Se derrumbó un edificio en Villa Urquiza

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INFORMACION GENERAL

Martes 10 de agosto de 2010

I

17

DRAMATICO RESCATE s EN MENDOZA Y TRIUNVIRATO

Se derrumbó un edificio en Villa Urquiza Tenía dos pisos, donde funcionaba un gimnasio; hubo once heridos y anoche buscaban a por lo menos tres personas desaparecidas

“¡Pará, pará que se cae todo!”, gritó un obrero

ANGELES CASTRO LA NACION

Vibraciones “Cerramos algunas horas cuando comenzó a trabajar la retroexcavadora, por las vibraciones”, reveló anoche en declaraciones a un canal de televisión Marcelo Eisen, instructor del gimnasio, que había salido del lugar cuando sucedió el accidente. Al cierre de esta edición, Marcos Peña precisó que fue la empresa Desarrolladora Mendoza SA la que obtuvo, a fines de 2009, el permiso final de obra. LA NACION no logró confirmar si esta empresa y la inmobiliaria ValJor, señalada por los vecinos, pertenecen a los mismos capitales. Peña añadió que el gobierno porteño envió tres inspecciones al lugar –una, en mayo; otra, el 18 de junio, y la última, el 13 de julio– pero nunca encontró obreros trabajando ni actividad alguna en el predio, por lo que no pudo ingresar ni constatar la denuncia de la Uocra.

Excavaban en una obra en construcción lindera FRANCO VARISE LA NACION

El inmueble de tres plantas, donde funcionaba un gimnasio y dos locales, se desmoronó sobre el terreno lindero, en Mendoza y Triunvirato

Los bomberos trabajaron en el rescate de las víctimas

Hubo un fuerte despliegue para atender la emergencia FOTOS DE MARCELO GOMEZ Y DYN

Cómo era el edificio

El derrumbe se produjo pasadas las 16, cuando se realizaban trabajos de excavación en una obra lindera

ANTES

UBICACION

DESPUES

Av .A lva re zT ho VILLA m as a U d URQUIZA la a c n oE Av nc .T Bla riu al b nv á z ira a l Pa O to . v ch A ec o a z o nd e M

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Once personas resultaron heridas ayer y al menos otras tres se encontraban desaparecidas, luego de quedar atrapadas en las instalaciones de un gimnasio que se desmoronó sobre un predio lindero donde se cavaba el pozo de una obra en construcción, en el barrio de Villa Urquiza. Al cierre de esta edición, mientras los bomberos continuaban la remoción de escombros, aunque no habían hallado señales de vida, LA NACION pudo saber que tres familias todavía buscaban a parientes que podrían haber estado en el interior del centro deportivo en el momento del derrumbe. Si bien hasta anoche todavía se investigaban los motivos del colapso, ocurrido después de las 16 en Mendoza 5030, casi Triunvirato, un instructor del gimnasio señaló que durante la mañana una retroexcavadora había comenzado a horadar el suelo en el terreno de Mendoza 5042, donde se iba a construir un edificio de 11 pisos. Anoche, la máquina permanecía en el lugar, mientras los Bomberos de la Policía Federal y personal de Emergencias del gobierno porteño trabajaban en la remoción de los escombros. En la retroexcavadora podía leerse “Pataro”. Según pudo reconstruir LA NACION, la identificación hace referencia a la empresa de demoliciones José Pataro SRL. El 17 de junio último, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) había denunciado ante la Dirección General de Protección del Trabajo del gobierno porteño que, en la etapa de demolición, existían falencias en las condiciones laborales en las que desempeñaban sus tareas los obreros y, además, señalaba que faltaban apuntalarse los muros medianeros. En la víspera, precisamente, la medianera del inmueble de Mendoza 5030 –donde funcionaba el gimnasio Orion en el primer y segundo piso, y locales de ropa en la planta baja– cedió y se desplomó hacia el terreno donde ya se habían cavado por lo menos cuatro metros de profundidad. Un hombre que se identificó como el dueño del edificio derrumbado precisó a LA NACION que en los últimos cuatro días habían aparecido grietas en las paredes y daños en el mobiliario de los locales comerciales, por lo que se quejaron en la inmobiliaria ValJor, situada en la esquina del sitio del derrumbre y presunta responsable del emprendimiento. Según confirmó el secretario general del gobierno de la Capital, Marcos Peña, la ciudad recibió en 2008 el pedido de autorización para la edificación de un edificio de departamentos con planta baja, 11 pisos y una cochera subterránea. Se presume que ayer la retroexcavadora avanzaba en el socavamiento del pozo que en el futuro ocuparía la cochera. La remoción de tierra parece haber sido significativa. Vecinos del lugar señalaron a LA NACION que, por la mañana, habían salido al menos seis camiones cargados de tierra, movimiento que no se había registrado en los días anteriores.

