INFORMACION GENERAL/SALUD
Viernes 8 de enero de 2010
I
13
EN LA REGION METROPOLITANA - ESPECIES QUE CRECEN POR EL CALOR Y LA LLUVIA
Inquietud por la invasión de mosquitos Los responsables de la salud dicen que no representan riesgos porque no transmiten el dengue ni otras enfermedades infecciosas DANIEL GALLO
La gente se queja y recurre al repelente
LA NACION Con temperaturas elevadas y lluvias intercaladas con bastante continuidad, el clima metropolitano favorece la irrupción de mosquitos como turistas no deseados. Insoportables compañeros de verano que, en los últimos días, aparecieron en masa. Su presencia se siente como una invasión. El recuerdo social inmediato activa entonces la alarma cuando vuelve la asociación de mosquitos y dengue. Pero no hay que preocuparse en este caso porque las picaduras no derivarán en una enfermedad. La especie que hoy ataca ocasiona sólo molestias. Así lo relató a LA NACION el ministro de Salud porteño, Jorge Lemus. “Estas nubes de mosquitos son molestas, pero no transmiten enfermedades. Por lo general, son de especies comunes, como los Culex, que sólo son muy molestos y por eso los combatimos con fumigaciones. Ese método sirve en este caso porque son mosquitos que se mueven en espacios abiertos, no como el Aedes Aegypti, que tiene costumbres más caseras y que, contaminado, puede transmitir el dengue”, explicó Lemus, minutos después de compartir anoche una reunión con el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia. Lemus añadió que, para que aparezcan casos de dengue autóctono, deben darse dos condiciones: por un lado, la presencia del mosquito Aedes –que está en la región metropolitana– y, por otro, la aparición de personas contagiadas en zonas de dengue endémico, como los países vecinos del Norte. Los ministros siguen atentos en este caso al corredor epidemiológico formado por Ciudadela, Liniers y Villa Lugano, donde se dio la mayor cantidad de casos en los primeros meses de 2009.
Análisis descentralizados Para evitar las demoras que antes provocaba la concentración de muestras en el Instituto Maiztegui, en Pergamino, este año el gobierno porteño
ESTUDIO EN RATONES
Las ondas del celular previnieron el Alzheimer Evitó la acumulación de una proteína clave WASHINGTON (Reuters).– Un estudio sobre ratones sugiere que el uso de teléfonos celulares ayudaría a prevenir algunos de los efectos devastadores sobre el cerebro que implica la enfermedad de Alzheimer, indicaron investigadores estadounidenses. Tras una prolongada exposición a ondas electromagnéticas, como las usadas en los teléfonos celulares, ratones genéticamente modificados para desarrollar Alzheimer rindieron tan bien en una serie de pruebas cognitivas como otros roedores saludables, según publica el Journal of Alzheimer’s Disease. Los resultados abren camino a la posibilidad de desarrollar tratamientos no farmacológicos ni invasivos para el mal, opinó el doctor Gary Arendash, de la University of South Florida y autor principal del estudio. El equipo esperaba que la exposición a los celulares potenciara los efectos de la demencia. “Muy por el contrario –dijo–; esos ratones se vieron protegidos si la exposición a celulares comenzaba en la adultez temprana. En cambio, si se iniciaba después de la aparición del deterioro de la memoria, lo podía revertir.” La exposición de los ratones a la ondas electromagnéticas, equivalentes a las emitidas por teléfonos celulares colocados sobre la cabeza humana, se realizó 2 horas por día, entre 7 y 9 meses. Al finalizar ese período, la exposición erosionaba la acumulación de una proteína, la beta amiloide, característica del mal. Los roedores con Alzheimer mejoraron; se les revirtió la enfermedad. La onda electromagnética “previene la acumulación de esa proteína dañina en el cerebro –explicó el autor–. Los datos son fascinantes para nosotros porque abren una nueva área en la neurociencia, que creemos que es la de los efectos de largo plazo de los campos electromagnéticos sobre la memoria”. El equipo verá si puede acelerar nuevas etapas del estudio para comenzar los estudios sobre seres humanos.
