Empieza la lucha por el lugar vacío

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Viernes 30 de marzo de 2007

FUTBOL

Violencia sin fin

Empieza la lucha por el lugar vacío La 12 se quedó sin jefe y existe, por lo menos, un quinteto de potenciales hombres con posibilidades a ocupar el espacio que dejó Rafael Di Zeo Un candidato que tiene prisión en suspenso Alejandro Falcingo, uno de los candidatos a ser jefe de La 12, fue condenado a tres años de prisión por el ataque a los hinchas de Chacarita, en el amistoso disputado en La Bombonera el 3 de marzo de 1999. Pero a diferencia de los otros seis sentenciados, el cumplimiento de su pena quedó en suspenso por ser menor a tres años y, por lo tanto, sin riesgo de ir a la cárcel.

L

a noticia del presente: se entregó Rafael Di Zeo. La pregunta del futuro: ¿quién ocupará su lugar? Una voz autorizada de la seguridad en el fútbol comentó: “Ninguno de los que se podría postular tiene un perfil similar a Di Zeo, con sus características para aglutinar voluntades. El pronóstico es reservado”. Es claro que la carrera por la sucesión de jefe de la barra brava xeneize se abrió y hay varios postulantes para ocupar el vacío. La mayoría de los candidatos son del riñón de Di Zeo. Quizás Alejandro Javier Falcigno, considerado la mano derecha del ex líder de La 12, sea el que más posibilidades tiene. Pero Falcigno tiene un problema mayor: el Comité Provincial de Seguridad Deportiva Bonaerense (Coprosede) le aplica el derecho de admisión en su ámbito, ya que figura en la lista de los imputados en la causa por asociación ilícita que llevó adelante el ex juez Mariano Bergés, motivada en los incidentes del 31 de agosto de 2003 luego de la pelea entre Boca y Chacarita, en la Bombonera. Héctor Vaca Alarcón, otro de los laderos de Di Zeo, está en la misma situación que Falcigno. Además, Alarcón era señalado como jefe de la barra de Defensa y Justicia, de la B Nacional, pero según

dijeron en el Coprosede, hace varias semanas que no se los ven por las canchas bonaerenses. Mauro Martín y Huguito, otros dos candidateables, tienen características distintas. El primero, considerado más peligroso, sería uno de los máximos partícipes en la pelea con hinchas de Chicago del año último en el Luna Park. Según fuentes judiciales, es el dueño de Leopardi, un club de Villa Luro donde el líder de la barra de Boca preso tomaba clases de

boxeo. Cuando en el Apertura 2006 Boca enfrentó a Racing en Avellaneda y la policía le pidió el documento para identificarlo, su respuesta fue de un tono agresivo. Huguito posee otros modos: en el partido mencionado, era el encargado de llevar la bandera que dice “Jugador número 12”. Se acercó a los encargados de la seguridad para preguntarles si podía ingresar con esa bandera y, cuando el pedido le fue negado, se retiró correctamente. El quinto hombre capaz de convertir-

REPERCUSIONES

Castrilli: “La Justicia trabaja y llega” Los dos máximos referentes de la seguridad en el fútbol dieron su opinión sobre la detención de Rafael Di Zeo. Javier Castrilli, el subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, dijo: “Una vez más se pone de manifiesto que, más temprano que tarde, la Justicia trabaja. Nosotros siempre judicializamos los incidentes porque creemos que es el camino. Hay que entender que la Justicia trabaja con sus tiempos y tengo la satisfac-

ción de sentir que llega, pero en el ámbito personal no me puede poner feliz la situación, porque al ocurrir estos casos se pone en evidencia que algo anda mal en la sociedad”. Mario Gallina, el titular del Coprosede, afirmó: “Es importante para la sociedad darse cuenta de que no existe impunidad. Será justicia”. Consultado por LA NACION, El ministro del Interior, Aníbal Fernández, prefirió no hacer declaraciones sobre el tema Di Zeo.

