Retiro, vigilada como un aeropuerto

ridad, Nilda Garré, la Gendarmería reemplazó allí a la Policía Federal. Una situación similar a la que se dio en la zona
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SEGURIDAD

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Domingo 22 de enero de 2012

MAS SEGURIDAD A PASAJEROS s LA GENDARMERIA PATRULLA LA TERMINAL DE OMNIBUS

Retiro, vigilada como un aeropuerto Continuación de la Pág. 1, Col. 5 dársenas de embarque, las boleterías, la zona de encomiendas, el estacionamiento, las plataformas de arribo y hasta la salida de taxis. Durante una recorrida que realizó LA NACION por la terminal, se observó a 36 agentes en tareas de vigilancia. Por orden de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, la Gendarmería reemplazó allí a la Policía Federal. Una situación similar a la que se dio en la zona sur de la ciudad, en especial en los alrededores de las villas Zabaleta y 1-11-14, en Parque Patricios y Flores. Y a los gendarmes se sumó también personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) con escáneres. En dos ocasiones por lo menos, en 2006 y 2009, se buscó mejorar la seguridad en esa zona con planes que no tuvieron continuidad más allá de su anunciada puesta en marcha. En esta oportunidad, el primer movimiento de por sí ya es fuerte, al introducir a dos fuerzas federales que hasta mediados de 2011 tenían vedado el trabajo en la ciudad. Con la llegada de la PSA a la terminal de Retiro se agregaron dos escáneres para verificar el contenido de cargas, como se hace en los aeropuertos. Eso tiene que ver con la situación que provocó este cambio: el tránsito de drogas en ómnibus de larga distancia. Las investigaciones policiales determinaron el flujo repetido y en aumento de drogas desde el norte del país rumbo a Retiro por medio de encomiendas. Esos envíos no tenían control alguno. Y si bien los narcotraficantes rotan sus modalidades en busca de huecos que pueda dejar el Estado, la intención oficial es anular por lo menos la cabecera central de ese negocio ilegal que tenía en Retiro un puerto franco. Quienes conocen el pensamiento de Garré afirman que la ministra da plazos para obtener resultados;

si ésta no encuentra la respuesta adecuada a un problema con la fuerza que opera en el lugar, busca las alternativas a mano en su dependencia. Apeló así a la Gendarmería y a la PSA para blindar un lugar de alto impacto visual por los miles de pasajeros que circulan cada día.

Primer paso La presencia importante de efectivos en el lugar es tomado en el Ministerio de Seguridad como el primer paso. En esa cartera pretenden que el movimiento en la terminal de Retiro deje de ser caótico y se maneje dentro de los parámetros de seguridad previstos en el pliego de la concesión renovada a la empresa TEBA SA, en 2006. En los papeles, se esperaba que la terminal de ómnibus tuviese un perfil de control similar a los aeropuertos. Por lo pronto, se trasladó a la PSA para que imponga, en un período breve de tiempo, el sistema de control de acceso por sectores, tal como sucede en Ezeiza. En principio, los escáneres trabajarán en la zona de encomiendas, pero se estudia la forma de incorporar además la inspección mediante rayos X de equipajes, por lo menos en forma aleatoria. Sí se empezará antes al patrullaje con perros antidrogas por las dársenas, prevención que hasta ahora no se realizaba. En 2009 se intentó colocar detectores de metales en los puestos de acceso a las zonas de embarques. La experiencia piloto no dio resultado porque los amontonamientos de personas deseosas por alcanzar su micro a punto de partir derivaba en incidentes. Se tuvo en cuenta entonces la visión económica del problema y se levantó esa medida. Pese a que se habían incautado de varias armas en esos controles. En un trabajo por etapas, se constatará que la identidad de los pasajeros que suben a los ómnibus sea la que dicen los tickets. Esta normativa no se cumple en la actualidad.

