Publicación nº 3 – fecha 8 AGOSTO 2016

#JMJ16 INVOLVIDABLE

LA MISERICORDIA CELEBRADA POR LOS JÓVENES



Sumario de la publicación nº 3:

40 testimonios nos narran sus experiencias de esta JMJ. Crónicas del joven participante Javier Garrido. Jueves 28- Viernes 29 – Sábado 30 – Domingo 31 y Balance Final de la JMJ. Viernes 5 Agosto’16. Vídeos de Buenas noches de Pablo: viernes 29, sábado 30 y domingo 31 Julio. Crónicas en vídeos elaborados sobre nuestras viviencias por @Sercode Memoria de las Redes usadas para seguir en directo nuestras vivencias. 1



EL ACONTECIMIENTO ECLESIAL DE LOS JÓVENES 2016

Queridos amigos, resuena en mí las palabras del papa Francisco que dijo en la homilía del Domingo 31 de Julio en el Campus Misericordiae : “La Jornada Mundial de la Juventud, podríamos decir, comienza hoy y continúa mañana, en casa, porque es allí donde Jesús quiere encontrarnos a partir de ahora. El Señor no quiere quedarse solamente en esta hermosa ciudad o en los recuerdos entrañables, sino que quiere venir a tu casa, vivir tu vida cotidiana: el estudio y los primeros años de trabajo, las amistades y los afectos, los proyectos y los sueños. Cómo le gusta que todo esto se lo llevemos en la oración. Él espera que, entre tantos contactos y chats de cada día, el primer puesto lo ocupe el hilo de oro de la oración. Cuánto desea que su Palabra hable a cada una de tus jornadas, que su Evangelio sea tuyo, y se convierta en tu «navegador» en el camino de la vida”. Un grupo del MJS de España ha querido hacerse presente y dar testimonio del rico camino pastoral que realizamos en nuestras casas salesianas, en sus centros juveniles, en los grupos parroquiales, con los más necesitados, en los grupos de fe, en el aula o en la infinidad de actividades juveniles del tiempo libre. Los sesenta jóvenes representativos de toda España han compartido la oración, la fiesta, la catequesis, el testimonio, los sacramentos, el camino, el cansancio, la acogida familiar, la alegría y en definitiva la fe. Hubo tiempo para el diálogo personal en profundidad y para descubrir la belleza de la fe y su riqueza en la infinidad de jóvenes con los que nos hemos cruzado en estos días en Cracovia. Te presentamos en este número nº 3 los testimonios de los jóvenes del MJS participantes dando gracias a Dios por la experiencia vivida y con el compromiso de compartirla en nuestros lugares de orígenes. La comunicación además de información es sobretodo comunión. La lectura de estos testimonios, de las crónicas, de los vídeos, de las fotografías…pretende que nos podamos acercar en comunión y con el corazón agradecido a todo lo vivido y celebrado: “Bienaventurados los Misericordiosos”. Para nosotros que hemos estado allí podemos decir lo que aquellos discípulos dijeron al caer la tarde: “– «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» (Lucas 24, 32). Leonardo Sánchez Acevedo sdb [email protected]



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Testimonios de los participantes del MJS Paco Pepe, Delegado de Pastoral Juvenil de la Inspectoría María Auxiliadora (SMX) Para mi la participación en la JMJ de Cracovia ha significado un retorno a los orígenes de la fe. He podido palpar y ver con mis propios ojos la comunión verdadera y auténtica de personas que comparten la fe y que comunican su experiencia de amistad con Dios desde el lenguaje del corazón. En mas de una ocasión caminando por las calles de Cracovia y en el Campus de la misericordia se me venían a la mente las palabras del libro del Apocalipsis "hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación". Contemplar esto me emocionaba hasta la lágrimas. Es posible, claro que es posible un mundo basado en el amor y en la sana alegría. He podido experimentar la acogida incondicional de una familia compuesta por el matrimonio y sus cuatro hijas que nos han abierto de par en par su casa y su intimidad. Nuestra única carta de presentación ser cristianos y salesianos. Todas las noches compartíamos nuestras experiencias comunicándonos más con el lenguaje de la fe que con nuestro pobre ingles. Desde el primer día los consideramos nuestra familia y la manera de referirnos a ellos era diciendo "nuestra madre de aquí, nuestro padre de aquí", aunque fueran más jóvenes que nosotros. Todo era poco para agasajarnos y que estuviéramos ajusto. Este es el comienzo de la evangelización: la acogida. Me ha hecho mucho bien y creo que también a ellos les ha ayudado a sentir de manera concreta esta iglesia universal. Las celebraciones me han ayudado a ahondar a confrontarme y a preguntarme delante de Dios si realmente soy "instrumento de la misericordia". Experimentar la misericordia de Dios en el sacramento de la reconciliación recibiéndolo y confesando a tantos jóvenes hambrientos del abrazo del Padre. Es posible construir un mundo mejor si todos los hombres y mujeres de nuestro mundo experimentamos el mismo amor y lo traducimos en perdón, en misericordia.



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Hemos tenido contratiempos. Eso en normal en cualquier peregrinaje. Pero las dificultades han sido meras anécdotas que no han enturbiado la profundidad y el vivir estos días de convivencia universal con una alegría sana y contagiosa. Las jornadas Mundiales de la Juventud no son fuegos artificiales, como algunos piensan, son fruto y manifestación del recorrido de muchos caminos de fe que se encuentran en un punto determinado de nuestro planeta para alabar a Dios, para centrar nuestra vida, para anclarla en Jesucristo y para lanzarnos a la aventura de seguir transformando nuestro mundo desde el amor. Hemos formado una comunidad todos los que formábamos parte del grupo: jóvenes, salesianos cooperadores, salesianos religiosos, etc... Hemos rezado, cantado, celebrado, reído juntos y esto nos ha ayudado a conocernos mejor y a descubrir la maravillas que el Señor ha ido trabajando en nosotros en esta experiencia. El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres. La alegría de estos días es fruto de amor más puro y más desinteresado. No hay lugar para la tristeza, hay lugar para la esperanza para la vida que se abre paso aunque nosotros nos empeñemos en acallarla. Koldo, Director del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil. Coordinador general de la peregrinación a Cracovia. Doy gracias a Dios por esta experiencia y ahora me toca trasladarla en el trabajo de animación pastoral que realizo en la inspectoría. Gracias a todos los que la han hecho posible y han aportado su granito de arena en esta peregrinación. Doy gracias a Dios porque he tenido la suerte de vivir junto a vosotros una experiencia llena de vida y de misericordia. Quiero constatar la “buena gente” que son los jóvenes del MJS de España. La relación entre nosotros ha sido muy positiva. He podido ver los esfuerzos que hemos hecho todos y cada uno por hacer fácil la convivencia. Personalmente he recibido de vosotros testimonios de fe y de vocación. Me he alegrado por ello. También he podido tener



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alguna conversación donde he visto que Dios sigue haciendo obras grandes en los jóvenes. El Evangelio siempre es joven. Para mí ha sido muy significativo el encuentro con los otros grupos Pastoral Juvenil de España en Częstochowa . Doy valor a este encuentro porque no siempre nos dejamos ver en los lugares de la pastoral juvenil de las diócesis y de las otras congregaciones. Y sé que a ellos les gusta nuestra presencia. Las palabras del Papa Francisco han sido un auténtico regalo. Su mensaje ha ido a lo fundamental. De manera sencilla y magistral, el Papa puso en el centro de nuestra Asamblea a Jesús y su misericordia. Lo importante no era que estuviésemos allí tanta gente, ni tampoco era la presencia del Papa, lo importante era Jesús y su misericordia. El Papa prefería hacerse pequeño para que se viera solo a Jesús. Tan sencillo, tan hermoso y tan comprometido. Con Jesús uno puede también caminar entre dificultades, chubascos e incertidumbres, como pudimos experimentar en la vuelta del Campo de la misericordia. Esta es para mí el resumen de estos días juntos. Doy gracias a Dios y os doy gracias a vosotros. Iván Poza Maldonado. Parroquia San Francisco Javier. Vitoria-Gasteiz La JMJ ha sido una gran experiencia para mí. Algunos piensan que es sólo una actividad extraordinaria dentro de la Pastoral, pero yo creo que es una oportunidad para que cada joven descubra en la universalidad de la Iglesia su lugar y confirme su vocación dentro de ella. La JMJ me ha servido para tener una experiencia personal con el Padre de la Misericordia. Parece mentira que entre dos millones casi de personas Dios siga hablando a cada uno. Uno de los momentos más fuertes vividos fue la vigilia de oración en el campo de la Misericordia, y en especial el momento en el que encendimos cada uno una vela y permanecimos en silencio. Todo lo vivido durante la semana se concretó en una oración de acción de gracias al Padre. También destaco la oportunidad de hospedarnos en familias y recibir la generosidad de las personas de la parroquia salesiana en la que estuvimos. Dios habla en cada pequeño gesto de cercanía, intento de comunicarse, atención... doy gracias a Dios por la experiencia.

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Por último, tengo que destacar los momentos informales en los que hemos compartido nuestras experiencias y reflexiones entre los miembros del grupo del MJS España: dudas, sentimientos, agradecimientos... no hemos tenido momento de grupo como tal, pero la confianza creada entre todos ha hecho posible que podamos abrirnos y compartir. Me llevo grandes y profundas amistades de este encuentro. Solo queda decir una cosa más, y es que no le tengamos miedo a la JMJ y las propuestas que nos llegan de fuera del mundo salesiano como esta. Dios sale al encuentro de cada joven en innumerables situaciones, y esta es una de las que puede marcar de verdad. Raquel Gonzalez. Las Palmas de Gran Canarias. Es muy difícil resumir las experiencias vividas en Cracovia, ha sido una semana llena de emociones. Hoy, desde casa, intentando escribir estas palabras se me hace complicado, son muchas vivencias y no quiero dejar ninguna atrás. Desde la hospitalidad, generosidad y amabilidad de las familias que nos acogieron hasta los actos que participamos con el Papa Francisco, todo eso se quedará para siempre grabado en mi corazón. Me sorprende mucho como ante el cariño de Dios no hay barreras que separen nada, ni en lenguaje ni las diferentes culturas han sido un handicap entre todos los peregrinos. Uno de los momentos que mas me ha gustado fue el encuentro del SYM (Movimiento Juvenil Salesiano), allí muchos de nosotros nos pudimos reencontrar con amigos y compañeros que conocimos en Turín el año pasado. Es increíble como ese espíritu salesiano se porta en cada uno de nosotros y allí se pudo vivir. Por último esta frase del papa Francisco en la que refleja que la felicidad no es sinónimo de comodidad: "Algunos confunden la felicidad con sofá (…) Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados”. Diego Martín. Salamanca Mi vivencia de la JMJ ha sido algo impresionante donde no me esperaba tanta gente que pensara como pienso yo y que cree en lo mismo que yo, pero he visto que sí. Fui de los últimos en apuntarme desde mi centro juvenil pero no me arrepiento de haberlo hecho tan tarde porque es una experiencia que no se olvida así porque sí ya que tiene grandes momentos para reflexionar y pensar en ti y en los demás. Una de las imágenes con las que me quedo es toda la gente que estuvimos en el encuentro de españoles y otra cosa

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con la que me quedo es que caminando por las calles de Cracovia la gente de otros países te saludaban con una sonrisa de alegría. Quiero dar las gracias a todos los que hemos ido con el grupo MJS y también quiero dar las gracias a la gente que ha organizado esto que sin ellos no había sido posible. Gracias. Tomás Manuel Soto. Gran Canarias Una semana. Siete días. A veces ese tiempo es suficiente para crear en ti una vocación. La JMJ me ha servido para descubrir a lo que el señor me llama. Con la ayuda de las homilías del Papa, este encuentro ha despertado en mí una vocación para ayudar la gente más necesitada. El mensaje que Francisco transmitió, me ayudó a darme cuenta que hemos nacido para enseñar al mundo el mensaje de Jesucristo, pues es el mensaje que nos ayudará a ser feliz. Y no hacen falta grandes teléfonos ni grandes casas para ser feliz. No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Y con todos los medios que tenemos los jóvenes, podemos y debemos transmitir el mensaje de la felicidad. El mensaje de Jesucristo. Carlos Javier Correa. Badajoz. "Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia" ese era el lema de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia y eso es lo que hemos podido palpar desde el minuto uno. Brutal. Cada paso que dabas, cada persona con la que te cruzabas, cada momento era perfecto para encontrar un gesto de misericordia. Puedo recordar con mucho cariño como un señor mayor me vio junto con dos compañeros perdidos por la ciudad y se acercó amablemente a preguntarnos donde necesitábamos ir, acompañándonos a pesar de la lluvia hasta el sitio para que no tuviéramos pérdida. Recuerdo también con mucho cariño a Maja, mi "mamá" polaca, como nos acogió como si fuéramos su familia sin conocernos de nada, como nos ha tratado en esta semana para hacernos sentir como en casa, estando pendiente de todos y cada uno de los detalles para que no nos faltara de nada. Han sido unas jornadas para ver a Cristo, y yo lo he visto. Lo veía en cada una de las personas que te cruzabas por la calle, de las cuáles no sabías su nombre, ni edad, ni si quiera procedencia, pero aún así te sacaba una sonrisa de corazón, porque a pesar de no conocernos, nos unía lo más fuerte que podía unirnos, la fe, esa fe con la que podemos construir puentes, porque como nos dijo el Santo Padre, es más fácil construir puentes que construir muros. También he visto a Cristo en los momentos de oración,

