La VTV será obligatoria en la Capital

7 mar. 2011 - quienes viven y trabajan en el barrio más moderno de la Capital conocen muy bien: el colapso vehicular en
490KB Größe 6 Downloads 85 Ansichten
12

INFORMACION GENERAL

I

Lunes 7 de marzo de 2011

SEGURIDAD VIAL s UNA MEDIDA QUE YA RIGE EN VARIAS PROVINCIAS

La VTV será obligatoria en la Capital Esta semana el gobierno porteño licitará el sistema por el cual cada tres años deberá verificarse el estado de más de un millón de autos PABLO TOMINO LA NACION La verificación técnica vehicular será desde este año obligatoria para los porteños, después de años de demoras en la aplicación de la ley que así lo dispone para la Capital. El gobierno de Mauricio Macri finalmente enviará esta semana a la Legislatura los pliegos para la licitación de la VTV, que implicará el control de más de un millón de vehículos y de unas 100.000 motos radicadas en la ciudad. Esta demorada medida, que ya se aplica desde hace años en varias provincias, como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Río Negro y Neuquén, despierta controversias en el arco opositor. Hay una razón: la VTV (ley 2265) fue aprobada por la Legislatura el 21 de diciembre de 2006, pero aún no ha sido reglamentada. “Es sabido que una forma de veto del Ejecutivo para que no funcione una ley aprobada es no realizar su reglamentación. Hace tres años que debería estar en funciones”, dijo el legislador Daniel Amoroso, del bloque de Francisco de Narváez y quien en noviembre de 2010 presentó un pedido de informes para conocer las causas de la no reglamentación. Las autoridades porteñas prevén que una vez que la Legislatura apruebe la licitación, ya que las concesiones serán por 10 años y por lo tanto deben tener el visto bueno legislativo, la VTV se pondrá en marcha. Según se dispuso, regirá sobre vehículos particulares con más de tres años de antigüedad (o más de 60.000 kilómetros), y con un año en el caso de las motos.

Cuánto costará El control será similar al que se realiza en varias jurisdicciones del país: tendría un costo de $ 110 para autos o camionetas y de $ 35 para las motos. Y el chequeo mecánico implicará la verificación del sistema de suspensión; dirección y tren delantero; chasis; neumáticos; luces; estado general del vehículo; frenos; emisión de gases; nivel de ruido, y del sistema de seguridad y emergencia. Según dice el texto de ley, si un vehículo no aprobara la verificación técnica por cualquier motivo tendrá un plazo de 60 días para realizarla nuevamente en forma gratuita. Si se lo detuviera en la calle y se detectara que no cumple con este requisito e implica un peligro para la circulación, el vehículo será retenido por la autoridad. En una recorrida que LA NACION realizó por la ciudad, advirtió que hay numerosos vehículos que no podrían superar una VTV. En ese rango se inscriben autos sin paragolpes, espejos retrovisores, apoyacabezas ni cinturones de seguridad, entre otras faltas. Este tipo de autos es

En Buenos Aires, está vigente desde hace 16 años

más frecuente encontrarlos en los barrios del sur de la ciudad y no tanto en el centro porteño. Entretanto, es muy común advertir cada noche los camiones que transportan cartones y material reciclable de manera irregular, que están fuera de la ley y son un verdadero riesgo en cuanto a posibles accidentes de tránsito. Sin embargo, gozan de total impunidad. Es curioso, también, que en la actualidad la ciudad haga controles al transporte público (taxis, remises y transportes escolares) a través de la Sociedad Argentina de Control Técnico de Automotores (Sacta), pero pese a eso sean muchos los vehículos que circulan con evidente deterioro. Algo similar a lo que ocurre con los ómnibus urbanos, que son una fuente contaminante por la emanación de gases tóxicos y por distintas razones (léase falta de controles de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y del gobierno porteño) y siguen circulando pese a que contribuyen día a día a la polución ambiental.

