Revista nº 24 - Revista Terral

28 abr. 2017 - MUSEO THISSEN BORNEMISA: Obras maestras de Budapest. ... El museo de Bellas Artes de Budapest, fundado en
8MB Größe 9 Downloads 169 Ansichten
Sumario número 24

Sumario Terral 24 ©Todos los derechos reservados - ISSN 2253-9018 Edición: Lola Buendía López – Enrique Bodero Moral Equipo de redacción: Ramón Alcaraz, Enrique Bodero, Lola Buendía, Erena Burattini Diseño de portada: Enrique Bodero Imagen de portada: Detalle de escultura. Exposición: Los espacios habitados. Autor: Enrique Bodero. Editorial y maquetación: Lola Buendía – Juan Canales Colaboradores en este número:

Cine: Ramón Alcaraz – Cinexplicable: Andréi Tarkovski: uno de los grandes directores de la historia del cine. Lola Buendía - Festival de cine de Málaga Opinión/ Reflexiones: Erena B. Burattini – Muchas preguntas

Carmen Cantillo – Yo no quiero ser princesa Crítica literaria: Lola Buendía – CONVERSANDO CON ANDRÉS NEUMAN EN LA BIBLIOTECA DE ARROYO DE LA MIEL:

Ángel Silvelo – ADELAIDA GARCÍA MORALES, EL SILENCIO DE LAS SIRENAS: EL ABISMO DEL SILENCIO QUE BUSCA EL AMOR

Ricardo Guadalupe – Mario Vargas Llosa. La ciudad y los perros

Sumario número 24 Poesía: Coordina: Aurora Gámez Enríquez Poetas:

Alfredo Mª Villegas Oromí Rocío Cardoso Relatos: Juan Ignacio Pérez – El caminante Esperanza Liñán –Ella Ser escritora:

Mar Solana – Los Bloqueos del Escritor…o las Pausas del Alma Flamenco:

Rafael Silva Martínez– Sobre el origen de la denominación

Flamenco (VIII) El viajero:

Pepa Jiménez Calero – Ámsterdam, ciudad de las hadas Erena B. Burattini – Un templo vegetal Arte para recomendar: Carmen Andújar / Erena Burattini La otra realidad:

Mariano J. Vázquez Alonso – Carl Gustav Jung. El Gran terapeuta Diseño web: Juan Canales Molina

Cine/Terral 24

CINEXPLICABLE (Ramón Alcaraz García. www.tallerliterario.net)

¿Sabías que Tarkovski, con solo 7 largometrajes, es uno de los grandes directores de la historia del cine?

Andréi Tarkovski nació en la Unión Soviética en 1932 y murió en París en 1986. Con solo 7 películas, y haciendo un cine nada comercial, este actor, autor y director es un referente de la cinematografía.

Se negó a seguir patrones culturales y se opuso a los dictados de su país (la URSS), lo que lo llevó el exilio. Su mejor alumno, Ingmar Bergman, decía de él que era el mejor director de todos los tiempos, y esa admiración la compartían, entre otros, Kurosawa o Rosellini, e incluso su obra fue defendida por Sartre.

Su primera película, La infancia de Iván (1962), ganó el León de Oro del Festival de Venecia y recibió la atención de la prensa internacional. Después, las autoridades soviéticas le quitaron el dinero para adaptar El idiota de Dostoyevski y le prohibió rodar el Evangelio de San Lucas. El 1966 terminó Andrei Rubliov, una historia épica de más de tres horas que en realidad trata del terror de los mongoles y tártaros en el siglo XV. Fue prohibida en su país por su violencia y el trato del personaje que da título a la película (un religioso y pintor iconógrafo ruso). Incluso, las autoridades soviéticas exigieron al festival de Cannes que el pase de esta la película se hiciera a las cuatro de la mañana del último día, para evitar que fuera siquiera nominada a ningún premio.

Su tercera película es la más conocida: Solaris (1975), por la divulgación de la URSS frente a 2001, Odisea del espacio, de Kubrick. En realidad, Tarkovski aceptó esta película porque le interesaba seguir trabajando. Gracias a ello llevó adelante El

Cine/Terral 24

espejo (1975), que relata mucho de su propia vida. De Solaris opinaba que era su obra menos lograda, porque no pudo liberarse de las reglas de la ciencia ficción.

En 1979 sufrió un gran fracaso con Stalker (también titulada La zona en países de habla hispana), un magnífico thriller psicológico de ciencia ficción. Rodado en zonas de residuos químicos, gran parte del negativo se perdió en el revelado. Después de rodar durante un año, el problema fue que los laboratorios de Moscú desconocían el tipo de película Kodak usado en exteriores. Solicito que le rembolsasen el dinero y eso casi le cuesta la cárcel. Además, su ingeniero de sonido aseguraba que el estar expuesto a lugares contaminados es lo que le causó el cáncer de pulmón que acabó con su vida. Las discrepancias con su país lo impulsaron a emigrar a Italia, donde rodó Nostalgia (1983), título muy significativo tras abandonar su querida tierra, y después a Suecia, donde hizo su obra póstuma: Sacrificio (1986), sobre la llegada de la Tercera Guerra Mundial, que montó desde la cama de un hospital de París, ya muy enfermo.

Su mujer se negó a que fuera enterrado en la URSS, que tanto les había hecho sufrir. Sus restos quedaron en el cementerio para inmigrantes rusos en Francia. Entonces fue ensalzado y homenajeado en su país y su obra enseguida pasó a ser venerada.

El legado de Tarkovski se caracteriza por la extrema exigencia en sus proyectos, sus teorías sobre el arte en general y sobre el cine (que recoge el libro Esculpir en el tiempo). Se negó a lo comercial, a la instrumentación política y a la censura, y buscó potenciar al máximo las posibilidades perceptivas a través de la cámara, con un profundo trasfondo filosófico, ético y psicológico. Sus temas indagan en la búsqueda de respuestas sobre la vida, la decadencia espiritual de la sociedad de su tiempo, y la incapacidad del ser humano ante la tecnología (¡qué pensaría si viviera ahora!).

Un sentimiento recurrente en su obra es la soledad. Él daba este consejo a los jóvenes: “Aprendan a estar solos”. Para él, el rechazo cultural a la soledad privaba a las personas de disfrutar lo que nos ofrece: “Me parece que uno de los fallos entre los jóvenes es que intentan reunirse alrededor de eventos que son ruidosos, casi

Cine/Terral 24

agresivos. Este deseo de reunirse para no sentirse solos es un síntoma desafortunado. Cada persona necesita aprender desde la infancia cómo pasar tiempo con uno mismo. Eso no significa que uno deba ser solitario, sino que no debiera aburrirse consigo mismo; porque la gente que se aburre en su propia compañía me parece que está en peligro en lo que a autoestima se refiere”.

Del cine, lo que más le fascinaba era la capacidad de fijar el tiempo. Decía: "La auténtica imagen cinematográfica (entre otras cosas) no solo vive con el tiempo, sino que el tiempo también vive gracias a ella".

Es difícil recomendar ver películas de un autor, además soviético, que se reconoce anti comercial y que busca la poesía visual; pero el cine es un arte y como tal se debe alejar en sus principios de todo lo convencional. Me sentiré satisfecho si este artículo despierta el interés de alguien sobre este director, o al menos para que se conozca brevemente su obra y su trayectoria. Él resumía así sus intenciones:

"Hay que dejar claro que las normas ordinarias del cine comercial y las producciones televisivas corrompen al público de forma imperdonable, porque le roban cualquier posibilidad de contacto con el arte".

Cine/Terral 24

Lola Buendía

El Festival

de

Málaga

en

reinvención:

único

festival

que

Español (FMCE), es una muestra

apuesta seriamente por el cine

cinematográfica celebrada anualmen-

español y presentarse con una

te en Málaga, España, en el mes de

imagen más rigurosa y de seriedad.

abril o marzo. Las tres biznagas de oro se han Además de proyectar los estrenos más relevantes del año del cine español, se premian las mejores películas del año y se conceden galardones honoríficos. El galardón

otorgado de la siguiente manera: Biznaga

largometraje

Oro

al

español:

mejor 'Verano

1993', de Carla Simón, el filme cubano

principal es la Biznaga de Oro.

de

'Últimos

días

en

La

Habana', de Fernando Pérez, ha El

pasado

comienzo

17

de

Marzo

dio

el vigésimo Festival de

cine de Málaga. 10 días de cine en

logrado la Biznaga de Oro al mejor largometraje iberoamericano.

español con un amplio programa de

El

películas y actividades paralelas. En

Banderas,

esta

cine

Biznaga de Oro Honorífica al

Sección

corazón de Málaga, en el acto de

edición

hemos

latinoamericano

en

visto la

oficial de largometrajes. En esta celebración

se

apostó

por

la

actor

malagueño, ha

Antonio

conseguido

clausura del festival.

la

0pinión/Terral 24

Muchas preguntas Erena B. Burattini

Se me han perdido las respuestas a una infinidad de preguntas. ¿Qué es lo que lleva a la gente de derechas y a las de cierto nivel socioeconómico a tener siempre la razón? Niegan a rajatabla cualquier error que cometan por nimio que sea, y cuando están encharcados hasta el cuello claman con vehemencia su inocencia. ¿Será que desde las alturas la verdad no se vislumbra? ¿Cómo es posible que con un sin fin de directivos de alto nivel, políticos, asesores, instituciones de la más variada gama y lujo, y mil etcéteras Europa esté como esté? No quiero ni imaginar el coste que significa mantener este macro entramado europeo para que muchos ciudadanos de a pie estén siendo marginados. Más de lo mismo en nuestro país. ¿A eso le llaman vocación de servicio y a tan alto precio? El vértigo de las alturas lleva a la caída libre. Siria con sus masacres nos descompone. Casi todos los países del mundo están adheridos a la OPAQ (Organización para la Prohibición de Armas Químicas) menos unos 7. ¿Será verdad esto que se afirma o solo relleno para titulares? Lo que sí está claro es que quedan remanentes en algunos países. ¿Qué puede incitar a alguien a usar diabólicos métodos para exterminar seres humanos a discreción? Difícil encontrar una respuesta. Se habla de falta de decoro en el parlamento. Es cierto que escasean las buenas formas. Sin embargo, ¿qué es más sano o democrático: guardar la postura de las efigies para ocultar la verdad o la espontánea y rebelde reacción

0pinión/Terral 24

(sin estridencias groseras) en defensa de un mínimo de transparencia y justicia social? El Brexit mete en el ring al Peñón y a España. ¿Qué saldrá de este pugilato? ¿Un paraíso fiscal reforzado? El reality show se ha escapado de las pantallas, ya lo vemos en el cada día. Uno de esos personajes del espectáculo ha sido elegido presidente del país más poderoso del mundo. ¿Será este y otros síntomas signos del fin de una Era?