HERNAN ZENTENO
El repelente de mosquitos está siempre a mano entre quienes disfrutan de los bosques de Palermo
GENTILEZA M. DE MORON
Fumigaciones en Morón cuenta con dispositivos propios para análisis de casos sospechosos en los hospitales Tornú, Muñiz y Pasteur. En los últimos tres meses se analizaron 50 muestras y sólo dos dieron positivo. Corresponden a una persona que
regresó de un viaje a Brasil y a otra que llegó de Venezuela, dijo Lemus. Como explicó el ministro de Salud porteño, el dengue se combate con información personalizada y no con grandes fumigaciones. Estas acciones están más dirigidas a evitar las molestias ocasionadas por las demás variedades de mosquitos. En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño se detalló que, en las últimas semanas, se hicieron fumigaciones en parque Avellaneda, parque Chacabuco, parque Las Heras, el cementerio de Chacarita, Villa Urquiza, Villa Crespo, Versailles, Mataderos y Caballito. “La lucha contra el dengue es prioritaria para esta gestión y tiene que ser un compromiso de todos. Desde el ministerio estamos haciendo todo lo necesario, pero es fundamental que
Más información. ¿Mosquitos a prueba de repelentes? www.lanacion.com.ar
$& "$ $$ "$ " " % )$ " $"$ "$ $ " $ $ & %
)
"$ $ (
$"$ $ $ "$ $ $$ # " %
"$ "$
! !'
OFTALMOLOGIA s PREMIAN UN ESTUDIO DE INVESTIGADORES DE LA UBA
El glaucoma no sólo afecta a los ojos, sino también al cerebro El estrés oxidativo asociado a la enfermedad lesiona áreas cerebrales SEBASTIAN A. RIOS LA NACION Investigadores argentinos demostraron que los procesos de estrés oxidativo que han sido constatados con anterioridad en los ojos de las personas con glaucoma también pueden manifestarse más allá de los ojos y lesionar ciertas áreas del cerebro relacionadas con la visión. Desarrollar tratamientos neuroprotectores que detengan este daño podría ser una nueva vía de tratamiento para esta afección, que constituye la segunda causa de ceguera en el mundo –y la primera causa de las cegueras irreversibles–, proponen los autores del estudio que recibió un premio internacional a la investigación en glaucoma. “Si hubiera una forma de tratar la degeneración neuronal, representaría un avance en el tratamiento de esta enfermedad, ya que hoy éste consiste en bajar la presión intraocular de los pacientes, lo que no es suficiente para detener el avance del glaucoma en todos los casos”, dijo a LA NACION el doctor Fabián Lerner, oftalmólogo del Departamento de Química Analítica y Fisicoquímica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Lerner y sus colegas Sandra Ferreira y Susana Llesuy obtuvieron recientemente el Premio Allergan
Latinoamericano de Oftalmología, por una investigación en la que demostraron la existencia de niveles elevados de estrés oxidativo en los tejidos neuronales de ratas a las que se les había inducido el desarrollo de glaucoma. Esta afección que en humanos alcanza a alrededor del 2% de la población adulta se caracteriza por el daño irreversible del nervio óptico, como resultado de la excesiva presión del líquido que llena el globo ocular.
