Una exposición de Jacobo Bugarín comisariada por Luis Feás 1.12

1 dic. 2016 - (2016); Premio Asturias Joven de Artes Plásticas del. Principado de Asturias (2015); Residencia Museo de A
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Sala Borrón — C/ General Yagüe 3, Oviedo — Asturias De martes a viernes de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas lunes, sábados, domingos y festivos cerrado excepto el lunes 9 de enero de 2017 que permanecerá abierta.

Diseño: www.2x1agencia.com D.L.: AS-3686-2016

Jacobo Bugarín (Santiago de Compostela, 1983) vive y trabaja en Santiago de Compostela. Ha recibido varios premios y reconocimientos como la Beca AlNorte (2016); Premio Asturias Joven de Artes Plásticas del Principado de Asturias (2015); Residencia Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa de A Coruña (2015); 2º Premio de la Muestra de Artes joven de La Rioja (2015); Beca Taller de creación Fabra i Coat, San Andreu Contemporani, Barcelona (2013); Premio INJUVE de Artes Plásticas (2013); 3er Premio Xuventude Crea de Videocreación de la Xunta de Galicia (2013); Beca de perfeccionamiento de estudios artísticos, Diputación de A Coruña (2012); Accésit del jurado VII Premio Auditorio de Galicia para Nuevos Artistas. Santiago de Compostela (2011); Bolsa San Martín Pinario para la producción de obra artística, Xunta de Galicia (2005). Entre sus exposiciones y proyectos individuales destacan: Afirmo que todo funcionará (Zona C, Santiago de Compostela, 2016); Ellos quieren zoar [gamberro, víctima, héroe] (Centro Niemeyer, Avilés, 2016); To join or to fall over stone circles (Hotel Gabriel, Lorient, Francia, 2016) y Acción Aislada (Galería 9THE13, A Coruña, 2012). Entre 2005 y 2016 participó en varias muestras colectivas en centros e instituciones como el cGac (Santiago de Compostela), Sant Andreu Contemporani (Barcelona), MARCO (Vigo), EsBaluard (Palma de Mallorca), MAC (A Coruña), Auditorio de Galicia (Santiago de Compostela), Sala Borrón (Oviedo), Cidade da Cultura (Santiago de Compostela), Sala Amadís (Madrid), Sala de arte joven (Madrid), Can Felipa (Barcelona), Museum Kloster Asbach (Alemania)...

1.12.2016 — 9.01.2017

Una exposición de Jacobo Bugarín comisariada por Luis Feás

Conceder el Premio Asturias Joven de Artes Plásticas a Jacobo Bugarín supone hacerlo a un artista inmerso en la controversia que, desde una completa formación académica, cuestiona los modos tradicionales de representación y receptividad, la función social de lo creativo y la misma posibilidad de lo artístico. Adscrito por generación a la crítica institucional y a los intersticios relacionales (que son más una ética que una estética), y escéptico a todo lo que suponga reconocimiento y triunfo en una situación profesional que es cada vez más precaria para todos, su objetivo último es la supresión de la desigualdad, anulando la distancia entre los diferentes agentes que conforman una exposición, como se subraya en la carta que acompaña a estas líneas, dirigida a la coordinadora de Juventud que le comunicó su inclusión en el engranaje artístico asturiano. Sacar espacio. Fijar tiempo se articula a partir del intento de ruptura del sistema de relaciones generado por

la arquitectura de la sala. El proyecto reflexiona en torno a la relación entre cuerpo y espacio a través de la creación de una nueva estructura de madera que desdobla y condiciona la primigenia, por una parte, y por otra de la capacidad del cuerpo de adaptarse a ella, en un encuentro forzado con las rutinas establecidas. Los movimientos del público que transita por los distintos recovecos construidos se contraponen a gestos casi inmovilizados que se despliegan en diagramas, fotos y proyecciones. Es un intento de adaptación que explora la fisura y el límite y obliga a crear recorridos imprevisibles, en un juego que introduce algunos de los conceptos que le son más caros al artista, como el de los afectos, la distancia y la empatía, la superposición de estructuras, la exteriorización del discurso o los sistemas integradores, a los que tanto se resiste. Luis Feás Costilla Comisario de la exposición

Hola María José, recuerdo la primera vez que charlamos, cuando hace tres años me convocaste para integrarme en la muestra. Esa vez no nos conocimos en persona y tu voz me ayudo a imaginar tu cuerpo. En cambio ahora supe desde el principio que nos veríamos físicamente. No tenía una idea clara de ti; la distancia me ayudo a contemplarte, lejos, en mi mente. Cuando maduraba la exposición me interesaba esa estructura establecida y el cómo yo me acoplaría a ella en la distancia, como podría deslizarme desde fuera y salvar el recorrido que nos aparta a los dos todavía. No sé bien si estoy hablando de ti o de tu imagen; lo que sí sé es que me encantaría no tener la perspectiva suficiente como para acomodarme fuera, lejano a algo a lo que supongo pertenezco. No sé María José, ahora se mezcla mucho todo: lo que creo que me atrae con aquello que pienso necesario y con las personas que lo posibilitan. El inconveniente puede ser que no sé si mi

intento de adaptación a la estructura es torpe o es más bien que el sistema no consiente que me iguale. Yo optaría por seguir charlando contigo desde aquí: no sé si dentro o fuera, en la arista mejor. Porque admito que es de eso de lo que se trata: de lenguaje, de gestos, de intenciones. Conversaremos luego María José, con calma, aproximándonos — ahora durante la exposición—. Tanto como para no poder examinarnos. Simplemente estar cerca.