Su incumplimiento, la infracción más común

Fuerte interés empresario La implementación de la VTV ya despertó el interés de varias empresas, ya que si se considera el parque automotor de la ciudad la propuesta es tentadora. Incluso fuentes indicaron que el retraso en la reglamentación se debe a que no se llegaba a un acuerdo entre las partes interesadas en ganar ese contrato con la ciudad. El llamado a licitación para la concesión del servicio, que como se dijo será por 10 años, tendrá un requerimiento mínimo de instalación y adecuación de los sitios donde se harán los controles y dispondrá de un horario de atención al público que deberá ser de lunes a viernes, de 8 a 18, y los sábados, entre las 8 y las 13. El gobierno pretende que haya dos centros grandes con seis líneas de verificación; tres medianos con cuatros líneas de chequeo, y seis chicos con dos líneas. “Es un avance importante para una mayor seguridad vial. Es importante que los vehículos tengan la VTV. Desde que estamos trabajando en esto le hemos puesto la mayor velocidad posible a la reglamentación y ahora ya está la licitación en la Legislatura.” “Tenemos uno de los índices más altos de siniestralidad vehicular en el mundo y dentro de los motivos que ocasionan estos incidentes está el mal estado técnico de algunos vehículos que transitan por nuestras calles sin los elementales parámetros de seguridad. Es imperioso, a fin de cumplir con los objetivos propuestos al momento de discutir y sancionar esta ley, regularizar las unidades a fin de contribuir en el descenso de los incidentes viales”, dijo Amoroso, quien era autor de la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura cuando se impulsó esta norma.

Mauricio Macri

EL ESCENARIO

Un control necesario GABRIEL TOMICH

según el uso, el cuidado que se da al vehículo y las ásperas calles porteñas (y del área metropolitana) que no perdonan al tren delantero y los amortiguadores. Las pastillas de frenos no deben superar los 15.000 km, los discos de frenos deben ser reemplazados cada 50.000, y los conjuntos de campana y cintas, cada 30.000. Varios elementos del tren delantero difícilmente superen los 30.000 km, igual que algunos de la suspensión, mientras que los neumáticos deben ser exhaustivamente revisados (por desgaste o deformaciones) a los 40.000 kilómetros. La verificación técnica tiene otro costado: el control en las calles y en las rutas. En este sentido, la experiencia en la provincia de Buenos Aires, en la que sólo un 50% del parque del distrito está verificado, crea muchas dudas sobre la eficacia real del sistema. Allí, salvo campañas estacionales, el resto del año no es raro cruzarse con vehículos sin las luces reglamentarias como se debe y en condiciones notoriamente malas a simple vista. Sin la falta de controles sistemáticos en la vía pública, con las correspondientes sanciones, los automovilistas quedarán divididos entre los que cumplen con la ley (y pagan la verificación) y aquellos que circulan alegremente impunes.

LA NACION La instrumentación de la verificación técnica obligatoria para los vehículos radicados en la Capital es una medida positiva. Es importante para incrementar la seguridad vial, aunque la mayoría de los accidentes de tránsito se deben más a errores humanos y falta de pericia en la conducción que a desperfectos técnicos. Pero, como puede observarse a diario en calles, autopistas y rutas, hay muchos usuarios desaprensivos en el cuidado del vehículo, lo que puede implicar un riesgo para ellos y los demás en una situación de emergencia. Según cifras de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el parque vehicular en la Capital era en diciembre de 2009 de 1.336.000 vehículos, al que habría que sumar otros 147.200 patentados entre el 1° de enero de 2010 y el 28 de febrero de 2011, para redondear poco menos de 1,5 millones de autos, ómnibus y camiones. De ese total, el 16% (uno de los porcentajes más bajos de la Argentina) tiene más de 20 años de antigüedad, mientras que en el país esa franja de vehículos ronda el 30 por ciento. Vale decir que, en comparación, la ciudad de Buenos Aires cuenta con

MARIANA ARAUJO

Un modelo de muchos años vehículos relativamente nuevos. Sin embargo, un auto tiene múltiples elementos que sufren continuo desgaste por el uso; algunos, fundamentales para la conducción: dirección, tren delantero (rótulas, extremos, parrillas, bujes), suspensión (amortiguadores, espirales, elásticos, brazos), neumáticos, luces reglamentarias y, en especial, los frenos (pastillas, discos, campanas y cintas, bomba, válvulas compensadoras, freno de estacionamiento). Si se tiene en cuenta que un auto particular hace unos 20.000 kilómetros por año, dos años parece un tiempo prudencial para que sea verificado. Es que muchas de las piezas mencionadas deben ser cambiadas en períodos más o menos variables

