Viaje al corazón del 'Silicon Valley' asiático

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EL MUNDO. LUNES 4 DE JUNIO DE 2012

Impreso por Teresa Guerrero Fernández. Prohibida su reproducción.

EM2 / CIENCIA

LA CIUDAD DE LA ELECTRÓNICA Bangalore, la capital del estado indio de Karnataka, se ha convertido en uno de los mayores centros de tecnología del mundo y en una oportunidad de negocio para las empresas españolas de innovación

Viaje al corazón del ‘Silicon Valley’ asiático TERESA GUERRERO / Bangalore

Al recorrer Karnataka, uno tiene la impresión de que todos los jóvenes indios quieren ser ingenieros. Los institutos de tecnología inundan este estado sureño y aparecen incluso en las localidades más remotas. Como si de un ejército se tratara, cientos de miles de jóvenes se gradúan cada año, animados por el boom tecnológico que está transformando un país en el que millones de personas viven en la extrema pobreza. El corazón de esta revolución late en la cosmopolita Bangalore, bautizada como el Silicon Valley indio. Aunque la comparación con el Valle del Silicio californiano resulta exagerada –EEUU sigue siendo el líder indiscutible en innovación–, las principales compañías del sector de las Tecnologías de la Información

dado de la noche a la mañana. Ya en los años 80 el Gobierno comenzó a permitir la entrada de compañías privadas para la fabricación de equipos. En la década siguiente promulgó leyes como la National Telecom Policy (1994 y 1999), y con la liberalización de su economía, pudieron ofrecer servicios. Bangalore es el mejor reflejo de esta transformación. En apenas 25 años ha pasado de ser una locali-

dad eminentemente rural a una urbe que acoge ya a más de ocho millones de personas. Su vertiginoso crecimiento no ha sido precisamente ordenado. Los atascos de tráfico y sus niveles de contaminación tienen poco que envidiar a los de Delhi. La falta de infraestructuras no está siendo un obstáculo para que las empresas extranjeras trasladen sus fábricas a Bangalore, pero sí ha llevado a muchas de ellas a

organizar sus propios sistemas de abastecimiento y transporte para asegurarse el suministro de energía y trasladar a sus empleados. Aunque cuenta con un nuevo aeropuerto, el mal estado de las carreteras obliga, por ejemplo, a invertir más de tres horas en recorrer los 120 kilómetros que la separan de Mysore, la segunda ciudad de Karnataka, famosa por su palacio del maharajá. El espíritu internacional que se

respira en Bangalore, consolidada como uno de los principales centros mundiales de la electrónica, se refleja en su animada vida nocturna y en su gran oferta de restaurantes dirigidos a sus adinerados habitantes. Aquí aún no hay Starbucks pero sí Café Coffee Day, una cadena de cafeterías en las que jóvenes vestidos al estilo occidental pasan horas conectados a internet y en las que los muffins y los cafés italianos

MULTINACIONALES INDIAS

Wipro e Infosys se codean sin complejos con gigantes como IBM, HP, Nokia o Siemens EDUCACIÓN

Para muchos jóvenes estudiar ingeniería o medicina es la única forma de ascender y ganar un buen sueldo

Inversión Desde 2005 el Gobierno español ha impulsado acuerdos de cooperación tecnológica con India

(TI) se han rendido al buen hacer de sus ingenieros y se han trasladado a la Ciudad de la Electrónica, levantada a las afueras de Bangalore. Las multinacionales indias Wipro (liderada por Azim Premji, el Bill Gates nacional) e Infosys (fundada por Narayana Muthy) se codean sin complejos con gigantes como Nokia, HP, IBM, AOL, Ericsson, LG, Siemens o Motorola, que compiten para reclutar a los mejores ingenieros. La gran base de profesionales cualificados que dominan el inglés, los competitivos precios y el enorme mercado interno, con una emergente clase media a la que se incorporan 40 millones de personas cada año, ha animado a muchas empresas del sector a dar el salto. India crece a un ritmo de un 8% y la inversión extranjera directa ha alcanzado los 15.000 millones de dólares, según un informe de la Oficina Comercial de la embajada de España en Mumbai. Pero el milagro indio no se ha

Una mujer camina en una zona de chabolas junto a la moderna Ciudad de la Electrónica de Bangalore, al suroeste de la India. / GETTY

La ‘fábrica’ de ingenieros SURBHI SHARMA «¡Ha sido bangalorizado!» El presidente de EEUU, Barack Obama, cita esta frase cada vez que oye que un estadounidense ha perdido su empleo, lo que significa que su trabajo ha sido trasladado a una empresa con sede en Bangalore. India ha superado a muchos países desarrollados y en vías de desarrollo en el número de licenciados en carreras de ingeniería y ciencia. Cerca de 700.000 estudiantes de carreras técnicas se licencian cada año, mucho más que en China, Japón, Europa y EEUU. Con independencia del sector, las empresas de todo el mundo buscan científicos e ingenie-

ros indios. La ciencia y la tecnología han tenido una gran importancia en la India desde principios del siglo XIX, cuando fue impuesta por los británicos. En el Primer Plan Quinquenal (1951–1956), nuestro país hizo mucho hincapié en crear una gran base de mano de obra con inclinaciones científicas. Por ello, asignaturas como la Aritmética, el Derecho, la Metafísica o la Medicina se incorporaron a los planes de estudios. El lenguaje de la educación en India es también un factor clave. El inglés ha seguido siendo el idioma principal del sistema educativo desde

la época colonial. Además, India alberga algunas de las más prestigiosas instituciones internacionales establecidas después de la independencia, como el Instituto Indio de Tecnología (IIT), el Instituto Indio de Ciencia (IIS) o el Instituto Birla de Ciencia y Tecnología (BITS). En la época de globalización y privatización en la que estamos inmersos, India también está haciendo progresos significativos en la introducción de reformas en su sistema educativo. Se están promoviendo los métodos más innovadores de aprendizaje, logrando un conocimiento práctico, y se está fomentando la creatividad en todas las etapas. Surbhi Sharma es secretaria general de la asociación de tecnología y software india ITSMA y cónsul honoraria de España en Bangalore.