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como a pesar de estar dos millones y medio de personas, podía notar que estaba allí presente, a mi lado, atendiendo mis súplicas. He de reconocer que quede impactado en un momento de la vigilia, justamente el más sencillo de todos. Estábamos los jóvenes de todos los países en el Campus Misericordiae, la organización empezó a repartir velas para el momento de oración y se hizo el silencio, os puedo prometer que ese silencio no era un silencio cualquiera, sino que era el silencio de dos millones y medio de personas hablando con Dios, pidiendo por los que estábamos allí, por los que habíamos dejado en nuestras casas y por todas y cada una de las cosas que pedimos aquella noche. También recuerdo el momento de la Eucaristía de Envío, cuando anunciaron la sede de la próxima jornada, la alegría desatada de un grupo de jóvenes de Panamá que estaba junto a nosotros, ilusionados y entusiasmados ante la idea de celebrar la JMJ en su país. Esta semana hemos demostrado que estamos activos, que ni el calor, ni la lluvia, ni las posibles amenazas de atentado terrorista van a poder con nosotros, nosotros actuamos con fe y con eso nos basta. De estas jornadas tenemos que tener claro una cosa, tenemos que formar lío, tenemos que estar activos, como dijo el Papa, no quiere a jóvenes que parezcan jubilados, no podemos permitirnos eso, sino ser jóvenes activos, que actúan en libertad para alcanzar sus sueños. Elena Marcos. María Auxiliadora Salamanca. Después de estos días vividos, termino la experiencia con una sensación de agradecimiento, alegría y esperanza. Nunca pensé que podría sentirme como en casa con una familia que ni si quiera habla mi idioma. La amabilidad de la gente polaca ha sido increíble. Cada día preparándonos el desayuno, preocupándose por nosotros, etc. Por otro lado, me impresionó el sentimiento de unión en general de todas la gente participante en la JMJ. Saludar a todo el mundo sea de donde sea. Cracovia desprendía alegría por todas las calles, por todas las personas que paseaban cantando, bailando, y así nos contagiábamos unos a otros. Aunque no todo fue bonito y perfecto. Que en polonia hace frío decían. El calor sofocante de todas las mañanas junto con las lluvias diarias al caer la tarde no lo vamos a olvidar, nos hacían vestirnos de fantasmas de colores y hacinarnos en los tranvías y autobuses.

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Por último quiero destacar el testimonio de una participante, animadora salesiana proveniente de Siria. Si ella es capaz de tener esperanza como no vamos a tenerla los demás. ¡Nos vemos en Panamá! María Garrido. Málaga. Pocas son las palabras para describir lo vivido. Hemos sido tan afortunados por lo vivido que poco se puede decir para describirlo. Hemos tenido la suerte de compartir esta experiencia con quien nos gusta y nos alegra, nuestra alegría salesiana ha estado presente en cada uno de los que formaba el grupo y en todos lo momentos compartidos desde el primer día. Hemos tenido la suerte de permanecer durante esta vivencia en casa de unas familias que aunque no hayamos pasado mucho tiempo con ellas, nos lo han ofrecido todo y más y nos han hecho sentir como en casa. Uno de los momentos que a mi personalmente me ha marcado de los que más fue el rezo del padre nuestro en la eucaristía que pudimos celebrar con el Rector Mayor : personas de 5 paises unidos en la misma oración y por el mismo motivo, fue un momento que me emocionó muchísimo. Esta JMJ me ha servido para encontrarme con Dios como nunca antes lo había hecho: ha estado presente en cada una de las personas del grupo, en cada recuerdo de las personas que nos hemos dejado en casa pero han estado con nosotros, en cada saludo y sonrisa con personas de los otros cinco continentes, en cada silencio que se hacia y en cada vivencia. Pero para mi, esta JMJ ha sido la primera vez que me he encontrado con Dios y he sentido como él de verdad me ha hablado y me ha dicho que quiere algo de mi y ese es ahora nuestro trabajo: que lo que hemos vivido en Cracovia no se quede en recuerdos, sino que lo sepamos llevar a casa y que hagamos realidad aquello que Dios nos ha pedido a cada uno de nosotros. Gracias. Isabel Mª Santos. María Auxiliadora. Salamanca. Vuelvo a Salamanca de la JMJ. El viaje de bus me viene bien porque todavía estoy asimilando todo lo vivido. Me vienen a la cabeza tantos momentos... No podría quedarme con sólo uno, pero podría agruparlos en : una convivencia preciosa con personas nuevas en mi vida, momentos de dejarme abrazar por Dios y momentos de sentirme en comunión con la Iglesia , es decir con otros creyentes que son personas que no conozco ni conoceré pero que siento sus realidades como parte de la mía y por lo tanto en cierto modo soy responsable de ellas. Ha sido todo muy bonito. He escuchado testimonios y discursos que me han removido las entrañas y el corazón y he estado rodeada de sonrisas y alegría los 10 días que ha

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durado esta experiencia. Pero pienso ahora que todo esto es muy fácil. Es fácil pasárselo bien y sentirse a gusto en un ambiente así, que te invita a vivir tu fe abiertamente y con otros que comparten tus inquietudes. Lo difícil viene ahora. Volver a mi mundo real y no perder la ilusión que esto ha generado en mí. No esconder lo que creo y lo que he vivido ante personas que no lo entienden o que sé van a juzgarme de mal modo por ello. Por eso mi propósito de esta JMJ es no tener miedo. Porque la manera de ver y de vivir la vida que me da Cristo no me la da nadie. Expande mis horizontes cada vez más y le da un sentido a todo. Y doy gracias a Dios porque al final me animara a ir a Polonia. Porque a veces necesitamos de estas experiencias para volver a darnos cuenta de todo esto. Covadonga Cid. Centro Juvenil La Balsa. Estrecho-Madrid. Ha sido genial vivir esta primera experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud con el Movimiento Juvenil Salesiano, al cual pertenezco desde que tengo uso de razón gracias a mis padres, que son salesianos cooperadores desde hace muchos años. Antes de ir a Cracovia, la gente me preguntaba qué iba a hacer y yo solamente respondía que iba a ver al Papa Francisco, no sabía nada más. Sin embargo, esta experiencia me ha sorprendido gratamente. He compartido palabras con gente de todo el mundo con los que tengo algo en común, la fe en Jesucristo resucitado. Me gustaría compartir varios momentos. El primero, el día del Movimiento Juvenil Salesiano (SYM) de todo el mundo en la Expo de Cracovia, del cual destaco el encuentro con gente de África y Siria y mi precioso reencuentro con el Rector Mayor, Ángel F. Artime. El segundo momento es junto a la familia con la que estuve durante esa semana de la JMJ en Cracovia. Nuestra abuelita polaca solamente hablaba su lengua materna, el polaco, del cual nosotras solamente aprendimos unas pocas palabras. De esa vivencia aprendo que no hace falta hablar un idioma para cogerle cariño a una persona, cuidarla o disfrutar de risas y abrazos. Un tercer momento es la vigilia del penúltimo día de esta jornada con el Papa. Creo este momento en concreto ha sido el más bonito de toda la semana. Fue un momento de silencio mientras anochecía en el Campus Misericordiae de Cracovia en el que cada uno de los peregrinos teníamos una vela encendida y mientras rezábamos y dábamos gracias a Dios. Un último momento para compartir es la vuelta de la clausura de la JMJ a las nuestras casas de Cracovia. Fue un día de mucho calor durante la misa, de mucho caminar entre grandes masas de gente, mucho tiempo de espera del tranvía y con una gran ducha de lluvia para finalizar la jornada y concluir esa semana.

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Doy gracias a todas las personas que han hecho posible este viaje a Polonia, tanto del mundo como los salesianos que nos han acompañado al MJS de España. Gracias a todos y hagamos realidad las palabras del Papa Francisco: "No seais jóvenes jubilados y luchad por vuestros sueños". Pedro Poveda. Redentoristas de Madrid. Catequista de comunión Una vivencia única, irrepetible. Eso ha sido para mí el paso por Polonia durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Cracovia. Llegué con miedo, puesto que no conocía a nadie. Pero desde el primer día la familia de los Salesianos me acogió como a uno más. Hemos compartido testimonios y momentos inolvidables. Me llena de enorme satisfacción ver cómo tantos cristianos se reúnen para ver y oir las palabras del Papa Francisco. "La alegría que han recibido del Señor gratuitamente, gratuitamente dónenla". Así decía el Papa en la Vigilia en el Campo de la Misericordia. Ahora es cuando nos toca poner en marcha todo lo aprendido durante estos días. "No hemos venido al mundo a vivir como vegetales, para hacer de la vida un sofá que nos adormezca. Hemos venido a la vida a dejar nuestra propia huella. Jesús es el Señor del riesgo. [..] Para seguir a Jesús hay que cambiar el sofá por un par de zapatillas, para caminar por sendas que jamás habríamos imaginado para regalar alegría". Como bien dijo el Papa, debemos emprender nuevos caminos, ser aquellas personas que comiencen a construir puentes, puentes que unan corazones como ha sucedido en mi corazón durante estos días. En especial, el más fuerte creado ha sido directamente con Dios. El día de la Vigilia, cuando estábamos 2 millones de personas reunidas, se nos repartió una vela a cada uno. En medio del acogedor silencio, sentí más fuerte que nunca la voz del Señor que me decía: "jamás estarás solo". En ese momento el calor de la vela atravesó todo mi cuerpo, como si su fuerza y espíritu me recorrieran todo el sistema circulatorio, llenando mi sangre de energías y fe renovadas. Por tanto, quiero decir sin ningún miedo, que me siento hijo de Dios, y que es para mí todo un honor. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Sergio S. Santana de Gran Canarias. Para mi, esta semana que hemos vivido ha sido una nueva experiencia que me ha puesto Dios en mi vida. Hemos podido acercarnos más a la misericordia del Señor, a través no solo de las catequesis, sino que hemos podido compartir que es la misericordia para

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cada uno de nosotros. Se me pasan por la cabeza muchos momentos de esta JMJ, pero sin duda el que más me marcó fue el momento de adoración a Jesús eucaristía en Campus Misericordiae, miles de personas, de tantos países, rezando en silencio delante de Él, fue un momento muy bonito de oración y unión. También algo que me llegó fueron las diferentes palabras que a lo largo de los días el Papa Francisco fue diciéndonos en sus discursos, palabras directas y claras que nos fueron llegando a cada uno de nosotros. También tengo que destacar la hospitalidad de las familias y personas que nos han ayudado, porque a través de ellos también hemos podido experimentar la misericordia de Dios. Judith del Carmen Betancor. Las Palmas de Gran Canarias. Este es mi testimonio de lo vivido en estos días tan intensos...Por mucho que me quisiera imaginar como sería esta experiencia se ha quedado pequeña mi imaginación, han sido unos días increíbles e inolvidables con la familia salesiana. Siempre quedaran para mi recuerdo la vivencia de la vigilia, donde se podían sentir que un sentimiento muy especial y fue fuerte nos unía a todos, como hermanos. Me quedo con la imagen de fraternidad, todos cogidos de la mano; para nosotros no existían diferencias todos éramos iguales, ojalá la humanidad entera pudiera experimentar ese sentimiento, y dejar a un lado las diferencias y problemas, y vivir en un mundo de paz; ya que como decía el Papa "es más fácil construir puentes que alzar muros". No tengo palabras para agradecer la gran acogida que nos han hecho la familia, gracias por su hospitalidad e infinita amabilidad, siempre con una sonrisa; su recuerdo quedaran en nuestro corazón, una pena haber tenido la barrera del idioma con los padres, pero el idioma del corazón es universal. Han sido una experiencia única, nos ha ayudado a reavivar más nuestra fe y unión como grupo salesiano, el día que pudimos compartir el carisma salesiano también fue inolvidable, ¡viva Don Bosco! Para finalizar, me quedo con las profundas palabras del Papa: cuando el Señor nos llama no piensa en lo que somos, en lo que éramos, en lo que hemos hecho o dejado de hacer. Al contrario, Él, mira todo lo que podríamos dar, todo el amor que somos capaces de contagiar. Con eso me quedo, en dar amor al prójimo. José López. Córdoba. …Yo lo único que quiero decir es que antes de empezar este fantástico camino, tenía muchas dudas sobre mi, sobre la iglesia y la religión, pero el momento más simple y que

