ard-eaz - Recursos Escuela Sabática

25 oct. 2014 - Debemos obedecerla Palabra de Dios. David escribió: "¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más
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Para el 25 de octubre de 2014

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PARA ESTA SEMANA: Santiago 1:23, 24; Mateo 19:16-22; Lucas 6:27-38; R o ma n o s 8 :2 -4 ; 1 2 :9 -1 8 ; 2 Pe d ro 1 :4

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TEXTO CLAVE: "No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica" (Santiago 1:22).

“¿P PREVIEW

SÁBADO

or qué eres tan 'ard-eaz'? Esta es una de las pregun - tas retóricas que los padres jamaiquinos hacen a sus hijos cuando los están retando. Y los niños inteligentes saben que no deben atreverse a responder. En el idioma creóle jamaiquino (Patois), "ard-eaz" describe a alguien que se niega a actuar con la urgencia apropiada o que no actúa ante una orden o una instrucción. Una traducción libre seria algo así como "duro de escuchar"; en pocas palabras, es una persona testaruda. Los resultados, según se ve reflejado en varios proverbios jamaiquinos, es que niños así "morderán o comerán una piedra", "chuparán sal de una cuchara de madera" o "morirán de insolación". En otras palabras, nunca resultó nada bueno de negarse a seguir las instrucciones. Santiago nos ruega que pasemos de ser meros oidores de la Palabra de Dios a hacer lo que la Palabra dice. Nos dice que un desarrollo intelectual de las instrucciones de Dios no es suficiente para salvarnos; y que si eso es lo que creemos, nos estamos engañando. Este es el mismo concepto al que se refiere Pablo cuando dice que "la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo" (Romanos 10:17). La fe que salva es una fe activa, una fe que permea cada aspecto de nuestras vidas e influye sobre todo lo que hacemos y decimos. Al estudiar la lección de esta semana, ora para que Dios te ayude no solo a entender intelectualmente sus palabras, sino también a obedecerlas. Ora para conocer realmente mejor a Cristo, porque conocerlo es amarlo, y amarlo es obedecerlo.

Lección para jóvenes | 26

18 Octubre

DOMINGO

19 Octubre

PUREZA DE CORAZÓN Aunque el libro de Santiago es uno de los primeros escritos cristianos, su mensaje es extremadamente relevante para nosotros hoy. Al caminar con Dios, apuntamos a vivir una vida que él apruebe; y podemos lograr esto siendo puros. Una de las formas en las que se demuestra la pureza es a través de nuestras obras. "Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es esta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo" (Santiago 1:26,27). En el Nuevo Testamento, la palabra griega kitharos se refiere a la pureza de corazón, y amiantos significa inmaculado. Juntos, nos brindan el concepto del grado de pureza al que deberíamos aspirar. Debemos entender que ser un cristiano no se trata simplemente de realizar acciones externas como orar, ayunar, estudiar la Biblia y devolver el diezmo. También se trata de lo que hacemos por otros: obras que salen del corazón. Necesitamos preocuparnos por las personas que son más vulnerables que nosotros; debemos ayudar a quienes pasan por necesidad. Si no lo hacemos, no estamos permitiendo que las palabras de Dios cambien nuestros corazones y vidas. Jesús dice: "Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron" (Mateo 25:35, 36). Cuando nos preocupamos por personas en necesidad sin tener orgullo o vanagloria, mostramos que amamos al Señor y que el Espíritu Santo nos ha santificado. De hecho, Jesús afirma que cualquier cosa que hagamos por otros la hacemos para él (Mateo 25:40). Cuando servimos a otros, en realidad estamos sirviendo a Dios. De la misma manera, cuando herimos a otros, estamos hiriendo a Jesús. No podemos caminar con él si no estamos viviendo de la manera correcta; si no nos estamos manteniendo libres de las manchas del mundo; si no estamos ayudando a otros y tratándolos con amabilidad. Nuestro estilo de vida y las obras que hacemos dan a conocer nuestra fe y compromiso con Cristo.