En la Terminal de Omnibus de Retiro ya funcionan dos escáneres manejados por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria

Mayor control en el acceso principal de la terminal de Retiro

Los gendarmes vigilan la zona de las dársenas FOTOS DE MARCELO GOMEZ

Hay seguridad, pero faltan más controles Los pasajeros ven positiva la medida en la terminal, aunque siguen alertas por los robos “Nos hace sentir más seguros”, fue la respuesta de la mayoría de los consultados por LA NACION durante una recorrida en la terminal de ómnibus de Retiro, sobre la presencia allí de la Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). No obstante, hubo quienes dijeron que aún hacen falta más controles. “Se ve menos gente deambulando que no viene a tomar ningún ómnibus ni a comprar pasajes”, dijo Beatriz Cheuquelaf, de 46 años, que viaja con frecuencia a Río Negro. “A la Gendarmería le tienen más respeto, ya no hay tantos oportunistas”, añadió. Marcelo Gómez, de 33 años y oriundo de Posadas, en la provincia de Misiones, dijo que la medida es positiva: “Es bueno que controlen bien todos los accesos a la terminal”. Aunque reclamó una vigilancia mayor del equipaje antes de subir a los micros, pues “en la ruta, cuando en un control de rutina descubren algún cargamento ilegal, el ómnibus queda hasta 14 horas varado a la espera de un fiscal”. “Se supone que estamos más seguros. Si es para mejor, bienvenido el cambio”, expresó Sandra Risueño, 46 años, de Burzaco. Y agregó: “El problema ahora es afuera, ya que robos hay en todos lados”. Luis, de 75 años, atiende dos veces por semana un quiosco de diarios

en la Terminal de Omnbus. “Hay menos robos, pero falta una zona cerrada para los que están por tomar el micro. Acá entra y sale cualquiera todo el tiempo. Los pasillos de la terminal funcionan como peatonal para quienes entran y salen de la villa 31.” Nélida Martín, jubilada de 71, de Villa Urquiza, dijo que “no importa si es la Gendarmería o la Policía Federal la que esté en el lugar, sino que haya muchos efectivos”. Y advirtió: “Aunque tengas las valijas al lado, te las pueden sacar sin que nadie se dé cuenta, como le pasó a mi hijo”. Un análisis más cauto fue el de Gustavo Muñoz, 29 años, de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. “Habría que darles unos meses para ver los resultados. La presencia de los gendarmes es una novedad. Ni la gente ni los delincuentes conocen su forma de moverse”, dijo. Julián Meneses, de 41 años, señaló que el problema no está sólo en la Terminal de Omnibus, sino que en toda la zona aledaña. “Ahora uno presta más atención porque se va de vacaciones y no quiere pasar un mal momento. Los que venimos en tren todos los días hasta Retiro, sabemos que es un lugar muy complicado. Ahí también debería haber más seguridad”, señaló.

Mariano Gaik Aldrovandi

Síntesis SE CAYO DE UNA CARROZA

POR UNA TRADUCCION

Murió una bailarina Más demoras en del carnaval correntino la causa Malvino CORRIENTES.– Una joven bailarina falleció en la madrugada de ayer, después de caer accidentalmente de la carroza en la que circulaba en caravana por el centro de la ciudad correntina de Esquina junto a otros integrantes de la comparsa Carú Curá, informaron fuentes policiales. Desde la Dirección de Relaciones Institucionales de la policía de Corrientes confirmaron a DyN que el hecho ocurrió a la 1.20 de ayer, en momentos en que la comparsa Carú Curá, que participará de los corsos de Esquina, realizaba una caravana de festejos por las calles de esa ciudad, situada 329 km al sur de la capital correntina. La víctima fue identificada como María Ludmila Fernández, de 22 años. Según se supo, tras caer sobre el pavimento, una de las ruedas del acoplado, que hacía de carroza, pasó por encima del cuerpo de la joven, que ingresó en el hospital San Roque sin signos vitales.

Alberto Malvino, el padre de Ariel, el joven asesinado seis años atrás en la ciudad turística de Ferrugem, en Brasil, y por el que hay tres jóvenes correntinos procesados, afirmó ayer que la causa esta trabada por una traducción de la declaración de cinco testigos clave. “La sensación que tengo es de impotencia y vergüenza. Ahora dependo de la decisión de una jueza, pero aunque parezca increíble, desde octubre de 2010 que no traducen del castellano al portugués la declaración de cinco testigos que fueron clave, y contundentes, y que viajaron a Brasil para agilizar todo”, dijo Malvino al programa Inocentes y Culpables, de Radio Mitre. El padre de Ariel recordó que “los testigos declararon en Brasil, pero los acusados no fueron a esa audiencia, entonces los testigos tuvieron que declarar otra vez en la Argentina”. Esa es la declaración que esta demorada.