Tenemos una fábrica de Bonos

23 mar. 2009 - de dos años en Fez (Marruecos), Eze (al sur de Francia), Nueva York, Dublín y. Londres, y producido por B
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Buenos Aires, lunes 23 de marzo de 2009. SECCION 4

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Se viene Tetro Francis Ford Coppola subió a YouTube un video en el que anticipa el estreno de su film, que será el 11 de junio

Clive Owen por partida doble

Cuestionamientos en el medio

El inglés protagoniza Agente internacional, estreno del jueves, y Duplicidad, que se verá en abril. PAGINA 4

El nuevo programa de actualidad y humor 6 en el 7 a las 8 tropieza con lo mismo que critica. PAGINA 4 Controversia

Murió Jade Goody, estrella del mundo reality De Gran Hermano a la agonía televisada Por Natalia Trzenko De la Redacción de LA NACION Vivir y morir por la televisión. En la madrugada de ayer, la frase dejó de ser una figura del lenguaje usada por quienes analizan o critican el efecto de la pantalla chica en el mundo actual para convertirse en cruda realidad. Jade Goody, la mujer británica famosa por haber participado de varias versiones de Gran Hermano murió en la madrugada de ayer, víctima de un cáncer que le diagnosticaron frente a las cámaras. Si Goody, asistente de dentista de 27 años, no falleció en pantalla, fue pura casualidad. Porque desde hace años, cuando ingresó en la casa del reality show más famoso, la mujer había decidido que su vida podía ser documentada hasta en sus más escabrosos detalles. No

AP

Goody había publicado su biografía

“Tenemos una fábrica de Bonos”

La banda irlandesa acaba de editar un nuevo álbum, No Line on the Horizon, excusa ideal para volver a encender una de las maquinarias mejor aceitadas y más grandilocuentes del rock mundial, que multiplica las caras de su cantante LONDRES.– ¿Bono es la celebridad más omnipresente del planeta? Parece que es así. Si se abre cualquier diario, cualquier día, hay altas probabilidades de que haya una foto del tan reconocible cantante de U2 en alguna de sus múltiples apariencias. Bono encontrándose con Barack Obama en Washington; Bono y Bob Geldof, con Gordon Brown en Da-

vos; Bono y Bill Gates en Africa; Bono y Brad Pitt relajándose en el sur de Francia; Bono y U2 tocando en la entrega de los Grammy, en Los Angeles. Realmente, está por todos lados. ¿Cómo hace? “Hay una fábrica de Bonos –dice el irlandés, de 48 años–. Cuando me ven ocupado, la banda abre una fábrica. Está ahí, al fondo de Tallaght [zona en los su-

burbios de Dublín]. Hay algunos diferentes que se usan para distintas ocasiones.” La fábrica de Bonos va a tener bastante trabajo en los próximos meses, con la reciente edición de su nuevo álbum, el número doce de estudio, No Line on the Horizon (nombre inspirado, aparentemente, por la vista al mar desde la ventana del estudio en la casa del cantante, en Dublín)

y la gira que vendrá. Grabado a lo largo de dos años en Fez (Marruecos), Eze (al sur de Francia), Nueva York, Dublín y Londres, y producido por Brian Eno y Daniel Lanois, el álbum recibió comentarios muy favorables de algunos de los críticos musicales más influyentes del mundo, Continúa en la página 3, columna 1

importaba si la mostraban ignorante, maleducada o racista, Goody entendió que su salida del anonimato y de su trágica infancia con padres adictos a la heroína era siempre a través de una cámara encendida. Incluso a la hora de escuchar que le quedaban pocos meses de vida, mientras participaba de Gran Hermano famosos en la India, país al que llegó luego de burlarse de una de sus actrices más famosas. Frente a las cámaras, claro. La celebridad de la británica que el 22 de febrero pasado se casó con su novio y vendió los derechos de la emisión de la boda por casi un millón y medio de dólares alcanzó límites insospechados hasta para el más cínico de los productores televisivos. Goody aceptó y festejó la

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(Protagonistas)

