Una fiesta con tantas sorpresas como reencuentros

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Espectáculos

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Martes 12 de febrero de 2008

MUSICA POPULAR Se entregaron los premios Grammy

Una fiesta con tantas sorpresas como reencuentros La estrella británica Amy Winehouse arrasó con cinco estatuillas y el jazzero Herbie Hancock se llevó el premio al mejor álbum del año por River: The Joni Letters Por Gabriel Plaza

Los ganadores

De la Redacción de LA NACION Como sucede anualmente, la industria musical está pendiente de la entrega de los premios Grammy, pero en pocas ediciones, como ocurrió en ésta, la celebración puede transformarse en un espacio no sólo para el encuentro de su enorme y ecléctica familia (Prince, Ringo Starr, Tony Bennett, Tina Turner, Alicia Keys, Cher, Daft Punk, Aretha Franklin, Yoko Ono, Andrea Bocelli, Kanye West, Cyndi Lauper, Juanes, etc., etc., etc.), sino también para la redención de una de sus figuras más vendedoras y controvertidas. Con sólo 24 años, la cantante británica Amy Winehouse, que se recupera en Londres de su adicción a las drogas y que en el último tiempo fue más noticia por sus escándalos públicos que por su música, se transformó en la reina de la noche al quedarse con cinco de las seis categorías en las que estaba nominada por su álbum Back to Black. Toda la gran familia musical vivió por pantalla gigante los festejos de Amy Winehouse, que arrasó con los premios en las categorías mejor artista nuevo, mejor álbum pop vocal, mejor vocalista pop femenina, mejor canción y mejor grabación del año por “Rehab”. La cantante no pudo estar presente en la ceremonia porque Estados Unidos tardó en entregarle su visa de trabajo, pero cantó dos temas vía satélite desde un estudio de Londres, luego de salir con permiso de la clínica de desintoxicación. La joven mostró esa original voz soulera, ese look Betty Boop y una genuina emoción cuando escuchó de boca de Tony Bennett que se llevaba el premio a la mejor grabación del año. Como en toda ceremonia que va in crescendo, lo mejor de los Grammy quedó para el final. El asombro que había despertado la coronación de Winehouse quedó casi opacado por el batacazo que dio el veterano pianista de jazz Herbie Hancock al alzarse con el premio al mejor álbum del año por River: The Joni Letters, un disco de versiones de temas de Joni Mitchell en el que está acompañado por figuras como Leonard Cohen, Tina Turner y Norah Jones, entre otras. “Gracias por romper el molde esta noche”, dijo Hancock, que le arrebató la estatuilla al grupo de rock Foo Fighters, al artista country Vince Gill, al rapero Kanye West y a la joven Winehouse. “Ya son 43 años desde la primera y única vez que un artista de jazz ganó el premio a álbum del año”, dijo emocionado Hancock, que también se llevó el lauro a mejor álbum de jazz



Album del año: River: The Joni Letters,

de Herbie Hancock. ■

Grabación del año: “Rehab”, de Amy

Winehouse. ■

Canción del año: “Rehab”, de Amy

Winehouse. ■

Mejor artista nuevo: Amy Wine-

house. ■

Album vocal pop: Back to Black, de

Amy Winehouse.

Mejor interpretación vocal pop femenina: “Rehab”, de Amy Winehouse ■ Album de rock: Echoes, Silence, Pa-



tience & Grace, de Foo Fighters.

Mejor interpretación vocal femenina de R&B: No one, de Alicia Keys. ■ Album pop latino: El tren de los mo■

mentos, Alejandro Sanz. ■ Album de rap. Graduation, de Kanye West. ■

Mejor álbum pop instrumental.

“The Mix-Up”, de Beastie Boys.

Mejor interpretación pop en colaboración: Robert Plant y Alison Krauss



en Gone, gone, gone (Done move on). Mejor álbum electrónico: We Are The Night, de Chemical Brothers. ■ Album tropical: La llave de mi corazón, de Juan Luis Guerra. ■



Album de jazz contemporáneo:

River: The Joni Letters, de Herbie Hancock. ■ Mejor canción de rock: “Radio Nowhere”, de Bruce Springsteen. ■ Mejor álbum alternativo: Icky Thump, The White Stripes. ■ Mejor banda de sonido: Love, Cirque Du Soleil.

REUTERS

AFP

Una ceremonia especial El rapero Kanye West envuelto en luz negra para cantar con Daft Punk; a su lado, el auditorio sigue la emoción de Amy Winehouse en Londres a través de una pantalla gigante; de izq. a der: Dave Grohl, ex Nirvana, se quedó con una estatuilla; Herbie Hancock, feliz con sus inesperados Grammy, y el Cirque Du Soleil en el tributo a los Beatles.