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más me impactó fue el momento en el campus de la Misericordia , todo el mundo con las velas, y me di cuenta que da igual tu cultura y de donde seas, que mientras tengamos fe, podemos ser luz en el mundo para los demás. Rafa Cazorla,sdb - Coordinador Pastoral Stma Trinidad. Sevilla. Mi testimonio de esta JMJ de Cracovia 2016 comienza con una palabra que aunque parezca impronunciable significa tantísimo para todos nosotros los peregrinos que hemos participado en esta bendita locura: DZIĘKUJĘ... es decir GRACIAS. Gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de compartir con tantos jóvenes del mundo una experiencia de Iglesia que alimenta mi vocación de sacerdote y salesiano. Mi corazón regresa lleno de misericordia. La que he recibido y la que he aprendido a regalar. Un momento destaco de esta JMJ la marea de jóvenes que peregrinaron hacia el Campus Misericordiae para la gran vigilia y eucaristía con el papa Francisco, que fue expresión de la alegría del evangelio que es capaz de mover montañas (luchando contra adversidades e inclemencias metereológicas). Esta misma masa... visitaba días después uno de los mayores horrores de la historia del hombre... a pocos kilómetros de alli: Autschwiz. La alegría se transformó en silencio y oración pidiendo por todos los genocidios del mundo que siguen cometiéndose a día de hoy. Misericordia recibida y misericordia que necesita nuestro mundo hoy más que nunca. Que el Cristo de la divina misericordia nos bendiga a todos y aumente nuestra fe. Gracias al pueblo polaco por su generosidad y hospitalidad. ¡Que se note que venimos renovados! Alberto Hermida Rivas. Utrera-Sevilla. Es un orgullo saber que el mismo testimonio de fe que compartí durante la catequesis con gente de diversos lugares del mundo permanece presente hoy, con la JMJ ya concluida. Se trata de un testimonio de *FE*licidad, la felicidad que se siente al estar a muchos, muchísimos kilómetros de casa y sentirte en familia, esa misma que te permite conocer a las personas por su sonrisa y no por su nombre o su lugar de procedencia, la fe que nos une, nos da fuerza para proclamar el evangelio y nos permite que gocemos de una vida completa y repleta de vocación. He tenido la oportunidad de experimentar la misericordia de Dios en cada uno de los momentos compartidos con el grupo o con desconocidos pero especialmente con las familias de acogidas. Nuestra querida "madre" se llama Maha (pero su pronunciación es "Maya") y ante la adversidad decidió formar una colmena en su casa acogiendo a siete desconocidos, ¡siete! Teniendo para ello que decirle a su marido y sus dos hijos de 10 y

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7 años que se fueran de acampada durante unos días para que nuestra comodidad fuera la mejor posible. La única razón para que estas familias actuarán de esta forma es que ya habían experimentado la misericordia anteriormente y nos dejan ahora con una deuda con el mundo, un legado que debemos continuar. Javier Garrido. Málaga. Actualmente en Sevilla-Trinidad. (realizó las crónicas diarias que se publicaban en www.religiondigital.com ) Mi paso por la JMJ de Cracovia tiene un nombre muy concreto: MISERICORDIA. Suena redundante, suena a más de lo mismo, pero no ha sido hasta ahora, gracias a esta experiencia cuando he comprendido verdaderamente el verdadero nombre de Dios: MISERICORDIA. Los tiempos de Dios son diferentes a los nuestros y Él ha querido que sea a través de estas vivencias cuando lo he comprendido todo. Sufrir con el dolor del hermano, aun estando a km de distancia es misericordia, sufrir con mis hermanos sirios, del Líbano, o de Sudán del Sur es misericordia. Rezar por ellos es misericordia. Haber sido acogido en una casa familiar, y que la madre de la familia nos diga que tan solo hace esto por la Madre del Señor es misericordia. Todas las personas que día y noche han estado velando por nuestra seguridad es misericordia. Todos los obispos, sacerdotes y mayores que nos han acompañado enseñándonos con su experiencia es misericordia. En fin, ya en mi casa, reventado, cansado y agotado físicamente doy gracias a Dios porque ha llenado mi corazón de su nombre: MISERICORDIA. Ahora toca ayudar a este mundo enfermo a conocer el verdadero nombre de Dios. Jonás Álvarez. La Orotava-Tenerife. «Aperite portas Christo»... ésta es la frase que resuena en mi cabeza en estos momentos. Sí, ya sé que no es propia de esta JMJ, sino aquélla que pronunció San Juan Pablo II el día de su elección como Papa y que hoy preside las cornisas del imprensionante Santuario que se alza en su honor en Cracovia. Y es que hemos aprendido tanto de este gran santo que nos ha acompañado estos días que con esta invitación bien podemos resumir lo vivido: si abrimos las puertas a Cristo, sin miedos, nada podrá contra nosotros; con las puertas abiertas a Él podremos cambiar el mundo, como nos pedía el Papa Francisco. Siempre con Cristo en el centro. Sin perder la fuerza ni la alegría, sin jubilarnos antes de tiempo... siendo testigos de la paz, de una familiaridad que es posible: lo demostramos al unir al mundo entero de las manos en aquella noche de misericordia hecha luz y

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hermandad. Porque solo Cristo ha podido unir en un mismo lugar a todos los pueblos de la Tierra. Como salesiano cooperador he vivido por segunda vez una JMJ, rodeado de gente a a que quiero muchísimo... y vuelvo a sentir ahora ese mismo impulso que me lleva a seguir apostando incansablemente por los jóvenes, acercándome con ellos a vivir esa enorme ternura del Padre. Ojalá cumplamos con la tarea que nos ha encomendado el Papa: ser verdaderos misioneros de la Divina Misericordia Ojalá nos convirtamos Juan Carlos Iglesias. Sevilla-Trinidad Hasta hace aparentemente poco, no sabía de la oportunidad de ir a este movimiento. Todo comenzó con un... ¿Te imaginas que ahora me apunto a la JMJ? No tenía mucha esperanza ya que este viaje estaba siendo organizado para jóvenes mayores de 18 años, y yo nunca había tenido la esperanza de ir. Después de hablar con Rafa Cazorla y demás organizadores del movimiento, me dieron una respuesta, un SÍ, un sí que hizo que cambiará el chip, un sí que en ningún momento se me pasó por la cabeza. Rellené papeles atrasados, diferentes autorizaciones (muchas por ser menos de edad). Pero esto no servía sino intentábamos conseguir un poquito de dinero, ayudando en barras, vendiendo pulseras o incluso siendo camarero. No sabía lo que esperar, nunca había estado en ningún movimiento con dimensiones tan gigantescas como estas. Si contará todas las cosas que se me pasan por la cabeza en estos momentos, no acabaría, una botella rebosante de recuerdos inolvidables y de personas que no conocía de nada, y ahora tienen mi máxima confianza. Pienso en muchas personas desconocidas, de todos los rincones del mundo, que han pasado de una manera express por mi vida pero que han dejado una huella enorme en mi corazón. Cada palmada, cada foto, cada abrazo, cada saludo, cada detallito que intercambiábamos, cada canción que nos animaba a seguir, y así hasta no parar. Simplemente el mejor símbolo de unión que yo conozco. Y sí, UNIÓN es una de las palabras que creo que mejor representa esta JMJ. Desde una unión a lo grande con cada rincón del mundo, a la simple unión a la persona que llevaba al lado en el autobús. Sin la unión del grupo, no hubiera sido posible toda esta experiencia. Nunca ha faltado un

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abrazo, o una palabra de aliento, una sevillanita que animará el camino de vuelta. Simplemente detallitos que dejan huella. Y todo esto, todo lo que estoy contando, no sería posible sin el AMOR. Ese amor que estaba en la atmósfera de Cracovia, que invadía nuestros corazones, que cambiaba nuestra manera de ser a una más misericordiosa y más llena de alegría y sin ningún tipo de obstáculo o vergüenza a ayudar o hablar con alguien de la otra punta del mundo. Otro signo de amor es la increíble familia que nos acogía en su casa, Piotr y Mónica, que sin ellos no hubiera tenido tanta fuerza. Siempre estaban ahí para ayudarnos y hablar con nosotros, para cuidarnos cuando estábamos enfermos algunos días, para intercambiar ideas que jamás podría haber podido pensar, incluso fue nuestro guía para descubrir Cravovia en la única tarde turística que algunos tuvieron. Simplemente gracias. Y todo lo dicho anteriormente y todo lo que ha sucedido estos días, no ha sido una casualidad. Todo ha ocurrido porque alguien ha estado siempre acompañándonos, ese es Jesús. Lo que nos reunía allí era Él, millones de jóvenes solo para encontrar alguna palabra que cambiará sus vidas y aprender, madurar, y nunca perder la fe ni la esperanza gracias a los diferentes retos que nos iba poniendo. Si me tuviera que quedar con una experiencia entre El y yo, fue esos minutos de silencio en el Campus Misericordie, donde sentí más fuerte su amor, y donde me di cuenta que estaba allí por él, que no existían las casualidades y que yo estaba allí por una razón. Y me abrió las puertas del corazón con una palabra, PERDÓN. El estaba en nosotros, estaba siempre ahí, lo veía reflejado en cada rostro que veía por la ciudad, siempre teniendo los cinco sentidos puestos a encontrar los mensajes que me quería transmitir, por medio de acciones, de imágenes, de palabras, de personas, muchas personas que simplemente con su mirada, me llevaban a ti Señor. Este viaje ha sido un viaje de FÉ, un viaje que ha hecho que nos acerquemos más a ti Padre, y me quedo con dos frases del Papa Francisco, que han sido una de las mejores cosas que he vivido en esta experiencia. Se dirigió a cada uno de nosotros individualmente: "No hay que tener miedo de perder, hay que jugársela, y nunca perder la esperanza" y "No quiero a jóvenes jubilados, quiero alegría y quiero veros luchar por un cambio gracias a vuestra felicidad". No fueron exactamente así, pero yo las he interpretado de esta manera y son palabras que llegan directas al corazón y hace que cambies por completo. Locuras (demasiadas locuras), abrazos, miradas, saludos, personas, encuentros, oraciones, silencios, lugares, cantos, testimonios, UNIÓN, AMOR, FÉ. Todo lo ocurrido y todo lo vivido, unido a una palabra que no necesita explicación ninguna y que ha llevado las riendas de este movimiento, MISERICORDIA.

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Laura Yanes. La Orotava-Tenerife. No acostumbro a lanzarme a escribir o a dar mi testimonio, pero esta me ha parecido una gran ocasión para, por fin, atreverme a ello. Son tantos y tantos los grandes momentos vividos durante esta JMJ de Cracovia que considero que no he de quedármelos para mí sino que he de regalarlos a los demás. Creo recordar unas palabras que dijo el Papa Francisco durante la acogida, si no me equivoco, que decían lo siguiente: Jesús te llama a dejar tu huella en la vida, una huella que marque tu historia y la historia de muchos. Pues bien, estas palabras me llamaron mucho la atención ya que, durante estos días, han sido muchas las personas que han dejado sus huellas marcadas en nuestra historia, o por lo menos en la mía. La huella de todas las personas tocadas por la misericordia que nos han acogido en sus casas con los brazos abiertos sin conocernos de nada, de los miles de voluntarios a los que volvíamos locos a preguntas de todo tipo, de las personas que nos han acompañado cada día, las huellas de las personas que te regalaban sonrisas y abrazos por la calle sin ni siquiera conocernos, y la de tantas y tantas personas más que han sabido tocar nuestro corazón durante estos días. Pero no solo es la huella de las personas la que ha quedado marcada para siempre en mí, sino también la huella del amor, de la unión, de la misericordia, de la fe, y tantas y tantas más. Solo me queda animar a todos aquellos que me lean, que han podido disfrutar también de este regalo que ha sido la JMJ y a los que no, a transmitir todo lo vivido y contagiar a los demás esas ganas de dejar huella en los demás, y no una huella cualquiera, sino la huella que el mismo Jesús ha dejado en cada uno de nosotros. Raúl Vicente, María Auxiliadora. Salamanca Antes de viajar cuando estábamos en Barajas un señor nos dijo a un grupo "Recibid del Señor mas de lo que le habéis dado" y menuda suerte poder haberlo cumplido. La vida no está hecha para guardarla en un cajón. Es la frase que mas me ha marcado durante estos días en la JMJ y fue lo que mas o menos dijo el traductor mientras el Papa hablaba durante la tarde en el Campus Misericordae. Y es que tiene toda la razón, han sido días de regalar y de recibir vida, de aprovechar ese regalo que se nos ha dado y poder compartirlo con los demás. Daba igual cual fuese tu raza, tu color de piel, la bandera de tu país ... que con cualquier persona con la que te cruzabas tenia un saludo,

