Flores amarillas y vallenatos para despedir al gran Gabo

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SOCIEDAD | 19

| Martes 22 de abril de 2014

Implante coclear en un bebe de seis meses

gabriel garcía mÁrquez 1927-2014

Flores amarillas y vallenatos para despedir al gran Gabo

salud. Es el primer caso de la región; una infección le había causado sordera

En el Palacio de Bellas Artes de México ayer se efectuó un homenaje del que participaron los presidentes Peña Nieto y Santos CiUDAD DE MÉXiCo.– Flores amarillas y música vallenata acompañaron la despedida de las cenizas del gran escritor colombiano Gabriel García Márquez, en el homenaje nacional que se le brindó ayer, en el Palacio de Bellas Artes de México. La urna con las cenizas del premio Nobel de Literatura 1982, que murió en su residencia del barrio El Pedregal el jueves último, a los 87 años, fue expuesta durante casi cuatro horas para que su familia, sus amigos y los lectores pudieran darle el último adiós. La despedida concluyó con una ceremonia de la que participaron los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Colombia, Juan Manuel Santos, quienes saludaron a la viuda del escritor, Mercedes Barcha, sus hijos Rodrigo y Gonzalo, y sus nietos. El presidente de Colombia y amigo personal de García Márquez había llegado acompañado por su esposa, su hijo y un grupo de allegados al escritor, como el ex presidente César Gaviria y el escritor William ospina. “Vengo a despedir al más grande colombiano de todos los tiempos”, dijo Santos y recordó el discurso de García Márquez en olso al recibir el premio Nobel, cuando allí señaló “la soledad de América latina”. Peña Nieto, en tanto, celebró “al más grande novelista de América latina de todos los tiempos” que asumió que “ficción y realidad son inseparables para el ser humano”. Escritores, editores, periodistas, políticos y amigos de García Márquez acompañaron la ceremonia fúnebre, durante la cual hubo música clásica a cargo del cuarteto Clifton y un poco de vallenato, que el escritor sabía bailar con frecuencia junto con su esposa. Tras la festividad de Pascuas, ayer se cumplió con el homenaje nacional dispuesto por el gobierno mexicano. Las cenizas del escritor de El amor en los tiempos del cólera fueron trasladadas en un cortejo de honor desde Fuegos 144 hasta el Palacio de Bellas Artes. Allí, centenares de mexicanos

aguardaron durante varias horas la apertura de la sala central para despedir a su autor preferido. Buena parte del público portó flores amarillas –las preferidas del escritor colombiano–, cartas y libros. Todos, sin excepción, se emocionaban ante la gran fotografía de un sonriente García Márquez en blanco y negro que dominaba la sala. Las cenizas fueron custodiadas por turnos de cuatro personas, comenzando por su viuda, sus hijos y Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conalcuta). Hubo un fuerte aplauso en el momento en que le brindaron sus honores sus asistentes Mónica Alonso, Genovevo Quiroz y las cuatro personas que lo cuidaron hasta su muerte. Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo iberoamericano; los escritores mexicanos Ángeles Mastretta, Héctor Aguilar Camín, Jorge F. Hernández y Homero Ardjis; los periodistas Jacobo Zabludovsky y Fernanda Familiar; la cantante Tania Libertad, y los editores Carmen Balcels y Cristóbal Pera fueron algunas de las personalidades que se acercaron a despedir al escritor. Entre las coronas y ofrendas florales que llegaron al Palacio de Bellas Artes, se destacó la de Fidel Castro “al amigo entrañable”. En tanto, miles de habitantes del municipio de Aracataca, pueblo natal del escritor en Colombia, también despidieron ayer en un sepelio simbólico a su más ilustre ciudadano. Vestidos de blanco, con flores amarillas y mariposas de papel en las manos, caminaron miles de personas por las calles del poblado que vio nacer el 6 de marzo de 1927 al autor de El amor en los tiempos del cólera. La urna vacía tuvo diez paradas en su recorrido para recordar los momentos más emblemáticos de la vida del escritor en ese poblado, que muchos consideran el Macondo de Cien años de soledad.ß Agencias AFP, AP, DPA y EFE

Los cuatro nietos del escritor también custodiaron sus cenizas

Para recordarlo sin dos puntos testimonio Leonardo Tarifeño PARA LA NACioN

E

CiUDAD DE MÉXiCo

l periodismo es una profesión de regalos inesperados. En su nivel más elemental, consiste en entrevistar gente que siempre vale la pena conocer y compartir el nervio de las redacciones con personas de las que se aprende mucho. En mi caso, el máximo regalo que me hizo este trabajo fue estar a las órdenes de Gabriel García Márquez. El milagro ocurrió a mediados de 2001, en ese otro milagro que es la Ciudad de México. El escritor Mauricio Montiel Figueiras, a quien yo había conocido en el diario unomásuno, me invitó a sumarme al equipo que crearía la versión mexicana de la revista Cambio, un proyecto de Televisa y los dueños colombianos de la edición original. Entre estos últimos figuraba García Márquez, de quien se decía que iba a participar en el proceso de lanzamiento. A mí me costaba creer esos rumores, pero me vi obligado a darlos por ciertos cuando un día me topé con el anciano premio Nobel en los pasillos de la redacción. Mi primera impresión fue la de un señor de salud endeble, acom-

