Christine Lagarde, la inesperada estrella del gabinete

Gérard Longuet. “La imagen que el público se hace hoy de mí corresponde más a lo que soy en realidad”, afirma ella. En 2
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ENFOQUES

I

Domingo 3 de enero de 2010

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Christine Lagarde, la inesperada estrella del gabinete de Sarkozy Objeto de bromas y menospreciada por buena parte de la clase política francesa luego de una serie de tropiezos iniciales, la ministra de Economía de Francia se erigió, gracias a su hábil manejo de la crisis financiera, en una figura clave del actual gobierno y en una posible candidata a primera ministra LUISA CORRADINI CORRESPONSAL EN FRANCIA

PARIS hristine Lagarde hubiese querido ser Abraham Lincoln. Terminó siendo el ministro de Economía francés que más duró en ese puesto en casi dos décadas. Como un ave fénix, cuando todos la daban por terminada, fue capaz de la increíble hazaña de renacer y transformarse en el miembro más admirado del gabinete de Nicolas Sarkozy. Incluso ahora ocupa el primer puesto en la short list de candidatos a reemplazar al primer ministro, François Fillon. Ex presidenta de Baker & McKenzie, segunda firma de abogados de negocios del mundo, ex campeona de natación sincronizada, católica y liberal, Lagarde –que habla mejor el inglés que el francés– se transformó con la crisis en la niña mimada del establishment anglosajón y en la más admirada por sus pares. Esta semana, en una encuesta realizada por la revista L’Express, sus propios colegas del equipo gubernamental la eligieron como la mejor integrante del gabinete. Pero, para llegar allí, esa mujer estilizada, serena, cálida, refinada y extremadamente elegante tuvo que cerrar los dientes y soportar una larga travesía del desierto. “Mi historia personal explica mi recorrido profesional”, suele repetir esta parisina de 54 años, primera mujer responsable de la cartera de Economía en la historia de Francia. Hija mayor de una familia de varones, su padre falleció cuando ella tenía 17 años. Mientras su madre asumía el papel del ausente, ella se lanzó de lleno a la práctica deportiva de alto nivel hasta incorporarse al equipo de Francia de natación sincronizada. “Esa experiencia me hizo descubrir la importancia del esfuerzo, la determinación, pero también el cosmopolitismo”, afirma. Con una beca partió a Estados Unidos después de su bachillerato. Allí trabajó como asistente parlamentaria del diputado republicano William Cohen, que años después terminaría siendo secretario de Defensa de Bill Clinton. De regreso a Francia, hizo una maestría de inglés, estudió Relaciones Internacionales en Sciences-Po [Ciencias Políticas], obtuvo una segunda maestría en Derecho y un DEA [diploma de estudios superiores] en derecho social. En 1980 ingresó como abogada de negocios en el bufete francés de Baker & McKenzie. En 1999, se transformó en la primera presidenta mujer de ese gigante del derecho internacional presente en 36 países, que cuenta con 4400 abogados, 620 de ellos asociados. Cuando partió, en 2004, la firma había aumentado su cifra de negocios en un 50%. Ese mismo año, la empresa facturó

C

Quién es Nombre y apellido: CHRISTINE LAGARDE

Edad: 54 AÑOS Natación, inglés y Derecho Parisina, ex campeona de natación sincronizada, al terminar su bachillerato viajó becada a los Estados Unidos. A su regreso hizo una maestría en inglés, estudió Relaciones Internacionales y Derecho. Trayectoria profesional Después de más de 20 años de ejercicio de la abogacía, en 2005 ingresó en la función pública. Es la primera mujer a cargo de la cartera de Economía en la historia de Francia y la que más ha permanecido en ese cargo.

1228 millones de dólares de honorarios. Tras 20 años de ausencia, aceptó el desafío de regresar a Francia para hacer política. Fue ministra delegada de Comercio Exterior en 2005, ministra de Agricultura en 2007 y ministra de Economía a partir de ese mismo año por decisión de Nicolas Sarkozy, que quiso darle el gusto a su mujer, Cecilia Ciganer. El flamante presidente, sin embargo, no se hacía demasiadas ilusiones sobre sus capacidades para “ese puesto maldito”, que quema ministros como fusibles. Sólo el actual director general del FMI, el socialista Dominique Strauss-Kahn, fue capaz de resistir 29 meses en los últimos 17 años.