Por Alicia Petti

Betty Elizalde: “Creo que nací dentro de la radio” La conductora lleva 13 años haciendo Siempre Betty, su ciclo de conversaciones con figuras de diversos medios De lunes a viernes, de 15 a 18, por Radio de la Ciudad, Betty Elizalde conduce Siempre Betty. El ciclo tiene 13 años de permanencia –en los dos últimos, en AM 1110–, y en él una de las voces más reconocidas de la radiofonía argentina convoca a figuras de las más diversas disciplinas para entablar una charla, acompañada con mate, té o café, para escuchar como si estuvieran en el living de casa. –¿Cuántos años llevás en la radio? –Voy a cumplir 50 años en el micrófono; desde los 18. No tengo escapatoria. Acá me lo quieren festejar, pero ya les dije que no, porque me voy a ofender. Alguna vez me voy a tener que hacer cargo de la edad. Soy una irresponsable que no tomó todavía conciencia: creo que nací dentro de la radio. –¿Qué significa en tu vida? –La radio es como el aire que respirás. Aunque mi vida privada sea interesante, y siga haciendo otras actividades, cuando me quedo a solas, pienso: «¿Qué hago con todo esto?». Porque lo lindo es poder comunicarlo. Me cuesta mucho la vida de relación fuera de la radio.

–En los últimos años hiciste radio en coproducción. –Es algo perverso. La radio y la TV son los únicos lugares que conozco en los que a veces tenés que pagar para trabajar. Y esto se profundizó muchísimo en los últimos años. Hice el esfuerzo sobrehumano, no de producir el programa económicamente, porque me di cuenta de que no podía. Y terminé pagando todo: producción, teléfonos... –Para los que todavía no te escuchan, ¿qué es Siempre Betty? –Comenzó en 1996 y pasó por varias radios –a estas alturas puedo decir que he trabajado en todas las emisoras–. Mantiene su esencia y se renuevan los temas y los personajes que nos visitan. Es eso: la exposición de una persona frente al micrófono. No es musical, pero la música es un elemento que tiene que ver con lo que está pasando. El programa es un encuentro con otra persona, no sólo con el que escucha. Entretener no es entrar en una cosa chabacana, estúpida y ligera. Leo cuentos, poemas, a veces, cuento una película. Me permito decir que de un tema no conozco o reconocer que me equivoco. Pero tengo muy buen enganche con la gente. Hay

personas que son medio herméticas y vienen prevenidas; cuando se van, me besan y me abrazan por lo bien que la pasaron. –¿Las figuras que invitás son de ámbitos bien disímiles?

“A veces, tengo la sensación de que las mujeres hemos ido involucionado en la radio” –Totalmente. Roberto Perfumo, Bruno Gelber, Aníbal Ibarra, Chavela Vargas, Paz Vega. Recuerdo las visitas de Bioy Casares o la de Antonio Dal Masetto, y también las de diferentes funcionarios. En el programa no hablamos de política, a lo sumo, de filosofía. No les voy a sacar ninguna declaración rimbombante: lo que quiero saber es qué sienten como

personas, qué hay detrás de toda esa cosa tan estructurada. Me fascina el contacto con los grandes músicos, poetas y escritores. Hablamos desde las cosas cotidianas, desde la emoción. Además, estoy muy bien acompañada por el historiador Eduardo Lázzari, con sus ilustrativos micros; el musicólogo Marcelo Arce, con su enseñanzas sobre los diferentes géneros musicales, y en la operación técnica, Alberto Burgos. Empecé con todos: con Charly García, con Palito Ortega, Sandro. Los veo y veo el lugar que ocupan hoy en el mundo del espectáculo, y pienso lo maravilloso que fue haber crecido juntos. Y me río porque ya no hay nadie más grande que yo. –¿Tenés libertad para trabajar en Radio de la Ciudad? –Sí. La prueba está en que hasta Aníbal Ibarra vino a esta radio; Carlos Ulanovsky y Pepe Eliaschev [ex directores de la emisora]. Más aun: vienen y terminan tomando un café con la directora [Virginia Ungaro]. Además, esa cosa de sentirte apoyada y reconfortada nos pone bien a todos. Es el segundo año, y estoy muy cómoda y feliz. La producción es de la radio, pero

CARINA CONSENTINO

yo estoy en todo. La verdad es que mis productoras son dos leonas y muy capaces: Gimena García Blanco y Julieta Gervasoni. Después de los años y el hábito de trabajar con un profesional como José Luis Zorzi, es difícil encontrar otra gente, pero lo logré. –Hay muchas locutoras y pocas mujeres en la conducción –A veces, tengo la sensación de que

las mujeres hemos involucionado en la radio. Hay una degradación de las mujeres que es alarmante. Los conductores, en su mayoría, viven colocando a su locutora en el lugar de gatita, conejita... Esto es así: hora, temperatura, humedad, e-mail y los chistes sobre su sexualidad o identidad sexual. Y ni siquiera mencionan su nombre. A lo sumo algún diminutivo…