Muerte súbita: un cuadro entre la tragedia y la falta de prevención deporte. En maratones, se produce un caso por cada 50.000 a 100.000 participantes; recomiendan hacerse una evaluación previa Nora Bär LA NACioN

Ayer, la muerte de Ezequiel Ponce, a los 27 años, como consecuencia de un cuadro de muerte súbita tras correr una media maratón en la ciudad de Córdoba, volvió a recordarnos que, aunque es recomendada por todos los médicos, la actividad física –especialmente si exige grandes esfuerzos– no es un juego. Un deceso en plena juventud y con aparente buena salud es enormemente doloroso. Por eso, los médicos deportólogos subrayan la importancia de realizarse una evaluación predeportiva antes de lanzarse a practicar deportes de gran esfuerzo. “La muerte súbita puede prevenirse –dice el doctor Norberto Debbag, cardiólogo y deportólogo del club Atlanta–. Es necesario tener en cuenta tres cosas: hacerse la evaluación de aptitud física, difundir las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y contar con desfibriladores. Sin embargo, falta conciencia de los beneficios de la evaluación predeportiva. Hay maratones a las que van 15.000 o 20.000 personas y en las que no se pide un certificado médico de aptitud para competir.” Se llama muerte súbita a un deceso no traumático que se produce en forma abrupta dentro de la primera hora del comienzo de los síntomas. En medicina del deporte, se incluye también a las que ocurren dentro de las primeras 24 horas, porque hay cuadros no cardiológicos (como el golpe de calor, asma no tratada o mal tratada, y un trastorno llamado commotio cordis, un impacto violento en el centro del pecho) que pueden provocar una arritmia fatal. Estas condiciones ocupan el 20% del espectro de la muerte súbita.

Medidas para tener en cuenta Evaluación previa Es indispensable obtener un certificado de aptitud física otorgado por un médico de acuerdo con la edad y actividad que se desee practicar Hidratación Aconsejan tomar abundante agua: un cuarto litro antes y la misma cantidad cada quince minutos Clima Está contraindicado hacer actividad física intensa cuando hay temperatura y humedad muy altas

Aunque una buena evaluación permite encontrar cuadros de riesgo para la muerte súbita, esto no siempre es posible: un 7,6% de estos eventos se producen sin causa aparente. “Es decir, tienen una causa, pero que no puede detectarse”, dice el doctor Héctor Kunik, presidente de la Asociación Metropolitana de Medicina del Deporte. Las evaluaciones son diferentes dependiendo de la edad. En menores de 35, se requiere un examen clínico, historia clínica personal y familiar, y electrocardiograma de reposo. “Esto es algo muy importante en personas jóvenes con antecedentes de familiares directos. Cuando esto sucede, en general es por enfermedades congénitas”, di-

reuters

ce Kunik. En los mayores de 35, se exigen los mismos estudios más una ergometría, que mide la función cardíaca en condiciones de esfuerzo. Si bien la posibilidad de que se produzca una muerte súbita antes de los cuarenta años es muy pequeña –alrededor de 13 casos por cada 2.700.000 personas que hacen actividad física–, es algo que cuando sucede resulta trágico. “Es la excepción a la regla, pero tiene una trascendencia muy importante”, dice Kunik. Según estadísticas internacionales, en las maratones se produce una muerte cada 50.000 a 100.000 participantes. “Un estudio británico reveló que en 19 ediciones de la maratón de Londres, con más de 440.000 corredores, se produjeron 10 paros cardíacos, 5 de los cuales pudieron resucitarse”, cuenta el especialista. Un dato frecuentemente soslayado y que tiene una gran importancia en la prevención de este tipo de eventos es el clima. “En los países desarrollados, utilizan un sistema de banderas que vinculan las condiciones meteorológicas con el riesgo de los deportistas –explica Kunik–. Cuando hay temperatura y humedad altísimas, se coloca una bandera negra, que indica la prohibición de realizar actividad física.” Un comunicado de la Fundación Cardiológica observa que si la población estuviera entrenada en las técnicas de reanimación cardiopulmonar, se podría salvar a más de la mitad de las 40.000 víctimas de muerte súbita que se estima se producen anualmente en la Argentina. Debbag propone que, además de las ambulancias, se organicen grupos de voluntarios entrenados en RCP y que recorran el trayecto de la maratón en bicicleta para brindar asistencia inmediata.ß

