Un paraíso sumergido por las cenizas

de Futrono y Lago Ranco –donde se encuentra la mayoría de los habitan- tes albergados– la primera dama,. Cecilia Morel,
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INFORMACION GENERAL

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Jueves 9 de junio de 2011

EMERGENCIA EN EL SUR s LOS EFECTOS DE LA ERUPCION DEL PUYEHUE

Un paraíso sumergido por las cenizas Aún sin energía ni agua, en la desolada Villa La Angostura comenzaron las tareas de limpieza; en la frontera la tierra sigue temblando SOLEDAD MARADONA

Regresa hoy la nube volcánica a la Capital

ENVIADA ESPECIAL VILLA LA ANOGOSTURA.– Ingresar en Villa la Angostura, la localidad más próxima al volcán Puyehue –a sólo 45 kilómetros en línea recta– es llegar a una ciudad desolada, con calles y veredas colmadas de cenizas húmedas, lagos con sus increíbles tonalidades alteradas, y árboles que todavía cargan con el material despedido por la furia del volcán. Toda actividad está suspendida y no hay clases desde el lunes. Tampoco hay energía ni agua en varios barrios, algunos desde hace tres días. Pero hay un movimiento de unas 300 personas entre fuerzas de seguridad y voluntarios que limpian calles y techos y asisten a los vecinos de sectores aislados. En medio de estas tareas, los habitantes de esta aldea de montaña, orgullosos por la solidaridad que se observa en sus calles, cuestionan la ratificación de las elecciones provinciales para el próximo domingo en medio de esta contingencia. Villa La Angostura, donde ayer se declaró la “emergencia volcánica”, al igual que en San Carlos de Bariloche, fue el primer sitio del lado argentino que vio la fumarola de 11.000 metros de altura del volcán Puyehue, el sábado por la tarde. De ahí en más se sucedieron movimientos sísmicos leves, precipitaciones de cenizas y, luego, lluvia y viento. “Las cenizas nos encontraron viajando desde Bariloche, pero teníamos que venir, fue algo de no creer. Una cosa es contarlo y otra cosa es vivirlo. La ruta no estaba, por momentos era como andar a campo traviesa, y cuando estábamos a tres kilómetros empezaron a caer piedras grandes. Era como uno se imagina un campo lunar”, contó Mirta Cofré a LA NACION mientras exhibía las piedras livianas, con burbujas de aire, que juntó de ese día. Mirta y su esposo, Miguel Giménez, viven a la vera de la ruta 231 a sólo 2 kilómetros de la aduana del paso internacional Cardenal Samoré, que desde el sábado se encuentra cerrado. En el ingreso a su vivienda hay medio metro de cenizas húmedas por las lluvias de las últimas horas y, semienterrados, pueden verse tres vehículos que, según dicen, “funcionan pero hay que palear primero la ceniza”. Casi a dúo cuentan que volvieron aquel sábado a La Angostura porque la ternera estaba atada. “No la podíamos dejar así”, dicen. Los Giménez son de los pocos pobladores que ayer durante una recorrida de LA NACION hasta la frontera se encontraban en sus casas, pues cada día regresan para atender a sus animales. Otro era Rubén Monsalve, un jubilado de 68 años que vive sólo unos kilómetros más adelante y que nunca dejó su hogar por “miedo a los robos”. Cada día meticulosamente registra en un papel, bajo la luz de un farol, los horarios en los que siente moverse la tierra. La ruta 231 entre la ciudad y la frontera fue despejada de cenizas en una de sus manos, pero práctica-