GIMNASIO

Espacio para ejercicios aeróbicos.

1RA. PLANTA GIMNASIO

Se encontraban las máquinas. La retroexcavadora de la empresa Pataro estaba trabajando en el momento del derrumbe.

PLANTA BAJA 2 Locales. A la derecha, un local de Bensimon y a la izquierda otro de ropa de surf.

pa am aP

L

LA NACION

Anoche, todas las miradas estaban puestas sobre el profesional a cargo de la obra, que fuentes oficiales identificaron como Guillermo Heyaca Varela, quien es el responsable legal de los trabajos. LA NACION intentó rastrear al ingeniero, pero los esfuerzos resultaron infructuosos. El jefe de gobierno, Mauricio Macri, que se hizo presente en el lugar, afirmó a LA NACION: “La obra estaba inspeccionada y, si hubo mala praxis, tendrán que determinarlo los peritos. Esto es como un quirófano [donde el médico es el responsable]. Nosotros no podemos controlar lo que pasa dentro de todos los quirófanos”. Hace apenas 20 días, tres pisos de un edificio que estaba siendo refaccionado se derrumbaron en la esquina de las calles Viamonte y Esmeralda, en pleno centro, pero los escombros desprendidos no provocaron lesiones a las personas que pasaban por la zona. En la víspera, en cambio, hubo al menos 11 víctimas –de 34 a 49 años– por el derrumbre de Villa Urquiza, aunque ninguna revestía gravedad,

según indicaron a LA NACION voceros del Ministerio de Salud porteño. Tres pacientes (María de los Angeles Martín, Cristián Martínez y Judith Goldstein) fueron trasladados por el SAME al hospital Tornú; otros cinco (Claudia Martín, Ester Morales, Florencia Raffa, Alejandra Rutilo, María José Rutilo), al hospital Pirovano; una (Laura Pissatti), al hospital Zubizarreta, y dos (Pablo Galli, dueño del gimnasio, y Ana Zazzali), al hospital Fernández. La mayoría presentaba traumatismos de distinto tipo y heridas cortantes. Anoche, los bomberos habían determinado, mediante cámaras de fibra óptica y perros entrenados, que no había señales de vida bajo los escombros. En el lugar permanecían familiares de por lo menos tres personas que supuestamente estaban en el gimnasio y en un local a la hora del derrumbe.

que ayer, tras el desmoronamiento, los vecinos se acercaron a representantes de la Defensoría y denunciaron la construcción presurosa y compulsiva de la obra y la posibilidad cierta de un derrumbe”. En efecto, el propietario del inmueble que sucumbió dijo a L A NACION que había presentado quejas ante la firma responsable de la construcción, pero que no había llegado a tiempo para efectuar la denuncia correspondiente ante el gobierno porteño. Por su parte, la diputada opositora Silvina Pedreira (Bloque Peronista), presidenta de la comi-



            

Audio. La palabra de Ramón Vázquez, testigo. www.lanacion.com.ar/1292985

Pedido de informes al gobierno La defensora adjunta del pueblo de la ciudad, Graciela Muñiz, anticipó ayer que exigirá a las autoridades del gobierno porteño que informen si la obra en construcción lindante al gimnasio y los locales comerciales derrumbados en Villa Urquiza tuvo las verificaciones correspondientes durante el avance de los trabajos. Además, dijo que pedirá detalles para saber si estas mismas autoridades concurrieron a las casas y locales lindantes a verificar las condiciones de estos y los supuestos daños producidos por la construcción. En ese sentido, Muñiz subrayó

El terreno contiguo está en construcción. La excavación es de 3 metros de profundidad.

2DA. PLANTA

LUGAR DEL DERRUMBE to (Mendoza 5041) en

am Jur

OBRA EN CONSTRUCCION

sión de Planeamiento Urbano de la Legislatura, también adelantó que presentará un pedido de informes con una serie de interrogantes sobre la habilitación y el control de la obra, así como qué medidas tomará el gobierno a partir de esta situación. Algunas de las preguntas ya fueron respondidas ayer por Mauricio Macri y su secretario general, Marcos Peña. “Necesitamos determinar la responsabilidad que tiene el gobierno. Si las condiciones edilicias del lugar no eran las correctas, estamos ante un nuevo caso de negligencia por parte del Estado”, puntualizó.

 

Antecedentes 19 de julio de 2010

16 de mayo de 2009

Viamonte y Esmeralda

Floresta

Se derrumbaron tres pisos de un edificio que estaba siendo refaccionado. No hubo heridos.

Hubo dos lesionados al caer parte de una obra en construcción en San Nicolás al 800.

21 de junio de 2010

27 de marzo de 2007

Virrey Arredondo, Belgrano

Pedro Goyena, Caballito

Hubo un derrumbe en una obra en construcción en Virrey Arredondo y Cabildo. Un obrero falleció y otros tres resultaron heridos.

