Asesinaron en Rosario a un comisario que combatió a los narcos

11 jun. 2014 - Los delincuentes huyeron y ni si- quiera se llevaron el dinero que ha- bía en la caja registradora, algo
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SEGURIDAD | 31

| Miércoles 11 de junio de 2014

SEGURIDAD Edición de hoy a cargo de Ricardo Larrondo | www.lanacion.com/seguridad

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Asesinaron en Rosario a un comisario que combatió a los narcos

inseguridad. En un intento de robo en

el local de su hijo, recibió dos balazos y luego lo remataron a quemarropa Germán de los Santos PARA LA NACION

ROSARIO.– La tarde apacible y soleada de otoño se quebró en 1000 pedazos cuando dos jóvenes armados irrumpieron en un local de cobranzas de Pago Fácil. El jefe de Unidades Especiales de la policía de esta ciudad, Guillermo Morgans, estaba en el negocio junto con su hijo, uno de los dueños del local. El comisario principal, que estaba de civil, no soportó que los ladrones ataran a su hijo con precintos y lo arrastraran hacia la parte de atrás. Sacó su arma reglamentaria y se tiroteó con los asaltantes, quien tras recibir un disparo en un hombro y otro en un omóplato, lo remataron de un tiro en la cabeza a muy corta distancia. Los delincuentes huyeron y ni siquiera se llevaron el dinero que había en la caja registradora, algo que deja un punto oscuro en la trama de un simple robo. Morgans, de 44 años y con 24 de servicio, estaba al frente de la brigada de Unidades Especiales desde el 23 de febrero de 2013, cuando se produjeron cambios en la conducción de la Unidad Regional II y se reactivó la causa de “los Monos”. Este oficial había pasado por varias áreas de la policía, donde fue jefe de la seccional 7a., inspector de la zona 2º y titular de Seguridad Personal. Era un policía de buen diálogo con la conducción del Ministerio de Seguridad. Unas horas después de enterarse del crimen, el titular de la cartera Raúl Lamberto lamentó el homicidio del jefe policial al que describió como “uno de los más importantes investigadores de la policía”. Hacía sólo unos meses que Morgans había ayudado a su hijo Leo a instalar un local de Pago Fácil en Rodríguez 219, a unos metros del Colegio San Patricio, en el macrocentro. Ayer, después del mediodía, decidió reunirse con su socio –otro integrante de la fuerza– y su hijo.

Poco después de las 15, el comisario principal estacionó su camioneta Toyota Hilux negra frente al local y unos minutos después –según informaron los investigadores– irrumpieron en el negocio dos jóvenes armados y a cara descubierta. Por lo que pudieron reconstruir los fiscales a cargo de la investigación, los asaltantes sacaron sus armas y apuntaron a Guillermo y Leo Morgans. Les exigieron que entregaran todo el dinero de la caja. Ayer era un día de vencimientos de impuestos y servicios, por lo que la recaudación era buena. Pero en la caja había menos de 1000 pesos porque el dinero que va ingresando es depositado en una caja fuerte sin llave. Los ladrones obligaron al jefe policial y a su hijo, según señaló el fiscal Florentino Malaponte, a ir hacia la parte trasera del local comercial, donde decidieron atar con precintos de plástico a Leo. Tiroteo y muerte En ese momento, de acuerdo con la reconstrucción que pudieron realizar los investigadores, Guillermo Morgans reaccionó y sacó su arma reglamentaria. E inmediatamente se empezó a tirotear con los dos ladrones. Su hijo estaba tirado en el suelo, con sus manos atadas. Y no pudo hacer nada. El policía sufrió dos heridas de bala, una en el hombro y otra en el omóplato, y cuando estaba tendido en el piso fue rematado de un disparo en la cabeza a muy corta distancia. Las marcas de pólvora dejaron marcas en su rostro, por lo que se sospecha que los asesinos le apoyaron la pistola en la cabeza y dispararon. “El tiro que tiene el comisario Morgans en la cabeza fue el que le ocasionó la muerte inmediata”, confirmó Malaponte. El funcionario judicial apuntó que se están inspeccionando las cámaras de videovigilancia que están en la zona, así como los registros fílmicos del Colegio San

