NO TODO ES COMO PARECE Texto: Hechos 11: 22 - 26 Introducción: Esto parece una redundancia, realmente no lo es. La dignidad tan alta de la iglesia exige un cristianismo auténtico de quienes ostentan su membresía (Def: Membresía: Condición de miembro de una entidad). Para que esta condición se cumpla, se necesitan varios factores importantes, a los cuales dedicamos este material. Acompáñenme, por favor, a descubrirlos: 1.Se necesita discernir el carácter de la iglesia, tal y como lo brinda la Palabra. La iglesia no es una congregación; si lo fuera, todos los que entraran a ese medio serían miembros de ella, no importando el estado espiritual de los involucrados. · La congregación es sólo una de las expresiones que puede tomar la iglesia. Así lo dejó ver Pablo: (1 Co 14:23 a). · El Nuevo Testamento traza muy claramente la diferencia entre los visitantes a la congregación, y los miembros de la iglesia como entidad. Por ejemplo, Pablo dice: (1 Co 14:23 b). · TODOS SOMOS IGUALES no hay diferencias: (Stg 2:2). Estos pasajes no otorgan carácter de miembros de la iglesia ni al indocto, ni al incrédulo, ni al hombre pudientemente vestido, ni al pobre mal ataviado. Sólo los trata como quienes entran a la congregación, y la Palabra traza las directrices que los miembros de la iglesia deben asumir para con dichos visitantes. Así que, la iglesia no es un culto; es algo mucho más elevado y de carácter mucho más perdurable. 2.La iglesia es el cuerpo de Cristo. Ella está indivisiblemente unida a él por origen, por el precio pagado a su favor, por el sustento constante que recibe y por la comisión que el propio Salvador le ha encomendado. Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella “…así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,” (Ef 5:25). · Él la llama mi iglesia, la ganó con su propia sangre (Mt 16:18; Hch 20:28). · Él sustenta y cuida a la iglesia y ha encargado a ella la predicación del Evangelio y el mantener en alto la Verdad (Ef 5:29; Hch 1:8). Por estas razones nadie debe pretender llamarse miembro de la iglesia por solamente estar congregado, sin que haya una participación de vida con el redentor, sustentador y apóstol de la profesión cristiana, Cristo Jesús. ¡Qué miserable condición representaría para alguien estar inscrito en el libro de membresía de la iglesia y no en el libro de la vida del cielo! Sólo quienes sean pámpanos fructíferos de la Vid verdadera, pueden hacerse llamar miembros cristianos de la iglesia. Conclusión: La historia de la iglesia detalla que a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía, durante la obra misionera de Bernabé y Saulo allí. Ambos se congregaron todo un año con esa iglesia y enseñaron a mucha gente (Hch 11:26). Cristo era la doctrina cardinal de la iglesia del principio, y debe ser siempre así, porque el asunto principal sobre el cual trata la Biblia es la persona del Hijo de Dios.
En Semana Santa recuerda :
Misión Amigo
Reconocer los posibles amigos alrededor del Grupo Bíblico (adultos y niños). Motivar a orar por los amigos a ganar para Cristo. Orar en el Grupo Bíblico para que Dios dirija la elección del amigo y capacite para la salvación del amigo.
La Hora del Grupo Bíblico Abril 04 de 2017 - N° 12 Año 17
Presentarnos ante Dios Oración de apertura / 3 minutos
Adoración y Alabanza Lo que Dios hizo por mí
Pensamiento de la semana Salmos 121:1-2 Exposición de la Palabra 20 minutos
Agradecer al Señor Éxodo 20:24
Lo que todos deben saber
BAUTIZOS 09 DE ABRIL
Semana Santa Del 10 al 16 de Abril No estás solo..... Asignación de privilegios
Refrigerio e informe
5 minutos (Comparte esta lectura al momento del refrigerio)
Una tema muy importante para las misiones es la oración. Por supuesto que sabemos que debemos orar, la pregunta es el cómo y para qué. Orar nos exige dos cosas para ser efectivos: primero tiempo, segundo concentración. Lastimosamente, no dedicamos suficiente tiempo a la oración por la obra misionera, y cuando lo hacemos no somos suficientemente concentrados en el clamor. Así como las personas en nuestro entorno, la gente no alcanzada tiene que luchar contra problemas y situaciones difíciles. Dios los ama, pero si Sus hijos no se esfuerzan en llevar el Evangelio a donde no es conocido, estas personas no llegarán a Su presencia. Es nuestra tarea hacerlo. ¡Oremos y… hagamos misiones!