Biblia en mano Lee Santiago 1:23, 24. ¿A quién se describe aquí, y cuál es, básicamente, el problema? Lee Mateo 19:16 al 22; 26:33 al 35 y 69 al 75. ¿Cómo se comparan las imágenes de estos dos hombres con la realidad? ¿Qué dice acerca de ellos el hecho de que sus reacciones difieran de las palabras de Jesús? Siempre es muy fácil ver las faltas en los demás, pero no las propias, ¿verdad? No obstante, en lo profundo, probablemente nos damos más cuenta de nuestras faltas de lo que queremos admitir. Mira profundamente en tu alma. ¿Qué te dice lo que ves acerca de por qué necesitas un Salvador, o si no, te perderías por toda la eternidad, y con toda razón?

27 | Lección para jóvenes

LA “LEY PERFECTA DE LA LIBERTAD” En Santiago 1:22 al 25 se compara la ley de la libertad con un espejo. El carácter de Cristo y la Palabra Inspirada de Dios actúan como espejos que nos ayudan a determinar el estado de nuestras vidas. Deberíamos observar cuidadosamente, y con mucha honestidad, nuestro reflejo a la luz de Cristo y de la Biblia. Al considerar lo que Cristo y la Biblia nos muestran sobre nuestra vida, tenemos dos decisiones posibles: 1) Confirmamos que estamos viviendo de acuerdo con la Ley de Dios, o 2) reconocemos nuestros defectos de carácter y le pedimos a Dios que nos ayude a cambiar. Una ley de amor (Deuteronomio 28:1-14; Mateo 5:3-12; Juan 1:1-5) La ley de la libertad es la ley del cielo. También es una ley de amor que el pueblo de Dios debe manifestar en este mundo colmado de pecado. Aunque nuestra labor, a menudo, se contradice con los estatutos y los estándares e ideologías comunes de este mundo, Mateo 5:3 al 12 y Deuteronomio 28:1 al 14 describen las bendiciones que recibiremos al vivir la Ley de Dios de manera activa. Al buscar poner primero a Cristo en todo lo que hagamos y digamos, cada acción y cada palabra estará basada en la Ley. Así cumpliremos la Ley. Algunos plantean la idea de que al vivir dentro de los límites de la Ley somos libres. Pero ¿cómo puede ser esto? ¿Cómo puede ser que restringir nuestra vida a cierta cantidad de reglas y lineamientos sea libertad? Vivir bajo estos principios nos liberta de muchas cosas. Antes que nada, tenemos la libertad de actuar en nombre de Dios; y cuando tenemos la libertad de actuar en su nombre, las cargas y las preocupaciones que agobian a quienes no son cristianos no nos tocan. Cuando tenemos la libertad de actuar en nombre de Dios estamos libres de temor, necesidad y deseo. Somos libres de dolor mental y esclavitud. Y somos libres de aquellas cosas que agotarían fácilmente al individuo promedio. Finalmente, cuando vivimos acorde a la Ley de Dios, nuestra esperanza, nuestra confianza, nuestra paz y nuestra seguridad descansan en las manos de Cristo.

Biblia en mano Lee otra vez Santiago 1:22. El griego se traduce “ser hacedores de la Palabra". ¿Cuán diferente sería el mensaje si Santiago hubiera dicho, sencillamente, "Haced la Palabra"? Lee Lucas 6:27 al 38. ¿Cuáles son algunas de las acciones que debemos adoptar? Piensa en la época en que hicimos algo porque sencillamente era lo que se requería de nosotros, o porque era una regla que había que obedecer. Contrasta eso con algo similar que hiciste porque querías hacerlo, algo que salía naturalmente de ti, porque Cristo vivía en ti. ¿Cómo nos ayuda este contraste a comprender el punto de la lección de hoy?