Opinión/Terral 24

YO NO QUIERO SER PRINCESA Carmen Cantillo Valero

El pasado 11 de octubre aparecía esta imagen en la red social Facebook. Una niña portaba un cartel con el lema “Yo no soy una PRINCESA… ¡SOY UNA GUERRERA!... y voy a ser la mujer que me dé la gana de ser”. Este post surge a raíz de que el día 11 de octubre fuera declarado -en 2011- el Día Internacional de la Niña por la Asamblea General de Naciones Unidas. Al conmemorar este día se hace visible que existen millones de niñas talentosas que no pueden desarrollar su potencial a causa de la violencia, la discriminación y la falta de oportunidades (en 2016 se estima que más de 1.100 millones de niñas menores de 18 años están preparadas para afrontar el futuro). A los pocos minutos de publicarse este mensaje, su imagen se viralizaba en Facebook (se compartía 8012 veces), provocaba acalorados

Opinión/Terral 24 debates (128 comentarios con sus correspondientes respuestas). Al parecer era una imagen impactante que no dejaba indiferente al público digital que reaccionaba con pasión (se pulsaron 13.416 reacciones divididas entre: “me gusta”, “me encanta” y “me divierte”). Está claro que se trataba de una publicación que no pasaba inadvertida y que levantaba ampollas entre un amplio sector de la sociedad, como así lo demuestran los comentarios y respuestas vertidas en esta red. Las críticas acerca de la utilización de la niña, de la obligación impuesta para tener que decidir entre la dicotomía de ser princesa o ser guerrera, de la privación de la infancia y, en definitiva, de la libertad de elección, eran las categorías más recurrentes. Aparecían personas en defensa del derecho de ser Princesa, entendido éste como una cualidad distintiva del libre pensamiento para el género femenino. Entre las peculiaridades de las reflexiones y réplicas que ocasionó este post se puede recalcar ese determinismo donde la sociedad patriarcal reserva a la mujer un futuro autoritario acordado por y para el hombre. Un decreto heredado como consecuencia de la asimilación acrítica de contenidos infantiles que nos recordaban nuestro lugar como “princesa de cuentos” y que se convirtió en un magisterio poderoso para transmitir la ideología sexista y sus estereotipos. Aquí las industrias del entretenimiento siempre han jugado un importante papel como agentes educativos muy eficaces para transmitir y mantener los valores dominantes en la sociedad, partiendo de la base de la no-consideración de la mujer como un ser humano de pleno derecho. En ningún ámbito se ha considerado a la mujer en un plano de igualdad tal como el hombre. “… al estar la mujer constituida como una entidad negativa, definida únicamente por defecto” (Bourdieu, 2000). La base de la construcción simbólica e imaginaria de la mujer está en la creación de un estereotipo, que fundado en la otredad la haga un ser diferente, pero en inferioridad de condiciones, al hombre, una Princesa, y así se reproduce ahora en los acalorados debates que se producen en las redes sociales. Del mismo modo que Pierre Bourdieu nos recordaba que las mujeres sólo pueden aparecer en el orden social como un símbolo cuyo sentido

Opinión/Terral 24 se constituye al margen de ellas, cuya función es contribuir a la perpetuación o aumento del capital simbólico poseído por los hombres, en este caso, se planificaba el futuro de las niñas, ahora en su día y, como siempre, sin ser tenidas en cuenta, eternizando su lugar en la sociedad y su espacio en el mundo. Igual que Simone de Beauvoir desenmascara los elementos ideológicos incluidos en los distintos ámbitos sobre los que se gesta el concepto de mujer (biología, psicoanálisis, materialismo histórico, historia, etc.), comprobamos en estos comentarios que surgen tras la visualización

de

una

imagen

con

mensaje

que

esa

misma

conceptualización de La Otra sigue estando aún vigente y que se utiliza para transmitir y reproducir una ideología androcéntrica. Vivimos tiempos y espacios de comunicación donde se planifica una realidad al servicio de los intereses hegemónicos, androcéntricos, por supuesto y, bajo el espejismo de la libertad; sin embargo, corremos el riesgo de reproducir el orden establecido. Donde, a fin de cuentas la invisibilidad del poder garantiza ese orden y el poder de quienes lo establecieron. La realidad está mediada por unos signos que -desde siempre- han proliferado y saturado la capacidad de procesamiento humano. Por eso, para salir de ese bucle dialéctico y provocar la reflexión propuse una serie de cuestiones que incidieran sobre la importancia de saber seleccionar la información, contrastarla y valorarla.

Algo, que ya Umberto Eco (1999) nos propuso al hablar de las guerrillas semiológicas, para que al pasar de la pasividad hipnótica supiéramos distinguir las ideologías invisibles en este compendio transgresor de una imagen cargada de significado. Algo, que en este caso hiciera reflexionar sobre la libre elección que se reserva a las mujeres.

Opinión/Terral 24 Algo, que provocase una insumisión con la que esas niñas que conmemoraban su día se planteasen transformar la sociedad, pues, de lo contrario estarán y estaremos bastante lejos de ocupar un lugar en el mundo. Bibliografía: Beauvoir, S. d. (1999). El segundo sexo - V1 – Los hechos y los mitos. Madrid. Ediciones Cátedra. Bourdieu, P. (2000). La dominación masculina. Barcelona. Anagrama. Eco, U. (1999). La estrategia de la ilusión. Barcelona. Lumen. Entrada de Facebook e imágenes en: https://www.facebook.com/izquierda.unida/photos/a.184127508866.126978 .74858103866/10154117302148867/?type=3&theater (Fecha consulta: 13 de abril de 2017).

Crítica literaria/Terral 24

Conversando con Andrés Neuman en la Biblioteca de Arroyo de la Miel Por Lola Buendía Directora de la revista cultural Terral www.revistaterral.com

Escritor, traductor, poeta, gran conversador, viajero, innovador del lenguaje… (No sé si en ese orden). Citas: La ficción es más real que la realidad. Ser escritor es estar incómodo en el mundo y enamorado de las palabras. El autor y el lector son compañeros de viaje. Andrés viaja sin ver, pero no pierde detalle. No existe para él la hoja en blanco. Su método es trabajar, trabajar y buscar la perfección. El encuentro con el autor es a las 7 de la tarde en la biblioteca. La directora ha ido a recogerle al autobús que le trae de su Granada. Quedan pocos minutos. Mari Carmen, tengo que ir al hotel, le interpela Andrés que viste con ropa ligera, casi de verano. Imposible, Andrés, no tenemos tiempo. ¡Qué frio he pasado en el viaje, el aire acondicionado estaba a tope!, comenta el viajero. Yo venía a la Costa del sol, pero hoy diluvia. Un café le reconforta y en seguida se pone en marcha. Aún conserva su melena y sus gafas quevedescas, como yo lo recordaba. Nos presentan. Raúl y Lola te van a acompañar en la mesa. La concejala de cultura llega, saludos, breve

esbozo

espera. comenta

del acto, el público

Mientras que

ha

bajamos,

alguien

encallado

una

Ser

escritor

incómodo

en

es el

estar

mundo

enamorado de las palabras

y

Crítica literaria/Terral 24

plataforma gigante en la playa debido al temporal. “Imaginaria Benalmádena”, comenta Andrés, apartándose con una mano su melena igual que se retira un pensamiento incómodo. Nos situamos en la mesa. Andrés saca de un gran bolso de lona algunos libros y su móvil (los baúles del viajero actuales, confirma). En otra mesa, sus libros están alzados para que se vean las portadas: novelas, cuentos, ensayos, poesía, de viajes, aforismos…, libros que son las criaturas de Andrés Neuman, pero que ahora habitan la biblioteca y pertenecen a los lectores. Los comienzos de una charla siempre cortan un poco, pero en la sala se encuentran algunos amigos (siempre recurro a ellos), los miro y calman mis nervios. La sonrisa de Andrés, su mirada cómplice y de nuevo su tic apartándose el

Era casi minúscula y

pelo, me dan el tono que necesito: A pesar

gigante

de que no nos conocemos, tenemos un

como su colección de ojos.

amigo

En sus últimos años

común:

José

Viñals.