Fotogalería. Los mejores momentos de la fiesta de los Grammy. www.lanacion.com.ar AFP

contemporáneo. El artista, a punto de cumplir 68 años, felicitó a la Academia de los Grammy por su valentía. “Este es un nuevo día, que demuestra que lo imposible puede ser posible. Sí se puede”, dijo Hancock parafraseando el lema del precandidato demócrata a la presidencia Barack Obama, que esa misma noche “aven-

Festival Nacional de Peñas

tajó” a su contrincante Hillary Clinton al llevarse un Grammy por la grabación de su libro, categoría en la que también competía su esposo Bill. Fue el condimento extra para una larga ceremonia transmitida por Sony, que comenzó a las 23 y terminó pasadas las dos de la madrugada, donde se entregó una parte importante de los 110 premios,

REUTERS

distribuidos en 36 categorías, entre las que también se contaron el Grammy al mejor disco de pop latino para Alejandro Sanz por El tren de los recuerdos y el que se llevó Juan Luis Guerra en el apartado tropical. En el ranking de los más nominados, uno de los mejor posicionados en la previa era el rapero Kanye West, que

REUTERS

finalmente se tuvo que contentar con cuatro estatuillas. El músico, sin embargo, dejó una buena impresión por su contundente performance junto al grupo electrónico Daft Punk en la que versionaron el tema “Stronger”, acompañados de una puesta futurista. Esas actuaciones en vivo, como la de West, le fueron poniendo temperatura a

una entrega que arrancó con el dueto virtual entre la cantante Alicia Keys y Frank Sinatra (con su imagen proyectada en un antiguo video) y siguió con las presentaciones en vivo de Carrie Underwood, el tenor Andrea Bocelli, el guitarrista John Mayer, Foo Fighters y la reaparición de la gran Tina Turner. La artista apareció avasallante sobre el escenario, bailando y haciendo un dúo con su joven colega Beyoncé con “Proud Mary”, que se llevó una de las grandes ovaciones de la noche. El otro momento de furor lo despertaron las presencias de Aretha Franklin (personaje del año) y los míticos Little Richard y Jerry Lee Lewis en sendos pianos. Cuando las cámaras apuntaron a los invitados estrella de la ceremonia –Ringo Starr; Olivia Harrison, la viuda de George, y Yoko Ono, viuda de Lennon–, un exaltado Tom Hanks aprovechó para presentar el musical Love, un espectáculo del Cirque du Soleil con música de los Beatles que volvió a sonar como el cierre perfecto para festejar la música.

Cosquín Rock 2008

Una multitud celebró junto a Los Piojos Más de 30 mil fieles acompañaron a la banda a su regreso al encuentro con sede en las sierras cordobesas Por Sebastián Espósito Enviado especial

MUSICALISIMO

Daffunchio y Sokol, al frente de Las Pelotas, cerraron la quinta luna

Un clásico donde conviven estilos y públicos diferentes Esta noche termina la fiesta familiar de Villa María VILLA MARIA.– Durante todo el año, Villa María espera el Festival Nacional de Peñas, aquellos días en los que artistas internacionales se trasladan a una ciudad sin aeropuerto, esa semana en la que se define como anfitriona de ídolos populares y no como representante del centro de la cuenca lechera más importante del país. La fiesta la celebran la empresa organizadora (Musicalísimo), el poder político de turno (en este caso el intendente Eduardo Accastello, quien agasajó con asado a los medios en un club tan distinguido que estaba desierto un sábado de verano) y la hospitalidad de sus habitantes. Algo distingue a Villa María de Cosquín, su hermano mayor, con el que comparte la esencia folklórica y las peñas que los abrazan. Villa María se fue aggiornando y, al rock nacional y al tango, incorporó sin pruritos el pop y el cuarteto (sin ir más lejos, La Mona Jiménez cerró anoche el escenario), géneros que hace 41 años estaban en pañales o no existían y que aunque no gocen del mismo prestigio de la crítica convocan a multitudes. Algunos artistas se convirtieron en clásicos del festival, como los Pimpinela. Los Galán, junto con Mercedes Sosa y Cacho Castaña, desbordaron la capacidad del lugar, al margen del río Ctalamochita. El verdadero protagonista del festival no fue ni el Chaqueño Palavecino

ni Estela Raval ni Vicentico ni José Luis “el Puma” Rodríguez ni Alejandro Lerner ni las fanáticas de David Bisbal ni la subrepticia fuga de Ricardo Montaner de las cámaras de TV (por no estar de acuerdo con el contrato), sino la diversidad y el clima familiar.

Antes del final Las Pelotas dejó anteayer satisfechos a sus seguidores (los organizadores dejaron entrar gratis al anfiteatro a sus fanáticos, tras el show de Vicentico) en una larga presentación que cerró la quinta luna, pasadas las cuatro de la mañana. Ni Alejandro Sokol ni Germán Daffunchio asistieron a la conferencia de prensa, pero Gabriela Martínez (bajo), Tomás Sussman (guitarra) y Gustavo Jové (batería) desterraron con buen humor y elegancia las versiones sobre una crisis en la cúpula de la agrupación. “Estamos todos bien. Se dicen tantas cosas...”, declaró Sussman. Martínez aclaró que luego del accidente que sufrió Sokol en octubre último, cuando se fracturó una pierna en un choque con un taxi, la banda decidió descansar y si volvieron a tocar sin él fue porque Las Pelotas tenía obligaciones previas que no podía eludir. Más familiar que nunca, el Festival Nacional de Peñas cerrará hoy con los shows de Piñón Fijo y 100% Lucha.