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una sonrisa, una canción con la que hacer que disfrutases. Ver como tanta gente se junta para poder disfrutar de lo mismo es muy bonito, y sobretodo ver la cantidad de jóvenes que somos capaces de divertirnos en un ambiente tan sano, en el que a pesar de las cantidades de gente que había era imposible encontrar un mal gesto. No tendría forma de dar las gracias por tanto, por todo lo que he recibido y sobretodo lo que he aprendido. Por eso, creo que lo mejor que podemos hacer es llevar todas estas vivencias a nuestro día a día y sobretodo en el ambiente mas cercano que para mí es el centro juvenil, que vean que la mejor forma de seguir adelante con todo es dar lo mejor de ti mismo siempre. Mi "eslogan" en la vida siempre ha sido: "El secreto de la felicidad en está vida está en dar y no en recibir o acumular" y lo más bonito que podemos dar a la gente es nuestra vida, nuestro tiempo y compartir todas las experiencias posibles y durante la JMJ ha sido lo que he podido ver por todas partes. Lucia Hernando. Soto del Real-Madrid. "Es mas fácil construir puentes que alzar muros" Papa Francisco. Con estas palabras me gustaría empezar mi testimonio. En esta JMJ hemos tenido el placer de escuchar muchos testimonios de jóvenes provenientes de diferentes partes del mundo como Siria, Guatemala, España,Panamá... Cuyo punto en común entre todo, era Dios. Un Dios que nos invita a soñar en la misma medida que ha hacer todo lo posible por construir un mundo mejor. El momento que más me marcó de estos días fue la vigila, concretamente cuando el Papa nos invitó a rezar. En ese momento, poco a poco, se fueron encendiendo pequeñas luces, velas y en la oscuridad de la noche se hizo la luz. Una luz que se propagaba únicamente con ayuda de los demás. Ahí ví yo a Dios. Me hizo darme cuenta de que tú solo en este mundo puedes hacer que una casa brille, pero con ayuda de los demás puedes hacer que un país entero reluzca. Podemos construir puentes que unan naciones, que lleven perdón a lugares donde hay odio, que lleven esperanza a los desolados... Pero únicamente si trabajamos juntos y unidos por el amor de Cristo. Como dice el lema de los Salesianos de este año "juntos somos más". En estos días la pregunta que resonaba en mi cabeza era "¿Qué espera Dios de mí? " Y poco a poco, con el paso de los días y gracias a las oraciones, catequesis y celebraciones. Creo haber encontrado la respuesta. Como dijo el Papa Francisco "el mundo necesita jóvenes con las camisetas puestas, solo acepta jugadores titulares en el campo" tenemos que pasar por este mundo dejando una huella profunda en los demás, una huella que simbolice a Dios pues es Él quien mueve nuestras vidas.

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Álvaro Lozano. Sevilla-Trinidad. Sorprendido con la acogida de una familia salesiana, empezamos la JMJ, mi primera JMJ, una experiencia impresionante a nivel de grupo y sobre todo personal. Nunca podré olvidar éste encuentro, pero sobre todo, no podré olvidar la noche de la Vigilia en el Campus Misericordie, un momento, que a pesar de ser tantas miles de personas de diferentes partes del mundo, Él, sólo hablaba conmigo. Una vigilia llena de amor, esperanza y misericordia... Sólo puedo quedarme con lo bueno de esta Jornada, aunque haga un calor del Sahara, o truene y llueva de manera brutal, porque aquellos momentos en los que algo o alguien llega a tu corazón, nunca se irán. Dar gracias a todos por este mensaje que hemos resaltado durante esta Jornada, y siempre lo llevaremos, "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos, alcanzarán misericordia". Ahora toca plasmar todo lo vivido en estos días tan especiales al resto de las personas, para que así podamos llevar a cabo entre todos, todo lo que el Señor nos ha pedido. Nos vemos en Panamá 2019. Miguel Candau. Utrera-Sevilla Fue un dia de repente cuando entre mis compañeros y yo surgió la idea de venir a la JMJ, decisión de la cual no me he arrepentido en ningún momento, es más, doy gracias por esta experiencia de la cual me llevo tanto nuevas amistades como sentimientos que hasta ahora no sabia que en mi interior se encontraban. Ha sido mi primera Jornada Mundial de la Juventud y en ella he podido oir y escuchar testimonios de personas de todo el mundo, algunas me hicieron reir, otras realmente me emocionaron e incluso me dejaron con la piel de gallina pero la conclusión que he sacado es que todas ellas tenían un mismo elemento en común, Dios. De nuevo le doy a gracias a Él por todo lo que nos ofrece ya que no siempre nos damos cuenta de lo que podríamos llegar a hacer si viviéramos, como bien dijo el Papa Francisco en la vigilia, como una gran familia. Que la misericordia, la fraternidad y el amor de Dios sea compartido por todos los jóvenes del mundo. Mª Fátima Real. Linares. Salesiana cooperadora. De todo lo vivido que es mucho, lo primero es dar gracias a Dios por esta experiencia. Gracias a Dios por los salesianos que nos han acompañado, por las muestras de cariño y el acompañamiento diario que han tenido hacia mi persona. Gracias por la familia que

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me ha acogido, en ella he podido ver la misericordia de Dios y me han enseñado a seguir confiando en el ser humano. Gracias a Dios por las personas que me han acompañado en esta peregrinación, me han hecho reír y he sentido su cercanía y su preocupación por mi. Gracias por las palabras del Papa, me quedo con que la Iglesia y la sociedad necesitan Cristian@s activos, comprometidos, fieles, Misericordioso y felices. Gracias a Dios por como me ha hablado y por quererme a pesar de mis muchos defectos. Me queda todavía mucho que reflexionar sobre lo vivido y sobre todo intentar aplicarlo a mi día a día. Gracias Dios mío. Jesús Valero. Sevilla-Trinidad. Mi testimonio se reduce a dar las gracias por que se me ha dado esta oportunidad de avivar mi fe. He encontrado a Dios en la bondad y misericordia de nuestra madre adoptiva quien nos a ofrecido todo lo que tenía sin esperar nada a cambio, en las concentraciones de jóvenes de diferentes culturas y países unidos por una misma causa y que siempre tenían una sonrisa que ofrecer, en cada testimonio que se daba en las catequesis por las mañanas, en las palabras del Papa Francisco... Y en cada uno de mis compañeros sin los que este viaje espiritual no hubiera sido tan profundo. Juanito García .Utrera-Sevilla! Mi decisión de realizar este viaje comenzó hace ya dos años donde un pequeño grupo de muy buenos amigos y animadores de la casa nos propusimos esta locura. Para llegar aquí hemos trabajado mucho para podernos costear el viaje pero todo trabajo se ha visto compensado con creces. A titulo personal, yo participé en la JMJ de Madrid pero me encontraba en el verano de 4º de la ESO, y no la viví dando lo mejor de mi. La JMJ de Rio la viví tambien junto a muchos amigos en la aldea del Rocío con miles de jóvenes andaluces, en otro lugar, pero con un mismo corazón. Ahí pude ver que se trataba de algo extraordinario, que tenía que revivirlo con los 5 sentidos entregados al 100% y con una fe madura y dispuesto a acoger la palabra de Dios y del Santo Padre y hacer testimonio público de ello! Estas jornadas han sido increíbles porque uno ya sabe a lo que viene pero aun así no deja de sorprenderse, porque te das cuenta que no eres el único que ha decidido poner su fe en alguien que no puedes ver y que ¡no eres el único que no cree en las casualidades sino en los milagros! Un ambiente fraternal de amor y amistad donde daba igual tu nacionalidad, tu idioma, tu ropa, tu altura, tus costumbres... Lo único que importaba era que Dios estaba entre nosotros y sabemos que nos ama y eso era motivo suficiente para estar felices y demostrarlo al vecino!

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Después de esta fantástica experiencia de Fe y de vida! Me quedo con una canción que puede resumir lo que me llevo de estas jornadas: "llevame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten tus ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegria, simplemente por no saber de ti". Mari Paz López. Sevilla-Trinidad. Mi testimonio no puede ser otro que un agradecimiento con Dios. Me siento realmente agradecida y afortunada por haber podido vivir esta JMJ. Ha sido una oportunidad increíble para ser testigos de la fe y ser afortunados por poder transmitir todo lo vivido. Sobretodo transmitirlo a los jóvenes, como dice el Papa no podemos ser jóvenes jubilados o sofá, tenemos que ser capaces de transmitir esto en nuestro entorno. También me siento agradecida por acabar este curso de la mejor manera, después de vivir todo este año en Polonia no podía faltar Dios en este camino. Realmente he percibido la misericordia de Dios en todos los jóvenes que nos hemos ido encontrando tanto en nuestro grupo como en nuestro alrededor. Y que Dios siempre está ahí en cada momento, Dios se me ha hecho muy presente estos días, y no puede haber mejor experiencia que esta. Como último os dejo mi imagen personal de la Jmj, no hay mejor estampa que la oración y orar en el campus Misericordie en silencio con todos los jóvenes que allí estábamos fue algo impresionante. Rosi Sarmiento. Las Palmas de Gran Canaria, salesiana cooperadora. Desde aquí transmitir la inyección de juventud, de acogida, de misericordia que me ha dado esta JMJ y tantos jóvenes del mundo que han participado en estas jornadas con sus testimonios, con su presencia ,sintiéndolos familia sin conocerlos. Algunas imágenes que vienen a mi mente son...Como uníamos nuestras manos en la oración que el Santo Padre nos enseñó, rezando cada uno en su lengua materna; como ver la cara de felicidad de tantos jóvenes al intercambiar cualquier objeto de su país; o como alzaban la bandera de su país. Todos estos sentimientos afloran en el marco de la unidad, de la oxigenación espiritual, que es ahora realmente cuando empieza nuestra JMJ, como nos dijo el Papa no teniendo miedo de anunciar lo vivido, de tener un corazón tierno de compasión, de ser jugadores titulares ya que no hay espacio para suplentes y que hay que ser protagonistas de la historia, por tanto tenemos grandes tareas que afrontar si queremos dejar huellas.

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Ana Lázaro. Sevilla- Trinidad Ya estamos de vuelta en nuestras casas, y decir que la JMJ ha terminado es una afirmación un tanto incorrecta. Ahora es cuando de verdad empieza nuestra misión, nuestra JMJ. Ahora es cuando tenemos que responder a lo que el Santo Padre nos llamaba, a ser jóvenes activos, nada de jóvenes jubilados, sino jóvenes que luchan por su futuro y que transmiten el mensaje de Jesucristo. En esta semana hemos vivido muchísimas experiencias, vivencias que quedarán para siempre en nuestros corazones. Desde la hospitalidad de familias que nos han acogido y nos han hecho sentir como en casa hasta momentos más amargos de largas caminatas bajo el sol, pasando por millones de conversaciones profundas, reflexiones personales, participación en Sacramentos y diálogos de tú a tú con el Señor. Si algo he podido aprender en esta Jornada Mundial de la Juventud es que los jóvenes estamos llamados a cambiar el mundo. El Señor a través del Papa nos confía una misión: comprometernos con la sociedad y entre todos luchar por un mundo mejor. Ante este mundo aparentemente caótico y desgraciadamente lleno de terror, los jóvenes debemos luchar, debemos implicarnos, debemos dar ejemplo de AMOR, ESPERANZA y MISERICORDIA, debemos ser reflejo de Jesús, porque con esto y la vitalidad y alegría que nos caracteriza, podremos demostrar que siempre hay lugar para un mundo mejor. Eso sí, siempre apoyándonos en la Oración y encomendándonos al Señor y la Virgen, pilares de nuestra Fe y guías en nuestro caminar. Laura Juanes Velasco. Maux Salamanca y Salesianas Aravaca. "Señor,me has mirado a los ojos,sonriendo has dicho mi nombre". Así me he sentido a lo largo de estos días : tocada y llamada por Dios a estar en la JMJ2016 en Cracovia junto a millones de personas en las que en cada una de ellas he podido descubrir la misericordia y el rostro de Dios. Me he sentido llamada a continuar mi misión de anunciar el Evangelio en mi día a día. A llevar a cabo la invitación del Papa Francisco "la alegría que han recibido gratuitamente de Dios, dónenla porque otros la están esperando". Esta experiencia ha supuesto un aliento de fe y un empuje de ánimo para hacer que el Evangelio se convierta en el navegador de mi vida. ¿Cómo describir esta experiencia? Como un festival de amor a Dios. Un ambiente de alegría y respeto, un clima de fraternidad y comunión. Gracias a Dios porque Él me ha querido allí y allí me ha encontrado.