Podría afectar vuelos durante la mañana

FOTOS DE ALFREDO LEIVA / ENVIADO ESPECIAL

Entre Villa La Angostura y la cercana frontera chilena, los pocos pobladores se mantienen en sus casas por temor a robos mente no circula nadie por ella, lo que permitió ayer con tranquilidad a Eduardo Matas arriar su ganado por un tramo de 7 kilómetros para que las vacas pudieran comer pasto bueno que repartió Prefectura en toda la zona. En el otro extremo, en Puerto Manzano, un exclusivo sector donde predominan las hosterías y casas de segunda residencia, la situación era similar, con una importante acumulación de cenizas volcánicas, sin servicio eléctrico ni agua potable. El panorama desolador lo reflejaba la bahía del lago Nahuel Huapi, con un tono turquesa y con una quincena de embarcaciones ancladas cubiertas con lonas cargadas de cenizas. “La ceniza en el agua daña el sistema de enfriamiento de las embarcaciones, sólo nos queda esperar que decante en el fondo del lago y vuelva el agua cristalina”, dijo a LA NACION Gustavo Bruckl, capitán del velero Impaciente, que navega la zona con turistas y que sólo durante el primer día retiró unos 400 kilos de cenizas acumuladas sobre la lona que cubría el barco. Entretanto, en San Carlos de Bariloche mejoraron las condiciones climáticas y lentamente la ciudad vuelve a la normalidad, con el restablecimiento de las clases y de las actividades administrativas, que estaban suspendidas desde el lunes, aunque se mantiene la emergencia.

“Era como un campo lunar”, dijo Mirta Cofré sobre la caída de piedras volcánicas en Villa La Angostura

Chile, frente a más de 50 años de catástrofes naturales Una población habituada a sismos, tsunamis, inundaciones y erupciones

Especial multimedia. Nahuel Huapi: antes y después de la cenizas. www.lanacion.com.ar/1379942

CARLOS VERGARA CORRESPONSAL EN CHILE

Derrumbe y susto en el paso Samoré No causó víctimas el derrumbe por completo de una confitería de madera con techo de chapa –en ese momento estaba cerrada al público–, que funciona a pocos metros del complejo aduanero del paso internacional Cardenal Samoré, en la provincia de Neuquén. Fuentes de la Gendarmería Nacional agregaron que el accidente se produjo en horas de la tarde de ayer por la excesiva acumulación de ceniza volcánica en los techos de la confitería.

“Es un suceso, más que nada, psicológico” Lo dijo Cristina Fernández, ayer, durante un acto La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió ayer al “episodio de las cenizas” como un suceso “molesto, que trae temor y, más que nada, es psicológico”. Además, pidió tranquilidad y confianza en que la situación pronto será superada. Durante un acto de inauguración de un puerto regasificador, en Escobar, provincia de Buenos Aires, la primera mandataria les pidió a los afectados por la nube de cenizas del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle que “no tengan miedo”, y recordó cuando en 1991 la provincia de Santa Cruz fue afectada por la erupción del volcán Hudson. “En el 91, tuvimos el episodio del Hudson, en la provincia de Santa Cruz que, afortunadamente para nuestro país, comparado con esto que se vivió ahora, fue un episodio mucho más intenso, mucho más grave que éste. Y yo quiero decirles que no tengan miedo, fundamentalmente a los pobladores de los lugares afectados”, dijo. “Nosotros [con Néstor Kirchner] vivíamos allá y salimos los dos presi-

dentes, así que fíjense que tan malo no debe ser, y nunca me puse un barbijo”, afirmó la Presidenta. Luego se refirió a la localidad de Los Antiguos, “que fue el pueblo sobre el cual cayeron toneladas de cenizas –precisó–. Yo me acuerdo haber visto las imágenes, a las 11 de la mañana, y en Los Antiguos era de noche, parecía que tiraban cemento sobre las casas y sobre las calles; fue impresionante. Y hoy Los Antiguos es un vergel con cerezas que parecen del tamaño de una manzana, así que les pido a todos tranquilidad”, señaló Fernández de Kirchner durante su discurso, acompañada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. “Sé que es molesto, sé que trae temor y más que nada es psicológico todo lo que sucede, pero tengan fe y tengan confianza que las cosas se superan creyendo, trabajando y haciendo el sacrificio que todos tenemos que hacer para salir adelante”, concluyó.