se en líder de La 12 es el más conocido mediáticamente: Santiago Lancry, un ex custodio de la Legislatura porteña. Estuvo al frente de la barra brava cuando Boca jugó ante Gimnasia, en La Plata, el segundo tiempo suspendido del Apertura 2006, y Di Zeo y compañía tenían el acceso prohibido por la aplicación del derecho de admisión. A Lancry se lo considera muy hábil: fue el único que quedó sobreseído en la causa de 2003 por asociación ilícita. Se estima que no cambiaría su posición actual de primera línea alejado, sitio que le da beneficios y le permitió, hasta ahora, no ser condenado por la Justicia. “Suponemos que, como en todo grupo, siempre aparecerán disputas para tomar el liderazgo”, dijo Javier Castrilli, subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos. Eso se vio el 22 del actual, cuando en Liniers, en Boca vs. Toluca, algunos de los barras citados manejaron el ingreso en la tribuna xeneize cometiendo varias contravenciones. Estos hechos son investigados por el fiscal Gustavo Galante y podrían derivar en la aplicación del derecho de admisión total para varios candidatos a ocupar el trono que dejó vacante Rafael Di Zeo.

OTRAS DOS CAUSAS

OPINION Carlos Beer

Los procesos siguen adelante

De la Redacción de LA NACION

NO VOLVAMOS A RETROCEDER 10 AÑOS Casi una década después, La 12, la barra brava más poderosa del fútbol argentino, vuelve a quedar descabezada. En mayo de 1997, José Barrita, el Abuelo, era condenado a nueve años de prisión por haber sido encontrado culpable del delito de asociación ilícita. Ahora, Rafael Di Zeo, su sucesor, también estará privado de la libertad y próximamente será juzgado por el mismo delito que Barrita. Es bueno detenerse y analizar ambos momentos: 1997 y 2007. El paso del tiempo demostró que la detención de Barrita no resultó un factor determinante en la lucha contra la violencia en el fútbol. Ver al líder de la barra brava más fuerte en la cárcel no resultó un ejemplo para los otros clubes ni tampoco para aquellos que siguieron sus pasos en la tribuna de Boca. Los incidentes continuaron y hasta aumentaron. Ahora comienza una nueva etapa para el fútbol argentino. El desafío es que esta vez la decisión judicial tan pedida sirva de ejemplo. Que marque un antes y un después para que la violencia en las canchas argentinas disminuya. Que no se suelten a volar palomas: esto no es la solución total ni mucho menos. Es, tan sólo, un pequeño éxito. Ahora los encargados de trabajar deben redoblar sus esfuerzos. Todos: la AFA y sus dirigentes, los organismos de seguridad y la Justicia. Para no retroceder otros 10 años. La 12, ausente y con el hueco en el medio, en un partido de Boca en la cancha de Racing

Desde la cárcel, Rafael Di Zeo deberá afrontar otras dos causas judiciales. Una de ellas es el juicio por encubrimiento que se desarrollaba al momento en que se dio a la fuga, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4. En las próximas horas se deberá poner fecha para una nueva audiencia donde la defensa (Marcelo Rocchetti) y la fiscalía (Gabriel Nardiello) deberán presentar sus alegatos. En las dos jornadas de este juicio, que comenzó el 8 del actual, el jefe de la barra brava de Boca, acusado de tenencia de 15.200 dólares falsos y seis DNI denunciados como extraviados, estaba tranquilo y convencido de que iba a ser absuelto. La otra causa es más compleja. Anteayer, el juez de instrucción Juan Ramos Padilla elevó a juicio una investigación donde Rafael Di Zeo está acusado de ser “jefe u organizador” de una asociación ilícita. Esta causa se originó el 31 de agosto de 2003, cuando en medio de un partido entre Boca y Chacarita las barras de ambos equipos se enfrentaron en una de las bandejas de la Bombonera. Si es encontrado culpable, podría ser condenado a una pena de entre cinco y diez años de prisión. En este proceso están involucrados otros 14 miembros de La 12, entre ellos Fernando Di Zeo, Fabián Kruegger, Gustavo Pereyra y Diego Rodríguez.