Laura Ventura

COMUNA DE SAN ROQUE.– Y un día dejó de llover en las sierras cordobesas. Los Piojos volvieron a tocar en Cosquín Rock; contaron con una puesta de luces y pantallas exclusiva; sonaron como nunca antes en el festival y hasta se dieron el raro privilegio de dejarle el protagonismo a Luca Prodan (pues se proyectó la película Luca). Ese día fue anteayer, en la tercera y última jornada de Cosquín Rock 2008. Tras bajar el telón del último encuentro en la plaza Próspero Molina, en 2004, Andrés Ciro Martínez y su gente no volvieron al festival. Anteanoche se presentaron por primera vez en el escenario mayor de la Comuna de San Roque, con la estética de su álbum reciente, Civilización, y un extenso repaso por los mojones de su discografía. Una banda ajustada, algunos accesorios para apoyar la lírica de las nuevas canciones (antiparras, máscaras antigás) y un puñado de invitados (Vitico y la plana mayor de Kapanga), detalle insoslayable en cada Cosquín Rock. Antes de Los Piojos, pasaron por el tinglado principal los chilenos Chancho en Piedra, Los Pericos, Kapanga y León Gieco. Kapanga apeló a su cóctel habitual de rock-cumbiacuarteto e incontinencia verbal. La frase 2008 del Mono: “Estamos orgullosos de ser parte de los 34 millones que no vieron a Soda”, en alusión al millón de personas que asistieron al regreso del trío. Tras el combo de Quilmes y luego de un minishow de Pancho, músico amigo de León Gieco, el hombre de Cañada Rosquín salió a recordar su trayectoria con una puesta de imágenes que repasó tanto la historia del rock argentino como las convulsiones políticas y sociales que nos sacudieron: Los Gatos, el regreso de Perón, Almendra, descamisados en la Plaza de Mayo, Tanguito, López Rega, Fidel Castro y la última dictadura militar, entre otros destellos, se sucedieron en una suerte de flashback frenético. Mientras tanto, en el polo opuesto del escenario mayor, la tribu de fieles de la música jamaiquina se volvió a

IRMA MONTIEL

Fue el primer show de la banda de Andrés Ciro Martínez en el escenario mayor de Cosquín Rock y su regreso al festival desde 2004

congregar en gran número (una vez más venció en convocatoria y también en consistencia musical al metal y al punk-rock). Resistencia Suburbana ofreció un muy buen show y Nonpalidece demostró que el traje de banda de cierre del escenario temático le calza justo. Fidel Nadal, en tanto, lució más sólido que en su visita de 2007. Tanto él como las bandas que lo antecedieron debieron lidiar con el sonido grave del rock valvular (con Viticus como exponente principal) que venía del tercer tinglado, ubicado muy cerca de ahí.

La hora del balance “Si sigue lloviendo, voy a tener que dedicarme a la soja”, dijo en broma José Palazzo, productor general del festival, que tuvo más motivos para la alegría que para la depresión. El público volvió a responder en buen número en la octava edición del encuentro (casi 100 mil concurrentes en tres días) y las tribus roqueras demostraron una

Cosquín Rock reunió cien mil personas en tres días. La lluvia y el barro afectaron el predio vez más que pueden convivir en paz. La lluvia, en cambio, desnudó cierta precariedad: el barro hizo imposibles aspectos fundamentales, como la entrada y la salida del público, y también afectó a la movilidad en el predio. En tanto, los precios dentro del santuario del rock federal fueron una invitación para que la gente demorara su ingreso al predio hasta la hora del show de “su” banda. Una vez más, el festival,

suerte de termómetro para comprobar tanto los ascensos como los descensos artísticos, no midió grandes cambios: Las Pelotas, Catupecu Machu y Los Piojos cumplieron con creces. A ellos se sumaron los Ratones Paranoicos, con una actuación soberbia y con la frase más recurrente del encuentro: “Hoy no estoy telefónico” (Juanse dixit). Entre las bandas extranjeras, la victoria fue para Café Tacuba, mientras que a Ozomatli le cabe lo más parecido a un premio estímulo. ¿Revelaciones? Sólo una. que más que una revelación, fue una confirmación: Resistencia Suburbana, la banda de roots-rock-reggae que, con su ya clásico tema “Rastone”, ofreció una síntesis perfecta entre la alianza de un sector del público reggae y los adoradores del sonido de Jagger-Richards y compañía. La cuenta regresiva para la novena edición ya está en marcha y, a la hora de pensar su grilla, es saludable imaginar el regreso de los solistas, grandes ausentes en las últimos encuentros.