SANTIAGO, Chile.– Habituado mas no acostumbrado a los desastres, Chile registra un lamentable historial de catástrofes naturales en los últimos 50 años. Comenzó con el histórico sismo de Valdivia, en 1960, de 9,5 grados en la escala de Richter, considerado el terremoto más violento en la historia del mundo. El fenómeno fue acompañado de un tsunami que barrió con esa ciudad y con las costas de Hawai y Japón, y dejó 2000 muertos y dos millones de damnificados en este país. La historia se repetiría cada 25 años, con los grandes terremotos de San Antonio (1985) y de Cobquecura (2010). El primer remezón, acompañado de un ruido subterráneo y sordo, durante la madrugada del 27 de febrero de 2010, significó para Chile mucho más que el comienzo de otro gran sismo. Fue un nuevo latigazo de humildad, con el que la naturaleza recordó que la estabilidad política y los índices del PBI poco pesan a la hora de las catástrofes.

La majestuosa cordillera de los Andes tampoco da tregua. Por las torrenciales lluvias de mitad de año, numerosas veces se desbordan los ríos y se producen aluviones cordilleranos, con gran número de víctimas, como la inundación de Santiago en 1992, tragedia que se repetiría en Antofagasta en 1991 y en la quebrada santiaguina de Macul, en 1993. Los volcanes no son ninguna novedad: en mayo de 2008, el Chaitén descargó su furia sobre la ciudad homónima, obligó a evacuar a más de 7000 personas y levantó una nube de cenizas que llegó hasta el océano Atlántico.

Políticas dinámicas “Chile es un país acostumbrado a la resignación. Pero también a enfrentar la adversidad. Cada desastre ha modificado las políticas. Prueba de ello es el último terremoto, que cambió los sistemas de emergencia”, explicó a LA NACION el senador oficialista Jovino Novoa, con el recuerdo aún fresco de la evacuación masiva que se hizo a comienzos de año por un posible tsunami después del te-

rremoto registrado en Japón. El descenso en la actividad volcánica del complejo Puyehue-cordón Caulle de las últimas 48 horas contrasta con las inclemencias del tiempo, lo que ha obligado a las autoridades chilenas a mantener la alerta y las medidas de evacuación en las regiones de Los Ríos y Los Lagos. Las lluvias y ráfagas de viento azotaron con violencia sectores como Bahía Mansa, en las cercanías de Osorno, y provocaron olas de hasta seis metros. En Villarrica, más de 200 kilómetros al norte de Puyehue, un extraño minitornado con ráfagas de viento de hasta 120 kilómetros por hora hizo volcar a automóviles, destrozó más de 150 techos y amenazó a la población con enormes granizos. Para mañana está pronosticado un nuevo frente de mal tiempo en ambas regiones. Ayer, en tanto, llegó hasta la zona de Futrono y Lago Ranco –donde se encuentra la mayoría de los habitantes albergados– la primera dama, Cecilia Morel, quien confirmó la pronta visita del presidente Sebastián Piñera a la región.

El polvo ya se vende por Internet Las cenizas del Puyehue no sólo volaron y cruzaron las fronteras hacia Brasil: también llegaron a Internet. Al menos 11 habitantes de las provincias patagónicas afectadas por las emisiones del volcán y (un riojano advenedizo) ofrecen en Mercado Libre frascos o bolsitas con ceniza recolectada en sus propias casas. Los valores van de 7 a 100 pesos, de acuerdo con su peso o volumen. Sin embargo, sólo hubo dos compradores, uno al vendedor de La Rioja y otra a un usuario de Chubut. La novedad de que algunos le encontraran la veta comercial a las

partículas que mantienen aislada a la mitad de la Patagonia causó asombro, indignación e interés. Si bien la mayoría de los comentarios que recibieron los vendedores hacían referencia a la “avivada”, hubo interesados en las propiedades curativas y fertilizantes del polvo. “¿Sabés si tiene propiedades antiage? Me interesa hacer cremas”, le preguntó un usuario. “Mirá, el azufre es antioxidante, absorbe los radicales libres que tienen que ver con el cáncer y el correcto desarrollo de las células del organismo. Si llega a tener selenio es antiage como

las cremas. Exfoliantes seguro te dejan la piel resuave”, respondió el vendedor, sin especificar en qué se basa para asegurarlo. También hubo quienes preguntaron por el tamaño de las partículas: buscan las gruesas, del tamaño de los poros del telgopor, que son las que caen cerca del volcán y supuestamente tienen diversas propiedades. Igual, lo que dominó fue el humor: “Urgente, las necesito porque tengo que clausurar un aeropuerto mañana. Sí o si!! Cuánto me sale el envío a Rosario??? Necesitaría una lluvia de 3 horas aprox. Gracias”.

