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Página 22/LA NACION

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Sábado 29 de marzo de 2008

Conmoción en Villa Gesell: una escuela vuelve a ser escenario de un homicidio

Asesinó a un compañero en el aula Según los testigos, el agresor apuñaló a la víctima con un cuchillo de cocina; huyó, pero su madre lo entregó a la policía Por Franco Ruiz

La tragedia de Carmen de Patagones

De la Redacción de LA NACION “Después de discutir y pelearse con Nazareno, Johnatan cayó al piso, se levantó la remera y me dijo que le dolía el pecho. Tenía dos heridas de las que le salía mucha sangre. Se arrastró hasta la puerta del aula. Volvió a gritar que le dolía. Le dije que se tranquilizara, que ya estaba por venir la ambulancia y le puse una mochila para que apoyara la cabeza”. Así, Lorena, una alumna de la Escuela de Educación Media N° 1 de Villa Gesell, describió cómo un compañero apuñalaba a Johnatan Otero, de 18 años, en el aula de ese establecimiento, durante la clase de matemática. Eran las 22.45 de anteayer. Dos horas después, Johnatan murió mientras era operado en un hospital. El agresor, identificado sólo como Nazareno, de 17 años, se escapó del aula pero, durante la madrugada, su madre lo entregó a la policía y quedó detenido. Anoche, luego de declarar ante el juez de menores, en Dolores, fue trasladado al Instituto de Menores que funciona cerca del penal de Batán, en Mar del Plata. “La tragedia comenzó cuando Johnatan le recriminó a Nazareno por qué le había tirado un bollo de papel. Dijo que estaba en la escuela para estudiar; que no lo molestaran. Pensaba que Nazareno le había arrojado el papel cuando, en realidad, se lo tiró otra persona, que no sabemos quién fue. En ese momento se pelearon. Entonces, el profesor intentó separarlos. “Logró calmarlos y salió del aula para ir a buscar a una autoridad del colegio. Segundos después, Johnatan se levantó; pasó por al lado de Nazareno. Se dijeron algo. Nazareno se levantó. Volvieron a pelearse. Salté del pupitre para separarlos y, cuando llegué, Johnatan estaba en el piso gritando del dolor, herido”, relató Lorena. Según la reconstrucción del hecho realizada por la policía y por otros testigos, el señalado como agresor sacó

GENTILEZA DIARIO EL MENSAJERO

La Escuela de Educación Media N° 1 de Villa Gesell, escenario del homicidio, y la casa mortuoria donde velaron a Johnatan

un cuchillo de cocina y se lo clavó a Johnatan en la ingle y en el pecho. “Nadie sabía que tenía un cuchillo. Espero que este hecho no quede impune y que el agresor no salga en libertad”, expresó Lorena. “No sobrevivió a la operación. Tengo el corazón destruido. Yo veía éstas cosas por televisión y pensaba que a mí nunca me iban a ocurrir. Tendría que haber sensores de metales en todas las escuelas para que no vuelvan a ocurrir hechos de esta naturaleza”. Johnatan estaba cursando el primer año del secundario, en el turno noche (para adultos), en la Escuela de Educación Media N° 1, situada en la esquina del paseo 103 y la avenida 8.

Lorena describió que a la escuela, que está situada en pleno centro de Villa Gesell, concurren jóvenes de diferentes edades, algunos de 16 y 17 años, y otros de entre 28 y 30, y que no todos van a estudiar. “Hay muchos que van a pasar el tiempo. Desde que comenzaron las clases, el 17 de marzo, hubo muchos incidentes”, dijo la compañera del muchacho asesinado. El padre de la víctima, dueño de un complejo de cabañas en Mar de las Pampas, contó: “Johnatan trabajaba conmigo, administrando el complejo de cabañas; por eso cursaba de noche”. Según pudo averiguar L A N A CION , los jóvenes que se pelearon casi no se conocían y no habían tenido, hasta el día del enfrenta-

miento, motivos para enfrentarse. El inspector Jorge Silva, jefe de la distrital Villa Gesell, informó a LA NACION: “El imputado, un menor de 17 años, no tenía antecedentes y quedó a disposición del Juzgado de Menores de Dolores”.

