Una historia de amor con títeres en La Boca

9 ago. 2008 - del rey Arturo (estreno), por el grupo La Pared Invisible. Sába- dos y domingos, a las 15. Entra- das: 15
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Espectáculos

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Sábado 9 de agosto de 2008

TEATRO (Platea infantil)

Opinión

Por Ruth Mehl

Una historia de amor con títeres en La Boca La creadora Ana Alvarado hoy estrena Greta y Gaspar, que cuenta la romántica relación entre una ratona y un gato

Hauptmann y la coleccionista de genios Dos mujeres notables competían, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, por ver cuál de ellas se relacionaba –como amiga, o algo más, a veces– con la mayor cantidad de genios disponibles: la austríaca Alma Schindler y la rusa Lou AndreasSalomé. La primera coleccionó varios maridos célebres: el compositor Gustav Mahler, el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel (hubo también un intermezzo no conyugal y muy apasionado con el pintor Oscar Kokoshka). La segunda fue amiga de Nietzsche y amada –sin reciprocidad– por el filósofo; amante del poeta checo Rainer Maria Rilke y discípula y colaboradora (aunque tal vez ella aspiraba a más) de Sigmund Freud. Alma, que conservó siempre el apellido Mahler, fue la más hermosa y la más longeva (1879-1964); Lou (1861-1937) la más inteligente.

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I

“Los pensé como dos adolescentes”, afirma Ana Alvarado, creadora de Greta y Gaspar, obra que se estrena hoy en el teatro de la Ribera. Junto con Marta Lantermo en el entrenamiento corporal y coreografías; Cecilia Candia, en la múCACIONES VA sica; Alejandro Bracci y Susana Arrieta, en el diseño y en la realiNV IERN zación de títeres; Alejandro Córdova, en la escenografía e iluminación; Rosana Barcena, en el vestuario, y miembros del elenco de titiriteros del Teatro San Martín en la interpretación, presenta la historia de un gato y una ratita, que se enamoran. “Greta –continúa contando la autora– es una adolescente intelectual, presumida, independiente, estudiosa, preocupada por la sociedad; él es un típico adolescente músico, es un gatito encerrado en sí mismo, un poco indiferente. De pronto, las cosas cambian para ambos, y así tenemos la historia, sencilla, de gatos y ratones.” ¿Es posible imaginar una historia de amor entre un gato y una ratona, que sea sencilla? ¿Es posible, si además viene de la mano de Ana Alvarado, que puso en escena espectáculos tan fascinantes y desafiantes, como El niño de papel, La travesía de Manuela y Pulgarcito? Sin embargo, la autora y directora insiste: “Todo el aspecto del espectáculo, tanto en los títeres como en la escenografía, es plano, visualmente neto. Todo busca una síntesis”. Y agrega: “La inspiración de la estética se origina en elementos rituales de Africa y Oceanía. Aunque hay títeres más tradicionales, pequeños, de varilla y otros, los más importantes son máscaras, planas y grandes, montadas sobre la cabeza del titiritero, que dejan ver la mitad de la cara y todo el cuerpo. Por eso, fue necesario un importante trabajo corporal para integrar al titiritero con su máscara. Buscamos que todo fuera visualmente homogéneo”. Los intérpretes de esta historia de gatos y ratones, adolescentes y enamorados, son: Ariadna Bufano, Mirna Cabrera, Alejandra Castillo, Alejandra Farley, Valeria Galíndez, Román Lamas, Mabel Marrone, Ernesto Mussano y Esteban Quintana. Desde hoy, en el teatro de la Ribera, Pedro de Mendoza 1821, los sábados y los domingos, a las 16. Las entradas cuestan 15 pesos.