REUTERS

Hace escasos días, cuando Lagarde batió ese récord, Strauss-Khan la llamó para decirle: “Con gusto la felicitaría, pero congratularme por su antigüedad no sería demasiado elegante”. En las filas del gobierno las lisonjas tampoco escasean. “Christine es agradable. Está siempre de buen humor”, afirmó un ministro. “Comenzó muy mal, pero progresó enormemente. Esa es la diferencia entre los idiotas y los inteligentes”, agregó otro. “Es profundamente sana. Imposible temer que un día te clave un cuchillo en la espalda”, señaló un secretario de Estado. Todos coinciden, además, en que Lagarde “tiene mucha clase”. Durante largo tiempo, sin embargo, los únicos capaces de apreciar sus cualidades fueron los medios y los círculos políticofinancieros internacionales. “He trabajado con ella en numerosas ocasiones. Cada vez, su inteligencia rápida como la luz, su profunda agudeza, su genuina calidez, su habilidad para superar divisiones y, al mismo tiempo, su tenaz lealtad a los intereses de Francia han sido fuente de admiración”, escribió recientemente el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, en la revista Time. Una metepatas redimida En Francia, muchos de aquellos que hoy la llevan a las nubes, implacables ante su inexperiencia, cavaban su fosa hace tres años. Apenas nombrada, Lagarde se transformó en pocos días en la reina de las

Conectados

GASTON ROITBERG LA NACION

gaffeuses, las metepatas. Habituada al lenguaje directo de los estadounidenses, en sus primeras intervenciones públicas utilizó la palabra tabú “rigor”, que en Francia eriza por igual a aristócratas y plebeyos; evocó una reforma del Impuesto a las Grandes Fortunas (ISF), otro tema intocable para la mayoría conservadora, e incitó a los franceses a andar en bicicleta para economizar combustible. La ministra de Economía, que también es responsable de la cartera de Trabajo, no conocía sindicatos ni parlamentarios. Rápidamente, cada una de sus intervenciones ante el Parlamento se transformó en un vía crucis que terminó por paralizarla y la llevó a evitar el contacto con la prensa. Pero el 9 de agosto de 2008 estalló la crisis financiera. Obligada a actuar en primera línea y a fin de evitar nuevas trampas mediáticas, Lagarde adoptó un discurso rígido, barnizado y sin contenido. Mientras el mundo se desmoronaba, su aire superficial de optimismo condescendiente terminó por valerle el detestable apodo de “Madame la Marquise”. Ese despectivo sobrenombre evoca una popular canción, escrita en 1936 por Paul Misraki, donde un mayordomo relata a su patrona las infinitas desgracias que sucedieron durante su ausencia y, cada vez, concluye con el estribillo: Tout va très bien, Madame la Marquise [“Todo va muy bien, Señora Marquesa”]. “Si las calumnias y las bajezas los hacen sentir bien, allá ellos”, replicaba Lagarde, que siempre se negó a devolver los golpes bajos. “Mi problema es que soy una católica demasiado buena”, ironizaba. Durante esos meses difíciles, la ministra prohibió a su equipo alimentar a los medios con pequeñas frases asesinas contra sus colegas. Impotentes, sus colaboradores levantaban los brazos al cielo y se lamentaban: “No nos deja defender ni atacar. ¡Esta mujer es un ovni!” “No cambiaré mi naturaleza profunda. Quiero poder mirarme en el espejo por la mañana”, persistía Lagarde. La profundización de la crisis terminaría siendo su tabla de salvación. A medida que los bancos estadounidenses caían como castillos de naipes, Christine Lagarde adquiría estatura internacional. Entre el 15 de septiembre y el 31 de diciembre de 2008, la ministra logró establecer una relación de confianza y de colaboración permanente con sus homólogos anglosajones y europeos. Ella era, en realidad, la única que podía hacerlo. Acostumbrados a no salir del estricto marco franco-francés, ningún miembro del equipo gubernamental hubiera sido capaz de semejante hazaña. Comenzando por el mismo Sarkozy, que apenas puede articular un good morning en inglés. Y con mucha dificultad, según reconocen sus colaboradores. “Lagarde se siente tan cómoda en una reunión internacional como un político recorriendo una feria”, señala un miembro del gobierno. Por otra parte, la ministra aprende rápido. “Su inteligencia le ha permitido descubrir en poco tiempo lo que es esencial en política, la importancia de ciertos interlocutores o de acontecimientos a priori anodinos”, opina el senador conservador Gérard Longuet. “La imagen que el público se hace hoy de mí corresponde más a lo que soy en realidad”, afirma ella. En 2002, el Wall Street Journal la consideraba la quinta mujer más influyente de Europa. Este año, el no menos prestigioso Financial Times acaba de coronarla “ministro europeo de Economía 2009”. Cada vez con más insistencia, los medios franceses la mencionan como seria candidata a la sucesión del premier François Fillon en la próxima reorganización ministerial. © LA NACION