LA PLATA.– En la provincia de Buenos Aires la Verificación Técnica Vehicular (VTV) entró en vigor, con carácter obligatorio, hace 16 años. Durante mucho tiempo, los controles de seguridad vial en las calles y rutas bonaerenses no le dieron demasiada importancia a esta norma. Aunque recientemente se comenzó a exigir su cumplimiento, a tal punto que durante este verano la circulación de vehículos sin VTV lideró el ranking de faltas de tránsito en rutas, con multas que oscilaron entre los 700 y los 2000 pesos, de acuerdo con fuentes oficiales. Según se informa en la página oficial (www.ervtv.gov.ar), la VTV es el control periódico del estado mecánico y de la emisión de gases contaminantes de los automotores. Se controla el sistema de dirección, los frenos, las luces, cinturones de seguridad, emisión de gases, neumáticos, suspensión, llantas y chasis. La verificación se hace una vez por año y se puede sacar turno a través de la página web. Los controles técnicos duran no más de media hora, aunque en verano, por las vacaciones, las colas se multiplican y esperar un turno para hacer la VTV puede demandar hasta cinco horas. En toda la provincia existe una red extensa de talleres e instalaciones oficiales que realizan este tipo de verificación, que a partir del 2001 han comenzado a prestar servicio bajo normas de calidad ISO 9001:2000. En la página web del Ente Regulador de la Verificación Técnica Vehicular se puede consultar la dirección de las plantas donde se realizan los controles. Existen en la provincia once zonas VTV, en las que se presta el servicio bajo el sistema de concesión privada con pago de canon al Estado. El costo de la verificación para un vehículo de hasta 2500 kg de peso es de 116,07 pesos (si el control se hace en tiempo y forma, es decir, con VTV vigente) y de $ 125,48, si el plazo está vencido. Los vehículos de más de 2500 kg pagan $ 208,92 y 225,86, respectivamente, y las motos, $ 18,82 y 37,64 para cada caso. En caso de que el vehículo presente algún desperfecto invalidante durante la verificación, cuenta con 60 días corridos para solucionar el problema y obtener la oblea que habilita a circular.

ANTEANOCHE HUBO DEMORAS DE MAS DE UNA HORA TRAS EL CONCIERTO DE SHAKIRA

Temor ante una eventual emergencia

Una odisea para salir de Puerto Madero El barrio más nuevo de la ciudad tiene habilitados cuatro de sus puentes, que colapsan cuando hay recitales o en horas pico             

-!$!(

! -!(  /,$ !$











(( $! &/ *,&$



"&% 

-!$

,(!" ,(! !'(! -! /,&,$!($

-!$!$ $ -!!'(!



,(!



-!'(('(&,$ $'! ,'

-!$(!/



($'!'(!,*( -!)!'(!,/ ,0$

$ -!!'(!

-!(!$

-! (/*$



&$$

$!0,*!(

!$ ' ($

"'") " "

'&$

,(!+

-!,((

-!($'! /(0

-! '%$

( -!-!$'

$/!(//(*,, (,

""  ")"

" "# ")

&$$ 

" &) $ $  $

 ! !$ 

-!(!

lar podría serlo sobre una tragedia. En rigor, el problema de los accesos de Puerto Madero no es nuevo y, si bien se torna más grave cuando hay recitales en el predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en la Costanera Sur, los trastornos para abandonar el barrio son cotidianos. Durante los días de semana, cruzar los diques entre las 19 y las 20 puede llevar hasta media hora. “Es cierto que hubo demoras para salir, pero no hay tanta diferencia respecto de otros megarrecitales a los que la mayoría de la gente concurre en automóvil. Si bien es cierto que hay cosas para mejorar respecto del operativo coordinado por la Prefectura y la Policía Federal, esta situación afectó únicamente a los presentes al show de Shakira y no a los vecinos, como ocurre cuando un concierto de este tipo se hace en otros escenarios, como en los estadios de fútbol”, dijo a LA NACION Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito Transporte de la ciudad. Para el funcionario porteño, cuando la ciudad instale el nuevo dispositivo de control de semáforos, se podrá mejorar este tipo de situaciones. “La ciudad está reemplazando la tecnología para controlar los semáforos; en ese sentido, podrá utilizarse la tecnología para acortar o estirar el tiempo de cambio de los semáforos de acuerdo con las circunstancias y así evitar embotellamientos en la zona”, comentó Dietrich. Para la Prefectura, el embotellamiento de anteanoche es considerado “natural”, debido a la gran cantidad de personas que llegaron hasta el punto del recital en sus ve-