Un daño precoz “El glaucoma es una enfermedad que toma el ojo, pero la vía óptica tiene conexiones que llegan hasta la corteza cerebral –explicó el doctor Lerner–. Hay trabajos que muestran que en pacientes con glaucoma hay daño a nivel cerebral, en el núcleo geniculado lateral, donde hacen sinapsis las neuronas que salen del ojo.” Una de las preguntas que trataron de responder Lerner y sus colegas de la UBA es si este daño neuronal o degeneración neuronal aparece en forma precoz o tardía en los pacientes con glaucoma. Si el daño aparece temprano en la evolución natural del glaucoma, proponen los investigadores, prevenirlo podría también prevenir la pérdida de la visión que caracteriza a esta enfermedad. Para responder esta pregunta, relató el oftalmólogo, “trabajamos
Ana Falbo
Incentivo mayor para los cartoneros En promedio, cada recuperador inscripto cobrará 150 pesos más por mes que en 2008 LAURA ROCHA
Gustavo Páez, de 30 años, es empleado en un puesto de comida en la Costanera y afirmó a LA NACION que la gente se queja mucho de los mosquitos, pero no se ve que se fumigue. “El martes, después de la lluvia, estaba lleno. Hay que comprar repelente porque, si no, no se puede estar”, cuenta. “Está infestado de mosquitos. Con ropa y todo, te pican. Con lluvia o sin lluvia, con frío o calor”, se queja Víctor Martín, el encargado del restaurante Mariscos, sobre el Paseo Vito Pumas, en Vicente López. Martín asegura que este año no vio que fumigaran como el año pasado en la época en que todos hablaban del dengue. “A los clientes les tenemos que dar repelente a veces porque con ventilador y todo el local se llena de mosquitos. Y, si salís al pasto, es imposible estar”, agrega. Entre las personas que aprovechan los días de calor para correr o pasear por Vicente López está Javier Arancibia, de 26 años. “Hay bastantes mosquitos. La verdad es que están muy molestos y las picaduras no son como las de antes, ahora te perforan la ropa”, dice a LA NACION. Romina Díaz, de 22 años, también suele visitar esa zona: “El río está minado de mosquitos. Mi novio tiene una moto y, apenas me bajo, me atacan”, comenta, y agrega: “No hay repelente que resista a los bichos”. “Este año los mosquitos se han sentido más que otros y yo no vi fumigaciones por acá”, dice Miguel Angel Basso, que no se mueve de su puesto de comida en Palermo, a pesar de los mosquitos.
ACUERDO ENTRE EL GOBIERNO Y COOPERATIVAS
)( $ $"$"$ $ "" $$ $"$
) $ &$ $ # $$$ $$ & "$ $$ %
los vecinos tomemos conciencia de que un florero al que no se le cambia el agua durante 72 horas es un posible foco de infección. Estamos fumigando, pero fundamentalmente visitando casa por casa haciendo mucho énfasis en la prevención y el descacharrado”, dijo Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la ciudad. En los municipios del conurbano bonaerense también se desarrollaron tareas de fumigación y limpieza en un intento por frenar la aparición de casos de dengue. En Morón, por ejemplo, se hicieron esos trabajos en los últimos días con camionetas especialmente equipadas.
“No pican, ¡muerden!”, dice Laura Cueto, mientras paseaba con su esposo, sus tres hijos y sus tres frascos de repelente por los lagos de Palermo. Laura vive en Villa Pueyrredón, pero esté donde esté afirma que hay mosquitos. “En mi casa pongo diez espirales, pastillas y hasta compré aceite de citronela, especial para mosquitos, pero los chicos dicen que los pican igual”, se queja. Un recorrido por la ciudad basta para convencerse de que sobran los mosquitos. Según los vecinos, el calor, la lluvia y la falta de fumigación hacen imposible disfrutar del aire libre sin repelente, y aun así pareciera que no alcanza. “Hay por todos lados, dentro y fuera de la casa. Usamos todas las variedades de repelente y espiral en el patio, pero creo que los mosquitos ya son inmunes a todo”, dice Sergio Shuster, 36 años, de Villa Urquiza. Carlos Millet, de 70 años, estaciona el auto en la puerta del Campo de Golf, en Palermo; va directo al baúl, saca un frasco de repelente en aerosol y se baña con él. Se saca la gorra, cierra los ojos y se pone hasta en la cara. “El peor momento es a la tardecita pero, por suerte, el repelente suele durar los 18 hoyos”, dice a LA NACION. “Si la gente pudiera comprar todos los repelentes, los compraría. Sin dudas, es lo que más se vende y por suerte no faltan”, respira aliviado Claudio Geralde, empleado de una farmacia en Vicente López en la cual el envase de repelente más chico (165 ml) cuesta $ 17,71. “Todos los clientes se quejan de los mosquitos y hay algunos que son alérgicos al insecto”, explica Claudio a LA NACION.