La escena del crimen fue un local de cobranzas del macrocentro de Rosario, propiedad del hijo de la víctima Patricio. Las imágenes van a ser clave en la investigación porque –según describió el hijo del comisario principal– los asaltantes ingresaron en el local a cara descubierta. Después de cometer el crimen, los dos jóvenes huyeron. Pero no se llevaron el dinero que presuntamente habían ido a buscar. La plata quedó en la caja, algo que confirmó ayer a la nacion el fiscal Regional de Rosario, Jorge Baclini. El funcionario judicial explicó que, hasta anoche, no había registrado detenciones por el homicidio de Morgans y que por ahora el caso es investigado como un homicidio en ocasión de robo. Las fuentes judiciales interpretan que ante el crimen del comisario los asaltantes decidieron escapar sin importarles el dinero. Anoche surgieron varias versiones en las filas policiales que abrían ciertas sospechas sobre el móvil del asesinato. El crimen de Morgans provocó un fuerte impacto en el gobierno de Santa Fe y en el interior de la policía, que atraviesa un momento particular con 2000 gendarmes que ocuparon el territorio desde el 9 de abril pasado ante la espiral de violencia que la fuerza de seguridad provincial no pudo contener. Unos minutos después de que trascendiera el homicidio, gran parte de los jefes policiales y uniformados de distintas áreas de la fuerza concurrieron al lugar del crimen, donde estaban quebrados en lágrimas los familiares del jefe de la Brigada de Unidades Especiales.ß

Mataba a sus competidores y cayó en un tiroteo con la policía

asesino serial. El joven sospechoso, que murió en La Matanza, era

buscado por varios crímenes; lo investigaban por venta de drogas

Sebastián Lalaurette CORRESPONSALíA LA PLATA

LA PLATA.– Primero mató a dos. Después a otro más, y también quizás a un cuarto y a un quinto. Pero el domingo pasado murió, cuando el cadáver de su última víctima, la sexta al parecer, aún estaba caliente. Fue una bala policial, o un disparo accidental de su propia arma, la que le puso fin a la cadena de crímenes, todos ocurridos en un lapso de dos meses y todos, al parecer, ligados con el control del tráfico de drogas en una zona caliente de Ciudad Evita. Se llamaba Rodrigo Salinas, tenía 24 años y le decían “Secue”. Y lo buscaban por las muertes de entre cuatro y seis personas, todas residentes del barrio, que los vecinos conocen como Villegas, en el partido de La Matanza. El último de los crímenes que se le atribuyen fue el de un joven que, el jueves pasado, se atrevió a declarar contra él. Dos horas después, con la policía sobre su pista, se produjo el desenlace. Aunque la seguidilla de crímenes en tan poco tiempo resulta llamativa para los investigadores, fuentes judiciales dijeron que ese barrio, construido en la década del 70, es foco de la acción de pequeños narcotraficantes que frecuentemente entran en conflicto por el control del territorio, y que la mayoría de las víctimas de “Secue” podrían haber sido

transas, es decir, vendedores locales de estupefacientes. “Creemos que, o bien mataba por encargo de algún traficante o tal vez él mismo limpiaba a la competencia para ganar territorio”, dijo una fuente del caso a la nacion. Y, aunque en algunos de los casos en los que se sospecha su intervención no está probada la relación con el tráfico de sustancias ilegales, en el primero de ellos no caben dudas. “Mataba a sus amigos” Se trata del doble homicidio de Héctor Bustos y Jorge Maruyo, ambos de 25 años. Bustos y Maruyo fueron ejecutados en abril, en un galpón del barrio Villegas, mientras embolsaban dosis de “paco” (pasta base o residuo de la elaboración de cocaína). Salinas, sobre quien pesaba un pedido de captura por el hecho, no sólo conocía a las víctimas, sino que, según los investigadores, trabajaba con ellas en ese negocio ilícito. “Mataba a sus propios amigos a traición”, explicó una fuente de la pesquisa. En mayo pasado se sucedieron, en el mismo barrio y en circunstancias muy similares (generalmente con disparos en la cabeza), las muertes de otros tres jóvenes. El sábado 3 de ese mes le tocó a César Olivera; el viernes 23, a Brian Artigas, y el lunes 26, a Cristian Benítez. Al fiscal Jorge Yametti, de la fiscalía especializada en homicidios del