En los últimos días ganó espacio en Twitter y en numerosas publicaciones digitales un informe que hace foco en las actividades del llamado user generated content (UGC, contenido generado por los usuarios) en algunos mercados tecnológicos más desarrollados. Los datos de Trendstream y Lightspeed Research (basados en la consulta a usuarios de PC entre 16 y 64 años), dos consultoras de investigación de comportamiento on line, demuestran que, si bien Internet es una enorme galaxia que tiende a borrar las diferencias (sobre todo las geográficas), hay países que muestran su propia impronta en la relación de los usuarios y los contenidos que producen. Por ejemplo, en EE.UU. –un mercado considerado maduro– el uso de una cuenta en redes sociales es la actividad principal (44%), seguido por la publicación de fotos (42%), videos (15%) y, en menor medida, el blogging (13%) y el microblogging (7%) –básicamente Twitter–. En cambio, en Japón la escritura en blogs es la acción favorita (24,5%), seguida por la publicación de fotos (19%), el uso de las redes sociales (15%), el microblogging (8%) y el video on line (5,7%). En este punto es importante aclarar que el estudio no incluye el uso de teléfonos móviles para estas actividades. En Asia, los celulares como herramientas de UGC están en su pico de máxima popularidad. En China también se reflejan diferencias: el upload de fotos está al tope (60%), luego se ubica la actividad de blogueo (46%) y muy por debajo la publicación de video (28,7%), el uso de redes sociales (27%) y el microblogging (21%). ¿Y qué pasa en la Argentina? El estudio no incluye a América latina, pero la gráfica seguramente sería similar a la norteamericana, con el auge de Facebook (ya el segundo sitio más visitado de la Argentina, luego de Google, según Alexa.com), el uso de YouTube como medio de comunicación (en cuarta posición) y Blogger, la plataforma de creación de blogs (en el noveno lugar). [email protected] Blog: http://blogs.lanacion.com.ar/ conectados Twitter: http://twitter.com/grmadryn

Más información. Enlaces, videos y otros contenidos multimedia www.lanacion.com.ar/diario-dehoy/ suplementos/enfoques

Recomendados

1

www.emarketer.com/Article. aspx?R=1007440 El estudio publicado por emarketer.

2

www.ebizmba.com/articles/web2.0-websites Los 15 sitios de UGC más populares de la web.

3

http://mashable.com/ La guía on line más completa sobre toda la actividad de los medios sociales.

Terapia (arriba también se sufre)

Hoy, la Justicia DIEGO SEHINKMAN PARA LA NACION

Terapeuta: Por acá está el diván. Permítame que la ayude... Usted en los ojos tiene una venda... Justicia: ¿Venda? (Se ríe.) ¡No! Es la corbata de Oyarbide... (Se desata el nudo.) Con él no jugamos a “Nueve semanas y media”. Jugamos a “Una semana y media”... Lo que nos llevó cerrar la causa de los K... T: ... J: (Tira la balanza y los platillos sobre la mesa ratona.) ¡Uf ! ¡Qué día! No doy más. Vengo de grabar un comercial de un desodorante femenino. Ya está el spot. Se me ve a mí con la toga manchada, que muy afligida digo: “Todo el día sosteniendo la balanza con un sólo brazo, me hacía transpirar. ¡Y ni te cuento con los nervios de tener que mentir tan seguido! Por eso ahora, para sentirme segura... ¡uso desodorante K!”... T: ...