Noto

su

sorpresa. José fue un gran poeta, lo conocí

—y todos fueron últimos—

en Granada apenas recién llegado de no podía leer sin esa Argentina. ¿Fue tu maestro literario? En cierto modo sí. Gracias a él no publiqué mi primera novela. Le escribí el poema: le

ayuda. La ayuda es ilegible…

regalé una lupa a mi maestro”. (La recita). La charla continúa. Los minutos corren con el encantamiento de su verbo, su sentido del humor, su memoria inagotable. Hablamos de su novela El viajero del siglo, de los importantes premios obtenidos: el de Alfaguara y el de la Crítica, recién cumplida la treintena. Construyes una novela en pasado con

Crítica literaria/Terral 24

problemas y lenguaje del presente –prosigo. Sí, yo quería huir de la clásica novela histórica; (y fluye su verbo encantando al personal). Como lectora, creo que es un libro de tal complejidad (por su enorme documentación y su lenguaje rico e innovador), que debe ser complicado construir su andamiaje. Suelo hacer uno o varios dibujos previos, establezco el tono, espero a que los personajes crezcan dentro de mí…, (luego nos muestra toda una teoría literaria). ¿Te quitan el sueño los personajes? ¿Se te suben a las barbas? (Preguntas y más preguntas, el público quiere escucharle). Por supuesto que sí, pero en vez de contar ovejitas, agoto las páginas de los deportes (risas de los asistentes). Las manecillas del reloj han viajado dos horas; nadie quiere irse. Tenemos que concluir. Le pido que nos lea el poema, palabras a una hija que no tengo. No es necesario, la sabe de memoria. Los aplausos rompen la magia de la noche. Los poetas fantasmas convocados vuelven a los anaqueles donde les aguardan sus libros y en el rostro de los asistentes queda el propósito de leer o releer la obra de Andrés Neuman, para disfrutar de su palabra bien dicha y hecha. Benalmádena, 28/04/2017

Crítica literaria/Terral 24

ADELAIDA GARCÍA MORALES, EL SILENCIO DE LAS SIRENAS: EL ABISMO DEL SILENCIO QUE BUSCA EL AMOR

Ángel Silvelo Gabriel

Borrar las huellas del camino que nos devuelva a casa y huir lejos de lo conocido para ir en busca de una Antártida imaginaria e inexistente. Un lugar en el que nadie nos pueda encontrar, pues nadie será capaz de articular nuestros deseos más allá de la palabra locura. Una locura que nos llevará a reivindicar el aislamiento, la soledad…, y el silencio. Silencio tatuado con las iniciales de un amor que nadie, nada más que nosotros, cree que existe. Sin embargo, es en esa imposibilidad donde reside el encanto o la magia de nuestra desconexión del mundo real. Así, el amor se nos presenta como una mera ilusión con la que pretendemos llegar a otro mundo en el que las reglas son otras y los sentidos no conocen más fronteras que las de nuestro propio deseo. No obstante, intentar abarcarlo todo para luego quedarnos sin nada, nos lleva hasta el final de un camino en el que ya no hay más espacio que recorrer que el de la propia inexistencia. ¿Y si llegamos a ese límite de la montaña donde no existe más terreno que caminar, qué hacemos? Esa es la pregunta a la que se enfrenta Elsa, la protagonista de El silencio de las sirenas, una novela que transita por los límites de ese frío que se apodera de nuestro cuerpo para no dejarle descansar jamás. Novela claustrofóbica y mística a la vez, que trata de buscar respuestas en la oscuridad de las tradiciones más antiguas, porque en ellas, sólo existe el poder de la transmutación de los sentidos. Unos sentidos que en Elsa necesitan de una libertad que tampoco encuentran ni salida ni sentido en un pueblo perdido de La Alpujarra granadina. En ese espacio donde no existe el tiempo, parece que es más fácil flotar en una especie de nube de la que nadie te va a bajar, pero tampoco ahí, ni la singularidad ni la diferencia serán obviadas por los demás. En ese remoto y oscuro edén es donde Elsa se refugia, pues su utopía es donde ha

Crítica literaria/Terral 24 encontrado mejor acomodo para proyectarse. Allí es donde indagará en el aislamiento de un amor que sólo existe tal y como ella lo ha creado en su psique, y con él, tratará de buscar esa libertad que tanto anhela, y de la que sólo podrá disfrutar en otro mundo donde sólo haya que sentir.

A través del mito de las sirenas, y de otras referencias literarias, pictóricas o culturales, Adelaida García Morales recrea el universo de la búsqueda de la propia identidad fuera de los que podríamos denominar como cauces normales, pues sitúa a Elsa, su protagonista, en un pueblo aislado, perdido, desde el que poder ir en busca de aquello que le hizo escapar fuera de la civilización. Tampoco es casual el universo de misterios y oscurantismo a los que Elsa se someterá, hasta que por fin, ni unos ni otros serán suficientes para encontrar respuestas a sus preguntas, sólo entendibles en la nebulosa de la reinterpretación de sus sueños. No obstante, la autora busca una cierta distancia de ese abismo, y lo hace a través de María, la narradora de la historia, que se comporta como ese reflejo que nos devuelve el espejo y que ella nos cuenta y nos reinterpreta sin apenas matices, porque la desnudez del estilo narrativo de Adelaida es otra de las características de esta novela que nos sitúa en el abismo del silencio que busca el amor. Sencillez narrativa que se extiende a la elección de las palabras y a la ejecución de una trama que sólo busca poner sobre nuestros ojos la superficie de una vida cuyo verdadero significado y valor alcanzan sentido más allá de lo que se nos cuenta. En esa aparente calma y aislamiento Adelaida García Morales, cimenta una leyenda que el tiempo se ocupó de deslizar a su propia vida, cargada de ausencias, silencios y enigmas que ella nunca se molestó en descifrar o ahuyentar, quizá, porque su universo fue otro, como otro es el universo de la protagonista de esta novela escrita a lo largo de cinco años en un pueblecito de La Alpujarra. Un espacio y un lugar donde la autora se refugió a escuchar el silencio de las sirenas, y desde el que seguir alguno de los dictados del relato del mismo nombre de Franz Kafka del que se extrajo el título de esta novela: «… de haber tenido conciencia, las sirenas habrían sido destruidas aquel día…», para a través de ellos, esquivar el abismo del silencio que busca el amor.

Crítica literaria/Terral 24

La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa Ricardo Guadalupe

Este libro es una venganza. De Mario Vargas Llosa hacia su padre. Ese hombre que lo abandonó antes de nacer y que volvió diez años después imponiendo unas ideas en las que no cabía la vocación literaria de su hijo. Según él, Marito tenía que convertirse en un “hombre”, así que lo internó en un colegio militar entre los años 1950 y 1952, para corregirlo, porque consideraba que podía burlarse de los curas, pero no de los militares. Ellos, pensaba, le quitarían las ganas de dedicarse a la literatura. No pudo estar más equivocado. Mario Vargas Llosa aprovechó esa traumática experiencia como fuente de inspiración para su primera novela: La ciudad y los perros, y con ella consumó doblemente la venganza: dándose a conocer internacionalmente como escritor, y además denunciando aquellas ideas en las que tanto creía su padre y que en la práctica, en el colegio militar, demostraban ser machistas, brutales y cobardes, hasta el punto de servir para ocultar un posible asesinato.

El alter ego de Vargas Llosa en la novela es el cadete Alberto Fernández Temple, el personaje a través del que nos describe su querido barrio Diego Ferré, las amistades que allí hizo y sus primeros enamoramientos. También la situación de sus padres… Incluso la anécdota de que vendía cartas de amor a otros cadetes para que estos se las enviaran a sus novias. Por este motivo, en el libro, al cadete Alberto le apodan “el Poeta”.

En cambio poca poesía hay a mi parecer en La ciudad y los perros. El estilo y la técnica narrativa, o la antitécnica más bien, son muy confusos. Hay

Crítica literaria/Terral 24 diferentes narradores y múltiples focos narrativos, saltos en el tiempo y superposiciones explicaciones

de

planos

aclaratorias,

espacio-temporales, monólogos

interiores

sin y

introducciones localismos,

ni

textos

fragmentados… Da la sensación de que el autor no se preocupa por el lector, que va a lo suyo, que se trata de un escritor sumamente egoísta. O que busca ser efectista, llamar la atención, y vaya si lo consiguió, en España por ejemplo obtuvo el Premio de la Crítica.

Gana en interés a mitad del libro cuando la historia adquiere tintes de novela negra. Entonces uno tiene el impulso de saltarse párrafos para saber qué va a pasar. Pero las señales son falsas, hacen entrar al lector en un laberinto de preguntas sin respuestas. De nuevo el autor juega a la confusión, quizás para que la intriga no finalice acabado el libro y se generen debates inagotables por ser de imposible solución. En tal caso, volvió a salirle muy bien la jugada, pero en mi pueblo a eso se le llama hacer trampas.

A continuación aviso de que voy a mencionar desenlaces del argumento, y es que aunque no exista una conclusión absoluta, para mí la menos inconsistente sería una que afirmara que el personaje de “el Jaguar”, de quien no se sabe su amor por Teresa hasta el final, mata a “el Esclavo” por celos. He querido dejarla apuntada puesto que, para mi sorpresa, no aparece este posible móvil en los estudios sobre el libro a los que he tenido alcance.

Y por último, y hago extensivo el aviso del anterior párrafo a este, una característica significativa de la novela y que a mi modo de ver también contribuyó a su éxito, por ser altamente provocadora, es su esencia amoral. En La ciudad y los perros el “héroe”, el que se sale con la suya, es un asesino, un ladrón y un mentiroso.

POESÍA Coordina: Aurora Gámez ALFREDO Mª VILLEGAS OROMÍ IV DEL POEMA “EL HILO FINAL”

1

La palabra es un enigma que me acecha en las honduras de las sombras cuando se alza en el aire y se dispara hablándome del otro, de vos, y de mí mismo. Es esa tentación al filo del espejo, ese enamoramiento en el ocaso que sólo juega en el hilo final del equilibrio. Por eso todo falta cuando hay mucho que decir y no tengo una palabra que me alcance para nombrarte sola, para nombrar a Dios. Para nombrarnos. 1

Poemas del libro “Templos de Papel”, Distinguido con la Primera Mención de Honor en el

Certamen Anual de Poesía Inédita “Enrique Bossero” 2015, organizado por la Fundación Argentina para la Poesía.

VASIJA DE “TEMPLOS DE PAPEL”

Una vasija, como un cuenco abierto por las manos, un barro nacido con su barro adentro.

