El efecto Moyano en las empresas

19 sept. 2010 - Thomas Robert Malthus en 1826). En esta nueva versión, hace tres décadas, China comenzó una transición,
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ECONOMIA & NEGOCIOS

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La fuerza del gremio de camioneros ya no sólo tiene que ver con los costos laborales de la actividad sino con la conflictividad que el sindicato le aporta a la empresa.

NOTA DE TAPA

Domingo 19 de septiembre de 2010

TRANSPORTE CARO

TODOS PAGAN

Es el porcentaje de aumento que registra desde diciembre de 2003 el kilómetro recorrido que se les paga a los camioneros.

El gremio reclama, con bloqueos y no con juicios, la solidaridad de todas las firmas que intervienen en la cadena de distribución.

El efecto Moyano en las empresas Continuación de la Pág. 1, Col. 2 dramiento, sino de pagar lo que deben algunas contratistas. Simultáneamente, Coca-Cola Polar, una embotelladora de gaseosas neuquina, también les vio la cara a los representantes sureños de Moyano. La firma tomó una decisión comercial y despidió a 140 empleados. Pero no tuvo en cuenta la presión gremial. ¿Resultado? La reapertura de la planta y la reincorporación de los empleados. El efecto Moyano no es menor en las compañías. Y no sólo es una cuestión de costos, sino que también muchas veces la injerencia del gremio pega de lleno en la política comercial de las empresas. Claro que el costo del gremio es el que más tela da para cortar en las tertulias empresarias. LA NACION revisó todos los convenios colectivos desde 2003 hasta la fecha. Entonces, un conductor de primera categoría ganaba 450 pesos de sueldo básico y recibía 6 pesos de viático por comida y un pago de 0,3375 pesos por kilómetro recorrido, además de varios adicionales que decoraban el recibo de sueldo. Actualmente, esos valores se dispararon. Por ejemplo, el sueldo del conductor creció un 436% y hasta llegó a un 462% para la categoría más baja de conductor. ¿Qué significa este aumento? Pues para comparar vale la pena ver cuánto aumentó el sueldo de los empleados registrados que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Según los números oficiales, el promedio de sueldo de los empleados en blanco creció un 280% desde 2003, muy por debajo del 436% de los hombres del camión. Los vales de comida que se les

Más allá de los costos, la CGT influye en las decisiones comerciales de las compañías reconoce, entretanto, aumentaron 506% y el kilómetro recorrido, uno de los rubros más importante, tuvo un incremento de 436 por ciento. Con todos los conceptos que se incluyen en el salario, quien quiera contratar a un camionero necesitará poner en el bolsillo del hombre no menos de 6000 pesos, además de los aportes que deba hacer. ¿Esto es todo? “No, esto es lo de menos –dijo un gerente de legales de una compañía que sufrió los camiones de Moyano transversales a la salida de su depósito–. Este es un problema de costo alto, nada más. El tema es lo que viene detrás.” Y, enseguida, el hombre se despachó sobre los costos indirectos que esconde la relación con el gremio. Casos de dos delegados gremiales por cada nueve empleados, imposibilidad de hacer cualquier tipo de modificación de horarios, contrato de ayudantes, imposibilidad de despedir a un trabajador, aunque haya justa causa, o la imposibilidad de rescindir el contrato de un proveedor de logística si no se incorporan a todos los empleados. ¿Eso es todo? “¡No!”, casi que grita otro director ejecutivo de una empresa de consumo masivo. “Lo nuevo y grave ahora es la solidaridad laboral”, brama. La cosa es simple. En las cadenas de distribución, dice la ley y también la Justicia, cualquiera de los implicados es solidario por las cues-

tiones laborales respecto del otro. Por ejemplo, todos los empleados que están implicados en el reparto de un vino podrían reclamarle a una pyme que sea distribuidora o a la bodega que fabrica la bebida. “Esta es una institución vieja, que está en la ley laboral. Lo que pasa es que Moyano la hace cumplir a rajatabla –dice Lucio Zemborain, el abogado laboralista de la Fadeeac, cámara que agrupa a las empresas de transporte de carga–. Hay otras cuestiones que hacen costoso el convenio.”

