo. Según cuenta Javier Bosque, inmigración era el núcleo de la Misión, pero se fueron añadiendo otros servicios a medida que se encontraban otras necesidades, “una de ellas era la de cuidar los niños de las madres que iban a trabajar a las factorías y en el convento estaban dos hermanas cuidando los niños, ahí nació un daycare y ahora hay tres en el barrio que nacieron de este servicio, pero ya son independientes”. También nació Casa Betsaida, un lugar que dio cuidado a los enfermos de

SIDA, quienes eran rechazados incluso por sus propios familiares, “no podemos sino ofrecerles cariño y dignidad”, decía Monseñor Karvelis. Credit Union fue otro programa que nació para cubrir las necesidades de la comunidad. “Al salir de misa, la gente, en aquellos años, no sabían el idioma para ir a un banco, entonces había una cajita y se anotaba en una libreta lo que las personas guardaban, si necesitaban un préstamo, se les hacía. Ahora es una cooperativa de 4 mil socios, todos de la comunidad y mueve siete millones de dólares al año”, dice Javier Bosque. Sin embargo estos programas crecieron y ahora son entidades independientes que todavía trabajan para la comunidad. El Centro Comunitario Los Sures tiene como Presidente de la Junta Directiva a Monseñor Anthony Hernández, Canciller de la Diócesi de Brooklyn. El Centro cuenta ahora con seis programas: Servicios Sociales: Está dirigido sobre todo a personas mayores quienes no hablan inglés y reciben documentos para renovar su seguro social, que tienen problemas con el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (anteriormente conocido como Cupones de Alimentos), con el arrendador o simplemente que reciben una carta y no saben qué dice porque está en inglés. Está abierto para cualquier persona que viva en Nueva York. “El único límite es que podemos atender máximo 15 clientes en la mañana, pero no se le dice a nadie que no. No tenemos citas”, afirma Bosque. Este programa cuenta con un director a tiempo parcial, cuatro voluntarios y atienden a 200 personas adultas mayores y 65 familias. Despensa de comida y ropa: Casi todos los que se benefician de este programa no pertenecen a la comunidad de Transfiguración, normalmente las bolsas de comida las dan a las trabajadoras domésticas que se reúnen en una esquina y trabajan para familias judías. Fraternidades y grupos

“Nosotros no discriminamos a nadie y atendemos a todo el mundo. El 95% que llegan son hispanos” parroquiales como Jornadistas o Legión de María son quienes ayudan brindando la comida. “Antes de cada cena, bendecimos la comida, tenemos 40 sillas”, dice Javier. Aquí trabajan tres personas a tiempo parcial y 400 familias reciben bolsas de comida mensualmente. Trabajadoras domésticas: Estas mujeres vienen de Queens, Bronx, Staten Island porque es una de las pocas paradas donde se reúnen mujeres buscando trabajo, la mayoría son ecuatorianas o mexicanas. Hay un grupo pequeño de polacas que llegan de Green Point. “Si no han conseguido trabajo, buscan algo de comer, ropa o simplemente ir al baño, tengo dos baños aquí, tomar café o descansar sentándose en una silla”, comenta Javier Bosque, quien agrega, “he tratado muchas cosas con ellas, darles clases de inglés en las mañanas antes de que empiecen a trabajar, a las 8:00 a.m., teníamos voluntarios dándoles clases de inglés básico. También hemos tenido clases de unión (sindicato) a las 12:00 p.m. los miércoles, la idea es que estén unidas, que defiendan sus derechos porque hay un problema muy grande de explotación continua”.

Javier Bosque  es el Director Ejecutivo de la Misión desde 2005 y Monseñor Anthony Hernández es el Presidente de la Junta Directiva

La despensa de comida ofrece 40 platos diarios a personas de diferentes partes de Nueva York.

El refugio es uno de los programas de la Misión y actualmente cuenta con 12 huéspedes hombres.

poco tiempo para ahorrar algo de dinero y se independizan”, advierte el Director Ejecutivo. El refugio cierra sus puertas a las 10:00 p.m., entonces algunos ahorran un poco para conseguir otro trabajo e independizarse. “Yo me reúno con ellos todos los lunes y revisamos el funcionamiento, hablamos de temas educativos, por ejemplo hace unas semanas hablamos del ébola”, agrega Javier. En este momento cuenta con 12 camas, dos baños y tres duchas. “Ellos mismos lo limpian y lo cuidan. Normalmente son hombres inmigrantes sin papeles”, dice Bosque. Este programa cuenta con tres trabajadores a medio tiempo, los huéspedes cuentan Refugio: Este refugio, a diferencia con desayuno y cena. de muchos, permite a sus huéspedes quedarse más de 15 Inmigración: Este programa tiene personas días, “la idea es que llegaste de la calle y estás en un proceso especializadas, trabajan con de recuperación personal, citas, por ahora atienden una el tiempo depende de cada gran cantidad de clientes. En el programa trabajan dos persona, algunos necesitan

personas a tiempo completo, dos a medio tiempo y dos voluntarios. Mensualmente presta servicios a 450 personas. Talleres de salud: El programa lleva a cabo tres presentaciones mensuales. Una va dirigida a la gente de la parroquia. Un lunes al mes las clases son dirigidas a las personas del refugio y para las madres que cuidan niños en las casas que están conectadas con el daycare, 65 madres también reciben las clases. El programa tiene dos trabajadores a tiempo parcial y llega a 150 personas mensualmente. En 2013 tuvieron 13 mil visitas. “Nosotros no discriminamos a nadie y atendemos a todo el mundo. El 95% que llegan son hispanos”, explica Javier Bosque, quien reconoce que la mayor satisfacción es “hacer algo por los demás porque recibes más de lo que das”.