pañado a todos lados por una asistente de oscuro carácter, que a fuerza de entusiasmo y curiosidad se las arreglaba para traspasar los límites de su fragilidad física y de la marca personal. inspiraba más ternura que admiración. En cualquier momento que se lo abordara tenía un minuto para una breve charla y, también para lo que menos le gustaba hacer, que era firmar ejemplares de sus obras. Hoy recuerdo que García Márquez trabajaba en los primeros números de Cambio con un instinto juguetón que, hasta donde me permito pensar, les hacía tan bien a la revista como a él mismo. Le gustaba más preguntar que ser interrogado, y no dudaba en cambiar de tema si la conversación apuntaba a su vida o sus libros. Una noche me invitó a cenar junto con Montiel Figueiras, Julio Aguilar y Gerardo Lammers en el restaurante Cluny, y ahí pude constatar que hablaba con idéntico fervor de J.M. Coetzee como de las quesadillas de flor de calabaza o del buen uso del punto y coma. En la redacción, le encantaba aparecer por detrás de cualquiera que estuviera sentado frente a la computadora, juego que generaba un susto muy entendible en redactores que jamás soñaron con que García Márquez los espiara por arriba del hombro.

El día que llegó a la redacción, reunió a los periodistas para revelar “el secreto” del buen periodismo. “El secreto del buen periodismo es sujeto, verbo, predicado”, señaló. La mañana en que Lammers lo buscó para que le autografiara un ejemplar de Cuando era feliz e indocumentado, Gabo escribió: “Doy por bueno este libro pirata” arriba de su firma. Esa inteligencia amable y sencilla lo definía. En lo que a mí respecta, tuve el inmenso privilegio de que me mandara a reescribir al menos seis veces la crónica “¡Ánimooooo!”, hoy compilada en mi libro Extranjero siempre. Una vez terminada, cada lunes Gabo me recibía para que la viéramos juntos. Debo reconocer que, a medida que avanzaba en la lectura, el Nobel perdía la paciencia. Le molestaban el exceso de dos puntos, que modificara la frescura oral de los testimonios y que el paisajismo de las descripciones demorara la acción. La última de esas tardes en las que me sentí ante el pelotón de fusilamiento, yo recordaría el hielo del comentario que me dedicó cuando el director de la revista, Roberto Pombo, le preguntó qué tal estaba mi crónica. “Éste no es tan bruto”, dijo. Qué bonita sería su sonrisa, me digo ahora, al ver que en este recuerdo no hay una sola frase con dos puntos.ß

Con sólo seis meses de vida, un bebe argentino es el paciente más chiquito de América latina con un implante coclear en cada oído colocado durante la misma cirugía. Una infección por neumococo a las 72 horas de nacer le provocó meningitis. Al mes, la secuela era la sordera. Ahora, con el uso tan temprano de esos implantes, el pequeño Facundo podrá desarrollar el lenguaje normalmente. El dispositivo, que se coloca en la cóclea, saltea el daño estructural y estimula el nervio auditivo. “¡Estamos felices! –aseguró ayer a LA NACioN su mamá, Noelia–. De a poquito vamos viendo los resultados.” Su bebe, que fue operado en febrero en el Hospital italiano, recibe estimulación todas las semanas. El doctor Carlos Boccio, jefe del Servicio de otorrinolaringología del italiano y profesor titular de la UBA, dirigió el equipo que realizó el implante bilateral y simultáneo. Aclaró que se trata de “un caso excepcional y muy particular”, por lo que la Anmat autorizó la cirugía en un menor de un año, edad a partir de la que están indicados los implantes cocleares. “El neumococo afecta el oído interno y osifica la rampa coclear donde colocamos el implante –explicó–. Si no lo hacíamos rápido, la posibilidad de que las estructuras del oído estuvieran más dañadas al año era muy alta”, con menos resultados clínicos. Los controles revelaron que la sordera era la única secuela de la meningitis. La detección precoz permitió confirmar la urgencia de la cirugía, sin antecedentes en la literatura médica de la región. “La meningitis puede osificar las cócleas y es lógico adelantar la cirugía, que, en ese caso, es por absoluta necesidad y no por opción. Primero, porque aumentan los riesgos anestésicos, quirúrgicos y posoperatorios. Segundo, porque aún no está demostrado que operar a los seis meses sea mejor que hacerlo al año. Salvo en casos experimentales”, dijo el profesor doctor Vicente Diamante, pionero en el uso de estos implantes en el país.ß Fabiola Czubaj

Culto católico Santoral: San Leónidas, mártir. Fi-

lósofo cristiano en el siglo iii.

liturgia: Hechos (2, 36-41) y el Evan-

gelio de San Juan (20, 11-18).