Hueso curtido por el alma de la sombra, por el hombre que extiende sus brazos moldeando el sacro de sus palmas como vientre crecido con un niño en un soplo.

Con él, sobre la madre: una vasija rota.

ROCÍO CARDOSO OTRA VEZ DE “LA CLANDESTINIDAD DE LAS VENTANAS”

OTRA VEZ ese adiós que lastima en esta tarde de tormenta en este siete de febrero

dejando su huella inválida de sueños en un lugar sin tiempo indescifrable de acordes que ocultan su mirada

en sólidas renuncias se abandona en el fondo del crepúsculo y es vaguedad su rostro doliente

cansada de buscar signos y señas

se perdió entre las nubes dejando el dolor tallado en mi piel y me duele más esa caricia que no llega

LOS FANTASMAS DE DIOS DE “LA CLANDESTINIDAD DE LAS VENTANAS”

L OS FANTASMAS de Dios son mascaras negras que vagan empapadas en viejo vino para aplacar el abandono.

Sus voces son una larga cadena de agonías que guardan secretos de vidas retenidas.

Las ventanas descubren sus rostros y la palabra delata sus múltiples nombres que van borrando sus miradas.

Relato/Terral 24 EL CAMINANTE Juan Ignacio Pérez

Constantino caminaba siempre recto, sin pararse. Prestaba afable atención a lo que le preguntaban respondiendo impertérrito mientras continuaba haciendo gala de sus dinámicas maneras de andarín imparable. No podía permitirse el lujo de la distracción y era natural en él el sentido de la dirección, nómada rompedor de horizontes sin límite. Horizontes que atravesaba limpiamente, sin dilación, no buscándolos sino encontrándoselos. No había, además, nada que entorpeciera su caminar. Horadaba limpiamente edificios y montañas y superaba los mares y la llegada de tormentas y tiempos calmos, siempre a la misma altura, siempre adelante. Un día de otoño este pugnaz profanador de distancias se enamoró de una bellísima muchacha; pero no paró. Ella, igualmente enamorada del caminante eterno, se acopló dócilmente a su marcha, a su vera, y delineó con él una parte de la ruta vital e infinita. Finalmente, después de meses, y en vista de que cada dificultad, superada por él sin vacilaciones; pero no por ella que tenía que circunvalar, subiendo, bajando, tomando trenes, autobuses, aviones o barcos, cansada de ser un satélite de aquel planeta errante. Ella, digo, decidió interrumpir la relación desasiéndose de la influencia del contumaz caminante. Constantino escuchó las razones de Rosa Bonita, su novia, y se desazonó muchísimo;

mas, comprendiéndola, continuó con su lucha

implacable contra las distancias. Debido, quizás, a los posos amargos dejados por el percance sentimental decidió darle un giro social a su existencia. Sin parar, desde luego, se cuidó de conocer los intrincados temas de contenido humano; temas que almacenaba en las alforjas espirituales de su magro cuerpo de caminante ilimitado. Vigía eterno, prestó toda su atención cuando invadía sin dudar las obras

Relato/Terral 24 de templos de todos los cultos. Atravesó muchas guerras y algunas, pocas, conversaciones de paz; parlamentos a tres o como mucho cuatro voces, palacios, ayuntamientos, montones de bancos y más palacios; ministerios, estadios y más bancos. Y no halló nada que lo conmoviera. Después, millones de miradas tristes en chozas miserables, niños deseosos de pan y escuela, enfermos en busca de atención y hombres de cabeza gacha avanzando sus brazos en demanda de algún quehacer. Todo esto le conmovió, pero no paró porque todavía le quedaba mucho por descubrir. Años más tarde creía él que tenía en su mano los saberes y las realidades, alguno alegre entre muchos tristes, de aquel lugar inmenso, rectilíneo para él, esférico para los demás, por donde caminaba. Entre dimes y diretes del amarilleo e inmisericordes consignas públicas en alta voz, de cuya influencia perniciosa se escabullía sistemáticamente, había consumido sus años de existencia, finalmente vana. Un día de primavera escuchó un gemido infantil, cerca, muy cerca, como a dos metros. Después de lustros, por fin, se paró, giró y recogió del suelo al bebé desasistido. Lo envolvió en una túnica blanca que le trajo el viento y buscó atención para el infante necesitado. La halló después de cien promesas con lo qué, muy confortado, pudo dejar al niño al cuidado de unas manos generosas. Tras la gratificante experiencia se aprestó a volver a su huida constante. Dio vueltas y más vueltas y fue incapaz de encontrar la línea de su pretérito camino. Finalmente, agobiado por la búsqueda sin acierto, paró cerca de un rio manso. La superficie de sus aguas le devolvió la imagen de una cara curtida, agostada y en la que se marcaban profundos surcos de escepticismo y desorientación. Se sentó en la orilla entendiendo que, de algún modo, aquel último acto de asistencia caritativa daba sentido, justificándola, a su vida; por eso tapó su cara con ambas manos y esperó la muerte. Cuando ésta llegó despacio, sin prisas la puñetera, Constantino, por fin, estaba quieto.

Relato/Terral 24 ELLA Esperanza Liñán Gálvez

Aquí estamos los dos, en la consulta de este psicólogo de parejas y su revolucionario método. Es una pequeña casa en el campo con algunas comodidades, excepto televisión, cobertura para móviles e Internet. Según nos ha dicho el Dr. Mirror tiene además un pequeño huerto sembrado con hortalizas y un gallinero de obra de unos tres metros cuadrados con un gallo y cinco ponedoras. El experimento consiste en vivir durante diez días en esa casa los dos solos. Mediante la mutua compañía, y sin demasiados elementos de distracción, unida a la ayuda del otro para cultivar la huerta y cuidar a los animales, nos asegura recuperar la comunicación y el sentimiento que nos unió. Ambos estamos de acuerdo en hacerlo y hemos aceptado el reto. Nos aconseja llevar solo una maleta con la ropa indispensable. La comida que necesitemos, además de lo que obtengamos del huerto y el gallinero, nos la hará llegar puntualmente. Cada día dejaremos una nota manuscrita en el buzón que hay en la entrada y alguien lo comprará para su envío. No estaremos incomunicados, pero nos sugiere evitar el trato con otras personas, descubrirnos en profundidad y empatizar con las necesidades físicas y psicológicas del otro. Dice que la vivienda será el instrumento fundamental de esta nueva terapia y regirá nuestras vidas: una casa de cristal, donde podemos mirar desde cualquier lugar todos nuestros movimientos dentro y fuera de ella. También pueden observarnos las personas que pasan por la calle. Quizá sienta vergüenza de que me vean desnudo en el cuarto de baño duchándome tras una mampara de cristal. A Carla se le ha mudado el gesto. Lo de exponerse a la vista continúa de desconocidos no le ha gustado en absoluto. En casa, en cuanto oscurece corre las cortinas para no ser observada. El Dr. Mirror le ha confirmado que un noventa por ciento de las parejas superan esas trabas y el resultado favorece mucho la convivencia familiar. Es noche cerrada y acabamos de llegar a la casa de cristal. Me ha causado una extraña impresión. Es como estar tocando la naturaleza y a la vez dentro de una burbuja. Nos instalamos después de curiosear su interior. No hay curvas sino aristas que solo tienen identidad al tacto. Todo está al descubierto.

Relato/Terral 24 A golpe de vista llegamos a cualquier rincón, apenas soslayado por unos pocos muebles de metacrilato que no rompen la visibilidad del espacio. El mobiliario de la cocina es de acero inoxidable. Un dormitorio con el cabecero formado por un montón de libros, apilados a media altura, lo separa del pequeño salón. También hay un cuarto de baño con sanitarios clásicos, cuyas paredes de cristal reflejadas en el espejo del lavabo agrandan el pequeño habitáculo. Sin cortinas ni persianas, ni hueco posible donde esconderse. El ritmo de vida será el de la naturaleza: dormir cuando oscurezca y levantarse al alba; exponiéndose ante el otro y el resto de posibles extraños en las horas intermedias. Yo creo que podré superarlo, pero a mi mujer solo le ha gustado ver el cielo y las estrellas a través del techo. El gallo nos despierta cuando acaban de dar las cinco. Nos levantamos para hacer el desayuno antes que claree del todo. Carla rodea su cuerpo con una sábana y va a ducharse. Gira la cabeza hacia uno y otro lado. Dos gallinas la miran desde el tejado del gallinero. Se ducha rápidamente, se seca y viste haciendo juegos malabares con la toalla y la ropa limpia. Examina la calle por donde pasa un campesino con azada al hombro caminando hacia los campos cercanos. Debe estar preguntándose si la ha visto. Después recorre todos los rincones de la casa como si buscara algún ángulo muerto para refugiarse en él. La ansiedad domina cada uno de sus movimientos. Da la vuelta con la cara crispada y por fin se sienta en cuclillas debajo de la pila de libros en actitud de rendición. Se ha pasado la noche dando vueltas en la cama. Creo que no ha dormido nada porque noté su temblor junto a mi espalda. Espero que el café la reanime y podamos experimentar las ventajas de esta casa, si es que las tiene. — Aníbal, no soporto que todo sea transparente. Es como estar desnuda de la mañana a la noche. Me falta intimidad. La fragilidad del cristal es contagiosa. Siento que cualquier cosa que toco, incluso yo, puede romperse en mil pedazos. Creo que Ella es un ojo de cristal que nos observa y analiza. Está dirigiendo cada uno de mis movimientos. No puedo ser yo misma si debo exponerme como en un escaparate. Ni siquiera hay un armario de madera donde meterme, cerrar las puertas y llorar. — Olvidáte de sus paredes de cristal. Haz lo que quieras sin pensar en mi mirada o si alguién más te juzga. Tenemos huevos frescos para desayunar.