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JMJ 2016 – Santi Domínguez. Coordinador Nacional de Oratorios y Centros Juveniles. Tengo que reconocer que los días previos a marcharnos a la JMJ no tenía ningunas ganas de participar. Estaba muy cansado del curso, de múltiples “problemillas” que han surgido en los últimos meses en la animación de los centros juveniles que me corresponde como servicio. Lo único que quería era coger días de vacaciones. Pero el Señor Jesús, aprovecha cualquier situación personal de cada uno, cualquier momento en la vida, en el camino de cada persona y te habla. Conmigo lo ha hecho en esta JMJ. Tengo que reconocer que ha sido una bendición la participación en esta JMJ. Bendición, por los jóvenes y salesianos con los que he compartido este experiencia y este camino. Me han aportado muchísimo. Preguntas y respuestas, cansancio e ilusión, celebración y fiesta, oración y sencillez…. Bendición, por tantos jóvenes participantes en la JMJ, con distintas mochilas, sensibilidades, procedencias, congregaciones, diócesis, que te hace ver que nuestra Iglesia es comunión, es comunidad, más allá de diferencias o estilos. Qué el Señor Jesús nos une a todos, es el centro. Bendición, por el Papa Francisco, por sus palabras, que te hace único. Te habla al corazón. Te habla con palabras de esperanza, de ilusión. Bendición, por el trabajo en la Pastoral Juvenil. Te das cuenta que todo el mundo trabaja en procesos, no en actividades puntuales. La JMJ comienza ahora, en cada lugar, en cada comunidad particular a lo largo de todo el mundo. Bendición, por visitar lugares que te revuelven por dentro, y que te ayudan a plantearte muchas cuestiones, como Auschwitz o el gueto de Varsovia. Bendición, por esos momentos especiales de catequesis, de oración, de buenas noches, de vigilia compartida con tantos jóvenes y en nuestro pequeño grupo. Dios nos habla en cada momento. Bendición, por mi ser sacerdote, compartiendo la misericordia de Dios en el sacramento de la reconciliación, en la eucaristía. Dios interviene en nuestras vidas. Bendición, por qué ser salesiano, me hace sentirme orgulloso de pertenecer a una gran familia, más allá de lenguas, pueblos y naciones. Participar en la JMJ, es el mejor regalo de este verano y me lo quería perder. Gracias. Ana López. Sevilla-Trinidad. No es fácil pararse y plasmar en palabras una experiencia como ésta, que absorbe los 5 sentidos, te toca por dentro y transforma corazones; porque es increíble el ambiente

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que se ha vivido durante este viaje, tanto a nivel de grupo, que ha sido precioso, como en la ciudad de Cracovia y con las familias que nos han acogido, dándonos lo mejor de ellos y con una hospitalidad impresionante. Me quedo con muchos momentos de esta JMJ pero, en especial, con la visita a Auschwitz, es realmente impactante estar allí y poder palpar lo que se vivió paseando por sus calles; me quedo con el lugar en el que se ha vivido, ciudad de San Juan Pablo II, epicentro de la espiritualidad de la Divina Misericordia y donde he plasmado la misericordia de Dios en todo momento, en cualquier gesto, sonrisa y disposición ante todo del millón y medio de persona que allí nos encontrábamos; me quedo con la vigilia que vivimos en el campus de la misericordia, hubo un momento en el que estaba con mi vela encendida y rezando, miré la pantalla y ví una imagen del campus en ese momento, con millones de personas rezando y con su vela desconocidos para mí en lo personal pero no en espíritu, ya que todos nos movemos bajo unos mismos hilos y unas mismas sendas que son las sendas de Dios, y estos momentos son los que aclaran las tinieblas. Ahora toca llevar el mensaje del Papa con nosotros a la realidad y el día a día, unamos brazo con brazo todos y cada uno de los que hemos estado allí para ser puentes, entre todos los continentes, de la Gracia de Dios, que no seamos jubilados, que realmente vean en nosotros misericordia y no olvidar evangelizar allá donde vayamos. María G.Chercoles. Sevilla-Trinidad. Misericordia, la palabra que abrió la JMJ 2016, mi primera JMJ, la cual comencé con el maravilloso grupo de España que pertenece al MJS. He podido observar, respirar que realmente existe entre nosotros la Misericordia, empezando por la convivencia que ha habido entre las familias con la que nos han acogido aún sin conocernos y que nos han tratado como si de toda la vida nos conocieran. A pesar de habernos reunido millones de personas de diferentes partes del mundo, me he dado cuenta de que todos hablamos el mismo idioma, el idioma de Cristo . En cada rostro que veía durante la jornada, se veía esperanza, fe, alegría, sueños... A pesar de las dificultades en la que se encuentra algunos países y la sociedad, nos hemos reunidos para adorar, escuchar, hablar, compartir momentos con Dios muchísimas personas en un mismo lugar. Ha estado presente con cada uno de nosotros, he podido presenciarlo. Me quedo con unas palabras que nuestro Papa Francisco "no quiero jóvenes jubilados" nos necesita a cada uno de nosotros, no podemos tirar la toalla así porque sí . Ahora para mi, es cuando comienza mi verdadera JMJ, ahora es cuando toca contar testimonios, evangelizar, cumplir sueños, ahora es cuando tenemos que comentar a trabajar como Jesucristo nos enseñó.

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Pablo Murillo. Sevilla-Trinidad. (nos ofreció unas buenas noches diarias en forma de vídeos) "La orquesta de la Misericordia" Poco a poco, el conjunto de músicos fue llegando al lugar para comenzar el concierto. Como si de una ópera se tratara, cada uno iba ensayando lo que sabía, calentando, cumpliendo su papel... Los jóvenes que acudíamos a la JMJ caminábamos cargados de banderas, de ilusión, de fuerza física y espiritual que aplicaríamos en la función. Toda la ciudad preparada, el concierto sería histórico; seguridad, restaurantes, tiendas... incluso el habitante de a pie que preparaba vasos de agua en el portal de su casa para repartir gratuitamente y que además coreaba el nombre de cualquier país que ondeara su bandera junto a él. Especial mención a las familias de acogida. Muchas veces, el "mi casa es tu casa" es simplemente un gesto de compromiso y respeto, pero aquí tomó el sentido más profundo y literal. Auténticamente hemos vivido en nuestra casa en Cracovia, decir que hablábamos entre nosotros de "nuestros padres polacos" significa mucho. Y llegó el director de la Orquesta, el Papa Francisco. Con una sutileza y sencillez propia, coordinó a todos los músicos, unificó nuestro lenguaje. Todos queríamos que fuese un concierto único en un incomparable marco. Me queda hablar de Dios, que siempre estuvo ahí, desde la primera línea. Dios fue la música. Sonó desde el primer momento, desde nuestra propia casa, pero en forma de Orquesta y junto al director el Papa Francisco, la música fue increíble. Estábamos sedientos de Él. Y es que es una melodía que nunca dejará de sonar. Con notas de Misericordia, continua en el tiempo como el eco de una campana, y que de nosotros depende tal y como hemos aprendido, continuar dejando nuestros acordes en cada rincón de nuestra vida. Llevemos el mismo ritmo, aumentemos la intensidad, los instrumentos, las piezas musicales. Sin duda, me uno al comentario más repetido, la JMJ comenzó en el momento de partir a nuestra ciudad. Mercedes Casas. Sevilla-Trinidad. Satisfacción; esa es la sensación con la que todos los jóvenes debemos volver a casa. Satisfechos y en paz, después de unos días tan intensos y emotivos. Una de las cosas que he aprendido, es que somos instrumentos en manos de Dios y que a pesar de haber sido mi tercera JMJ, en cada una de ellas me ha utilizado de forma diferente. Estos 10 días, han sido un punto de inflexión, una manera de echar el freno para pensar

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un antídoto al mal del mundo, a la falta de moral o valores o al vacío existencial que por desgracia muchas personas padecen. Espero que todos los jóvenes asistentes, vengamos tocados por Dios a través del Santo Padre y podamos dar testimonio de lo vivido. Y termino con un "gracias a Dios" por nuestros padres y familiares, por habernos dado el mayor regalo del mundo; ser seguidores de Cristo. Sara Lázaro. Sevilla-Trinidad. “¿Quieren ser jóvenes adormecidos, embobados, atontados? ¿Quieren que otros decidan el futuro por ustedes? ¿Quieren ser libres? ¿Quieren luchar por su futuro?" El Papa Francisco nos lanzó estas preguntas, entre otras, en la Vigilia de la JMJ. Muchos de los jóvenes que hemos participado en la JMJ, hemos aprovechado esta experiencia para dar respuesta a estas y otras preguntas y es que en el día a día con las prisas de la rutina y del ir de aquí para allá, perdemos o descuidamos los momentos de silencio, de reflexión, de oración. La JMJ es un encuentro de jóvenes cristianos que sirve para reforzar tu Fe, para sentirte parte de una gran familia mundial, la Iglesia, para compartir y vivir como verdaderos hermanos. Pero debe ser, también, un encuentro personal y directo con Dios. Es el momento para reflexionar sobre tu vida, para aclarar ideas, para preguntarte qué es lo que el Señor quiere de ti y preguntárselo a Él mismo. Los jóvenes cristianos no podemos estar adormecidos ni atontados, ni podemos permitir que sean otros los que decidan por nosotros nuestro futuro. Tenemos que ser libres, luchar por nuestro futuro pero no respondiendo al odio con más odio sino con fraternidad, la misma que ha estado presente en estos días entre nosotros. Debemos construir un mundo mejor, un mundo de diálogo, de respeto, de amor... recordando que, como el Papa dijo, es más fácil construir puentes que muros. Ana López. Sevilla-Trinidad. No es fácil pararse y plasmar en palabras una experiencia como ésta, que absorbe los 5 sentidos, te toca por dentro y transforma corazones; porque es increíble el ambiente que se ha vivido durante este viaje, tanto a nivel de grupo, que ha sido precioso, como en la ciudad de Cracovia y con las familias que nos han acogido, dándonos lo mejor de ellos y con una hospitalidad impresionante. Me quedo con muchos momentos de esta JMJ pero, en especial, con la visita a Auschwitz, es realmente impactante estar allí y poder palpar lo que se vivió paseando por sus calles; me quedo con el lugar en el que se ha vivido, ciudad de San Juan Pablo II,

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epicentro de la espiritualidad de la Divina Misericordia y donde he plasmado la misericordia de Dios en todo momento, en cualquier gesto, sonrisa y disposición ante todo del millón y medio de persona que allí nos encontrábamos; me quedo con la vigilia que vivimos en el campus de la misericordia, hubo un momento en el que estaba con mi vela encendida y rezando, miré la pantalla y ví una imagen del campus en ese momento, con millones de personas rezando y con su vela desconocidos para mí en lo personal pero no en espíritu, ya que todos nos movemos bajo unos mismos hilos y unas mismas sendas que son las sendas de Dios, y estos momentos son los que aclaran las tinieblas. Ahora toca llevar el mensaje del Papa con nosotros a la realidad y el día a día, unamos brazo con brazo todos y cada uno de los que hemos estado allí para ser puentes, entre todos los continentes, de la Gracia de Dios, que no seamos jubilados, que realmente vean en nosotros misericordia y no olvidar evangelizar allá donde vayamos. Narciso Vázquez. Sevilla-Trinidad. Pues aquí nos encontramos en la estación de tren, una vez más volviendo de un viaje, una vez más volviendo de una gran experiencia, una vez más con ese sabor de que hay mucho que pensar y reflexionar. La JMJ nos deja dos indicaciones que el Papa Francisco da a todos los jóvenes católicos, la primera la dijo el día de su bienvenida, no quiere jóvenes jubilados con 20 años, no quiere jóvenes que se rinden sin intentarlo, en fin, no quiere jóvenes que estén cansados de la vida, El Papa quiere jóvenes fuertes, valientes, audaces, inteligentes, llenos de vida, de vitalidad, de ganas de comerse el mundo. La segunda indicación que nos dio el Papa fue el día de la vigilia en el campo de la misericordia, allí delante de miles y miles de personas nos explicó a todos que no quiere jóvenes que acepten la felicidad-divan, que se contenten con la situación que viven, que se den por satisfecho sin ganas de superarse, nuestro Santo Padre quiere a jóvenes que se pongan las zapatillas y salgan a fuera a buscar la felicidad verdadera, no la que depende de las cosas si no la que depende del corazón. No tengo más que decir salvo que pienso reflexionar largo y tendido sobre estos temas. Fernando Grau. Sevilla-Trinidad. Este sueño comenzó un 25 de abril camino de un encuentro en Roma con el Papa Francisco cuando mi coordinador de Pastoral, Rafa Cazorla me propuso ir a la JMJ...yo me quedé pensativo y mi corazón me dijo que tenia q ir sí o sí porque era Jesús quien me convocaba a vivir el encuentro con Él en Cracovia. Mi experiencia en Cracovia no tiene palabras porque el ver a tanta gente de tantos