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SERIO, PERO NO SOLEMNE | POR JUAN CARLOS DE PABLO

El avance de China reta al resto del mundo Las recientes huelgas no lo ponen en entredicho, según Maddison; Johnson dice que la transición tardará 50 años

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ace poco tiempo, se anunció con bombos y platillos que el PBI total de China acababa de superar al de Japón, para ubicarse en segundo lugar en la “tabla de posiciones”, encabezada por Estados Unidos. Al respecto entrevisté al inglés Angus Maddison (1926-2010), profesor en las universidades de Escocia y Groninga (Holanda) y funcionario de la Organización para la Cooperación Económica Europea (OEEC), y a David Gale Johnson (1916-

2003), especialista en economía agrícola, quien dejó de enseñar en la Universidad de Iowa para hacerlo en la de Chicago, siguiendo a Theodore Wilhain Schultz, cuando éste renunció solidarizándose con Oswald H. Brownlee, cuestionado en Iowa por haber propuesto reemplazar la manteca por la margarina… en una zona de Estados Unidos donde los fabricantes de manteca eran muy poderosos. –Además de estimar el PBI de algunos países desde la época de Cristo,

como Colin Clark, usted, Maddison, se dedicó a convertir las estimaciones a una moneda común, para poder compararlas. En su caso, utilizando un procedimiento diseñado por Robert Charles Geary y Salem Hanna Khamis. ¿Seguro que el PBI total de China acaba de superar al de Japón? Maddison: –Los chinos no saben cuántos son; menos aún cuentan con información razonablemente confiable de su PBI, y encima su tipo de cambio no está en equilibrio. Todo esto es cuantitativamente muy importante, por lo cual resulta una temeridad identificar el “momento” en el cual el PBI total de China superó al de Japón (por ejemplo: según el banco de datos del FMI esto ocurrió hace años). Lo importante no es una comparación numérica, sino lo que está ocurriendo en China. –En 1980, usted, Johnson, vivió un semestre en China. De manera que, junto a Alieto Aldo Guadagni, merece citarse entre los primeros que registraron que “algo” estaba ocurriendo en ese país. ¿Qué fue lo que vio? Johnson: –Un cambio total en las reglas

de juego agrícolas. Durante el gobierno de Mao Zedong, el agricultor recibía el siguiente mensaje: “El primer melón que sale es para vos; el resto, para el Estado”. Lógicamente, salía un solo melón. A partir de 1976, Deng Xiao Ping dispuso exactamente lo contrario: que el primer melón fuera para el Estado y el resto, para el agricultor. Y como el esfuerzo comenzó a tener sentido para quien lo realizaba, del mismo pedazo de tierra comenzaron a salir 20 melones. El “milagro” se produjo sin distribuir copias de La riqueza de las naciones, de Adam Smith. –China alguna vez “fue”, luego “dejó de ser” y está volviendo a ser. Maddison: –Efectivamente. Alrededor del siglo X, la de China era la principal economía del mundo y hasta el siglo XV mantuvo una posición de liderazgo. Pero una burocracia buscadora de rentas impidió luego que surgiera una burguesía comercial e industrial independiente. En los últimos tiempos, está recuperando terreno. –¿El fenómeno chino se entiende mejor desde las etapas del desarrollo económico de Walt Whitman Rostow,

o desde la teoría del atraso relativo, de Alexander Gerschenkron? Johnson: –No perdamos tiempo. Lo que está claro es la fuerza que tiene el proceso, que no comenzó ayer (“¿qué pasará cuando los comerciantes de Hamburgo y Londres se abastezcan en China, donde los trabajadores son habilidosos, esforzados y trabajan por nada?”, se preguntaba Thomas Robert Malthus en 1826). En esta nueva versión, hace tres décadas, China comenzó una transición, que le puede llevar medio siglo terminar de completar. –¿Qué hacemos, mientras tanto? Maddison: –Me autocalifico como “cifrófilo”, es decir, amante de los números. Pero si nos agotamos en los guarismos, nos distraemos. Focalicemos: la clave está en el esfuerzo del 20% de la población mundial para incorporarse al siglo XXI; pensar que las recientes huelgas ponen en peligro al modelo chino es no pensar. China obliga a revisar muchas cosas: los beneficios y los riesgos de la especialización, la teoría de los términos del intercambio, el comercio Norte-Sur, etc. Este es el verdadero desafío. –Caballeros, muchas gracias.