Relato/Terral 24 Después almorzaremos con verduras del huerto. Por la tarde podemos leer y comentar todo lo que hemos sentido al vivir traspasados por la luz. Con la noche llegará la cena y mañana será otro día. Si compartimos las tareas y nos esforzamos en disfrutarlas lo conseguiremos. A nadie le importa lo que pasa aquí dentro salvo a nosotros — Mientras pronunciaba estas palabras iban agolpándose algunos curiosos frente a la entrada. Empecé a preocuparme por su rechazo a la casa. La ha llamado Ella, como si fuera una entidad con vida propia. Yo la veo traslúcida y dura como un diamante, aunque quizá Carla no esté tan equivocada y Ella guía todo lo que hacemos obligándonos a actuar de una forma condicionada. A estar siempre con la máscara puesta por si alguién descubre nuestras debilidades, y ejerce su influencia llevando el control. No me ayudaba nada la visión del público que seguía creciendo, a la vez que mis argumentos disminuían. Nuestra comunicación no fluyó como esperaba. Cuando anocheció y antes de la cena vi como Carla se duchaba y arreglaba en el cuarto de baño parapetada detrás de varias toallas colgadas de la mampara. La oscuridad tampoco disipaba sus temores. Se puso un chándal sin encender las luces, aunque la noche no dejaba ver ni un gajo de luna. Cenamos, recogimos la cocina y buscó un libro para llevárselo a la cama. Se acostó vestida y creo que leyó un rato. Después de muchas vueltas decidió levantarse, debían de ser las tres o las cuatro de la mañana. Miré al cuarto de baño y parecía estar limpiando el espejo. Después el sueño me venció hasta que el quiquiriquí anunció un nuevo día. Cuando desperté no estaba a mi lado ni la veía por ninguna parte. La llamé varias veces y no respondió. Fui a comprobar si estaba escondida en la bañera. Me había dejado un mensaje escrito en el espejo, con una barra de labios, que Ella había visto antes que yo: te he querido mucho pero ahora no me reconozco en esta pecera. Tampoco me gusta lo que veo de ti. Dejé una nota urgente en el buzón para el Dr. Mirror contándole lo sucedido; también le decía que Ella había tenido la culpa y no Carla. Cogí un edredón y salí de allí. El psicólogo se presentó esa misma mañana. Entró por la puerta abierta de la casa de cristal. Las gallinas revoloteaban en las habitaciones mientras yo estaba ovillado debajo del edredón entre las paredes de ladrillo del gallinero.

Ser escritora/Terral 24

Los Bloqueos del Escritor…o las Pausas del Alma Mar Solana

Todos hemos venido a esta tierra con un propósito. Mis padres lo han cumplido con creces y honores, marcando nuestras vidas con su Amor y las mejores enseñanzas. ¡Seguiréis viviendo siempre en mi corazón!

Mark Twain dijo que, ante una gran pérdida en nuestra vida, la mente solo tiene una noción confusa de que «ese algo» ya no está. La mente y la memoria tardan meses enteros, años quizá, en recopilar todos los detalles para llegar a entender la pérdida y hacerse cargo de ella en toda su extensión. Cuando leí esta frase tan intensa y profunda, me sentí plenamente reconfortada. Y, gracias a la sabiduría de Mark Twain, que supo expresar su dolor a través de nuestras queridas Letras, volví a conectar de nuevo, aunque de forma muy breve, con la espina dorsal o leitmotiv de mi escritura que, pese a estar ensamblada en mi corazón, se halla en un momento de agudo bloqueo. Y uno, cuando se encuentra con las intenciones tan inflamadas que no puede ni sujetar la pluma, lee… Y en otra de mis lecturas-bálsamo descubrí un párrafo extraordinario, en el Aleph de Paulo Coelho. A través de la conocida metáfora de la vida con un

Ser escritora/Terral 24 tren, afirma que nuestros seres queridos, en realidad, nunca mueren, solo están viajando en un vagón distinto al nuestro. Y que eso de medir el tiempo es un convencionalismo necesario para poder vivir en sociedad, nada más. El tiempo no pasa, es apenas el momento presente, y creo que algunos escritores ya conocen este hecho. Así, ante un inmenso dolor, el alma se para, se queda quietita porque no puede más y necesita un tiempo para recuperarse, para que la goma de las emociones, tan dada de sí, pueda volver a su sitio y que las palabras comiencen a fluir por el caudal acostumbrado. En mis primeros talleres de Escritura Creativa estudiábamos cómo los bloqueos de un escritor se debían, la mayor parte de las veces, a causas de índole intelectual. Como si se agotara la inspiración y la mente librara interminables batallas con el folio en blanco, nuestro mayor enemigo. Bueno, en todo esto existe una parte de verdad; sin embargo, en el transcurrir de mi vida, estoy comprobando que los mayores enemigos del bloqueo de un escritor son sus propias emociones. El miedo, un dolor intenso y arraigado, pueden llegar a ser más paralizantes que aquello de «quedarse en blanco» debido a una espantada momentánea de las musas. La falta de inspiración constituye, quizá, una dificultad pasajera. Porque en algún momento del día o de la noche, de repente, brotan las ideas como un sarpullido, provocándonos la imperiosa necesidad de rascar de forma compulsiva el folio irritado (que ya no es blanco). Esta situación, por desgracia, no ocurre cuando la pena se instala en tu rutina y trabajas solo para cumplir con el expediente del día a día. Pero…, ¡qué no cunda el pánico!, si hemos aprendido a conducir, no vamos a olvidarlo. Con la escritura pasa algo parecido: sólo es cuestión de volver a ejercitarnos de forma disciplinada, nada más… el resto ya se encuentra conectado con cada uno de nuestros latidos. Salvo que vivamos de la escritura —que eso sería otra historia bien distinta—, se impone relajarnos, respirar hondo, alejar la culpa y el miedo todo los que podamos, y leer, leer mucho. No conozco mayor consuelo que el

Ser escritora/Terral 24 refugio en las palabras de otros. Personas que ya han pasado por lo mismo que tú estás viviendo y han desarrollado la enorme sensibilidad de compartirlo con el mundo… Porque no siempre resulta fácil encontrar palabras para «explicar» el dolor… La psiquiatra y escritora Elisabeth Kübler-Ross dedicó su vida a trabajar la pérdida y el duelo, y a ayudar a personas en tránsito. A día de hoy está reconocida a nivel mundial como la mayor experta en todos los temas relacionados con la muerte. Cuando visitó los campos nazis de concentración , se dio cuenta de que en algunas paredes había grabados de mariposas. Fue entonces cuando comprendió que esos dibujos, que sobre todo hacían los niños, eran un símbolo de transformación que representa que, incluso ante una aparente gran pérdida, continuaremos de alguna manera, de alguna forma. La doctora Ross pasó tiempo con la Madre Teresa y fue testigo de la encarnación de la generosidad humana. Dijo que, aún en sus peores momentos, siempre logró encontrar un atisbo de esperanza y que en el duelo, al igual que en la muerte, hay una transformación hacia la vida. Si no te das tiempo para llorar la muerte, no podrás encontrar un futuro en el que la pérdida se recuerde y se nombre sin dolor. Para el presente número de mi querida Terral, una servidora albergaba la intención de escribir un artículo, digamos, algo más técnico sobre «los bloqueos del escritor». Comunicar mi propia experiencia a los lectores e, incluso, describir lo que, bajo mi humilde opinión, a mí me ha funcionado cuando el temido folio en blanco se me resistía; cuando las musas se tomaban un descanso, pero mi alma estaba más o menos en paz… Pero, por desgracia, ahora no se trata de una fuga de duendecillos del Helicón o de un paréntesis por falta de inspiración. Mis musas no me han abandonado, siguen soplando sobre mi hombro —¡eh, tú… venga! —, pero mi alma se encuentra offside y no se topa con las Letras que le aúpen al vagón de la tinta, ese donde se reúnen y se abrazan para saludar de nuevo al mundo… Hace poco más de un año, cuando comenzaban a brotar las primeras flores de un abril indómito y lluvioso, mi madre emprendió su ultimo viaje.

Ser escritora/Terral 24 Luego, en el momento en que esas mismas flores comenzaban a deshojarse preparándose para el reposo, se marchó mi padre. Se han ido casi de la mano, con tan solo siete meses de diferencia; así son las almas gemelas: no pueden estar mucho tiempo separadas. Mi padre me dijo que se tenía que marchar porque a mí madre nunca le gustó esperar y porque él ya no podía seguir sin su aliento… La vivencia de un duelo se parece mucho a las mareas: algunos días las olas solo remojan nuestros pies y, aunque el agua esté fría y desapacible, la brisa nos ayuda a sostener la vela de la tristeza. Otros, la marea sube de golpe y las olas del dolor nos sepultan bajo su fuerza, obligándonos luchar muy duro para no perecer en la inmensidad del agua… Más en este presente melancólico, parafraseando a Kübler-Ross: en el tiempo que me estoy concediendo para retomar fuerzas y continuar, mis padres han pasado a formar parte de mi vida gracias a ese álbum invisible que llamamos «recuerdos», y que atesoramos en un rincón muy especial del corazón. Y además de todas las lecturas que me ayudan a sanar una herida tan profunda, hojear este «álbum», sobre todo en los días de fuerte oleaje, es uno de mis bálsamos predilectos, porque soy plenamente consciente de que, pese a todo, hemos tenido la inmensa fortuna de compartir una larga vida con ellos. Si alguna vez, mis queridos lectores, necesitáis tiempo y espacio para llorar, comprender, recordar… Si os resulta imposible organizar algo un poco coherente que toque la fibra del prójimo…, relajaos y respirad hondo. Y leer, leer todo lo que podáis. Creedme cuando os digo que no hay mejor consuelo que buscar un buen techo bajo las palabras de otro. Porque de eso trata el verdadero bloqueo de un escritor: de la necesidad imperiosa de una época de retiro y reposo. De regalarnos tiempo, ese tesoro tan preciado que esta sociedad de piratas parece arrebatarnos. Y lo necesitamos, no por apatía o como algo accesorio, se trata de la realidad de concedernos una especie de pausa que nos ayude a encajar un nuevo presente, de permitirnos llorar lo perdido sin miedo, sin la culpa de no estar haciendo lo que uno debe o lo que uno cree que debe hacer.