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países, pueblos, naciones,de tantas lenguas,etc. reunidas por un mismo motivo "Jesús" no se puede describir. Quedarse con un solo momento de esta JMJ es imposible, algunos de ellos que han llegado a mi corazón fue esa primera vez que nos llovió cuando nada ni nadie hizo que dejáramos de celebrar la Misericordia del Señor, la vigilia con el Santo Padre fue uno de los mejores momentos y en esos instantes son los que te haces miles de preguntas y en ellas te das cuenta de que eres un afortunado de estar allí junto a la gente que tu quieres...¿Cuándo adoras al Santísimo con tanta gente con un silencio escalofriante y dos millones de velas encendidas?... ¿Cuándo duermes en medio de un campo por amor a Jesús?... ¿Cuándo rezas el Rosario con gente de Venezuela antes de irte a dormir al aire libre?...y más preguntas que rondan mi cabeza las cuales te llenan de alegría y satisfacción por ser Hijo de Dios. Como dijo Francisco, yo también quiero agradecer a aquellos que tanto han hecho por nosotros, a aquellos que se la "han jugado" para que pudiéramos haber celebrado la fe en esa tierra natal de San Juan Pablo II al que también he dado gracias estos días por haber sido él, el impulsor de estos encuentros que te marcan la vida y de los que nunca te vas a olvidar y que gracias a ellos vuelves con una fe renovada y reforzada por Jesús que al igual que a mí me tocó el corazón se lo tocó a 2.000.000 de jóvenes. Muchas gracias Señor. Pablet Planells. Valencia. Coordinador nacional del MJS. A golpe de selfie. Nada ni nadie escapa a la moda del selfie. Todos los peregrinos tenemos un selfie en la memoria de nuestro teléfono. Queremos mostrar tantas y tantas experiencias vividas en Cracovia, pero no nos conformamos con ser meros fotógrafos. Queremos estar a ambos lados de la cámara. Y esto tiene su riesgo. Podemos caer en el peligro de descuidarnos, de no mostrar correctamente el fondo que nos rodea, porque lo tenemos siempre de espaldas. Hace falta un buen palo selfie, para lograr la distancia óptima. El papa Francisco también se ha apuntado a esta moda. Y se ha hecho un selfie con todos nosotros. Se ha sacado un retrato con los jóvenes de todo el mundo y nos ha mostrado una imagen nítida y clara. Nos ha contado la verdad. Una juventud que no siempre mira el objetivo adecuado. Hay muchos flashes en el mundo, muy potentes, que desvían nuestra mirada. Una juventud que a veces aparece tapada. Está pero no sale en la foto. No quiere buscar su lugar, y lo ocupan otros actores, a los que poco o nada interesa el futuro. Una juventud que hace postureo, porque no sabe que hay objetivos que captan los

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sueños, las opciones comprometidas, las metas de altura... Pero a diferencia de las nuestras, su cámara tiene un objetivo especial, porque ha captado matices que no vemos a simple vista, porque están ocultos en los corazones, y lo mas importante, muestra una imagen que no es estática. Es totalmente interactiva y cambiante. Una cámara que además no tiene réplicas, ni se fabrica a gran escala. Es exclusiva. No sólo capta el momento presente, sino que proyecta un futuro. Y para eso es necesario creer en él. También la luz es diferente. La luz de la misericordia. Como los rayos del cuadro que ha conformado el ambiente del encuentro. Una luz bajo la cuál toda verdad se dice con amor y esperanza, y muestra una imagen que va más allá de la superficialidad, de lo efímero. El primer día en la acogida, nos mostraron imágenes de santos de nuestros continentes. De la historia de la Iglesia, de la historia de la humanidad. En la vigilia, testimonio de jóvenes de hoy, que han vivido su vida desde el encuentro con Jesús. Que han experimentado la misericordia de Dios en sus vidas y les ha hecho verdaderamente felices. Han cambiado una vida llena de sufrimiento, han podido proclamar que aman a un país que tan sólo les ha ofrecido desolación, gracias al don de la Fe y la experiencia de misericordia en sus vidas. La eucaristía, y sobre todo, la palabra de Dios, fue verdadera cirugía del selfie. Del selfie de Jesús con Zaqueo. Cada detalle importa en la foto, y todo nos habla de Dios en nuestras vidas. Y es que como con Zaqueo, Dios nos muestra misericordia simplemente con nuestro deseo de salir en su foto. Dios no sabe de fotos robadas. Libertad. Nada de retoques ni montajes. Dignidad. Nada de sensacionalismos efimeros. Compromiso. Y nada de soledad, de suficiencia, sin sentido...Encuentro con Jesús que no defrauda. Doy gracias a Dios por un Papa pastor que se preocupa por conocer, sin juzgarnos, la realidad de los jóvenes en el mundo, nos habla sobre las verdades de esta Vida, se preocupa por acompañar a la luz de la palabra, nuestras dificultades y situaciones que se nos plantean, y que nos presenta un Dios que es un verdadero Padrazo y espera

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mucho y bueno de cada uno, una Virgen que es madre y auxilio de los jóvenes de hoy y siempre, y un Jesús que sigue queriendo encontrarse con nosotros, que da respuesta y propone un camino que nos hace dignos, libres y auténticos. Rocío Ramírez. Córdoba Desde el día que empezó esta aventura hasta mi regreso a España son muchísimas las cosas que se han quedado guardadas en mi corazón. Antes de comenzar a comentaros esta hermosa experiencia agradecer a la Familia Salesiana la oportunidad que me ha brindado de acudir a esta JMJ de Cracovia 2016, a cada uno de mis compañeros que me han acompañado en ella y a mi familia que en todo momento me animó a participar en este encuentro mundial de fe. Tras mi paso por Polonia, puedo hablar de la gran generosidad que tiene el pueblo polaco y es que son muchas las muestras de cariño que me han demostrado estos últimos días, una de las cuales realmente me emocionó fue conocer a Cristina, una señora polaca que me brindó su ayuda cuando me encontraba visitando la ciudad de Cracovia y que con un simple abrazo me transmitió el amor misericordioso de Dios. Tampoco, puedo olvidarme de la Familia Stach. Ellos fueron mi familia de acogida durante mi estancia en la ciudad, es emocionante ver como gente desconocida te abre las puertas de su hogar y de su corazón llegándote a tratar como un miembro más de su familia. Durante los encuentros con el Papa Francisco, éste nos ha invitado a estar en movimiento, a no ser impasibles con lo que acontece a nuestro alrededor, a ayudar al prójimo y a salir de nuestra zona de confort. Me gustó mucho cuando dijo que no importarían las veces que tropezásemos en la misma piedra, pues Jesús siempre nos extenderá su mano para salir de la oscuridad y llegar hacia la luz. Mi fe se ha visto reforzada y regreso a España con ganas de llevar la palabra de Dios y hacer sentir a las personas que me rodean que Él está presente en las cosas más sencillas de nuestro día a día, por ello hay que estar con los ojos bien abiertos y el alma dispuesta a disfrutar de esa presencia continua de Jesús. Estos días me han hecho darme cuenta que es Él quien quiero que guie mi camino, un camino donde la oración sea mi apoyo.



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Para finalizar, decir que el encuentro que hubo en Cracovia de todo el movimiento juvenil salesiano fue impresionante, sentir que todos llevábamos como bandera a María Auxiliadora y a Don Bosco hizo que se traspasaran las fronteras. Sandilly Echeto. MJS de Venezuela. Residente en Murcia. Una característica típica de mi país, es que desde pequeño nos enseñan a DAR GRACIAS... En los primeros pasos que vamos dando y cuando aprendemos a balbucear las primeras palabras, siempre, siempre hay un gracias. (con miradas, con gestos, o pronunciando la misma palabra ¡GRACIAS!) Hoy quiero seguir siendo embajadora de ese ¡GRACIAS! que me fue heredado... Deseo expresar mi agradecimiento compartiendo lo vivido en cinco puntos que puede resumir lo vivido y experimentado en Cravovia. 1-) Muy agradecida con la Familia Salesiana... Especialmente con los Salesianos de Don Bosco de ambas inspectoria (Maria Auxiliadora y Santiago Mayor) por la acogida que hicieron conmigo. Pude sentirme en familia y comprendo aun mas, lo que es la Espiritualidad Juvenil Salesiana... Pues al venir de Venezuela y encontrarme con ustedes, la integración y el sentirme a gusto, solo desde allí se puede comprender. Hablamos el mismo "idioma salesiano" y eso es genial. 2-) Gracias a los Salesianos que acompañaron la experiencia(Sergio, Paco Pepe, Santi, Koldo, Rafa, leonardo) pude ver en ustedes. Asistencia y Acompañamiento... Y eso lo valoro mucho. Pude sentir esos dos elementos y por ello, les agradezco enormemente. 3-)La experiencia en Cracovia ha sido: Un perfume de misericordia por donde caminas (familia de acogida, seminario Salesiano, traslado en el bus y el metro, calles de cada lugar de Cracovia con sus matices y colores) Alegría de encontrarnos nuevamente con el Papa Francisco, porque en sus palabras hay esperanza y fue un mensaje que tenia nombre y apellido y el lugar de donde venimos. Ese mensaje era para cada uno de nosotros. Muchos testimonios de como Jesús toca y transforma corazones...

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Y eso es lo que salimos a contar, nuestra amistad con Jesús. 4-) Me llevo la imagen de sus rostros y la sonrisa que cada uno me regalo... Gracias por hacerme sentir en casa, parte del grupo y todo lo que cada uno fue compartiendo conmigo... Su vida, la vida de cada uno son un tesoro para mi. 5-) termino recordando un escritor franciscano: Padre Carlos Bazarra en uno de sus libros titulado "con ojos de niño" en el primer capitulo habla de construir puentes... Y eso es justamente lo que sentí al participar con ustedes. Pues ahora ustedes son mi puente al hablar y recordar los lugares de donde viene: salamanca, ubeda, vitoria, utrera, Málaga, valencia, cordoba, oviedo, badagoz, tenerife, canarias, galicia, sevilla (espero no se escape ningún nombre) pues cuando hable, escuche, lea cada zona, provincia vendrán sus rostros, sus sonrisas, sus acentos, su forma de ser... Chicos. España los necesita, les necesita y es importante dar una respuesta a todo lo vivido y experimentado en la JMJ 2016. Teniendo como referencia Hch.4.20 "No podemos callar lo que hemos visto y oído"...Dios nos bendiga.



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Foto: llegada al Santuario de Częstochowa la tarde del 25 de Julio para el encuentro y la misa con los jóvenes de la Pastoral Juvenil de toda España. Los Canarios de nuestro grupo nos esperaban en Cracovia.

A continuación tienes las crónicas ya publicadas en la web www.religiondigital.com La dirección de este portal de internet nos pidió que un joven del MJS fuera narrando las experiencias diarias de nuestro grupo. Javier Garrido es de Málaga. Estudia ingeniería en Sevilla y es el coordinador del centro juvenil de la casa de la Stma. Trinidad.



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CRÓNICAS DESDE EL JUEVES 28 DE JULIO HASTA EL DOMINGO 31 DE JULIO y el BALANCE FINAL viernes 5 de Agosto. (En el número 1 y 2 de esta publicación, aparecieron la anteriores crónicas)

Jueves 28 Julio. Crónicas desde la JMJ (VI)

La lengua de las lenguas "En esta JMJ una de las mayores ilusiones que traemos es poder ver al Papa" (Javier Garrido).- Lo vi, sí, lo he visto contra todo pronóstico. Así son las cosas. Hoy cuando el Papa Francisco comenzaba a llegar al parque del Blonia veíamos como todos los peregrinos de mi sector empezaban a correr hacia uno de sus laterales. Sí, era el papa-móvil y yo era uno de los que corría como loco. El recibimiento ha sido espectacular y las palabras del Papa un aliento impresionante. Pero no quiero hablaros de ellas, podemos leerlas en miles de sitios. Estas líneas me pidieron que se escribieran para otra cosa, y me encanta. El momento que os contaba antes ha acabado de una forma espectacular. Cuando yo ya volvía hacia nuestro sitio, aparece de repente uno de los salesianos que nos acompaña con una sonrisa de oreja a oreja, una mirada desbordante de alegría, y el móvil en la mano yo creo que hasta temblando. Había estado a metros del Papa, en primera fila. Las palabras



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de este sacerdote amigo en ese momento me han llenado el corazón: "Lo he visto, al lado, ha pasado al lado. Ha sido impresionante". Tenía en sus ojos la ilusión de un niño, de verdad. Ha sido precioso. Y es que realmente nunca debemos dejar de ser niños, siempre tiene que quedar en nosotros esa ilusión del día de Reyes en nuestro corazón para todos los regalos de la vida. En esta JMJ una de las mayores ilusiones que traemos es poder ver al Papa. Él lo había visto, y muy cerca. Ha sido precioso. Hoy el día me ha ayudado también a acentuar algo que venía notando durante toda estas jornadas: los humanos hablamos lenguas universales. Sí, donde muchos quieren dividir, nosotros unimos y de qué manera. Ayer mismo, por ejemplo, de vuelta a casa en el tranvía íbamos en el mismo vagón polacos y españoles. Os podéis imaginar quienes chillaban, cantaban y al fin y al cabo 'la liaban' más, ¿no? Sí, claro, has acertado, nosotros. Pues bien, en mitad de nuestros cantos de repente los polacos alzaron sus voces y empezaron a cantar una melodía un tanto peculiar para más de uno de nosotros. Nuestras caras fueron un poema al darnos cuenta que era nuestro conocidísimo "Pescador de Hombres". La música nos une, he aquí un ejemplo. Podrá cantarse en polaco, español o cualquier otra lengua, pero la música es una lengua universal que ningún invento podrá dividir. Uno de los buques insignia de los cánticos españoles es por supuesto "La Macarena". Aquí es cuando surge de la manera más divertida y absurda una nueva lengua universal: el baile. El baile nos une, y 'La Macarena' es el mejor ejemplo. Pero más allá de esto hoy, por ejemplo -al acabar de cenar- nos hemos acercado al concierto que había en el altar. Éramos pocos los que estábamos allí, pero todos bailábamos, y todos a una. El baile nos une, y nada ni nadie podrá separar el baile entre dos personas amigas, amadas o qué más da, desconocidas también.