Buscan el arma Hasta el cierre de esta edición, el cuchillo de cocina que utilizó el agresor para herir en dos oportunidades a Johnatan no fue encontrado por la policía. En tanto, el ministro de Educación y Cultura bonaerense, Mario Oporto, se mostró preocupado por lo sucedido y calificó el episodio de “hecho trágico, doloroso e inexplicable”. Oporto viajó a Villa Gesell, don-

de se reunió con los familiares de la víctima y con los profesores del colegio. “Acompañé a la familia, hablé con el padre y con el hermano de Johnatan. Hay mucho dolor, angustia e incertidumbre. Vamos a trabajar para estar preparados para recibir a los alumnos pasado mañana. La escuela estará abierta y se hablará de lo que ocurrió. Semejante hecho violento no puede pasar inadvertido”, dijo Oporto a LA NACION. Ayer por la tarde, Lorena y otros alumnos concurrieron al velatorio de Johnatan. “Me duele no haber podido hacer nada por Johnatan. Después de esta tragedia, no creo que pueda volver al colegio”, concluyó Lorena.

El 28 de septiembre de 2004 ocurrió lo que para muchos era impensado: una matanza en una escuela argentina. Ese día, Evangelina Miranda, Sandra Núñez y Federico Ponce, tres alumnos de la Escuela de Enseñanza Media N° 2 Islas Malvinas, de Carmen de Patagones, fueron asesinados por un compañero de curso. El autor de los disparos, que en ese momento tenía 15 años, también hirió a otros cinco adolescentes. Utilizó una pistola Browning calibre 9 milímetros, que pertenecía a su padre, un suboficial de la Prefectura Naval. El homicida –por cuestiones legales no se publica su identidad– vació el cargador del arma. Después de agotar los 13 tiros, intentó colocar en la pistola un segundo cargador, pero un compañero se lo impidió. El adolescente fue alojado en un instituto neuropsiquiátrico luego de permanecer internado nueve meses en el hogar El Dique, de Ensenada. Por su parte, su padre, propietario del arma, cumplió 45 días de arresto. El 12 de junio de 2005 la titular del juzgado, Alicia Ramallo, a cargo del caso, informó que había archivado la causa abierta por el múltiple crimen y dictado el sobreseimiento definitivo del autor, que, por su edad en el momento del hecho, resultaba inimputable. La Dirección de Auditoría General de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense decidió iniciar sumarios individuales a ocho docentes, entre ellos la directora y el secretario del establecimiento, considerados responsables por fallas en la conducción y en la actitud adoptada tras los hechos.

El asesinato de Alfredo Marcenac

En Monte Chingolo

El tirador de Belgrano no podría ser juzgado

Tres presos por el robo a un banco

Lo dijo una junta médica; resta la Justicia Una junta médica, integrada por peritos oficiales del Cuerpo Médico Forense y del propio imputado, concluyó que Martín Ríos, el joven que en 2006 disparó a mansalva en Belgrano y mató a Alfredo Marcenac está desequilibrado, no comprende lo que hizo y que, por lo tanto, no puede ser juzgado por ese homicidio y por las heridas que provocó a otras seis personas. Así lo informó a LA NACION el perito Mariano Castex, contratado por la familia de Ríos, quien dijo que suscribieron el informe Juan Badaracco, Javier Cabello y Jorge Kiff, del Cuerpo Médico Forense. Ana María Arias, del Hospital Borda, que asesora a la familia Marcenac, firmó en disidencia porque cree que Ríos simula. Ahora la jueza María Fontbona debe decidir si acepta esta opinión y sobresee a Ríos, o si –como lo hizo anteriormente, con un informe similar– entiende que el acusado debe ser juzgado. La jueza, al procesarlo, había afirmado que Ríos “mataba por placer”. Castex afirmó que la mayoría de los

médicos concluyó que Ríos sufre de “esquizofrenia defectuada”, una alteración de la personalidad que se agudiza progresivamente. Recomendaron que debe estar internado en un instituto de máxima seguridad, con atención psiquiátrica, como el penal que funciona en el Hospital Borda, donde se encuentra actualmente. Explicó que esto debe ser así porque los médicos entienden que es peligroso para sí mismo y para sus semejantes, por lo que no debe ser tratado en un régimen abierto. El médico dijo que estimaba que “en 20 años” podría estar mejor. Adrián Marcenac, padre de Alfredo, dijo anoche a LA NACION que no había sido notificado de las conclusiones del informe. El trabajo, de unas 40 carillas, contiene un detalle de la historia clínica de Ríos, reseña la información médico legal y reproduce las entrevistas realizadas a su familia. Ríos mató a Marcenac el 6 de julio de 2006 en la avenida Cabildo al 1700, donde hirió a otras seis personas.