Flamenco/Terral 24

SOBRE EL ORIGEN DE LA DENOMINACIÓN “FLAMENCO” (VIII)

Rafael Silva Martínez En la anterior entrega comenzamos a hablar sobre la egregia figura de Blas Infante, en lo que tiene que ver con su contribución al esclarecimiento en torno al origen de la denominación “Flamenco” para nuestro universal arte andaluz. Porque en efecto, este genial e ilustre casareño contribuyó como pocos al profundo estudio del origen y evolución de nuestro arte flamenco. Lo primero que habría que hacer es situarnos en su contexto histórico: Blas Infante nace en 1885, cuando lo único que existía publicado con cierta entidad sobre Flamenco eran los famosos escritos costumbristas de Serafín Estébanez Calderón (figura que ya fue estudiada en los primeros números de Terral) y la Colección de Cantes Flamencos, del sevillano Antonio Machado y Álvarez, “Demófilo”, padre de Antonio y Manuel, del que también dimos cumplida cuenta sobre sus estudios del Folklore en los primeros números de nuestra revista. Por otra parte, Blas Infante muere en 1936, el año de comienzo de nuestra Guerra Civil, dejándonos, como decíamos, aparte de otras muchas obras (la mayoría de carácter político), uno de los mejores tratados sobre Flamencología que se conocen hoy día: “ORÍGENES DE LO FLAMENCO Y SECRETO DEL CANTE JONDO” (1929-1933), una sugestiva y pasional obra que recomiendo a todos los lectores y lectoras de Terral.

Una obra muy especial que no vio la luz hasta muchos años después, y una obra que, intentando ser justos y analizando las cosas desde la oportuna perspectiva histórica, delatan al autor como uno de los más insignes y eminentes investigadores que ha dado la historia flamenca. De hecho, pienso que no es exagerado catalogar a Blas Infante como el primer gran investigador del hecho flamenco, el primero que pone un poco de orden en el caos, o mejor dicho en la falta de ese caos, y al que le debemos los primeros estudios serios sobre el origen del flamenco. No obstante, la personalidad

Flamenco/Terral 24 de Blas Infante no sólo destacó en el ámbito que aquí vamos a exponer, sino que también fue un gran político, notario, e incluso sociólogo, pues aunque la Sociología no fuese todavía una disciplina universitaria como tal, o al menos con el ámbito y reconocimiento que hoy tiene, podemos decir que Blas Infante sentó las bases del llamado “Nacionalismo Andaluz”, y puede ser considerado Padre del Andalucismo, o Apóstol de la Patria Andaluza, como algunos autores le han denominado. En el terreno político, podemos citar obras tan importantes como “La Verdad sobre el Complot de Tablada”, o “El Estado Libre de Andalucía”, que han inspirado a poetas, escritores y políticos de siguientes generaciones, y que sentaron la semilla para el movimiento nacionalista andaluz, que retomó experiencias históricas anteriores, a la luz de los nuevos postulados recogidos por Blas Infante.

Pues bien, dentro de su contextualización flamenca, de su aportación en cuanto a la investigación del origen del hecho flamenco, nos interesa Blas Infante especialmente por ser el autor de una de las más famosas teorías sobre el origen de la denominación “Flamenco”, a la que le estamos dedicando esta serie de artículos, habiendo constituido una de las más polémicas aportaciones. Para hacernos una idea de lo claras que tenía las ideas Blas Infante, y de las “cátedras” que deja sentadas ya desde aquél entonces, vamos a reproducir a continuación textualmente un pasaje que dejó escrito (y que no llegó a publicarse) para el prólogo de la obra “Arte y Artistas Flamencos” de Fernando el de Triana (1935), que como sabemos, es una de las obras de referencia biográfica más completas que se conocen, sobre todo para los artistas de su época. El pasaje en cuestión dice lo siguiente: “...Nosotros, los andaluces amantes de lo flamenco como expresión musical auténtica, propia de nuestra alma, nada tenemos que hacer con voces educadas por el artificio de Escuelas o de Conservatorios, ni llega a interesarnos musicalmente la intensidad y la cualidad de las voces que determinan la clasificación europea de los cantadores en tenores, barítonos, etc. La noción musical o profunda de la historia trágicamente incomparable de Andalucía, fundida con el sentimiento de la tragedia propia, individual, del artista flamenco, el sentido de la medida natural expresada por el ritmo y no por

Flamenco/Terral 24 el propio compás, que es medida artificiosa y colectiva; la unción de la voz saturada por aquél sentimiento y regulada por este ritmo: he aquí lo principal en el artista y lo interesante de la producción flamenca”.

A tenor de la lectura de dichos pasajes, nos podemos hacer una idea del interés y profundidad de los temas tratados por nuestro autor. Pues bien, la edición actual de su famoso tratado (“Orígenes de lo Flamenco…”), que data de 1980, se la debemos al magnífico escritor Manuel Barrios, quien se dedicó durante bastante tiempo a la recopilación de notas y escritos de nuestro personaje. No obstante, tenemos que aclarar que gran parte de dicho material no llegó a publicarse nunca. La idea central de su libro estriba en comprender el flamenco como un hecho diferencial del pueblo andaluz, a partir del cual podemos explicar toda la trayectoria histórica, política, social, cultural y religiosa de los andaluces. Insiste durante todo su trabajo en la idea de que debemos entender el fenómeno Flamenco en toda su dimensión cultural, como una actitud, un modo de vida y una filosofía muy particular de nuestro pueblo (concepto que también hemos expuesto en anteriores números, y en el que volveremos a insistir).

Arremete también muy vehementemente contra todos los estudios anteriores, especialmente aquéllos que tienen por autores a grandes musicólogos, porque, según él, yerran de modo estrepitoso, al enfrentarse sobre todo a las tesis musicales que podrían explicar el origen de nuestros cantes. Sobre todo, emite extensas y fundamentadas críticas hacia las teorías y explicaciones del gran musicólogo catalán Felipe Pedrell, espejo y fuente de influencia de gran parte de la música española durante los principios del siglo XX. También emite bastantes críticas hacia los juicios y valoraciones presentes en la obra de Julián Ribera. Las críticas a Pedrell son muy numerosas, por afirmaciones del catalán tan aberrantes como la siguiente: “nuestra música no debe nada esencial ni a los árabes ni a los moros”. Y ello porque, como veremos más adelante, Blas Infante traza su teoría apoyándose sobre todo en ciertas expresiones derivadas del árabe que él creía que etimológicamente expresaban la denominación “Flamenco”. Continuaremos en el próximo número.

El viajero/Terral 24

Ámsterdam, ciudad de las hadas Pepa J. Calero Fui a Ámsterdam con la idea de ver la casa de Ana Frank. Su diario fue una de las lecturas que más me conmovió en mi adolescencia. Amanezco en la ciudad de las flores, los canales, las hadas, donde lo prohibido forma parte del paisaje. Se respira aromas a tulipanes por todos lados, es su emblema. El mercado de las flores es uno de esos rincones donde el aire se colorea en mil tonalidades como si fuera un arco iris pegado a la tierra. Una señora bajita pasa junto a mí con un carrito de la compra colmado de rosas rojas. Llama la atención este pequeño paraíso lleno de curiosos museos que no veré: El Kattenkabinet, un museo para gatos; el Pianola Museum, repleto de pianolas del siglo XX; el Tassenmuseum Hendrikje, donde se encuentra la mayor colección de bolsos del mundo occidental; Hash Marihuana y Hemp Museo, El Tattoo Museum, dedicado a los tatuajes, y hasta un museo funeral holandés. Me encuentro en la plaza Dam, lugar en torno al cual se creó esta ciudad, es la más importante, la más concurrida. Hace frío. Marca el punto donde se encontraba la primera presa del río Ámstel en el siglo XIII. Desde aquí, parto con grupo turístico. Luce el sol. A mi lado, una señora con el pelo zanahoria pregunta por Westerturm, la iglesia del oeste donde Rembrandt está enterrado. En el siglo XVII era la iglesia protestante más grande del mundo. El guía, un joven barbudo y grueso, pide paciencia, bromeando nos pide que identifiquemos a qué huelen estas calles. Y es que hay muchas curiosidades de las que hablar en el barrio de los escaparates, el Red Light District. Al llegar a la plaza de la Westerturm, una estatua de Ana, parece un hada, mira a las gentes junto a su casa museo y una larga fila de visitantes.