La nube de cenizas proveniente del complejo volcánico Puyehue volverá a Buenos Aires en la madrugada de hoy, aunque, según informó ayer la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), no obligará al cierre del Aeroparque Metropolitano ni del aeropuerto internacional de Ezeiza. De todas maneras, fuentes de ese organismo dijeron a LA NACION que “ante el mínimo indicio de que la nube se sitúe en suspensión en el área de influencia del aeropuerto internacional de Ezeiza y del aeroparque metropolitano Jorge Newbery, se cortarán todos los vuelos”. Anoche, las principales compañías aéreas todavía no habían decidido nada respecto de los vuelos de hoy y trabajaban hora a hora con los partes meteorológicos para evaluar la situación. Por eso, la recomendación para los pasajeros era que, con tres horas de antelación, chequeen lo sitios web de las empresas o se comuniquen con la línea aérea contratada para verificar eventuales cambios de vuelos o cancelaciones. Anteayer, la nube de cenizas obligó a que se suspendieran las operaciones aéreas en el área metropolitana durante buena parte de la mañana, lo que afectó cerca de 70 vuelos. Las previsiones sobre el momento en que llegaría la nube volcánica a Buenos Aires fueron variando durante toda la jornada de ayer. Según el último informe que brindó a LA NACION el pronosticador del Servicio Meteorológico Nacional, Pablo Lastra, se calculaba que la nube de cenizas estaría llegando al área metropolitana de Buenos Aires entre las tres y las seis de esta madrugada. “El viento, que contiene restos de ceniza volcánica en suspensión, sigue un curso de Sudoeste a Noreste a una altura que oscila entre los 1000 metros y los 5000 o 6000. Los pronósticos indican que la nube se va a observar sobre Buenos Aires en los inicios del día jueves, aunque es probable que haya otro pulso durante la tarde, que puede tener mayor o menor concentración, y, dependiendo del viento, puede dirigirse más hacia el sudeste de Buenos Aires o más hacia Santa Fe”, dijo Lastra. De todas maneras, fuentes de Aeropuertos Argentina 2000 informaron ayer que esta situación no implicará el cierre de Aeroparque ni de Ezeiza, ya que por la altura a la que estaría pasando la nube de ceniza sólo afectaría la ruta aérea, pero no complicaría los aeropuertos. Además, destacaron que “quedará a criterio de las aerolíneas la continuidad o suspensión de sus vuelos”. Mediante un comunicado, la ANAC informó ayer: “De mantenerse las condiciones meteorológicas actuales, se prevé que la nube de cenizas volcánicas emitida por el volcán chileno Puyehue se sitúe en suspensión en el área de influencia del aeropuerto internacional de Ezeiza y del aeroparque metropolitano Jorge Newbery”. Además, la ANAC sostuvo que, para cerrar los aeropuertos, es necesario que se hayan depositado cenizas sobre la pista o en los costados, y que se está actuando de acuerdo con los protocolos y recomendaciones establecidos en materia de seguridad para este tipo de eventos. El organismo recomendó a todos los pasajeros que tuvieran previsto volar hoy, comunicarse previamente con la línea aérea contratada para verificar cambios de vuelos y cancelaciones. El pronosticador Lastra señaló que, por la altura que lleva la nube de cenizas, va a ser imperceptible para el ojo humano. “La densidad de la nube es baja por el escaso contenido y porque en la distancia ya recorrida las cenizas se van precipitando y dispersando”, dijo. Debido a estas características, en Buenos Aires la capa que se depositará en el suelo no va a tener más de un milímetro, lo que el pronosticador calificó como una cantidad “ínfima, que no va a afectar a los ciudadanos”. Según la ANAC, los aeropuertos de Bariloche, Trelew, Neuquén, Bahía Blanca, Viedma, Puerto Madryn y San Martín de los Andes se mantendrán cerrados, y su apertura dependerá de las condiciones meteorológicas que se vayan dando en los próximos días.