Cuatro robos en 24 horas en Once

23 ago. 2012 - Veinticuatro horas más tarde, la misma noche en que robaron en la marroquinería, los ladrones aprove- cha
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SEGURIDAD

Jueves 23 de agosto de 2012

I

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INSEGURIDAD s COMERCIOS DESPROTEGIDOS DURANTE EL FIN DE SEMANA

EN PALERMO

Cuatro robos en 24 horas en Once

Se llevaron un cuadro del museo Sívori

Los delincuentes actuaron en la madrugada del feriado y rompieron puertas, persianas y techos para ingresar LA NACION

      

    

 

    



 

 

 





  



 

Aprovecharon la desolación por el fin de semana largo e hicieron destrozos en la zona de Once. Entre las noches del domingo y la madrugada del martes, un grupo de delincuentes ingresó en tres locales situados en la calle Larrea y Corrientes –en uno de ellos lo hicieron en dos oportunidades– y robaron en un hotel sobre Castelli, a pocas cuadras de allí. Los hechos fueron descubiertos en la mañana del martes por los dueños de cada local y, dadas las características de cada uno, se presume que los ladrones tenían datos concretos: fueron directamente por el dinero. En la marroquinería Paréntesis, en Larrea 370, dos delincuentes forzaron y levantaron la persiana del local con un crique. Después barretearon la puerta de entrada y, una vez en el interior, se dirigieron a la caja registradora y a una oficina en el primer piso, en la

que había dinero destinado a pagos a proveedores. De nada sirvió la alarma, que comenzó a sonar un minuto después de que los ladrones entraran, ya que lograron escapar con el botín en sus manos. “Se llevaron una suma importante y en el contexto actual nos afecta bastante”, dijo a LA NACION Andrés De Paola, dueño del comercio. Según el horario en que se activó la alarma, el episodio tuvo lugar a las 2 del martes. “Acá, después de las 18, que se va la policía, es tierra de nadie. Si seguís abierto después de esa hora, es seguro que te roban”, afirmó. “La policía nos pidió que no abramos hasta que no se realizaran los peritajes. La denuncia la hicimos el martes a la mañana y hasta hoy a la tarde [por ayer] no habían venido. Nosotros abrimos igual porque no podemos seguir perdiendo plata”, señaló De Paola. Esos mismos delincuentes ingresaron dos veces en la lencería situada

    

MARIANO GAIK ALDROVANDI

 

  

  

 

en Larrea 377, frente a Paréntesis. La primera fue el domingo a la noche. Tras romper una marquesina y las rejas en el interior, se llevaron el dinero, cheques y objetos de valor que había en una caja de seguridad. Veinticuatro horas más tarde, la misma noche en que robaron en la marroquinería, los ladrones aprovecharon el agujero realizado la noche anterior y volvieron para llevarse mercadería. Para ingresar en la mantelería de Larrea 466 hicieron un agujero en el techo y, tras saquear las oficinas situadas en el primer piso, bajaron y se llevaron la caja registradora completa, con una importante suma de dinero en su interior. “Hace un año sufrimos un robo similar. Los que hicieron esto conocen la zona, los movimientos y los planos de los edificios”, dijo Guido, el encargado de la lencería. “Acá por la noche no hay policía y siempre hay robos”, afirmó.

En Castelli 61, a cinco cuadras de los tres comercios asaltados, irrumpieron tres delincuentes armados y, tras reducir a la encargada, robaron dinero de una oficina en la que dejaron encerrada a una empleada. El hecho ocurrió a las 11 del martes, horas después de la seguidilla registrada en la calle Larrea.

En Caballito y en Belgrano A esa misma hora, ladrones encañonaron al dueño de la joyería Milei, en Rojas 90, en Caballito, amenazaron a su hija y a una empleada, y huyeron con joyas de plata y alhajas. En tanto, la hija de la periodista Mónica Gutiérrez fue atacada y asaltada por un grupo de delincuentes en el barrio de Belgrano. El hecho fue comunicado por Gutiérrez por Twitter. Todo sucedió en Libertador y Virrey del Pino, cuando la hija de la periodista regresaba a su hogar y caminaba junto con una amiga.