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Ojalá pudierais estar aquí durante una eucaristía y poder vivir junto a nosotros el momento de la paz. Surge aquí, a simple vista, otra lengua universal: el abrazo, los besos, el dar la mano, el chocar los cinco... Da igual de qué país, raza, sexo o condición social seas, da igual. Aquí vamos a otro rollo y ponemos de relieve que realmente hay lenguas universales más allá de las fronteras impuestas. Las muestras de cariño son universales, y llenan el corazón de cualquier persona sea de donde sea, y esté donde esté. Abrazar con cariño a alguien es de las cosas más bonitas que he experimentado en mi vida. Ahora quiero que os imaginéis la siguiente situación: coged un billete de 5€, por ejemplo. Si está bien nuevo, mejor. Ahora arrugadlo, hacedlo una pelota, tiradlo por la habitación de la manera más cruel que se os ocurra. Cuando caiga al suelo, no lo cojáis, al contrario, pisoteadlo, pisoteadlo y mucho. ¿Quieres cogerlo ahora? Vale, cógelo, pero vuelve a repetir el proceso: arrúgalo, tíralo, y písalo. Tras hacerlo varias veces, ¿seguirías cogiendo el billete y queriendo usarlo? ¿Tiene el billete acaso un valor diferente? Sé que todos cogeríamos ese billete, porque su valor no ha cambiado. Sólo su aspecto, antes estaba nuevo, y ahora está bien arrugado. Esta ha sido una de las enseñanzas que Rvdo. Elías Rauda, obispo de El Salvador, nos ha dejado hoy en las catequesis que hemos recibido. Y no es más que la mayor lengua universal que tenemos los humanos: el amor de Dios, y su misericordia. Es esta lengua la que ha de ser lengua de lenguas, porque nada, ni nadie, ni fronteras ni barreras podrán con el amor de Dios y con su divina misericordia. Cracovia esta siendo estos días un lugar de encuentro, donde la Iglesia está poniendo de manifiesto que no es algo de otro tiempo, sino que es algo que interesa hoy, que gusta, que enamora. Cracovia está siendo la capital de las lenguas universales, esas lenguas que por mucho que se empeñen muchos en intentar romper y dividir, son tan fuertes que nunca caerán.



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Pero Cracovia ante todo está siendo la capital de la lengua de las lenguas: el amor y la misericordia de Dios. Nosotros somos instrumentos de Dios, parte de su cuerpo. Hablemos pues estas lenguas universales: cantemos con la garganta, bailemos con las piernas, abracemos con nuestros brazos; pero que la lengua que salga de nuestra boca y corazón sea únicamente la misericordia que solo puede brotar del amor que Dios nos tiene.

Viernes 29 Julio. Crónicas desde la JMJ (VII)

Instrumentos de una misma herramienta "El Papa Francisco ha pasado por delante de mis ojos y yo en primera fila" (Javier Garrido).- Hola de nuevo a todos. Cuando estéis leyendo estas líneas yo ya estaré o bien camino del Campus Misericordiae o bien allí ya, y no sé muy bien en condiciones. Lo admito, ando un poco inquieto en saber como serán ambas cosas, tanto el camino hasta allí como la misma 'estancia' en aquella inmensidad. No sé, tengo quizás demasiados malos recuerdos de Cuatro Vientos en Madrid, y no quiero que pase lo mismo. Pero algo en el corazón me tranquiliza y transmite confianza en que mañana va a ser un grandísimo día. Es de esta tranquilidad y de esta confianza de la que os hablaré al final del diario de hoy, un día espectacular. Aún así, ahora quiero tan solo pediros un favor antes de continuar leyendo: un ave maría. Rezadle a la Virgen para que interceda por todos los peregrinos que durante este día caminamos al encuentro del Santo Padre en el Campus, o bien ya están allí.



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Que todo vaya bien y vivamos un auténtico encuentro con Cristo durante todo el fin de semana. Gracias por tu pequeña oración, la Virgen nos escucha a todos. Bueno, y metiéndonos ya de lleno en el día de hoy, he de admitiros que ha sido un día en el que he vivido experiencias impresionantes, y todo después de hacerme una pregunta a mitad de día mientras comía. La mañana ha sido una mañana llena de destellos muy bonitos e interesantes, pero destellos al fin y al cabo, y yo lo que busco son fogonazos, para así poder transmitíroslo ahora. Y claro, tras la mañana, comiendo con mis compañeros y hablando de cómo habíamos vivido las catequesis de la mañana, venía a mi cabeza humana la pregunta que os decía antes: ¿de qué voy a hablar yo esta noche? Ha sido pensarlo, y el día se ha llenado de respuestas, de fogonazos e incluso de incendios del corazón que espero no alargarme mucho en narrarlos, en concreto tres de ellos. He tenido tras las comida la inmensa suerte de poder ser uno de los que ha participado en la redacción del manifiesto del Movimiento Juvenil Salesiano sobre la misericordia, respondiendo a las preguntas que el mismo Papa nos hace. Prefiero no desvelar nada del documento aunque os adelanto que es realmente ilusionante, en cuanto lo tenga no dudaré en compartirlo con vosotros. Hoy prefiero hablaros algo más de lo vivido en esta reunión. Comenzábamos con una pequeña oración en la que nos poníamos en manos de Dios, y surgían de las voces de nosotros, los jóvenes la petición también de pedirle al Espíritu Santo su presencia, y también incluso el abandono en Dios durante la hora que íbamos a trabajar. Pide y se te dará dijo Jesús, y así ha sido. Creedme cuando os digo que durante esa hora tan solo hemos sido unas herramientas en manos de Dios. Mejor dicho, hemos sido los instrumentos que Dios necesitaba en ese momento para el Movimiento Juvenil Salesiano. Éramos jóvenes de diferentes países, de cuatro en concreto, e imaginaos



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nuestras caras cuando al empezar a compartir nuestras reflexiones a cerca del documento previamente trabajado hemos visto como el Espíritu suscitaba en nuestros corazones las mismas necesidades y las mismas oportunidades de trabajo. De verdad, ha sido alucinante, y una experiencia de las que solo se tienen muy de vez en cuando. La reunión acababa tarde, por lo que no he podido ir al parque Blonia hoy a celebrar el Via Crucis con el resto de peregrinos, y la verdad, al salir hacia el centro iba un poco cabizbajo. Y he aquí de nuevo la intervención de Dios en mi caminar hacia el centro de Cracovia. Al comenzar el camino veía de lejos un grupo de chavales cantando a viva voz. Iba en ese momento hablando con mi madre, y justo me preguntaba que quiénes eran esos que chillaban tanto. En fin, sí, eran españoles, quién sino. Es nuestra idiosincrasia. Liderando aquel grupo de navarros iba una monja de hábito gris y velo y escapulario azul eléctrico. Era una hermana de la la Congregación del Verbo Encarnado (no sé si relamente es este su nombre oficial). El caso es que una de mis mejores amigas ingresó hace dos años en esta congregación, y llevo sin verla ya casi dos años. Sé que está en Cracovia, y no he parado de buscar ese hábito durante todos los días que llevo aquí. No he dudado en preguntarle a esta hermana por ella, y en fin, he conseguido hasta ponerme en contacto con ella y mañana si Dios quiere la veré en el Campus Misericordiae. Los tiempos de Dios son otros, y Dios ha querido ponerme en ese camino hacia el centro hoy, solo y a esa hora. Al llegar al centro, me he encontrado que no podía acceder a él, que todo estaba cortado y acordonado, y sí, he aquí de nuevo los tiempos de Dios: el Papa Francisco ha pasado por delante de mis ojos y yo en primera fila. Ha sido un auténtico regalo. Hoy me acuesto dando gracias a Dios por tanto que me ha regalado hoy, y al Espíritu por usarme para ser sus labios. Recemos los unos por los otros para que todos vivamos con confíanza plena y fe el abandono en Dios, porque dejando entrar a Dios en nuestras vidas de esta manera, todos seremos instrumentos de la herramienta más perfecta: DIOS.

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SÁBADO 30 JULIO. Crónicas desde la JMJ (VIII) DESDE EL “CAMPUS MISERICORDIAE”

Los tiempos de Dios Hazlo, por favor, reza por Siria (Javier Garrido).- Hola de nuevo a todos un día más. Hoy os estoy escribiendo desde mi esterilla en el suelo del Campus Misericordiae, mientras un grupo de venezolanos canta sin parar, y la inmensa mayoría anda de arriba a abajo hablando con unos y con otros. Esto es bestial, así de claro. Es alucinante la experiencia que se vive esta noche, y es por ello que un rato quería dedicarlo a vosotros, porque me ayuda y porque no quiero faltar a mi cita diaria y haceros participes así de todo este gran lio. Hoy quiero ser claro, y no irme por las ramas ni nada. Hoy quiero compartir con vosotros algo a lo que llevo dándole vueltas todas estas jornadas, y no es más que entender laenorme misericordia de Dios. Odio dar lecciones y decir a alguien cómo tiene que sentirse o cómo tiene que actuar ante alguna situación y de verdad que no pretendo hacerlo. Lejos de esto os digo: soy afortunado, y soy un privilegiado. Y tengo mil y un motivos para darle mil y una gracias a Dios cada día, y he aquí una magnífica obra de misericordia que durante este JMJ he aprendiendo y profundizado mucho en ella: el agradecer. Cuando te sientes amado de la forma que Dios lo hace con cada uno de nosotros, no puede nacer de nuestro corazón ningún otro sentimiento que no sea el agradecimiento. Muchos os preguntaréis que por qué suelto yo ahora este rollo de repente. Pues es bastante sencillo: he recibido la mayor bofetada de toda la JMJ. Si habéis seguido la

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vigilia por televisión habréis podido escuchar el testimonio de una chica siria al principio de ella. Hablaba en inglés, así que en ese momento he decidido quitarme los cascos y escucharla directamente a ella, quería escuchar su testimonio directamente de su voz. Daba la casualidad encima de que pertenecía al oratorio salesiano de Aleppo del que ya os he hablado. Cuando escuchas a una persona hablando de la manera que lo ha hecho esta chica, sabiendo lo que ella vive día a día, que nos lo estaba contando de su propia voz, me ha roto el corazón. Ha admitido que a veces no puede encontrar a Dios; que sale a la calle con miedo porque amigos suyos ya han muerto; que le han destrozado el futuro. Y a la vez que decía esto, ¡Era capaz de dar gracias a Dios porque el oratorio seguía abierto! En Sevilla donde vivo abrimos el oratorio todos los viernes, y a veces voy hasta desganado. No puedo permitírmelo, no podemos permitírnoslo. Las circunstancias de cada uno de los que hoy estáis leyendo estas líneas serán miles y diversas, peo creedme que después de escuchar este testimonio, ninguna de ellas estará exenta de poder darle gracias a Dios por miles de cosas. Ayer os pedía un Ave María y de verdad te lo agradezco porque la experiencia que estamos teniendo esta siendo alucinante. Hoy quiero pedirte que por favor le des gracias a Dios por todo lo que te regala día a día. Créeme que podemos, y nunca pararíamos. Esta chica de Siria lo ha hecho, y su vida está destrozada. Cuando lo hagas, acaba por favor rezando por la paz en Siria. Rezando los unos por los otros nos mantenemos todos unidos, y el dolor del otro es nuestro dolor, y sus alegrías también. Rezando los unos por los otros estamos siendo misericordiosos, mucho. Es precioso. No vamos a poder entender el por qué de este nuevo atentado contra la humanidad que está viviendo Siria. Pero la chica de siria no quiere dinero, ni más ayuda



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gubernamental, ni más militares en su país. Solo quiere que recemos por ellos. Dios nos escuchará, y con fe todo se solucionará. Los tiempos de Dios son diferentes a los nuestros. Hazlo, por favor, reza por Siria.

Domingo 31 Julio. Eucaristía del Envío. Crónicas desde la JMJ (IX)

Sólo Dios "Para nosotros sólo Dios importa, y Dios nos une a todos como hermanos" (Javier Garrido).- Esto ha llegado a su fin. Todo pasa, y eso es bueno y necesario. Esta JMJ no iba a ser menos. Ya es oficial que para volver a vivir una de nuevo tendremos que esperar tres años y cruzar el charco. Dios proveerá, pero también pondremos todas las ganas, ilusión y fuerzas para poder estar allí. La misa de envío ha sido realmente emotiva (y calurosa). Hemos cumplido con la tradición de una JMJ: un calor sofocante en el fin de semana, cuando no hay nada que hacer para combatirlo. Pero bueno, todo pasó y al fin y al cabo pudimos aprovechar mucho la eucaristía. Ahora toca devolver todo lo vivido, ahora toca sembrar y compartir la semillaque han dejado en nuestro corazón estos días. Esto ha sido un regalo de Dios, y los regalos compartidos saben mejor. Mirad, el día de hoy ha sido muy sencillo: nos han despertado a las 7 la megafonía del Campus Misericoridae, hemos celebrado la misa de envío, y hemos salido del Campus hacia Cracovia andando. En total, 20 km recorridos de los cuales unos 16 a pie en unas 4 horas. Más de uno se estará llevando las manos a la cabeza pensando la barbaridad que ha sido, y sí, lo admito, lo ha sido. Estoy ahora mismo reventado, bajo mínimos.



