CAUSA Estaban reunidos en la última cena de empresa del año. En ella Alicia tomó la palabra y a los demás concurrentes les insistía: -Lo que debemos es darnos cuenta de que un mundo finito no puede regirse bajo parámetros infinitos. Debemos darnos cuenta de que estamos maniobrando el mundo, o mejor decir especulando, haciendo énfasis en términos económicos, y no en términos de desarrollo, y mucho menos en términos de auto-sostenibilidad. Tenemos que darnos cuenta que hoy la norma no hace hincapié en investigación y en desarrollo, de que la tecnología es nuestra tabla salvadora, por eso se debe luchar contra el monopolio tecnológico cueste lo que cueste, como bien hacen los americanos. Mientras Alicia hablaba su compañera Elsa sacaba de su bolso un pen drive y lo exponía como para no sentirse alienada del grupo, mientras lo exhibía sonreía, imposible sería decir ahora si lo hacía como para no sentirse marginada ante esos burócratas meapilas, que sabían más de informática que de otros azares ocasionales que los seres humanos ya no afrontamos en nuestro día a día, ya que estos se habían deshumanizado y habían olvidado hasta el hecho de mirarse como iguales, que se habían despersonalizado para vivir en un mundo distinto, en un mundo complejo. Alicia se dio cuenta de que Elsa quería ser partícipe de la manada, quería ser parte de aquella caterva de ególatras e introvertidos cibernéticos. Para aparentar trazos de persona vivaz y con mucha perspicacia Alicia puso en evidencia el detalle del pen drive señalándola como una persona inferior, como si el hecho de haber sacado el pen drive mientras se hablaba de tecnología y de macroeconomía mundial la empequeñeciera y al mismo tiempo le diera un aire de suciedad, o quizá le diera aires de estar infectada de cierta alergia contagiosa plagada de sospechoso intrusismo clasista, o laboral, si se prefiere. Por que en realidad era así la cosa, las nuevas tecnologías y el conocimiento nos daban ahora la posibilidad de ser lo que queramos ser en la vida, pero también marcaban una línea en el ambiente, estaban los analfabetos informáticos, aquellos que no eran parte de la sociedad del Internet, de la sociedad del WorldWideWeb, y después estaban los privilegiados, los eruditos, los sabios en la materia de Internet

y de las nuevas tecnologías, y aunque estos en un pasado eran los menos ahora pertenecían a la legión de los más. Y Elsa pertenecía de manera privilegiada ni a los menos ni tampoco a los más, Elsa era algo más que una persona abandonada a las nuevas tecnologías, era una persona abandonada al rastro sagrado de la humanidad, aunque ella no pertenecía a toda esa plaga de seudoilustrados en temas de tecnología, pertenecía a la clase inferior, pertenecía a la casta de marginados e ignorantes ocasionales, pertenecía a la aristocracia de los seres humanos que son verdaderos seres humanos que aman, que sueñan, que sienten, que degustan, que disfrutan, que gozan. Tenía un cierto sentido común del que ahora muchos otros carecían, tenía una empatía que la diferenciaba de todos esos seres sin alma pertenecientes a una estadística, a un número social, a una parte de lo que la esclavitud había conseguido hacer con los demás. Ese era el verdadero tesoro, el verdadero regalo de los dioses en estos tiempos que corren de miseria deshumanizada e inmundicia afectiva, tiempos de acorazados sentimientos y reverentes mayorías democratizadas. Por que Elsa era incapaz de poner en evidencia a Alicia, pero Elsa sabía cosas sobre Alicia que quizá si las dijera en público a Alicia no le sentarían nada bien, y todas esas cosas estaban guardadas en el pen drive que sacó inoportunamente, se puede llegar a decir que todas esas cosas guardadas en el pen drive hasta la harían enloquecer en un momento dado, por que todo el afán y todo el interés que Alicia tenía como esperanza puesta en la WorldWideWeb era mera vanidad, todo era parte de un absolutismo que Alicia no estaba dispuesta a perder. Alicia era tan vanidosa que se daba ínfulas de ser una persona respetada en el mundo de las letras (cosa artificiosa y sin fundamento alguno), de ser una eminencia en los cenáculos literarios e internautas, y todo esto le venía dado -como les viene a los fulanos la comanda en los restaurantes fast-food- en bandeja, por que al ser la administradora de una micro red social de escritores y poetas, ésta creía, o se creía poco menos que inventora del hilo negro, o descubridora de las Américas, se creía no solamente administradora, se creía haber hecho los mismos méritos en los ardides literarios como los pertenecientes al Instituto Cervantes, se creía con derechos de otorgarse así misma unos títulos

profesionales a los que para nada pertenecía mérito alguno que le correspondiese. El hecho de que Internet nos otorgue el sueño de poder ser lo que queramos ser también nos concede la verdad desnuda y nos grita a la cara aquello que no somos, también aquello a lo que no pertenecemos. He aquí una contradicción, pero ¿acaso no es Internet algo contradictorio en definitiva? Al parecer el hecho en sí que se creyera tales méritos culturales se los debía a la persona que en esos momentos estaba crucificando, por que al parecer todas las visitas y todos los contactos que su micro red social tenía o disponía eran todos personajes inventados por Elsa por compasión hacia Alicia, eran personajes virtuales pero doblemente virtuales (valga la redundancia), dicho así parece disparate, por que todos los personajes de su micro red social estaban todos inventados por Elsa para levantar el ánimo de Alicia en ciertas conversaciones que estas sostuvieron con asiduidad, conversaciones en las que Alicia se entregaba sincera y confesaba cosas que no es menester tener entre menos cierto recato. Cuando Alicia convocaba un concurso de poesía o de cuentos eróticos Elsa suplantaba la personalidad de todos los perfiles, por eso los concursos quedaban todos en desierto. Alicia vivía una vida totalmente virtual, una vida que no era realmente su verdadera vida. Alicia estaba viviendo la vida virtual que Elsa le estaba ofreciendo. Por eso la vez en que Alicia puso a ésta en evidencia durante esa cena de empresa para Elsa no era una derrota, era toda una victoria, ya que Alicia vivía en el país de las maravillas, Alicia era dueña de una ficción que no era ni suya. En el mundo de Internet, como en la vida real, no eres del todo libre, nadie es libre en ningún campo, por que ¿acaso se es libre en la vida social, en la vida afectiva, en la laboral, en la sagrada? ¿Se es libre? En Internet siempre dependerás en algún modo a una empresa, a una causa, a un logo, a un hosting, a un dominio, a una esfera. Cuando decimos Software Libre ¿nos podemos creer libres? Para nada, ¿somos libres de qué? ¿De qué manera se es libre tanto en la vida como en Internet? La libertad del individuo está supeditada ante la libertad del colectivo, si esta libertad no pertenece al colectivo tampoco pertenecerá al individuo. La libertad es parte de una verdad que el individuo ignora. COM