El viajero/Terral 24 “Ni papá ni mamá ni Margot han podido habituarse aún al carillón del Westerturm, que suena cada cuarto de hora. A mí me pareció maravilloso, desde el primer momento, sobre todo de noche, cuando un sonido familiar da aliento”, Diario de Ana Frank. Muy cerca de la bulliciosa plaza Spui, se encuentra el Begijnho, construido en el siglo XIV. Un pequeño lugar con sus casitas y su jardín idílico, bucólico donde vivían las “beguinas”, una hermandad laica, católica de mujeres. Hadas de carne y hueso encargadas de ayudar a los enfermos. Estoy en el Waag, una monumental edificación del siglo XV emplazado en la histórica plaza de Nieuwmarkt. Aquí pintó Rembrandt su famosa obra “Lección de anatomía del Dr. Tulp”. Y es que esta encantadora ciudad ha sido paseada por grandes hombres; Descartes, Spinoza, Rembrandt y Van Gogh, entre otros. Por la tarde esperé la puesta de sol en la Openbare Bibliotheek,al este de la estación central, la biblioteca pública más grande de Europa. En el séptimo piso, junto al restaurante, hay una hermosa terraza para contemplar una panorámica de Ámsterdam. Desde allí el cielo se confunde con la tierra que bañan los numerosos canales. Una delicia de paisaje donde pude escribir y sentir la risa de los niños que, asomados a las vistas, veían volar algunos de sus globos. Desde el tranvía la luna se recorta entre las nubes. Regreso al hotel pensando en sus calles, sus parques, sus puentes y sobre todo en las hileras de casas que ribetean, como un animado encaje, los canales. Es una ciudad por debajo del nivel del mar, en el que las casitas desiguales se comban, se tuerceny se estrechan como figuras del Greco. De apenas cuatro plantas, parecen viviendas de cuentos, con sus fachadas coloridas, pintorescas, sus escudos, sus hastiales triangulares, acampanados, escalonados y sus gabletes reflejados en el agua. Al día siguiente, amaneció cubierto. Llego hasta la casa de Ana. Enormes colas de turistas dan la vuelta a la manzana. Impresionante. Una pareja de ingleses, que parecen venir de otro siglo; él con bombín y traje de chaqueta, ella con un sombrero azulón, preguntan por el barrio de Jordaan. Cambio de rumbo y voy tras ellos.

El viajero/Terral 24 El Jordaan es el barrio de las postales, un lugar bohemio de calles estrechas, patios pequeñitos y jardines. Un grupo de tres músicos cantan “Lucy in the sky with diamonds”, en la cajita donde recogen las monedas están dibujados los Beatles. En uno de los puentes, junto a una bicicleta blanca, una chica japonesa con una larga coleta negra abraza a un joven rubio con el pelo rizado que parece un querubín. No dejan de hacerse selfies; besándose, cogidos de la mano, sonriendo, levantado los brazos. Debe de ser fácil enamorarse aquí, en este lugar de ensueño. Es tarde, el tiempo apremia. Dejo el paraíso de las bicicletas, de las viviendas flotantes, de las flores por doquier, de oscuros cafés ganadores de la Cannabis cup, de sus canales de fantasía, de las hadas. No vi la casa, la buhardilla donde Ana escribía. Me quede embobada del encanto de la Venecia del Norte, de las casitas estrechas, las flores, los canales y esas hadas invisibles que parecen recorrer las calles. A cambio, vi bullir la vida entre las aguas y las gentes de esta tierna ciudad llamada Ámsterdam. Siempre podré regresar. “Clive tomó el tren hasta la estación central, y de allí fue a pie hasta el hotel dando un paseo a la tenue luz gris de la tarde. Mientras cruzaba el puente volvió a pensar en lo tranquila y civilizada que era la ciudad de Amsterdam. Dio un amplio rodeo en dirección oeste para pasar por la Brouwersgracht. Llevaba una maleta muy ligera. Resultaba tan reconfortante aquella masa de agua en medio de la calle…Era un lugar tan tolerante, tan libre de prejuicios, tan adulto: los antiguos y bellos almacenes de ladrillo y madera tallada convertidos en apartamentos de exquisito gusto, los modestos puentes de Van Gogh, el discreto mobiliario urbano, los sencillos e inteligentes holandeses en bicicleta, con sus sensatos niños a la espalda”. Ámsterdam, Ian McEwan.

El viajero/Terral 24

Un templo vegetal Erena B. Burattini

Unos días antes de regresar de

más una mezcla de fragancias

Chile fuimos un grupo, una vez más,

vegetales nos envolvió como un

a la costa de la sureña ciudad de

manto protector.

Valdivia. Estando allí alguien insistió en que fuésemos a conocer el bosque El Olivillo dentro del Parque de

Punta

Curiñanco,

un

área

protegida de 80 hectáreas. Lo más extraordinario de este parque, nos repitieron, era el bosque de olivillos, y este fue nuestro objetivo principal. Nos internamos en el parque con cierta prisa subiendo por un sendero estrecho de tierra aplanada cubierta en parte por hojas secas, camino idóneo para hacer la caminata descalzos. Nos habían dicho que así podríamos absorber mejor la energía que desprende la tierra en medio de ese Parque. Avanzamos más bien en silencio observando la vegetación a nuestro alrededor. El aroma a tierra húmeda y a musgo que se escapaba del sotobosque,

Después de media hora de ascenso sin

vislumbrar

todavía

el

tan

mentado bosque de olivillos nos dimos

cuenta

regresábamos encontraríamos

de

que

pronto con

la

si

no nos

salida

cerrada. Íbamos más que justos de

El viajero/Terral 24 tiempo por no haber contado con

Nos quedamos sobrecogidos, y creo

esta visita improvisada.

que a todos nos entró una cierta congoja por saber que no podíamos

Aceleramos más el paso preguntándonos si no nos habríamos pasado de largo puesto que ninguno del grupo conocía ese tipo de árbol y no teníamos ni idea del aspecto de lo que buscábamos. El tiempo

permanecer

allí

mucho

tiempo:

faltaba poco para el cierre del recinto. Este bosque centenario, igual que los templos religiosos, invitaba a meditar, a encontrarse con uno mismo.

nos agobiaba, y fue la curiosidad la que nos empujó a continuar hasta

Poco

después,

como

que de pronto el que iba de

cometiésemos un sacrilegio, nos

avanzada nos anunció eufórico que

vimos obligados a desandar el

habíamos llegado a nuestra meta.

camino,

sabiendo

que

si

regresa-

ríamos en cuanto nos fuese posible. Era imposible no reconocer ese bosque de solo olivillos que de golpe rompió la espesura de la selva valdiviana donde crecen de preferencia

arrayanes,

olivillos

sueltos, ulmos, canelos, lingues, notros, melis. La visión de esos árboles que se estiraban hacia el cielo formando en lo alto una cúpula verde cortaba el aliento más que la caminata cuesta arriba. Recordé el dicho que dice que el bosque no deja ver los árboles. En este caso era tal la magnificencia de estos ejemplares que no dejaban ver su propio bosque. Cada uno era un bosque en sí mismo.

No fue una sorpresa encontrarnos con la salida ya cerrada, pero para nuestro

alivio

descubrimos

al

guarda forestal sentado bajo una parra junto a la puerta. Luego de disculparnos por el retraso, y sin más preámbulo lo sometimos a una avalancha faltaba

de

preguntas.

información

de

lo

Nos que

habíamos visto. Así nos enteramos que los olivillos tenían nada menos que entre 400 y 700 años, que era un bosque mágico con poder de sanación,

que

iba

gente

allí

repetidas veces y se abrazaban a un árbol para mejorarse de alguna enfermedad.

El

guarda

forestal

El viajero/Terral 24 afirmó que había sido testigo de

la Patagonia donde creó su primer

casos llamativos que prefería no

gran

contarnos

Parque Pumalín, reserva natural de

para

no

pasar

por

proyecto,

entre

charlatán. También nos contó que

bosque

templado

los mapuches (indígenas locales)

300.000 hectáreas.

otros,

húmedo

el

de

celebraban allí cada dos meses un rito para agradecerle a la pacha mama la energía sagrada de esa tierra que había dado forma a ese colosal bosque de olivillos que para

De estas iniciativas privadas poco se habla, no son noticia. Al parecer lo frívolo, lo morboso, lo delictivo despierta mucho más interés.

ellos es un templo. Nos enteramos asimismo que estas tierras habían sido compradas hacía menos de dos décadas a los huilliches

(rama

mapuches)

por

sureña la

de

los

Fundación

CODEF, una ONG privada sin ayuda gubernamental, con el ánimo de preservar la biodiversidad de esa selva templada húmeda, incluido ese bosque relicto* de olivillos, con algunas especies arbóreas únicas en el mundo. Esa variedad, según dicen, se debe a que durante las glaciaciones

los

bosques

se

refugiaron en esta cordillera costera. Es admirable la preocupación de algunas

ONG

salvaguardar

privadas

áreas

de

por interés

medioambiental. Otro ejemplo en Chile es el del millonario americano Douglas Tomkins que se afincó en

* Las especies relictas son las que se encuentran en un estado de retrogresión. Puede ser como consecuencia de cambios climáticos o de la aparición de nuevas especies predadoras o competitivas que producen cambios en el medio físico local: falta de seguridad, enfermedades, predación, cambios de temperatura, cambios en la humedad del suelo, distinta luminosidad, etc.

Arte/Terral 24

Arte para recomendar Erena B. Burattini / Carmen Andújar

Barcelona: Museo Picasso: Muestra temporal: 80 retratos Para nuestros lectores de la ciudad condal y admiradores de otras ciudades del arte de Picasso sugiero la visita a la exposición del año: el Museo Picasso reúne 80 retratos de diferentes épocas en esta magnífica muestra del pintor malagueño.

Con su trazo libre, enérgico, cargado a menudo de humor, Picasso supo representar el alma de las cosas y con mayor razón el alma de las personas. En su convivencia con Modigliani afinó esa habilidad suya. Del 17 de marzo al 25 de junio 2017

Retrato de Olga Khokhlova, 1923

Museu del Modernisme: Temporal: Santiago Rusiñol Otra muestra excepcional es la que organiza el Museu del Modernisme que reúne muchos de los lienzos que Rusiñol presentó en París en 1890. Más tarde los compilaría en su libro-joya “Jardines de España” con poemas de Machado, Maragall, Azorín, Juan Ramón Jiménez o Mestres, entre otros. Los 40 lienzos expuestos reflejan su personal observación de la naturaleza, su oficio en la La fuente de Narciso, II. composición y dominio de la luz. En dos palabras: Jardines de Aranjuez obras maestras. En el diario Le Temps, París, 1988 escribe François Thiébault-Sisson: “Rusiñol no es impresionista ni clásico, es él y nada más; en la colección Jardines de España, que ahora se expone, no sé qué hay que observar con preferencia, si la verdad de su sentimiento o la espontaneidad de su factura, si la delicadeza de su colorido o la acertada elección del tema”. Del 23 de marzo hasta el 9 de Julio

Arte/Terral 24

Museo Nacional de Arte de Cataluña: Temporal: Torné Esquius El MNAC rescata una de las figuras más enigmática y desconocida de principios del s. XX, creador de unas atmósferas inquietantes, con una paleta de colores extraordinaria. Inclasificable, asíncrono con el modernismo. Nacido en Barcelona vive en París. Su pintura de tendencia naíf mantiene una unidad a lo largo de su obra. Privilegia Girasoles, 1909. Colección particular los espacios interiores o recoletos que en general carecen de figuras humanas y que a menudo crean sensaciones de desasosiego. Siendo pintor su labor principal era la de ilustrador, en especial el área infantil.