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Pero la experiencia de peregrinar, o más bien, de volver del peregrinar ha sido una maravilla. El calor no cesaba, pero la generosidad de los polacos tampoco. Los encargados nos repartían agua continuamente. Entre todos nos ayudábamos, entre todos nos animábamos, y entre todos tirábamos para adelante. He aquí una gran experiencia de esta JMJ: la fuerza del grupo. Sin duda alguna la fe cristiana no está hecha para vivirla individualmente. Somos seres sociales, y Dios nos llama a la comunidad. Hasta en estos momentos tan mundanos se observa la fuerza del grupo. Bueno, había gente cantando, bailando, echándose fotos... hasta que claro, no podíamos faltar la siguiente tradición ya: la tormenta de rigor. Os prometo que no veía tormenta igual desde aquella noche en Cuatro Vientos en 2011. Pero de nuevo, aún sabiendo que estábamos cerca de la desesperación, la fuerza del grupo ha hecho subir ánimos, acompañar, aconsejar. De nuevo, comunidad. Sobre las 16:30 llegábamos por fin al Centro de Cracovia, nuestra JMJ como tal había terminado (aunque aún nos quedan tres días en Polonia). He sentido cierta pena y melancolía en ese momento, para qué engañarnos. Pero una metáfora que pensaba ayer me ha ayudado a que se me pase pronto. Mirad, mi sector en el Campus estaba justo detrás del altar, era imposible ver nada. Claro, muchos de nosotros nos desilusionamos, yo entre ellos. Pero solo hasta que vi una pantalla a lo lejos que por supuesto retransmitiría todos los actos. Y aquí viene la reflexión: por muy lejos de Dios que estemos, aún estando a sus espaldas, siempre habrá alguien que sea tu pantalla hacia Dios. Los jóvenes que hoy hemos sido enviados por el Papa a nuestros lugares de origen debemos ser esa pantalla de Dios para todas esas personas que aún no han encontrado su camino, no conocen a Dios, o directamente están a 'las espaldas' de Él. Bonito reto. Para acabar, quiero compartir con vosotros el último pensamiento que he tenido en esta Jornada Mundial de la Juventud. Al ir caminando de vuelta a Cracovia he vuelto a

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observar el río de banderas que había, de miles de sitios diferentes. Lo llevaba viendo todos los días pero en fin, los tiempos de Dios son diferentes y ha querido que sea hoy cuando caiga en la cuenta de esto. Me preguntaba al ver tanta bandera que por qué hay tantas divisiones y que al fin y al cabo lo único que hacemos al llevar estas banderas tan a gala es marcar las divisiones de los hombres. Es entonces cuando he comprendido realmente el por qué de tantas y tantas banderas: donde otros se empeñan en ver colores, fronteras, razas y diferencias, en definitiva banderas, y a separar en vez de unir, los jóvenes católicos del mundo hemos demostrado que no nos importa nada todas estas barreras impuestas por la locura humana. Llevamos nuestras banderas para demostrar que solo Cristo es capaz de reunir a dos millones de personas gritando a una misma voz. Llevamos nuestras banderas para mostrarle al mundo que sabemos caminar juntos respetando nuestras diferencias, nuestras culturas, nuestras razas, porque para nosotros solo Dios importa, y Dios nos une a todos como hermanos. Éramos, dicen, casi tres millones de personas hoy en el Campus Misericordiae. Sinceramente, ¿alguién es capaz de decirme algún otro colectivo capaz de aglomerar tal cantidad de personas? Pues mirad, no, no lo hay, porque solo Dios es capaz de hacerlo. Para que luego digan que Dios está pasado de moda.

Balance de la JMJ de Cracovia

Mochila preparada para Cristo Dios ha llenado mi corazón de su nombre 5 de Agosto.



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(Francisco Javier Garrido Hernández, peregrino de Cracovia 2016).- Hola de nuevo a todos, ya estoy en Málaga. Os escribo estas últimas palabras por fin ya desde el sofá de mi casa, un poco más cómodo y ojalá pudiera decir fresquito, pero no. Málaga me ha querido recibir con nuestro queridísimo terral, este viento tan malagueño que tenemos que aguantar solo unos días en verano. Hace ya cuatro días que acabó todo, cuatro días desde que el Papa Francisco nos envió a cada uno de nosotros a nuestras diferentes realidades para trabajar por crear un mundo un poquito mejor, para anunciar cuál es el verdadero nombre de Dios: Misericordia. Vana sería esta JMJ si hubiera acabado el pasado domingo, y pobre experiencia si no hubiera cambiado nada en mi vida estos días en Cracovia. No sé el resto de peregrinos, pero yo me encuentro en un estado de semi-shock. Ahora mismo no sé ni cómo actuar, ni cómo hablar, ni qué hacer ni en dónde. Ahora cuando acabe de escribir estas líneas me ducharé e iré a cenar con unos amigos de la casa salesiana de Málaga. Sé que la frase surgirá: 'venga, cuenta cuenta, quiero saber todo'. Y la verdad, estoy nervioso, porque no sé que responder aún a esto. Mucha gente me escribe y me dice que qué tal todo, que está deseando quedar para que le cuente toda la experiencia. Reitero, no sé otros peregrinos, pero yo estoy nervioso ante esta pregunta porque este estado de semi-shock como os digo no me permite ahora mismo hablar con claridad, y creo que debo dejar pasar el tiempo y la oración me ayudará a poner las cosas en su sitio. ¿Por qué este estado de semi-shock? Porque han sido demasiadas vivencias en muy poco tiempo, demasiadas enseñanzas, demasiadas oraciones, demasiados nombres, caras, personas y realidades. Hoy pensaba por ejemplo de nuevo lo afortunado que soy. Mi viaje tan solo ha sido de 5 horas en total, 3 a Madrid y 2 a Málaga mas o menos. No he pasado ningún control aduanero y sí, esta vez sí llegaron las maletas perfectamente. No puedo evitar que me vengan a la cabeza esos peregrinos de América, por ejemplo. Los de Panamá, por ejemplo, donde celebraremos la próxima JMJ tenían 13 horas de vuelo. Tampoco puedo quitarme de la cabeza los muchos peregrinos de África. Son condiciones de vida no son las mismas que las mías, pero son el doble de felices que yo. ¿Y si hablo de lo que mi corazón siente al pensar en los peregrinos de Siria, Líbano o Sudán del Sur? En fin, ya lo dije, solo quieren nuestra oración. Espero que entendáis un poco este estado de semi-shock que os digo. Y como veis, digo semi y no un estado completo. ¿Por qué no completo? Pues porque no puedo permitírmelo, no puedo permitirme no pensar ya en septiembre, cuando de nuevo abramos nuestro Centro Juvenil. No puedo permitirme no tener la mente llena de proyectos e intenciones para el próximo año. No puedo permitirme apagar el fuego

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de mi corazón y no dar el fuego y el calor que tantas y tantas personas necesitan en mi día a día. No puedo ser un joven jubilado a los 25 años, no es lo que Dios nos ha pedido en esta JMJ. Hemos captado el mensaje. También digo que es estado de semi-shock porque tengo muy claro también cual es el nombre de mi experiencia por esta JMJ: Misericordia. Suena redundante, suena a más de lo mismo, pero no ha sido hasta ahora, gracias a esta experiencia cuando he comprendido el verdadero nombre de Dios: Misericordia. Los tiempos de Dios son diferentes a los nuestros y Él ha querido que sea a través de estas vivencias cuando lo he comprendido todo. Sufrir con el dolor del hermano, aún estando a kilómetros de distancia es misericordia, sufrir con mis hermanos sirios, del Líbano, o de Sudán del Sur es misericordia. Rezar por ellos es misericordia. Haber sido acogido en una casa familiar, y que la madre de la familia nos diga que tan solo hace esto por la Madre del Señor es misericordia. Todas las personas que día y noche han estado velando por nuestra seguridad es misericordia. Todos los obispos, sacerdotes y mayores que nos han acompañado enseñándonos con su experiencia es misericordia. El recibimiento de mis padres ayer, con un gazpacho, y poner una lavadora anoche mismo, eso es misericordia. En fin, ya en mi casa, reventado, cansado y agotado físicamente doy gracias a Dios porque ha llenado mi corazón de su nombre: Misericordia. Ahora toca ayudar a este mundo enfermo a conocer el verdadero nombre de Dios Toca poner un poco de cordura en esta realidad que tengo, que tenemos cada uno de nosotros en nuestra casa. El nombre de Dios es precioso, y con la mochila a reventar, intentaré a partir de ahora mostrar el verdadero rostro de Dios: Misericordia.



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Los #Selfies protagonizaron la JMJ

Selfie a la salida del encuentro del Movimiento Juvenil Salesiano en la tarde noche del 27 de Julio 2016.

¿quieres ver todas nuestras fotos? Pulsa aquí: https://drive.google.com/folderview?id=0BxGfWPzYuDn8U2p5OEpUN1UzLVU &usp=sharing



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“buenas noches” Al final del día una reflexión en vídeo Pablo Murillo, nos regaló durante la JMJ unas buenas noches al concluir cada día desde la cuenta de Twitter @MJS_es nos lo contó: Buenas noches del martes día 26 Julio: llegaron las maletas. 1ª parte: https://twitter.com/MJS_es/status/758076453208621057 2ª parte: https://twitter.com/MJS_es/status/758081058231480320 Buenas noches del miércoles 27 Julio https://twitter.com/MJS_es/status/758445151886929920 Buenas noches del jueves 28 de Julio https://twitter.com/MJS_es/status/758808934064922626 Buenas noches del viernes 29 de Julio https://twitter.com/MJS_es/status/759245348724477952 Buenas noches del sábado 30 Julio. Noche en el Campus Misericordiae. https://twitter.com/MJS_es/status/760695582809882624 Buenas noches del domingo 31 Julio. Tras la Vigilia y el retorno a Casa. https://twitter.com/MJS_es/status/760721737491345408



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Crónicas en vídeo de Sergio Codera Sergio Codera, salesiano, nos regaló desde su perfil de INSTAGRAM @sercode una visión personal de las JMJ con 9 vídeos amenos, llenos humor y especialmente de alegría. ¡Pulsa en los enlaces! Vídeo 1º ¿Dónde están nuestras maletas? Domingo 24 Julio. https://www.instagram.com/p/BIVCQWSAGLu/?taken-by=sercode Vídeo 2º Hemos llegado al Santuario de Czestochowa. Lunes 25 Julio. https://www.instagram.com/p/BIVvDrVAgfr/?taken-by=sercode Vídeo 3º Comenzamos nuestra primera jornada en Cracovia. Martes 26J. https://www.instagram.com/p/BIV8IXkgiay/?taken-by=sercode Vídeo 4º Inauguración de la JMJ 2016. Misa Inauguración. Martes 26J. https://www.instagram.com/p/BIYYyR-Atf-/?taken-by=sercode Vídeo 5º Comienzan las Catequesis. Miércoles 27 Julio. https://www.instagram.com/p/BIYpRLkAWeb/?taken-by=sercode Vídeo 6º Camino del Encuentro del Movimiento Juvenil Salesiano. 27Jhttps://www.instagram.com/p/BIbK25Ig93l/?taken-by=sercode Vídeo 7º El SYM -el camino de vuelta a Casa – Fiesta en las Casas de Acogida. 27Jhttps://www.instagram.com/p/BIptADoAVcZ/?taken-by=sercode Vídeo 8º Catequesis del Jueves 28J y Recibimiento del Papa. https://www.instagram.com/p/BIqMnIdgc0z/?taken-by=sercode Vídeo 9º El Viernes 29 de Julio el Rector Mayor se une a la catequesis del MJS de España – Catequesis con el Arzobispo de Toledo https://www.instagram.com/p/BIr-aEYgUGm/?taken-by=sercode



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Memoria de nuestras redes durante la JMJ 2016 ¡Así lo contamos! ¡siempre comunicando!

twitter Nuestro perfil de Twitter @MJS_es actualizado en cada momento puso 52 entradas entre el 23 de Julio y el 3 de Agosto

INSTAGRAM @mjs_es Desde el 23 de Julio al 3 de Agosto se pusieron 89 entradas: 10 vídeos y 79 fotografías.

TELEGRAM

Nuevo Canal del MJS en Telegram: https://telegram.me/mjs_es con 189 entradas.

Carpeta de FOTOS COMPARTIDAS en el DRIVE DE PRENSA-MJS CON con más de 2000 fotos compartidas y sigue creciendo. Se hicieron también eco de las noticias enviadas por el MJS el Facebook de Salesianos España y el twitter.

En el Boletín Salesiano de Octubre Aparecerán testimonios y artículos de la JMJ Equipo de comunicación JMJ’16 para el MJS: -



Coordinación, prensa y redes: Leonardo Sánchez. - Vídeos: Sergio Codera. - Crónica diaria religión digital: Javier Garrido.

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