Por Ernesto Schoo

(Piedra libre) ■ Rock para chicos. El conjunto

Papando Moscas presenta su espectáculo Cumple, con funciones los sábados y los domingos, a las 16.15, en El Condado, Niceto Vega 5542 (4777-0997). Entradas: 25 pesos. Mañana será la última función. ■ Teatro de aventuras. En la sala

Carlos Carella, Bartolomé Mitre 970 (4345-1229). La leyenda del rey Arturo (estreno), por el grupo La Pared Invisible. Sábados y domingos, a las 15. Entradas: 15 pesos. ■ Divertido. Hasta mañana con-

tinúan las funciones de La Fila, por el grupo Mumúlavac, dirigido por Enrique Federman. En el teatro del Nudo, Corrientes 1551. Entradas: 20 pesos. ■ Circo. British Arts Centre, Sui-

Para todos los gustos En Greta y Gaspar hay títeres tradicionales, pequeños y de varilla. Los otros, los más importantes, son máscaras planas y grandes, montadas sobre la cabeza del titiritero

pacha 1333 (4393-6941). A todo vapor. Dirección: Teresa Duggan. Hoy, a las 16, última función. Entradas: 10 pesos. ■ Despedida. Hoy, a las 15.30, en el

teatro del Pasillo, Colombres 35, se realizará la última función de la temporada de El niño sol, de Roberto Vega, a cargo del grupo Encuentro. Informes: 4981-5167. Entradas: 12 pesos. ■

Títeres para los más chicos. En el Museo del Títere, Piedras 905. A las 16 y a las 18.30. Entradas: 8 pesos; menores de 3 años, gratis.

do estrenó Los tejedores, en 1892. Es un teatro naturalista, sobre las huellas de Zola, que pinta sobre todo los conflictos de la creciente sociedad de masas. Hauptmann estaba casado con una mujer rica, que le facilitó la vida de creación y le dio tres hijas, pero que no compartía, en absoluto, las inquietudes artísticas de su marido. La aparición de Lou lo perturbó a fondo. Entre los pocos papeles íntimos que ella dejó al morir (hizo quemar toda su correspondencia), hay uno enviado por Gerhart: “Querida y admirable mujer: ¡Es necesario que me permita verla!”. Queda, sin embargo, un testimonio irrefutable de la situación, una pieza escrita por él en 1891, Almas solitarias, quizá no de las mejores, pero sí reveladora. Se trata de un joven artista, Johannes Vockerrat, casado con una mujer intelectualmente inferior, en cuya vida irrumpe una muchacha, Anna Mahr, estudiante de filosofía, encantadora y * * * brillante, de una sinceridad emotiDías atrás, mientras repasaba va muy alejada de la hipocresía de una biografía de Lou (Ma soeur, la era victoriana y de gran intelimon épouse, de H. F. Peters, gencia. Como en todas las relacio1967), tropecé con la mención nes de Lou con los hombres, tamdel dramaturgo alemán Gerhart bién Anna suscita una situación Hauptmann (1862-1946), hacia ambigua, que parte del espíritu, o 1890 considerado la mente, para desperuno de los autores tar por fin la pasión “Soy demateatrales más física. En la obra, la importantes de la muchacha decide irse siado estúpiépoca y merecedor antes que romper el del Premio Nobel matrimonio de Johando para Lou”, en 1912, “sobre todo nes, pero él no soporta en reconocimiento su ausencia y se mata. decía el autor de su fructífera, Lo mismo que variada y Goethe respecto de su a sus amigos sobresaliente protagonista de Werproducción en el ther, Hauptmann no terreno del arte dramático”. Se se suicidó, pero sí se divorció de trata de su vinculación con Lou su mujer, para casarse luego con Salomé (Andreas se apellidaba su una actriz. Un dato curioso es que marido), de la que fatalmente se Lou hizo la reseña de Almas solienamoró Hauptmann, en vano, tarias en la Freie Bühne y le reproporque ella trazó siempre, salvo chó al autor que no destacara la en el caso de Rilke, una línea superioridad intelectual del persoinfranqueable entre la atracción naje, que venía a ser ella misma: intelectual y la amorosa. “Tan sólo sabemos que se trata de En sus andanzas por Europa en una estudiante de filosofía que viebusca de un maestro espiritual y ne de Zurich, porque se la presende vida, Lou se quedó un tiempo ta así”. Esto marcó el comienzo en Berlín, donde ingresó de inme- del fin de la relación entre ambos: diato en un círculo de vanguarHauptmann declaraba ante sus dia promotor de un “teatro libre” amigos: “Soy demasiado estúpido –sobre el modelo del parisiense, para Lou”. creado por André Antoine–, cuEl dramaturgo vivió mucho, y yo vehículo fue una revista, Freie hacia 1920 había sido casi olvidaBühne für Modernes Leben (Teado. Soportó el régimen nazi, estro libre de la vida moderna). Ahí cribió en secreto una obra contra conoció a Hauptmann, quien haHitler (Tinieblas) y, entre 1942 y bía aspirado primero a ser escul1946, una asombrosa tetralogía, tor y halló luego su camino en la que recrea la historia de los Atridramaturgia. Desde su obra inidas. Increíblemente, muy anciacial, Antes del amanecer, en 1889, no ya, sobrevivió a la destrucción fue saludado como un autor exde Dresde por los bombarderos cepcional, y como un genio cuanaliados, en 1944.

