rocanrol es pararse delante de una camara y no saber que decir

muestra pedante; el que es humilde se muestra humilde»”. Tómalo o déjalo. Así es el “Bebe” y así también lo entienden ta
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ESPECTACULOS

I

Sábado 25 de junio de 2011

CASI FAMOSOS

Bebe Contepomi “ROCANROL ES PARARSE DELANTE DE UNA CAMARA Y NO SABER QUE DECIR” La televisión le permitió cumplir el sueño del fan rockero que siempre fue, y gracias a su carisma logró que celebridades como Bono se rindieran a sus pies SEBASTIAN RAMOS LA NACION

E

n la búsqueda de las historias rockeras detrás, debajo y al costado del escenario, la de Carlos Contepomi se encuentra en el capítulo del fan psicótico que terminó siendo la cara corporativa del rock argentino o algo así. La historia del adolescente de San Isidro que prefirió acosar a Andrés Calamaro con cartas y llamadas telefónicas hasta convencerlo de que debía ser su amigo, de que seguir a sus hermanos Manuel y Felipe a los extenuantes entrenamientos de rugby, o la del periodista de rock estrella de El Trece que se presentó ante una celebridad mundial como el irlandés Bono espetándole un I’m the king of the night and the day y, sorprendido por tamaño descaro, el cantante de U2 se derritió a sus pies y lo conminó a ser su guía espiritual durante la última visita del grupo al país. ¿Otro atorrante que hizo del rock una profesión? Usted decide. “Bebe”, como se lo conoce aquí, allá y en todas partes, es el tipo de

SE DICE DE EL Bebe es el enlace entre la gente del rock y el público televidente; los músicos confiamos en Bebe y lo queremos, el no necesita demostrar que la «tiene más larga» que nadie. Además, tiene una peculiar cualidad que lo hace tan valioso; no sólo es el perfecto ejemplo de la sociedad bonaerense asimilada al rock (Bebe es un estereotipo del ciudadano GBA de la franja norte); además, tiene más rock ‘n’ roll que cualquiera; las cosas que yo viví con Bebe no las leí en ningún libro: Es un party animal; es capaz de cosas que la mayoría ni podría imaginar, ni saben que existen o son posibles. BBC tiene un magnetismo que pocas veces vi en este universo rockero. ¡Y eso que conocí mucha gente con habilidades psicomágicas! Andrés Calamaro PATRICIO PIDAL/AFV

personas que se mueve mejor en un camarín que frente a una cámara de televisión y que, gracias a ambas virtudes o falencias, fue testigo privilegiado de buena parte de la historia del rock local de los últimos años. “Yo no te puedo decir la discografía de los Beatles ni el orden en que salieron sus discos. No soy un erudito del rock; no conozco los integrantes de Iron Maiden, por decirte algo. La música siempre la percibí como un sentimiento.” –¿Un ejemplo? –Una vez, me pasó que estaba con dos periodistas eruditos viendo el show de Pappo, en el Cosquín Rock. Estaba tocando y uno de los eruditos dice: “Este tema es tal, de tal disco, de tal año”. Yo no tenía idea y lo miro, y le digo: “Pappo tomó whisky antes del show”. ¿Cómo lo sabía? Porque Juanse me había dicho que a Pappo cada vez que tomaba whisky le daba por tocar ese tema... No sabía el nombre de la canción, pero sabía que Pappo había tomado whisky y, por ahí era una boludez, pero me sentía orgulloso. Parte de una gran familia feliz

YO ESTUVE AHÍ… 1998

“La mejor grabación de un disco de la que participé fue la de Honestidad brutal. Menos escribir las canciones, hice de todo. Duró años y estuve al lado de Andrés mientras escribía, grababa, pensaba las canciones y también las sufría.”

1999

➷ Amigos son los amigos

“Un día, Pappo me llamó y me pasó a buscar por mi casa para ir a lo de Andrés [Calamaro], que estaba pasando un muy mal momento, pesando poco, muy enviciado. Pappo me dijo que había que ayudarlo, pobrecito, y cuando llegamos, él le sacó las drogas y lo puso a tocar. Pappo, que no era ningún santo, o sí, agarró su guitarra y le decía: «Andrecito, grabemos; dejá esa porquería». Yo estaba ahí, mientras Pappo lo llevaba a Andrés por el camino de la música.”

