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Página 16/Sección 4/LA NACION

Metahumorfosis

Maximiliano Rocca

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Franqueo a pagar Cuenta Nº 2 Tarifa Reducida Concesión Nº 2

Domingo 23 de septiembre de 2007

Por Sergio Ibáñez

Tutelandia

Por Tute

“Los asteroides y los cráteres entraron en mi vida” No era la primera vez que visitaba el Museo de Ciencias Naturales de Parque Centenario, pero recién esa tarde las descubrió. Habían caído en el Chaco y eran piedras enormes. “Pero lo que terminó de asombrarme fue que daban vueltas desde comienzos del mundo alrededor del sol, y que podían tener desde el tamaño de un guijarro hasta dimensiones descomunales de 300 kilómetros. Fue entonces –tenía 12 años– cuando los asteroides y cráteres entraron en mi vida definitivamente”, recuerda Maximiliano Rocca. “Los asteroides son los escombros cósmicos, fragmentos de roca o metal que sobraron de la construcción del sistema solar. El sol y los planetas se formaron hace unos 5000 millones de años a partir de una nebulosa de gas y polvo calientes. Luego, el gas se fue enfriando y se condensó en gotas y granos que, al agruparse, fueron formando los planetas. Los sobrantes de esas aglomeraciones son los asteroides” agrega. Rocca es analista de sistemas especializado en la búsqueda de cráteres y asteroides, y miembro regular de la Meteoritical Society y de la American Astronomical Society. Es autor del proyecto de búsqueda detallada de nuevos cráteres en la Argentina y en países de habla hispana, en el que desde hace años trabaja en colaboración con el geólogo doctor Daniel Acevedo, y el Centro Austral de Investigaciones Científicas del Conicet, Ushuaia. –¿Cómo se producen los cráteres? –Todo comienza cuando la órbita de un asteroide se cruza con la órbita de la Tierra. El choque es tremendo. Imagine una roca de un kilómetro de diámetro cayendo del cielo a una velocidad de 20 kilómetros por segundo. No es fácil imaginar esa velocidad, pero piense que un segundo es equivalente a la duración de un chasquido de sus dedos. ¡Eso es lo que tarda la roca en recorrer 20 kilómetros! Un impacto de asteroide es millones de veces más fuerte que el peor terremoto o la mayor erupción volcánica posible. La razón es la tremenda energía que el asteroide descarga al chocar contra la superficie terrestre. En promedio, un asteroide de medio kilómetro de diámetro, moviéndose a 20 kilómetros por segundo, libera unos 25.000 megatones de energía al chocar. Un megatón es un millón de toneladas de trinitrotolueno (TNT); para dar una idea, una bomba termonuclear de hidrógeno libera al detonar unos 20 megatones de energía. –Increíble. –Al chocar, la energía del asteroide se transforma en la llamada onda de shock, que consiste en un pico de alta presión,

El más antiguo poema de amor hasta hoy conocido es de origen sumerio, fue grabado hace más de 4000 años en una tablilla arcillosa hallada en Nippur (actual territorio de Irak) y constituye una preciada reliquia que guarda el Museo de Arte Oriental de Estambul. Escrito en primera persona, supuestamente es Inanna, diosa de la fertilidad y amante fiel, quien le dirige estas palabras a Dumuzi, dios de los pastores: “Novio mío, próximo a mi corazón… Me has cautivado, déjame presentarme temblorosa ante ti… Novio mío, llévame a tu alcoba… ” Desde entonces, la pasión amorosa es tema predilecto de incontable número de poetas, entre ellos el anónimo autor del bíblico Cantar de los cantares, que integra el Antiguo Testamento. Allí, una pa-

FOTO, MAXIE AMENA

Analista de sistemas, se especializa en buscar meteoritos y sus huellas entre 100.000 y 5 millones de veces la presión atmosférica normal. A medida que la onda se propaga va perdiendo fuerza, pero enormes rocas son astilladas, deformadas, trituradas, fundidas, proyectadas hacia el cielo o vaporizadas en segundos. Curiosamente, del asteroide que produjo el choque no sobrevive nada: se transforma en vapor. La huella del impacto es lo que llamamos cráter o estructura de impacto. En promedio, un asteroide abre un cráter cuyo diámetro es 20 veces su propio diámetro. Por ejemplo, una roca de un kilómetro de diámetro abrirá un cráter de 20 kilómetros. –¿Todos tienen la misma forma? –Hay de dos tipos. Están los simples, que son hoyos en forma de taza que nunca tienen más de 4 kilómetros de diámetro. El más popular es el cráter Barringer, de Arizona, Estados Unidos, un hoyo de 120 metros de diámetro producido hace unos 50.000 años por un asteroide de 40 metros de diámetro compuesto de hierro y níquel. El segundo tipo de cráter es el de estructuras complejas, o de multianillos, con varios anillos concéntricos. Pueden tener el tamaño de países enteros. Pero ninguno le resulta muy simpático a la naturaleza. –¿Qué hace? –Trata de disimularlo con cosmética. Los llena de agua, luego los cubre de polvo, tierra, piedras. Esto con el tiempo se endurece, se oxida y se va desdibujando. –¿Qué puede ocurrir si cae un asteroide en el mar? –Algo parecido a un tsunami. –¿Asteroides famosos? –Dos: uno, de 10 kilómetros de diámetro, que cayó hace 75 millones de años