Departamento Judicial La Matanza, le tocó investigar esos hechos. Aunque se sospecha la mano de “Secue” detrás de todos ellos, sólo en el de Artigas se presentó, dos semanas después, un testigo que lo identificó como el autor del crimen: se trata de Matías López, un joven que pagaría con su vida por esa declaración. En efecto, el sábado 7 de este mes, dos días después de brindar su testimonio, López fue ejecutado con diez balazos en la cara, en una esquina del barrio Villegas. También en esa ocasión alguien vio a Salinas. La policía estaba en el lugar del hecho cuando llegó el dato de que el sospechoso se ocultaba en una casa no muy lejos de allí. La búsqueda concluyó fatalmente, ya que “Secue” se parapetó en una vivienda y allí recibió un balazo que determinó su muerte. Según la policía, él mismo se disparó al verse acorralado; fuentes judiciales afirmaron, sin embargo, que Salinas fue herido en un tiroteo que entabló con los efectivos policiales. Así llegó a su fin lo que, para los investigadores, fue una corta y cruel carrera criminal que derivó en varias muertes en dos meses. Luego de agonizar 24 horas, Rodrigo Salinas murió en el hospital Paroissien, de La Matanza. Su padre, con quien no vivía desde hacía tiempo, fue el encargado de reconocer el cuerpo del delincuente.ß

Un jefe policial muy respetado

En casi medio año ya hubo 126 homicidios Durante el pasado fin de semana se conocieron otros cinco homicidios en la ciudad de Rosario

guillermo morgans comisario asesinado, de 44 años

Llevaba 24 años de servicio y era muy respetado. Era jefe de la brigada de Unidades Especiales desde febrero de 2013, al realizarse cambios en la conducción de la Unidad Regional II y al reactivarse la causa de los Monos, la banda narco más peligrosa de Rosario

turistas francesas

Dudas en la sentencia en Salta SALTA.– Los fundamentos de la sentencia a 30 años de prisión para Gustavo Lasi por el crimen de las turistas francesas Houria Moumni y Cassandre Bouvier mantienen dudas. Los jueces Ángel Longarte y Bernardo Ruiz sostuvieron que los elementos reunidos ameritaban el procesamiento, aunque en las audiencias del juicio aparecieron otras pruebas. Carlos Pucheta, en cambio, cuestionó la labor del juez y las torturas policiales denunciadas por acusados, entre ellos Daniel Vilte y Santos Vera, que fueron absueltos.ß

la Plata

Los ciudadanos que serán jurados LA PLATA.– Los ciudadanos bonaerenses que fueron sorteados para integrar los Juicios por Jurados, cuyos últimos números del DNI son 983 y 461, deberán completar en 48 horas y enviar en forma gratuita una declaración jurada. El gobierno bonaerense envió por el Correo Argentino la documentación en la que los sorteados deberán consignar si cumplen con los requisitos que establece la ley y sus impedimentos. Con esta información, el Ministerio de Justicia remitirá el padrón definitivo de los jurados.ß

marcelo manera

ROSARIO.– Con el crimen del comisario principal Guillermo Morgans, Rosario llegó a los 126 asesinatos en lo que va del año. Aunque desde la gestión socialista señalan que ha bajado el número de heridos de bala que ingresan en los hospitales públicos desde la llegada de la Gendarmería Nacional el 9 de abril pasado, la cifra de homicidios sumó cinco muertes violentas el fin de semana. El año pasado se produjeron 264 asesinatos en el departamento Rosario, con un promedio de 22 homicidios dolosos cada 100.000 habitantes. El fin de semana se cruzaron cinco historias violentas que terminaron con personas muertas en esta ciudad. El sábado, a la madrugada, Alberto Godoy, de 30 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza y una puñalada en el pecho tras discutir con vecinos, con quienes mantenía una vieja disputa en Avellaneda y Lamadrid, en la zona sur. En Maradona al 900 bis, zona noroeste de la ciudad, Gabriel Acebal fue asesinado de siete balazos en su casa. La saga que terminó con