sobre un modelo de glaucoma en ratas, en las que medimos distintos parámetros que dan cuenta del estrés oxidativo a nivel cerebral”. ¿Qué es lo que observaron los investigadores? “Observamos que existe un importante estrés oxidativo en el nivel cerebral en las ratas en las que habíamos inducido el desarrollo de glaucoma –respondió Lerner–, y esto apareció en forma muy precoz.” “No hay dudas de que los niveles elevados de estrés oxidativo a nivel cerebral se debían al aumento de la presión intraocular del glaucoma, ya que esto en el grupo control no se observó”, dijo Lerner, y agregó: “Estos resultados lo que hacen es fortalecer la hipótesis de que el estrés oxidativo tiene una gran importancia en esta enfermedad”. A la fecha, no existe ningún medicamento que haya demostrado tener un efecto neuroprotector que pudiera ser utilizado en glaucoma. De existir, su uso podría ser complementario al tratamiento habitual con fármacos que reducen la presión intraocular, pero también podría ser una alternativa válida para aquellos pacientes en los que las drogas actuales no detienen el avance del glaucoma. “Contar con un medicamento neuroprotector para prevenir el daño oxidativo no invalida el bajar la presión intraocular de los pacientes, ya que éste es el único tratamiento probado y comprobado para el glaucoma.”
LA NACION El gobierno porteño aumentará, en promedio, en 150 pesos el incentivo que paga a los 2000 cartoneros que forman parte del programa piloto lanzado el año pasado, que persigue que los llamados recuperadores urbanos recolecten la basura reciclable puerta por puerta. Anteayer, después de una extensa reunión entre el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, con varios representantes de las cooperativas de recuperadores, se acordó el incremento y la incorporación progresiva durante este año de 1000 cartoneros al programa, que incluye el pago por parte del gobierno encabezado por Mauricio Macri de los aportes jubilatorios y de obra social. De este modo, los recuperadores que reciben 370 pesos como incentivo pasarán a percibir desde el mes próximo 500 pesos, y los que cobraban 200 pesos, recibirán 370 pesos. “El acuerdo forma parte del proceso de diálogo que tenemos en el gobierno, que se relaciona con un plan de desarrollo sustentable”, indicó el ministro Santilli a LA NACION. El proyecto le demanda al Estado 52 millones de pesos: $ 20 millones se destinarían a la obra social
de los cartoneros y los incentivos; el resto, a la construcción de centros verdes, la organización y logística, la compra de uniformes, guantes y equipamiento. El plan oficial funciona con grupos de recuperadores, coordinados por ocho cooperativas, que tienen a su cargo la recolección de material reciclable en una zona definida.
Indumentaria Estos cartoneros trabajan con uniformes y guantes provistos por el gobierno de la ciudad y son asistidos por un camión en el que transportan la mercadería. También los acompañan inspectores del gobierno que controlan el desarrollo de las tareas. El incumplimiento, por ejemplo en materia de limpieza, puede derivar en penalidades que se traducen en un descuento en el incentivo mensual. Estos grupos funcionan hoy en algunas manzanas del centro de la ciudad, de Almagro, de Palermo, de Villa Pueyrredón, de Once y de Flores; de Floresta, a lo largo de la avenida Avellaneda, y en Recoleta, en la zona de la Facultad de Derecho. Según un censo porteño realizado en 2008, unos 5000 cartoneros buscan elementos reciclables en la basura en la ciudad de Buenos Aires.
ARCHIVO
Recuperadores urbanos afiliados trabajan en la ciudad