Del 7 de abril hasta el 9 de julio

MADRID CAIXA FORUM: TEMPORAL: RAMÓN CASAS. LA MODERNIDAD ANHELADA

Ramón Casas fue una de las grandes figuras que contribuyeron a la intercionalización de la pintura catalana de finales del siglo XIX. Junto con artistas como Rusiñol dieron una gran aportación a los movimientos que se gestaban en París. De todas maneras es de destacar que Casas al final de su carrera acabó aceptando la demanda de la sociedad burguesa, que prefería un

Arte/Terral 24 arte que transmitiera unos valores de orden que contribuyera a la continuidad de sus privilegios como clase. En esta exposición coincidiendo con el 150 aniversario de su nacimiento, se incluyen más de 100 obras, dibujos, carteles y fotografías del artista y los compara con artistas contemporáneos de su época. Se quiere presentar a Casas dentro del contexto europeo presentándolo como un artista conctado con la modernidad, utilizando nuevas técnicas como el cartel, la fotografía y l estampa japonesa. Del 8 de Marzo al 11 de Junio

MUSEO DEL PRADO: TEMPORAL: TESOROS DE LA HISPANIC SOCIETY La Hispanic Society con sede en Nueva York posee la mayor colección de arte hispano fuera de España. Homenaje a Archer Milton Huntington (1870-1955) mecenas, filántropo, coleccionista e hispanista que fundó en 1904 la Hispanic Society of América en Nueva York para la divulgación de la cultura española en Estados Unidos, museo compendio de arqueología y pintura.

Retrato de niña, Velázquez

Se pueden ver obras de artistas como El Greco, Velázquez, Murillo, Goya y Zurbarán. Algunas nunca se habían visto en España. También se incluyen obras de Filipinas y Hispanoamérica.

Es de destacar el retrato de la Duquesa de Alba restaurado en el Museo del Prado. Del 4 de Abril al 10 de Septiembre.

MUSEO THISSEN BORNEMISA: Obras maestras de Budapest. Del Renacimiento a las Vanguardias

El museo de Bellas Artes de Budapest, fundado en el siglo XIX, cuenta con extensas colecciones de pintura antigua y moderna, sobre tela, papel y también esculturas. La Galería nacional de Hungría es un museo nacional establecido en 1957 dedicado sobre todo a obras de arte húngaras.

Arte/Terral 24 La exposición que se presenta refleja el perfil de los fondos de ambas instituciones, con pinturas, esculturas y dibujos de grandes artistas como Durero, Rafael, Carracci, Leonardo Da Vinci, Rubens, Velázquez y Murillo, así como también una gran colección de artistas húngaros

Del 18 de Febrero al 28 de mayo

BILBAO GUGHENHEIN: TEMPORAL: EXPRESIONISMO ABSTRACTO Jacson Pollock: Masculino y Femenino 1942-43 En 1956 un grupo de pintores de Nueva York redactaron una carta de protesta contra el Metropolitan Museum of Art, acusándolo de ofrecer una visión reaccionaria de la pintura contemporanea, despreciando el arte moderno. A partir de entonces se les catalogó como los “Irascibles” Quedaron inmortalizados para la revista LIfe por Nina Leen. Es la mayor muestra europea del expresionismo abstracto desde 1959. Podemos ver obras de Koonin, Mar Rothko, Jacson Pollock, Clifford Still, Robert Motherwell, Barnett Newman y Hedda Steve (la única mujer del grupo) Se reunen 33 artistas y más de 130 pinturas, fotografías, dibujos y esculturas. Desde Septiembre junto con la Royal Academy de Londres ha cosechado grandes elogios. Del 3 de febrero al 4 de Junio

Arte/Terral 24

SEVILLA EXPOSICIÓN CAIXA-FORUM:TEMPORAL: HEMEN ANGLADA CAMARASA

Hemen Anglada Camarasa, Barcelona (1871-1959) retrató a la bohemia de la noche parisina. Perteneció al movimiento modernista catalán; aunque se relacionó con otros movimientos internacionales, lo que le llevó a una constante evolución de su obra. Se le ha comparado con Gustav Klimt por el carácter colorista de su pintura. La muestra presenta 94 obras del pintor. Del 16 de marzo al 20 de Agosto

MÁLAGA MUSEO ESTATAL RUSO DE SAN PETESBURGO. TABACALERA: TEMPORAL: KANDINSKY Y RUSIA 28 Obras del pionero y creador de la abstracción en diálogo con artistas que le precedieron y le siguieron, junto con piezas donde encontró su inspiración Hasta el 16 de julio

Arte/Terral 24 MUSEO PICASSO DE MÁLAGA: TEMPORAL: BACON, FREUD Y LA ESCUELA DE LONDRES Organizada por Tate Londres con la colaboración del museo Picasso. Obras de un conjunto de pintores que entre la posguerra y finales siglo XX, trabajaron en la ciudad inglesa con un denominador común, la representación de la figura humana. Sus creaciones transmiten fragilidad y vitalidad de la condición humana. Junto con Bacon y Lucien Freud podemos ver obras de Miichael Andreus, David Bomberg, etc. Hasta el 17 de Septiembre

La otra realidad/Terral 24

CARL GUSTAV JUNG. (Continuación al número 23) Mariano José Vázquez-Alonso

A principios de los años 20 Jung

sus propias teorías al respecto,

publicó una de sus obras más

afirmando que se había dado cuenta

conocidas Tipos

de

psicológicos.

En

que

la

psicología

analítica

esa época el científico suizo vivió

concordaba notablemente con la

una

alquimia: "Las experiencias de los

intensa

búsqueda

de

lo

espiritual. Emprendió largos viajes

alquimistas

que le permitieron ampliar sus

experiencias;

conocimientos

mundo,

de

culturas

y

eran y

en

mis

propias

su cierto

religiones lejanas. Fue por entonces

sentido, el míos". Había

cuando un amigo le envió un

encontrado -según sus

ejemplar de un antiguo libro de

propias

alquimia china. Jung lo leyó con gran

equivalente histórico a

interés, y a partir de ese momento se

su

dedicó a investigar en ese fascinante

inconsciente. Eran unas

mundo de la Gran Obra. Esas

manifestaciones que, con seguridad,

investigaciones lo apartaron de los

serían consideradas por parte de sus

convencionalismos

científicos.

colegas como una completa herejía.

Ningún otro de sus colegas hubiera

De todos modos, la interpretación

dedicado jamás tanto esfuerzo y

junguiana de que la alquimia es

tiempo como él a una materia que se

básicamente un proceso psicológico

ha comprendido tan mal, y que

puede constituir un tema de amplio

durante

debate.

muchos

siglos

estuvo

considerada muy poco seriamente a los

ojos

de

los

científicos

academicistas.

palabras-

psicología

el

del

En 1916 escribió Siete sermones a los

muertos,

una

pequeña

obra

concebida con el estilo de los antiguos

En su libro Psicología y Alquimia,

escritos gnósticos. A propósito de este

escrito por esas fechas, expone Jung

libro se ha dicho que su autor, más que

La otra realidad/Terral 24 un científico parece ser un hombre con

cosas que se ven en el cielo. En esta

una misión.

obra insistió en que el fenómeno de los

A

partir

de

esas

fechas

la

llamados "ovnis" no era otra cosa que

convicción, que siempre tuvo, de la

proyecciones

existencia de fenómenos paranor-

Anteriormente había escrito dos obras

males se hizo más intensa. También

sobre temas que le atraían, Aion, en la

por entonces empezó a dar rienda

que

suelta al artista que había en él,

y Respuesta a Job, en la que se plantea

pintando, tallando y escribiendo.

la existencia del mal. En 1957, a sus

Poco

ochenta y dos años, se decidió a

después

experimentar

empezó

con

el

a

famoso

revisa

acometer

del

la

la

inconsciente.

figura

de

redacción

Cristo,

de

su

sueños

y

I Ching, el antiquísimo libro adivina-

autobiografía, Recuerdos,

torio chino, para una de cuyas

pensamientos. La obra se inicia con una

traducciones

frase verdaderamente lapidaria: "Mi vida

había

escrito

un

importante prólogo.

es la historia de la autorrealización de lo

En 19444, al borde ya de los setenta años, Jung sufrió varios

inconsciente". En

1961,

accidentes físicos y enfermedades

abandonó

que le mantuvieron entre la vida y la

mundo.

muerte.

En

ese

estado

de

inconsciencia tuvo una serie de ensoñaciones

en

las

que

se

encontraba fuera de la Tierra, y contemplaba completo

el

estado

planeta de

en

un

bienaven-

turanza. Aunque logró recuperarse de sus dolencias, las visiones que tuvo durante su estado de postración se volvieron, una vez más, a hacer realidad. Interesado por todos los fenómenos de su tiempo que no tenían una explicación fácil, publicó en 1955 Los platillos volantes: un mito moderno sobre

Carl

Gustav

Jung

definitivamente

este