J: (Guiña el ojo.) ... el que da más “protección”... T: ¿Y mancha? J: (Mira socarrona.) El desodorante del poder nunca mancha... ¿Quedó manchado Oyarbide después del 98, con Spartacus y las filmaciones calientes de Garbellano? Ojo: dicen que ahora apareció otro video, también en blanco y negro, donde se lo ve a Oyarbide junto a otro hombre. Parece que se ven escenas explícitas, que el juez federal está sentado, y frente a él, a la altura de sus ojos... algo enorme: el patrimonio de Néstor... T: ... J: En el video se escucha nítido a Oyarbide, que abre los ojos grandes como huevos y dando un aplausito dice: “¡Epa! ¡Esto sí que es grande!”. Y Manzanares, el contador de Néstor, que riéndose le contesta: “Su Señoría, el tamaño no importa... El sobreseimiento sí”. T: ... J: (Sonríe mordiéndose el labio.) Muchos argentinos se creyeron que los fis-

cales Eduardo Taiano y Guillermo Noailles iban a apelar el fallo. ¡Qué ingenuos! Los dos se escondieron... En una hermosa coreografía ornitológica, dos avestruces escondieron la cabeza... para que un pingüino pudiera levantarla... T: ¡Qué extraño! La Justicia cuenta alegremente en terapia... cómo no se hace justicia... J: Ay, doctor, no sea idealista. Soy La Justicia de la Argentina, un país que está 106 sobre 180 en el ranking mundial de corrupción. Trabajo con argentinos. Según una encuesta de 2009 de la Universidad de Belgrano, el 44% de la gente, acá, aceptaría una coima si se le presentara la oportunidad... T: No entiendo qué me quiere decir... J: A ver. Para explicárselo poéticamente: Argentina no es un país dividido entre “hormigas trabajadoras” y “cigarras holgazanas”, sino entre orugas y mariposas. Y si la oruga protesta, no es porque le importe moralmente que la mariposa robe y se vuele... sino porque la madre

naturaleza no la bendijo aún con la metamorfosis... T: Pero no olvide que casi el 60 por ciento dijo que no aceptaría una coima... J: (Se pone la mano en el pecho y toma aire.)... T: ¿Está bien? J: Sí... creo que me... (respira hondo)... angustié... T: ¿en qué pensó que la angustió? J: En algo que ahora dicen de mí... T: ¿Qué dicen? J: (Con la cabeza gacha.) Que no soy la de antes. Que perdí sutileza, misterio, encanto. Que impunidad el poder tuvo siempre y en todos los países. La tuvo Bush en EE.UU., Berslusconi en Italia. En Francia los presidentes no pueden ser juzgados durante su gestión... Pero dicen que en la Argentina es como si la Justicia hubiera pasado de ser una actriz erótica, como es en todos lados... a ser una actriz pornográfica.... T: ¿Cómo es eso?

J: Sí. Porque todos saben que la Justicia puede (se pone colorada) “vender su cuerpo”. Pero dicen que antes quedaba insinuado. Oculto detrás de la escena. En cambio ahora me acusan de hacer todo desvergonzadamente explícito. Y que en mi última “porno”, hasta para los más morbosos, es chocante la escena en donde Oyarbide mide el crecimiento patrimonial de los K... T: ... J: (Suspira, afligida.) Dicen que la Justicia pasó de “elegante dama”, concebida por Juan Bautista Alberdi en la Constitución Nacional, a actriz triple X... T: ... J: (Levanta la cabeza y mira al terapeuta; una lágrima le rueda por la mejilla.) Le juro, doctor. No todo depende de mí. Yo hago lo que puedo. Y fue imposible esta vez hacer justicia... T: ¿Por qué fue imposible? J: No hubo pruebas suficientes para condenar al matrimonio. No se trató de una gallina.