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ELMUNDO. LUNES 4 DE JUNIO DE 2012

Impreso por Teresa Guerrero Fernández. Prohibida su reproducción.

CIENCIA / EM2 conviven con naturalidad con las samosas (empanadillas indias). El consultor y emprendedor Pradeep Bhargava, que desde las consultorías Pangea21 e Indavant asesora a compañías españolas que invierten en el subcontinente, destaca la disposición de los indios a trabajar en otros países. Bhargava, casado con una española, subraya las enormes diferencias que hay en la formación del más de medio millón de titulados que cada año sale de las escuelas de ingeniería. Según un informe de la Observer Research Foundation, sólo un 1% realiza estudios de posgrado (frente al 9% de EEUU). Las universidades más prestigiosas, además, son extremadamente selectivas (sólo admiten, de media, a un 3% de los solicitantes). Los profesionales más demandados han completado su formación técnica con estudios en reputadas escuelas de negocios. Médico e ingeniero son las profesiones mejor valoradas en un país en el que un tercio de la población, que ya ha superado los 1.200 millones, es analfabeta. «Existe una gran presión en los jóvenes para que se matriculen en carreras que les permitan tener un trabajo muy bien remunerado, con independencia de sus aspiraciones personales, así que la mayoría opta por estudiar ingeniería», apunta Karthik Notada, jefe de proyectos de la delegación de la compañía NTT DATA en Reino Unido. Este ingeniero de 30 años estudió en el prestigioso Instituto de Siddaganga y, como muchos de sus colegas, planea regresar en unos años. En la plantilla de su empresa hay unos 1.000 indios trabajando fuera de su país. El vicepresidente de NTT DATA, Venkatesh Mugalvalli, coincide en que «para la mayoría de las familias de clase baja o media

Un militar en el centro de control de satélites de ISRO en Hassan, en el estado de Karnataka. / EFE

El sueño de conquistar el espacio India también ha puesto sus ojos en el espacio y ya es uno de los principales fabricantes de satélites del mundo. La mayoría sale de su centro ISAC, en Bangalore. Y no sólo fabrica. También lanza satélites de otros a precios muy competitivos. Canadá, Alemania, Luxemburgo e Indonesia figuran entre sus clientes. Su agencia espacial, ISRO, es una de las seis grandes del mundo la única forma de escalar socialmente es conseguir una buena educación». Mugalvalli cree que, además de por su dominio del inglés, los ingenieros indios están bien valorados a nivel internacional porque «suelen trabajar duro, como la mayoría de los inmigrantes, y se les da bien hacerlo con recursos limitados». Pradeep Bhargava utiliza el térmi-

(junto a la NASA, la Agencia Espacial Europea, la rusa Roscosmos, la china CNSA y la japonesa JAXA). Aunque se fundó en 1969, ha sido en los últimos años cuando ha dado un impulso a su carrera espacial, que desarrolla en la veintena de centros repartidos por el subcontinente, cuatro de ellos en Bangalore. En la actualidad prepara su primer programa de vuelos tripulados.

no jugad (algo así como una solución barata, eficaz e ingeniosa) para resumir la clave del crecimiento del subcontinente: «En la base de la pirámide hay millones de personas con muchas necesidades que no se cubren. En Occidente persiste la idea de hacer cosas grandes. Pero si logras posicionarte en ese mercado que requiere soluciones sencillas y

baratas, hay un mercado enorme». Los servicios de telefonía móvil, por ejemplo, han cambiado la vida a millones de habitantes de zonas rurales, que con un terminal sencillo pueden realizar numerosas gestiones sin desplazarse. En marzo de 2011 había 35 millones de líneas de telefonía fija frente a los 791 millones de móviles, lo que a nivel mun-

dial lo convierte en el segundo mercado, detrás de China. Bhargava advierte, sin embargo, que «la burocracia es compleja y la cultura, muy diferente», por lo que recomienda a los inversores españoles «cambiar el chip». «No es un mercado fácil pero hay que estar allí por estrategia». Elisa Robles, directora general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), cree que el mercado indio se ha convertido «en una posibilidad muy atractiva para las empresas innovadoras españolas». Robles recuerda que ya en 2005 «el Gobierno español declaró a India país prioritario para establecer acuerdos en materia tecnológica», una iniciativa que se ha materializado en ocho proyectos de cooperación. Desde 1998 Jokin Garatea ha asesorado a decenas de empresas de toda España: «Desde que empezamos, en Bangalore, India ha cambiado mucho más que nosotros», señala el director de internacionalización de GAIA, la asociación de empresas tecnológicas del País Vasco: «Antes estaban muy orientados a trabajar con estadounidenses, en proyectos con gran financiación que generaban beneficios a corto plazo. Para la pyme europea era complicado encontrar profesionales interesados en el medio plazo». Garatea describe a los indios como «abiertos, cumplidores y flexibles y, por su proximidad con la cultura de EEUU, en general respetan la propiedad intelectual». Además, no es difícil encontrar buenos profesionales: «Antes cobraban menos, pero los sueldos ya se han equiparado con los nuestros». Pese a las ventajas, admite que las diferencias culturales son grandes, así que ve necesario no ir con mentalidad occidental: «El que mejor se adapta es el que gana», recomienda.