Se desplomó una casa en la calle Pedro Goyena y Thorne, en Caballito. El inmueble lindaba con una obra en construcción. El saldo fue de dos personas heridas.

16 de diciembre de 2009

Av. Córdoba, Villa Crespo

6 de marzo de 2007

Un hombre murió y otro sufrió heridas graves al derrumbarse la losa de una antigua vivienda que era refaccionada en la avenida Córdoba al 4100, casi esquina Pringles.

En Boedo, el patio y la cocina de una casa, en Castro Barros al 1600, cedieron por las lluvias, que habrían socavado el terreno.

Castro Barros al 1600, Boedo

Fernanda colocó la llave para abrir su local de ropa, ubicado justo debajo del gimnasio, cuando empezó a oír que los vidrios crujían. Se alarmó. En ese momento, empezaron los gritos desesperados de la obra lindera: “¡Pará, pará la máquina, que se está rajando la pared y se cae todo!”. Fernanda corrió y, treinta segundos después, el edificio de tres plantas, con los dos locales de ropa abajo y el gimnasio en la parte superior, había desaparecido. Fernanda se salvó de milagro y hoy puede contarlo. Como un castillo de naipes, la antigua construcción de la década del 30 colapsó hacia un pozo de unos cuatro metros, abierto por la retroexcavadora de la empresa Pataro para construir las cocheras proyectadas para el futuro edificio de 10 pisos. “El tipo de la máquina salió corriendo con todos los obreros y dejaron hasta el motor encendido. No entiendo nada. Es una catástrofe”, relató Fernanda, que tres días antes había notado que el piso del baño de su local de ropa Bensimon se hundía y que las fisuras en las paredes tenían más de dos centímetros. De hecho, ayer había cerrado el local por unas horas, porque la retroexcavadora hacía vibrar toda la estructura, y tenía miedo. “Fuimos varias veces a quejarnos a la constructora [ValJor, ubicada justo

“Mi hermana quedó enterrada; yo salí y empecé a gritar; fue algo horrible, desesperante” en la esquina] y nos dijeron que sabían lo que hacían y que tenían todos los permisos”, agregó. No presentaron, en cambio, ninguna denuncia. El cartel de la obra en construcción con el expediente 36540/09 y el registro del 9/11/09 quedó como una clave sobre la vereda. A metros de allí, los maniquíes semidestruidos y la caja registradora del gimnasio, apoyada contra un árbol, eran el testimonio de que algunos cálculos habían fallado. “Perdí todo”, dijo Fernanda, aunque sabe que tuvo mucha suerte. En cambio, Florencia Rojas, de 43 años, terminó con heridas. “Se nos vino encima. En el gimnasio había 15 personas. Yo la saqué barata. Había gente que estaba debajo de los escombros y que no podía salir. Estaba en el primer piso. Fue un segundo; se quebró la pared y se vino todo al piso, encima. Tengo traumatismo de cráneo y algo en la espalda”, expresó, tras ser derivada al hospital. María de los Angeles Martín, que estaba en el interior del gimnasio, también sentía que la fortuna había estado de su lado. Comentó, tras ser atendida por heridas leves, que se encontraba en el primer piso del gimnasio cuando oyó una explosión. “Se empezó a caer el techo. Se cayó todo. Yo no estaba del lado de la pared de la obra; estaba del otro lado, y ese pedazo de techo, por suerte, no se derrumbó. Algo me golpeó en la cabeza y me corté”, explicó. Y agregó: “Mi hermana quedó enterrada en los escombros. Yo salí y empecé a gritar para que la vinieran a buscar. Fue algo horrible, desesperante. Todos los adjetivos que se te puedan ocurrir”. Su hermana, Claudia Martín, de 48 años, fue rescatada poco después, con un corte grande en la cabeza, una pequeña fractura en el hueso superior del ojo y neumotórax. “Nací de nuevo; podría estar muerta”, dijo. Carlos Ramírez, dueño de una cerrajería ubicada frente al edificio colapsado, comentó que pudo ver cómo María de los Angeles emergía de entre los escombros pidiendo ayuda para su hermana. Aún no puede creer lo que pasó. O sí: “Hace un mes que empezaron la excavación y no pusieron ningún apuntalamiento en las medianeras; Villa Urquiza es una zona liberada para construir como se le cante a cualquiera”. Según fuentes del gobierno, uno de los encargados del gimnasio, Cristián Martínez, de 29 años, logró guiar a los rescatistas con su celular. Ya era de noche en Villa Urquiza. Los bomberos empezaban a retirar los equipamientos de oxígeno con los que habían asistido a los heridos mientras estaban atrapados. Mala señal. Once personas habían sido rescatadas, pero el número inicial de buscados era 15. Todo era silencio.