Entre el realismo y el delirio puro La boca del ratón parte de dos situaciones familiares que se volverán inestables Buena

★★★

La boca del ratón. Espectáculo compuesto por dos obras: Boca Ratón, de Roberto Perinelli, y Ratones en la boca, de Andrés Binetti. Con Ana María Castel, Viviana Suraniti y Ana Luz Kallsten. Asistente de dirección: María Elena Acuña. Escenografía, vestuario y dirección general: Paula Andrea López y Andrés Binetti. En el Teatro del Pueblo, Roque Sáenz Peña 943. Duración: 60 minutos. Viernes, a las 21.

Las dos piezas que arman La boca del ratón parten de dos situaciones familiares que, sometidas a la presión de determinados hechos, comienzan a desestabilizarse como la tapa de una pava bajo la cual hierve el agua. La primera de ellas, la protagonizan tres mujeres: una tía, una joven que juega al tenis, pero está cansada de hacerlo, y su madre que, separada del padre, trata desesperadamente de salvarse con la idea de que la hija triunfará como una nueva Navratilova. El ambiente se carga de tensión y reproches porque, además de perder el partido, la hija ha roto una raqueta y su madre debe pagar una multa por mal comportamiento. De pronto, una llamada del padre de la joven, que está en Miami e invita a la hija a visitarlo, desata un nuevo conflicto y la joven debe decidir. El otro texto se asienta también sobre la relación de un trío, pero más extraño: hay una viuda que vive en su departamento con su hija y también con la que fue amante de su marido muerto hace poco. Esta última es una psicóloga que ha entrado en el hogar, todavía en vida del cónyuge, y se ha instalado allí con el pretexto de tratar a la hija de la pareja de un supuesto trastorno de conducta. Mientras las tres discuten por enconos y diferencias que las separan, un suceso inesperado con un

Ana Luz Kallsten y Viviana Suraniti, en un momento de la primera obra breve

portero –fuera de escena– cambia el rumbo de los hechos.

Dos rumbos Mientras la primera historia tiende a cargar la atmósfera con un tratamiento más realista, la segunda lo hace disparando la peripecia hacia el humor absurdo. Ambas redondean su objetivo dramático bien, pero es la de Binetti la que logra resultados más efectivos, debido a la mayor hilaridad que propone la fuga hacia el delirio. La obra de Perinelli, comparada con la exactitud y el perfecto aca-

bado de su otro trabajo actualmente en cartel (Desdichado deleite del destino), luce como una propuesta de elaboración más endeble. La brevedad de lo que se cuenta y las muy logradas composiciones de las tres actrices, en especial de Ana María Castel en el rol de madre viuda, permiten, sin embargo, conformar un espectáculo agradable, bien resuelto en un espacio pequeño y con una escenografía que no asombra por su imaginación, pero es funcional a las necesidades de los relatos.

Alberto Catena