El asalto había ocurrido en Wilde

MIGUEL ACEVEDO RIU

María Daniela Vallejos encabezó la marcha para reclamar por su hija Valentina

Piden restituir a su madre una niña víctima de abuso

El asalto fue muy violento. Al menos diez delincuentes irrumpieron en la sucursal del Banco Piano de Wilde, en Avellaneda, redujeron a los clientes, empleados y custodios, y robaron 120.000 pesos. Ayer, en Monte Chingolo, casi 40 días después, la policía bonaerense detuvo a tres sospechosos del hecho. Según informaron fuentes policiales, en 15 allanamientos realizados por la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora

Está con el padre, denunciado de haber violado a la menor Impotencia, indignación. Esto sintieron las personas que escucharon el relato de María Daniela Vallejos en una marcha convocada ayer frente a Tribunales. Vallejos es la madre de Valentina Fernández Pescuma, una niña de siete años de la que hace cuatro meses se desconoce el paradero porque una orden judicial le dio la tenencia a su padre, Germán Fernández Pescuma, un hombre denunciado en 2003 por abuso sexual contra su propia hija. Con el apoyo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y de la Red Alto a la Trata y al Tráfico de Niños, Niñas y Adolescentes, de la que la hermana Martha Pelloni es miembro honorario, un centenar de personas se concentraron para reclamar justicia. “Si llegamos hasta acá es porque hemos tocado todas las instancias judiciales que están al alcance

ROSARIA CANTERO Tiene 78 años, es chaqueña, se perdió en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora, el 28 de febrero pasado. Pierde la memoria en forma esporádica.

de la sociedad civil y no hemos sido escuchados. Estamos aquí para pedir al Consejo de la Magistratura que haga algo por esta niña. Este acto es una condena social”, dijo Pelloni. Valentina falta del hogar que compartía con su madre y sus dos hermanos desde el 20 de noviembre pasado cuando, mediante un allanamiento ordenado por el juez civil Ricardo Güiraldes, se estableció que la tenencia la tuviera el padre. El abogado de Vallejos, Fernando Sorrentino, comentó: “El allanamiento por el que se «secuestró» a Valentina estuvo plagado de irregularidades. No se labró ni una sola acta de lo que sucedió”. Con voz entrecortada, Vallejos tomó la palabra: “Pasaron cuatro meses y no sé dónde está Valentina. Sí sé con quién está: con el padre abusador. Yo le pido al juez Güiraldes que se aparte de la causa. Hay gente que

no se anima a hacer estas denuncias, pero yo no tengo miedo: a Valentina no la tengo, no la puedo abrazar. Por eso me animo a decir todo esto”. El abuso sexual fue constatado por una médica del Cemic que determinó lesiones y una dilatación vaginal de diez milímetros incompatible con la edad. A pesar de las pruebas, el padre fue sobreseído en primera instancia. Tras una apelación, la sala IV determinó que existió el abuso sexual, pero que no le constaba que fuera el padre y cerró la investigación. Por esta causa se presentó una denuncia ante la Secretaría Ejecutiva de la Asamblea Permanente por Derechos Humanos por retardo y denegación de justicia. “Hace cinco años que Valentina vive con proceso judicial pendiente, época en la que fue abusada. Y nunca fue escuchada por el juez”, denunció Sorrentino.

MIRIAM KNAPHAIS Tiene 38 años y está bajo tratamiento psiquiátrico. Se perdió en Capital Federal el 11 de marzo pasado.

ARCHIVO / IMAGEN DE TV

Las imágenes del violento robo

y la Jefatura Departamental de Lanús apresaron a 11 personas, entre ellas los tres sospechosos de haber participado en el asalto al Banco Piano. “Los demás apresados fueron acusados de tenencia ilegal de armas de guerra”, explicaron voceros policiales. Durante los allanamientos, los investigadores secuestraron seis mil dólares, cuatro mil pesos, dos granadas, tres escopetas, una pistola calibre 9 mm y otros elementos de prueba, agregaron fuentes policiales.

OMAR ALBERTO BENITEZ Tiene 43 años y se perdió en septiembre de 2007 en Capital Federal.