el crimen de Acebal se inició unas horas antes cuando dos muchachos se refugiaron en su casa, mientras eran perseguidos por una banda del barrio. Acebal los echó y unas horas después este grupo del barrio Stella Maris se vengó y lo mató. El sábado se cometió un tercer crimen en Rosario. Juan Oviedo, de 29 años, asesinó a su pareja Gladys luego de mantener una discusión en la intersección de Batlle y Ordóñez y Hungría, en la zona sur. El domingo a la madrugada Rodrigo Molina murió en la guardia del hospital Carrasco, donde llegó con una herida de arma fuego en la espalda. El hombre de 25 años fue atacado en Juan José Saer al 3100. Cerca de las 8 de la mañana, a metros de un mural que decía “Ni un pibe menos” en el paredón del Instituto para la Recuperación del Adolescente (IRAR), fue encontrado sin vida Nicolás Paz, de 15 años. Según la investigación judicial, el chico fue asesinado de dos balazos tras una serie de peleas entre jóvenes del barrio. La banda que habría matado a Paz está sospechada del asesinato de Rocío Martín, de 17 años, quien fue ultimada de un balazo en la cabeza el 14 de abril en la puerta del boliche Dorian, en avenida Presidente Perón 5670.ß

Hackeó una cuenta y podría ir a la cárcel defraudación. El acusado engañó al cliente de un banco, le robó claves y le sacó $ 15.000 Gabriel Di Nicola LA NACION

Ese día, Héctor H. M., durante el horario bancario, había depositado un cheque en el Banco Francés, donde tiene sus cuentas. Un poco más tarde, por medio del home banking, quiso chequear la acreditación de los 15.000 pesos. En ese momento, se abrió una ventana que, por cuestiones de seguridad, le solicitaba datos de su tarjeta coordenadas y la clave de usuario. Confiado de que no había nada irregular, el cliente entregó toda la información que le pedían. Héctor H. M. no lo sabía, pero había caído en una trampa. Recién se dio cuenta de que lo habían engañado a la mañana siguiente, cuando ingresó una vez más en su cuenta bancaria a través del home banking y advirtió que los 15.000 pesos del cheque depositado habían sido transferidos a una cuenta del Banco Galicia a nombre de Nicolás Millaqueo. El dinero que fue transferido a la cuenta de Millaqueo, que ahora podría ir a juicio acusado del delito de defraudación –que prevé penas de hasta seis años de prisión–, por intermedio de la manipulación de un sistema informático, fue retirado el mismo día de la transferencia electrónica. Así se sostiene en el requerimiento de elevación a juicio del fiscal de instrucción porteño Horacio Azzolin.

“El extracto de la caja de ahorro de Millaqueo devela que su saldo inmediato anterior al ingreso de los controversiales ascendía a la suma de 28,71 pesos, por lo que cabe descartar la posibilidad de que no hubiera podido advertir los $ 15.000”, explicó el representante del Ministerio Público en su dictamen. En su declaración indagatoria, el acusado se negó a declarar. Según la investigación, la operación electrónica se hizo desde un locutorio de Rojas al 100, en Caballito. El Banco Francés le devolvió el dinero a Héctor H. M. porque había “detectado una intromisión ilegítima en su página y en la de otros clientes”, según se desprende del expediente judicial. Prevención El fiscal Azzolin, a cargo de la investigación de este hecho delictivo, explicó a la nacion la importancia de que los clientes que utilizan el sistema de home banking de las entidades bancarias tomen ciertas medidas de prevención para no ser engañados. “Lo importante es usar siempre una computadora segura, que no sea de uso público. Es valioso cambiar con cierta frecuencia las claves de seguridad y sobre todo no entregar las datos de las tarjetas coordenadas y de la información de las contraseñas”, sostuvo Azzolin.ß