Para memoriosos Por Norberto Firpo reja celebra su íntimo idilio, y él le dice a ella: “¡Qué bella eres, qué encantadora,/ oh amor, oh delicias!/ Tu talle se parece a la palmera;/ tus pechos, a los racimos./ Me dije: subiré a la palmera,/ recogeré sus frutos…” En su Antología de las mejores poesías de amor en lengua española (Plaza & Janés, Madrid, 2000), Luis María Anson, miembro de la Real Academia Española, dedica un

y que, según una teoría, fue una de las causas de la extinción de los dinosaurios. Piense que el monte más alto del mundo, el Everest, en los Himalaya, mide 8000 metros, 8 kilómetros. El otro asteroide cayó en Sudáfrica, 2000 millones de años atrás, cuando en el planeta no había otra cosa que bacterias. ¡Medía 300 kilómetros! –¿Hubo alguna víctima por caída de asteroides? –Circulan muchas leyendas e historias dudosas, por lo que es necesario ser muy cautos. De lo contrario caeremos en relatos como los que se cuentan sobre los OVNI. Por ejemplo, el jueves último cayó un objeto en una zona despoblada de Carancas, Perú, que, según las primeras noticias, habría provocado mareos en vecinos que se acercaron a ver de qué se trataba. Hay hechos ya probados, como la lluvia de meteoritos del tamaño de guijarros, caída el 6 de enero de 1985 en La Criolla, Entre Ríos. En cuanto a víctimas humanas, el único caso registrado ocurrió el 20 de noviembre de 1954, en la ciudad de Sylacauga, Alabama, al sur de Estados Unidos. Después del almuerzo, la señora E. H. Hodges estaba sentada descansando cuando un asteroide de 4 kilos, del tamaño de la cabeza de un hombre, atravesó el techo, aplastó prácticamente una radio y la golpeó en un muslo. Estuvo internada varios días, pero se repuso totalmente. Y el 20 de junio de 1911, en Nakhla, Egipto, un meteorito mató a un perro. Por las dudas, la NASA tiene un programa de seguimientos para hacer un inventario de asteroides potencialmente peligrosos, pero estaría terminado en 2020.

Gaturro

Por Nik

Lola

Por Dickenson y Clark

Luis Aubele

capítulo especial a los “doce grandes” poetas castellanos que cultivaron este género. A su entender son Vicente Alexandre, Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Garcilaso de la Vega, Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Pablo Neruda, Octavio Paz, Francisco de Quevedo, San Juan de la Cruz y Lope de Vega. Uno de ellos escribió el soneto Definiendo el amor, que empieza así: “Es hielo abrasador, es fuego helado,/ es herida que duele y no se siente,/ es un soñado bien, un mal presente,/ es un breve descanso muy cansado”. ¿Quién es su autor? Bécquer (sevillano, 1836-1870) compuso una cuarteta cuyos primeros versos son éstos: “Hoy la tierra y los cielos me sonríen;/ hoy llega al fondo de mi alma el sol;/ hoy la he visto, la he visto y me ha mirado…” ¿Qué dice el cuarto verso? Las respuestas, abajo.

Macanudo

Por Liniers

Entretenimientos

El autor del poema Definiendo el amor es Francisco de Quevedo (madrileño, 1580-1645). La cuarteta de Bécquer, incorporada a sus Rimas, concluye así: “¡Hoy creo en Dios!”

La foto que habla

Por Stanko Jerebic ([email protected])

Integración:

Por Nik – –

C A –A B A

Fuga de consonantes:

Para comerse unas pizzas El diálogo suele repetirse entre porteños orgullosos del patrimonio gastronómico local y extranjeros recién llegados: –¿Y? ¿Qué tal tus días en Buenos Aires? ¿Ya comiste pizza? ¡Se dice que la de acá es mejor que en Italia! –Sí, sí, ya me lo dijeron varias veces. Mito o no, la teoría de la pizza porteña ahora tiene refuerzo en la guía Pizzerías de valor patrimonial de Buenos Aires, libro de bolsillo editado por el gobierno porteño, que incluye perfiles y fotos de 39 pizzerías de perfil variadísimo, con horarios y hasta los colectivos que llevan a destino. Un libro que da hambre.

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U

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Anagrama:

TERCERA

IE–A–O

Diestra

Mamífero nocturno Aféresis:

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Provenir

Magnetizar

La solución, el domingo próximo

Solución del domingo anterior Integración: BACALAO

Fuga de vocales: BARRAGANERIA

Apócope: ESTRAGON ESTRAGO

Reconstrucción: MARIPOSA