-!$//$

El megarrecital de Shakira en la Costanera Sur había terminado hacía más de una hora. La medianoche había sido largamente superada. Todos los comentarios sobre el concierto de la colombiana se habían agotado. Sin embargo, la mayor parte de los 45.000 asistentes al espectáculo todavía estaban en Puerto Madero. El motivo: algo que quienes viven y trabajan en el barrio más moderno de la Capital conocen muy bien: el colapso vehicular en los cuatro puentes que cruzan los diques. Anteanoche, un verdadero atascamiento de autos borró la sonrisa de los espectadores que un rato antes habían disfrutado del seductor movimiento de caderas de Shakira. Los puentes de las calles Macacha Güemes (con continuación en la calle Juan Domingo Perón), Azucena Villaflor (avenida Belgrano), Rosario Vera Peñaloza (Estados Unidos) y Elvira Rawson de Dellepiane (Brasil), los únicos habilitados desde que está cerrado el de Cecilia Grierson (avenida Córdoba), se habían convertido en embudos en los que confluían cientos de automóviles. Las bocinas de los más impacientes de nada servían para acelerar o, más bien, dar algún movimiento a las filas de autos que se extendían hasta la Costanera Sur. Los semáforos de las calles internas de Madero Este habían perdido ya sentido y la Prefectura hacía lo que podía por ordenar, al menos, las colas interminables. Afortunadamente, ninguna emergencia tuvo lugar en la zona. De haber ocurrido, en vez de ser ésta una crónica sobre un colapso vehicu-

 !,'$' $! ! !$ (, $ %$$$ 

&$!, !$* -!$.$



 

hículos. Así lo indicaron a LA NACION funcionarios de la oficina central situada sobre Macacha Güemes.

Estacionamiento gratuito Los vecinos de Puerto Madero consultados por LA NACION indicaron que esta situación de colapso con el tránsito también ocurre los días hábiles, principalmente entre las 19 y las 20. En ese horario, la mayoría de los empleados que trabajan en la zona abandonan el barrio y también quienes trabajan en el

centro, pero estacionan sus autos en la Costanera para evitar pagar costosas cocheras. “Las demoras son de entre 15 y 30 minutos para cruzar alguno de los puentes que unen Puerto Madero con el resto de la ciudad, ya que mucha gente utiliza esta zona para estacionar el auto porque es absolutamente gratuito”, se quejó Elvira Rossi, vecina del barrio. “Es cierto que acá hay mucha custodia porque está lleno de agentes de la Prefectura, pero también deberían

limitar el estacionamiento o que los vecinos tengamos prioridad”, pidió la vecina. El puente que une la avenida Córdoba con Cecilia Grierson fue cerrado el 15 de julio pasado y hay en construcción un nuevo paso vehicular. La obra, que coordina la Corporación Antiguo Puerto Madero, tiene un plazo de ocho meses, pero las autoridades porteñas estiman que demandará más de lo previsto, por lo que los colapsos continuarán.

Vecinos y empleados de locales comerciales de Puerto Madero que fueron por consultados por LA NACION manifestaron su preocupación respecto de qué sucedería si ocurriera una tragedia durante los enormes embotellamientos que se producen en los accesos del barrio y fueran necesarios, por ejemplo, el ingreso y la salida de ambulancias. “Está bárbaro que se desarrollen estos recitales, pero también tiene que haber un plan de emergencia ante una eventual tragedia, que permita que las ambulancias, por ejemplo, tengan el camino liberado para entrar y salir de la zona con mayor facilidad”, dijo Gloria Bonni, que vive en un departamento sobre la calle Juana Manso. Según los vecinos, el tránsito concurrido que tienen las calles de Puerto Madero altera la naturaleza del barrio, que en un principio era más tranquilo. “Los bulevares son muy lindos, pero en horas pico se transforman en un escollo más e impiden con sus rotondas que el tránsito sea más ágil. Así, atravesar de punta a punta los poco más de dos kilómetros de extensión que tiene este barrio se transforma en un caos. Si tiene que entrar o salir de acá una ambulancia un día de semana, es, al menos, una situación preocupante”, dijo Cecilia, empleada de una cadena de farmacias. Según la Prefectura, las ambulancias tienen prioridad de paso ante emergencias, y afirman que con la gran cantidad de agentes que hay en la calle es posible garantizar su libre circulación. Los vecinos, sin embargo, tienen sus dudas.