 

EL ASESINATO DE JOSE LUIS CABEZAS

INVESTIGACION EN URUGUAY

Dos ex policías, cerca de prisión Un fallo de la Corte ordenó que Camaratta y Luna vuelvan a la cárcel Por un fallo de la Suprema Corte de Justicia provincial podrían volver a la cárcel los ex oficiales de la policía bonaerense Sergio Camaratta y Aníbal Luna, condenados por el asesinato del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas, cometido en enero de 1997 en Pinamar. El máximo tribunal provincial revocó la resolución del Tribunal de Casación bonaerense que había beneficiado a los ex policías con la llamada “ley del 2 por 1”, ya derogada, la cual les permitió recuperar la libertad en 2006, pese a que en 2000 habían sido condenados a reclusión perpetua. Según consta en la resolución, la Suprema Corte consideró que “no puede extenderse a los condenados a la pena de reclusión el denominado cómputo privilegiado que contem-

plaba para los condenados a prisión perpetua y luego de los dos años de encierro en prisión preventiva el artículo 7 de la mencionada ley 24.390”. Al detallar los fundamentos del fallo, los magistrados explicaron que “lo resuelto en cuanto a que cada día de encierro en cautelar preventiva –sea ésta prisión o reclusión– equivale a un día de privación legal de la libertad no significa que con ser ello cierto deba aplicarse –casi como consecuencia natural– esa forma de cómputo privilegiado”. Ayer, la Suprema Corte hizo lugar a un recurso extraordinario que había presentado la fiscal ante la Cámara de Casación Alejandra Moretti y restableció los cómputos de pena formalizados por la Cámara Apelaciones y Garantías de Dolores.

A partir de la resolución del máximo tribunal bonaerense ambos ex policías podrían ser detenidos y llevados a prisión para cumplir el resto de la condena. Luna y Camaratta salieron libres en octubre de 2006, por lo que estuvieron presos tres años sin sentencia firme, que se computaron doble, y otros seis más a partir de 2000, es decir, un total de 12 años aproximadamente. El 19 de septiembre de 2007, la Suprema Corte bonaerense revocó el fallo del Tribunal de Casación y confirmó las condenas a reclusión perpetua dictadas por la Cámara de Dolores en 2000. Actualmente sólo Horacio Braga y José Luis Auge están presos por haber violado el régimen de arresto domiciliario.

PUNTAPRESS

Misteriosa muerte en Punta del Este PUNTA DEL ESTE.– La Prefectura Naval del Uruguay investiga la misteriosa muerte de Eduardo Javier Vélez, un ciudadano argentino que apareció flotando en las aguas de la playa Mansa de este balneario después de realizar sus tradicionales operaciones de préstamo a jugadores de ruleta.

Por el hecho hay un sospechoso detenido Una lámina del artista plástico argentino Eduardo Jonquières, valuada en unos 5000 dólares, fue robada del Museo Eduardo Sívori, situado en el barrio de Palermo, y por el hecho hay un detenido. El hecho ocurrió anteayer en el museo situado en la avenida Infanta Isabel 555, donde se advirtió el faltante de la obra Retrato de muchacho, que fue expuesta en el marco de la muestra “Jonquières: 50 años después. De París a Buenos Aires”. Fuentes policiales dijeron a la agencia de noticias Télam que empleados del museo llamaron a la seccional 23a. para dar aviso de que un hombre había sido demorado por personal de seguridad. Al llegar los uniformados al lugar, los empleados relataron que el hombre había ingresado más temprano tras comprar la entrada, había estado en un sector no habilitado para el público y luego se retiró. Poco después, regresó al lugar y pidió ir al baño, situación que le pareció sospechosa al personal de seguridad, por lo que decidieron demorarlo. Tras revisar el museo, advirtieron el robo de la lámina de Jonquières, un dibujo de 15 por 20 centímetros que está valuado en alrededor de 5000 dólares, según estimaron los voceros consultados. También se supo que el ladrón sustrajo solamente la lámina y en el museo secuestraron el marco de madera, pintado de dorado, con su correspondiente vidrio, la base de cartón, de 26 por 18 centímetros, y la entrada al museo, que estaban en poder del detenido. El hombre es argentino, de 28 años, y quedó detenido a disposición del juez de instrucción porteño N° 5, Walter Candela.