con volver a saltar y no sentir dolor

el hueso calcáneo por accidente. (tras caer fuera del colchón en un salto). Aunque me operé en 2005 y en 2006 tuve mi me
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Sábado 6 de febrero de 2010

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la contra

dixit

Me conformo con volver a saltar y no sentir dolor”

Germán Chiaraviglio se recupera en Italia de una lesión que lo tuvo a maltraer el año pasado y se ilusiona con recuperar su nivel Por Mariano Cattáneo

De la Redacción de LA NACION

A

orillas del mar Tirreno, Germán Chiaraviglio acuna un sueño. Tras una lesión que lo tuvo a maltraer en 2008 y 2009, el joven garrochista, de 22 años, se ilusiona con que la recuperación sea el punto de partida para concretar el tan dilatado despegue que insinuó desde 2006, cuando se consagró campeón mundial juvenil con una marca de 5,71 metros, a la que aún no pudo superar. “Me quiero tomar las cosas con tranquilidad, no apurarme. Estoy en la última parte de la rehabilitación y hay que ver como va evolucionando el pie”, cuenta Chiaraviglio por teléfono desde Formia, la ciudad italiana en la que se está entrenando luego de haber sufrido una fractura por estrés en el astrágalo del pie izquierdo, que lo alejó de las competencias a mediados del año pasado. Pensando en evitar la ansiedad, Germán se toma su tiempo para detallar cómo serán las semanas venideras, en las que espera volver a saltar. “Creo que en unos días más ya podría estar saltando. Todavía no puse una fecha, pero parece que hasta ahora va todo bien…”, dice. –Más allá de la lesión, ¿cómo te sentiste durante el año pasado? –La verdad es que no fue un buen año, como tampoco había sido bueno 2008, ya que sentía mucho dolor e incertidumbre por saber qué tenía en el pie. Una vez que me diagnosticaron la fractura, me lo tomé relajado y nunca traté de apurarme. Aunque me lleve más tiempo, no quiero dar dos pasos para adelante y después tener que volver uno para atrás. –¿La falta de resultados tenía que ver con el dolor en el pie? –Sí. A mí no me gusta andar poniendo excusas cuando no me va bien, pero durante 2008 y 2009 el pie me dolió todo el año. Incluso, antes de los Juegos Olímpicos de Pekín tuve que hacer entrenamientos aislados, cada dos o tres días, porque no me aguantaba entrenarme todos los días. Eso influyó en mi rendimiento. –¿Cuánto te pesaba en el último tiempo no poder superar aquella marca de 2006?

–Yo creo que se dieron varias cosas juntas. Tuve un año muy bueno en 2006, muy positivo, pero lo que vino después no fue lo que yo esperaba. Pueden haber influido los dolores, pero los resultados hablan solos y uno se desmoraliza un poco, se bajonea, porque las marcas que logré varias veces en 2006 me costaban mucho en 2008. Pero no es fácil saltar alto; si no, lo haría mucha gente. Hay que estar entrenado, hay que laburar mucho, y para eso hace falta estar bien de salud. Si no, es como si tuvieras el auto roto y quisieras ganar el campeonato de Fórmula 1. –¿Cuáles son los objetivos para 2010? –A mí me gustaría volver a saltar con garrocha y sentir que no me duele el pie. Pensar en pasar la varilla y no estar pendiente del dolor. Me gustaría darme la oportunidad de tener una buena temporada y hacer un buen papel en España, en el Iberoamericano. –¿Cómo influye que la lesión te haya afectado a tres años de Londres 2012? –A nadie lo pone contento lesionarse, pero que me haya pasado ahora es relativamente positivo porque 2010 es un año tranquilo, sin grandes objetivos. Entonces, se puede pensar en no apurar los plazos, porque a veces la ansiedad es traicionera, pero no me quiero poner objetivos que vayan más allá de volver a saltar con garrocha. Una vez que salte me podré exigir un poco más, pero por ahora me conformo con poco.

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COMO SE DETECTO LA LESION

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EL ANTECEDENTE

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EL FACTOR ECONOMICO

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LA MADUREZ Y EL EXITO

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LA GESTION DE WERTHEIN

Chiaraviglio confía en superar su marca de 5,71m. Abajo: su padre, Guillermo, y el entrenador Vitaly Petrov lo acompañan en Italia

El trabajo en Italia

Las enseñanzas de dos referentes del atletismo Chiaraviglio comparte sus días de entrenamiento en Formia con dos especialistas del salto con garrocha. El ruso Vitaly Petrov, su entrenador, es el mismo que dirigía los pasos de Sergei Bubka, el garrochista más grande de todos los tiempos. “Petrov es muy detallista, tiene muy clara la cuestión técnica y sabe muchísimo, aparte de tener una gran experiencia. Te transmite mucha tranquilidad y tiene una forma bastante sencilla de enseñar-

te”, dice Chiaraviglio. A su lado, también dirigida por Petrov, se entrena la mujer más destacada de esta especialidad, la rusa Yelena Isinbayeva, dueña del récord mundial femenino (en la foto, junto al preparador físico Vicenzo Canali y a Chiaraviglio). “Aprendo muchísimo estando al lado de ella por cómo trabaja. Verla entrenarse, saltar o correr me ayuda para ir entendiendo mejor distintos aspectos del trabajo”, señala.

“Había llegado a un punto en el que ya no podía ni caminar por el dolor. Antes de ir al Sudamericano de Lima (en junio del año pasado) estuve dos semanas prácticamente sin entrenarme. Ya no era el dolor de un atleta, no podía hacer ni siquiera la vida de una persona normal. Cuando volví del Sudamericano, en el que no pude ni saltar, me hice estudios en Buenos Aires y ahí salió un edema impresionante en toda la articulación, con mucho líquido, y el astrágalo con una línea en diagonal, que era la fractura.”

“Es el mismo pie, pero no la misma lesión que tuve en 2005. Sin embargo, no descarto que lo de ahora tenga algo que ver con lo de aquel momento, cuando me fracturé el hueso calcáneo por accidente (tras caer fuera del colchón en un salto). Aunque me operé en 2005 y en 2006 tuve mi mejor año, creo que el pie nunca volvió a recuperar su capacidad total en cuanto a fuerza y musculatura. Y eso, a lo mejor, tuvo algo que ver con la lesión que sufrí ahora.”

“No haber conseguido resultados en el último tiempo me puede haber influido, más que nada, en los potenciales sponsors que podría haber tenido en 2009 y no tuve. Pero, por suerte, sigo teniendo el apoyo de Nike, de la Secretaría de Deportes de la Nación y de la Federación de Atletismo, que me sigue ayudando, por ejemplo, con los viajes a Italia.”

“Las cosas serias se van a dar con el tiempo, con un trabajo a largo plazo. Si bien a mí me tocó un crecimiento muy rápido en las categorías inferiores, la historia es totalmente diferente en mayores. Y en la prueba de salto con garrocha, que es muy técnica y detallista, todo lleva mucho tiempo de aprendizaje. Si vos ves la lista de los mejores saltadores del mundo, todos tienen más de 25 años, o al menos los que han perdurado más tiempo en la elite.”

“A Gerardo [Werthein] lo conocí en los Juegos de Pekín porque fue nuestro jefe de misión. Lo veo como una persona muy dinámica que viene del sector privado, lo que le ha dado una manera de trabajar distinta. El cambio más importante desde que asumió en el Comité Olímpico Argentino es que empezó a haber una mayor comunicación entre los dirigentes y los atletas.”