"Yo también tengo miedo, ¿sabes? Tengo miedo de comer pescado con espinas El pescado me gusta mucho pero, frente a un plato con una perca o un salmón tengo unos cuantos problemas: mi cabeza se llena dudas y preguntas ajenas se comen mis pensamientos: y si una espina se me clava en la garganta? si se pone en horizontal bloqueándome tanto el flujo de respiración como las palabras? si empiezo a enrojecer en la cara? alguien me llevará al hospital o moriré esperando que mi compañero de mesa termine el tiramisú ? tal vez voy a aparecer en el periódico con un título entre el macabro y el irónico : "chica víctima de una carpa", tal vez me convertiría en la protagonista de un libro, algo como: "la sardina que luchó contra el salmón" ! Una espina pequeña, un pequeño cuerpo extraño en mi cuerpo que comparado a una espinita parece imponente... Un pequeña espina, un cuerpo desconocido podría quedarse en cualquier lugar de mí, tal vez para siempre! pero ¿dónde? igual detrás de mis ojos: en esa manera vería una línea blanca en el centro de las imágenes impresas en mis pupilas ...y si se pone en mis orejas? los pequeños huesos vibrarían a cada ruido: palabras, música, discursos, todo sonaría diferente! Me pregunto si sería tan malo! De la misma manera entonces, la pequeña espina podría bajar por mi garganta, llegar a mi pecho, cruzar las calles de mis venas, desde las más pequeñas a las más grandes, y quedarse cerca de mi corazón. Me acuerdo ahora que tengo alguna cicatriz por ahí, y una herida, pequeña, que todavía sangra un poco. Una herida pequeña, pequeña como las espinitas de un salmón o de una perca. Igual la espinita podría ponerse ahí y encajarse como la pieza de un puzle, cerrar el flujo sanguíneo en vez del flujo de mis palabras, como había temido tanto,y por fin ayudar mi corazón a latir más rápido y vigoroso.