➾ NO SOY UN ERUDITO

DEL ROCK. LA MUSICA SIEMPRE LA PERCIBI COMO UN SENTIMIENTO ➵

de ocho hermanos de sangre y cuatro adoptivos, Contepomi, en su arrolladora personalidad, sostiene: “La palabra «rock», en este siglo, es un estilo de vida, aunque suene trillado. Rocanrol para mí es tener que pararse delante de una cámara, que se prenda una lucecita y no saber qué decir. No hace falta tocar en una banda para ser rocanrol”. En la delgada línea del capusottismo, con guiños que van incluso más allá, como aquella aparición acuática en un video de los Decadentes o la cómplice participación en Pájaros volando, protagonizada por el mismo Diego Capusotto, “Bebe” construyó una marca de sí mismo, con sponsors que incluso apuestan por su imagen todoterreno. Fanático del rock argentino con credenciales obtenidas ya en épocas de la revista Pelo, donde El Cazador Oculto le llegó a dedicar un texto a un adolescente apodado “Bebe” y a su valija de casetes etiquetados (la aparición en aquella columna escrita por Rodrigo Fresán, en los años 80, podía impresionar a cualquier rockero promedio), Contepomi decidió un día cruzar la frontera uniendo la pasión por la música y

➷ Grabación brutal

2011

➷ A solas con U2

“Después del último show de U2 en La Plata, Bono me invitó a cenar con la banda y vi cómo Bono le decía a The Edge que esa noche no había tocado bien. Pensé que esas cosas no se decían.”

2011

➷ Reunión cumbre

“Estuve en el camarín de Joaquín Sabina y presencié el abrazo entre Charly García y Andrés Calamaro, mientras Fito Páez miraba sentado a su lado. Los miraba a los tres y decía: «Estos tipos hicieron que yo no fuera jugador de rugby, arquitecto o abogado. A estos tipos les debo mi vida misma».”

el hambre por la información. Un animal perfecto para los años que pronto llegarían, donde los medios dominan el mundo y el rock es su banda sonora. “Mi pasión por la música fue muy clara, pero lo que más me impactó de chico fue, tal vez por vago o por pillo, la idea de estar informado; que no es lo mismo que ser culto. Al tipo informado, con leer los diarios, ya le alcanza para hablar en una mesa con una chica, tiene data de Shakira, de la ley de prepagas y de Ben Laden también. Eso no es tener cultura. A mí siempre me gustó estar informado básicamente porque me gusta hablar mucho y para hablar; mínimamente hay que saber”, se sincera este hombre robusto de facciones aniñadas que hizo la práctica en las noches de Cemento, La Capilla, el Parakultural, Prix d’Ami y Palladium, mientras por la mañana aprendió la teoría en las aulas de la Universidad del Salvador. “A mí, con más de diez años haciendo un programa de rock como La viola, me dicen que no hago periodismo porque soy amigo

➾ ME GUSTA

HABLAR MUCHO Y, PARA HABLAR, MINIMAMENTE HAY QUE SABER ➵

de los músicos –continúa–. Pero no es así, mis únicos amigos son Calamaro, Los Decadentes y Babasónicos; después lo que sucede es que puedo crear un clima que aparenta que soy amigo del músico cuando no lo soy. Lanata una vez me dijo el mejor piropo: «Vos desnudás al músico porque lo dejás que se enrede solo; lo tratás bien; se pone a hablar porque el tipo no está apurado, y se copa y termina siendo como es: el que es pedante se muestra pedante; el que es humilde se muestra humilde»”. Tómalo o déjalo. Así es el “Bebe” y así también lo entienden tanto los jóvenes –muchos, por cierto– que lo paran en la calle para gritarle, casi siempre, “¡Aguante, Bebe!”, como los foristas desaforados del rock que suelen tenerlo como blanco de sus críticas en la Red. El sonríe y mira para otro lado. A los 41 años, casado y con dos hijos, piensa que su aporte al rock ha sido éste: “Los músicos ahora hablan de música en la televisión. El rock es noticia cuando alguien saca un disco, y no sólo cuando hay un escándalo. Hoy, todos los noticieros tienen a un periodista hablando de rock”.