Lección para jóvenes | 28

LUNES

20 Octubre

MARTES

21 Octubre

“EL ESPEJO MORAL” "La verdadera religión significa vivir la Palabra en vuestra vida práctica. Vuestra profesión de fe no tiene valor ninguno sin el cumplimiento Octubre práctico de la Palabra" (Comentario bíblico adventista, tomo 7, pp. 946, 947). "La razón por la cual nuestro pueblo ha perdido facultades es que profesa la verdad pero no la práctica. Tiene poca fe y confianza en Dios [...]. El Señor exige la fuerza del cerebro, de los huesos y de los músculos; pero, muy a menudo se la escatima a él y se la entrega al mundo. El servicio de Dios se convierte en un asunto secundario, mientras que los intereses mundanos reciben pronta atención. Las cosas de menor importancia se convierten en esenciales, y las exigencias de Dios, las cosas espirituales y eternas, se tratan con indiferencia, como algo que se puede tomar o dejar a nuestra voluntad. Si la mente estuviera puesta en Dios y la verdad ejerciera una influencia santificadora sobre el corazón, el yo se escondería en Cristo. Si nos damos cuenta de la importancia de la verdad que profesamos deberíamos creer que tenemos una sagrada misión para cumplir, una responsabilidad que implica resultados eternos" (Testimonios para la iglesia, tomo 4, p. 607). "¿Qué sucedería si saliéramos a las calles, mancháramos nuestros vestidos con lodo, después volviéramos a casa, y contemplando nuestros vestidos sucios delante del espejo le dijéramos: 'Límpiame de mi suciedad'? ¿Nos limpiaría de nuestra mancha? Esta no es la función del espejo. Todo lo que puede hacer es mostrarnos que nuestros vestidos están manchados; pero no puede quitarnos las manchas" (Comentario bíblico adventista, tomo 7, p. 947). "La religión práctica por doquiera exhala su fragancia. Es un sabor de vida para vida" (Ibíd., tomo 3, p. 1176)

Biblia en mano Lee Santiago 1:25. ¿Qué dice acerca de la función de la Ley? Lee Romanos 8:2 y 4; 2 Corintios 3:17 y 18. ¿Qué determina la diferencia entre la Ley como un instrumento de muerte, o como algo que muestra el camino hacia la libertad y la vida? Piensa en lo que sería tratar de guardar la Ley lo suficientemente bien como para ser salvos por ella. ¿De qué manera el guardar la Ley significaría un medio de esclavitud? ¿Cómo nos libró Jesús de esa esclavitud mientras, al mismo tiempo, nos ordena guardar la Ley?

29 | Lección para jóvenes

SOMETERSE A DIOS, RESISTIR AL DIABLO

´MIÉRCOLES

Satanás desea zarandearnos como al trigo (Lucas 22:31). Es tan inteligente que ningún ser humano puede resistir sus influencias con éxito, sin la ayuda de Cristo. En consecuencia, la clave para resistir al diablo es acercarnos a Dios con oración, sinceridad y consistencia, entonces, él se acercará a nosotros (Santiago 4:8). La Palabra de Dios nos asegura que si resistimos al diablo, él huirá de nosotros (4:7). Sin embargo, esta promesa está dirigida claramente a aquellos que están dispuestos a someterse completamente a Dios. Al prepararnos para el regreso de Cristo, no debemos pensar como Satanás piensa o actuar como él actúa. Las posesiones materiales y el "orgullo de la vida" (1 Juan 2:16) se volverán insignificantes, al someternos a Dios. ¿Cómo podemos someter nuestras vidas a Dios? Debemos obedecerla Palabra de Dios. David escribió: "¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca!" (Salmo 119:103). "En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti" (Salmo 119:11). Job exclamó: "En lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca" (Job 23:12). Si creemos en las palabras de Dios y reclamamos sus promesas en oración, el diablo no tendrá otra opción que huir de nosotros. ¿Recuerdas cómo resistió Cristo a Satanás en el desierto? (ver Lucas 4:1-14). El mismo poder que Jesús usó para resistir al diablo está disponible para nosotros hoy. "Escrito está" (Lucas 4:4, 8) también puede ser nuestra arma en contra del enemigo. La Palabra de Dios nos da poder, fortaleza y perseverancia para vencer al enemigo. Someternos a Dios. A través del profeta, Dios dice: "Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: 'Este es el camino; síguelo' " (Isaías 30:21). Esta guía es el Espíritu Santo, quien nos guía y nos corrige cuando nos alejamos del camino recto. Todos los que así lo deseen pueden oír, si tan solo escuchan.

Biblia en mano Lee Santiago 1:26 y 27, y compáralo con Mateo 25:35, 36 y 40, y con Romanos 12:9 al 18. Según estos pasajes, ¿cómo definirías el verdadero cristianismo? ¿Cuánto de tu tiempo y tu energía empleas en ayudar a quienes tienen necesidades? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de cuán "útil” eres con tu fe?

Lección para jóvenes | 30

22 Octubre

JUEVES

23 Octubre

¿CALENTANDO ASIENTOS EN LA IGLESIA O CORAZONES? Santiago 1:22 al 27 nos advierte sobre nuestro enemigo más feroz, misterioso y, muchas veces, indetectable: nosotros mismos. No hemos sido llamados simplemente a oír y citar la Escritura, sino a vivirla; no solo debemos hablar, sino también actuar. No podemos sencillamente citar versículos bíblicos: debemos vivirlos. Para servir a Dios con todo nuestro corazón, no solo necesitamos creer en su Palabra, debemos obedecerla. Pero, en mi opinión, ser un hacedor es un tanto complicado. Para ser un hacedor tenemos que conocer la Biblia y vivirla. El joven rico que visitó a Jesús descubrió que esto es especialmente difícil. Pudo citar las Escrituras sin vacilar, pero cuando Jesús le dijo que vendiera todas sus posesiones, no pudo hacerlo: podía hablar, pero no actuar. Hasta Pedro negó a Cristo y cayó ante el enemigo, por causa del miedo. Si Pedro, quien caminó con Jesús, lo negó, ¿por qué nosotros seríamos más fuertes? Si confiamos en que Dios puede ayudarnos a convertirnos en "hacedores" de su Palabra, recibiremos grandes bendiciones (Santiago 1:25). Santiago conecta el arte de oír las Escrituras con hacer lo que las Escrituras dicen que deberíamos hacer. Dios no tiene la obligación de prometernos nada, pero lo hace ¡porque nos ama! De la misma manera, debemos servirlo porque lo amamos; no por lo que podamos recibir, sino porque lo amamos. Santiago escribió que al cumplir la Ley seremos libertados del pecado, para seguir y servir a Jesús. Cada uno de nosotros lo servirá de manera diferente, con los dones y los talentos con los que hemos sido bendecidos (1 Pedro 4:10). Hablar y hacer es desafiante. Sin embargo, si entregamos nuestra vida a Cristo y le permitimos que nos guíe, a través del poder de su amor, podremos convertirnos en hacedores.

Biblia en mano ¿Qué significa “guardarse sin mancha del mundo"? (Sant. 1:27). ¿Cómo puede esto ser posible? Ver también 1 Juan 2:15 y 16; 2 Ped. 1:4.

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RECUERDA

VIERNES

Una vida sincera es tener una sana armonía entre el ser y el hacer. Como las creencias y los valores son importantes, necesitan traducirse en cómo vivimos. Es fácil caer si solo nos enfocamos en lo que creemos. Sin embargo, la fe verdadera es activa y penetra en nuestro corazón y alma, transformando la manera en que vivimos. Sí, la fe es transformadora. La fe nos mueve a cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros. La fe nos lleva a la compasión, y la compasión siempre nos lleva a la acción. La fe hará que tu vida cuente.

24 Octubre

CONSIDERA » Con la ayuda de una concordancia, busca versículos bíblicos que contengan la palabra compasión en ellos. ¿De qué manera estos versículos te inspiran a ser compasivo? Memoriza uno o dos de estos versículos. » Haz una lista de necesidades en tu comunidad, y moviliza algunas personas para suplir esas necesidades. » Medita en las palabras del himno "Al andar con Jesús". Lo puedes encontrar en Youtube o en el Hlmnarlo adventista, número 488. » Escribe una redacción sobre el tema "Fe que obra". » Prepara un diario de decisiones que has tomado, para las cuales necesitaste una confianza especial en Dios. ¿De qué manera te ayudaron la oración y el estudio de la Biblia para tomar esas decisiones? ¿De qué forma tus oraciones contestadas y el estudio de la Biblia te ayudaron a fortalecer la fe? » Haz un viaje misionero corto, y escribe un informe para tu iglesia que incluya la manera en que esta experiencia incrementó tu fe en Dios, y tu amor por él y por las personas necesitadas. Si no tienes las posibilidades de realizar un viaje así, busca un proyecto en tu comunidad, como ayudar en un comedor o dar clases a un niño que tiene problemas con Matemáticas o la lectura.

AMPLÍA Isaías 58, especialmente los versículos 5 al 11. Elena de White, El ministerio de la bondad, pp. 177-185.

Colaboraron esta semana: Marliano Smith, Kingston, Jamaica; Shaniqua Benjamin, Thornton Heath, Surrey, Reino Unido; Edward T. Goodman, IV, New Market, Alabama, EE.UU.; Peter Bailey, St. Catherine, Jamaica; Kemar McDonald, Kingston, Jamaica; Joycelyn DeVore, De Queen, Arkansas, EE.UU.; Sergio Torres, Maitland, Florida, EE.UU.

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