“relato” y los cortes de luz

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eDITORIALeS | CARTAS

| Viernes 20 de diciembre de 2013

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

El “relato” y los cortes de luz A pesar de la clara responsabilidad de la política oficial en el origen de la falta de suministro eléctrico, el Gobierno insiste en negar y tergiversar la realidad

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an transcurrido 25 años desde que la Argentina atravesó la más severa crisis del sector eléctrico de la que se tenga recuerdo. Durante el verano de 1989 se produjeron reiterados y prolongados cortes programados, de los cuales los sacrificados usuarios podían informarse previamente por los diarios. Un cuarto de siglo después, y nuevamente en un verano caluroso, los cortes de luz vuelven a constituirse en una dramática realidad. Si algo fue insistentemente anticipado por los especialistas, ha sido esta crisis energética. Las políticas aplicadas y sostenidas en los últimos diez años debían desembocar necesariamente en un grave problema de abastecimiento en el suministro eléctrico y en un deterioro de la producción nacional de gas y petróleo. Ambos flancos de la crisis están hoy a la vista. Por un lado, el país importa cantidades crecientes de gas licuado y ha dejado prácticamente de exportar petróleo crudo. Por el otro, estamos frente a cortes de energía eléctrica durante picos de demanda originados en la insuficiencia de generación y en la falta de inversiones en distribución y transmisión. Ninguno de estos problemas surgió de un día para otro. Son el resultado de decisiones y políticas erróneas, aplicadas en un marco de populismo cortoplacista y mantenidas a sabiendas de su efecto destructivo. Deben distinguirse diferentes tipos de cortes de luz. Están los que tienen que ver con fallas y salidas de servicio de líneas de media y alta tensión, ya sea por excesos de carga o por defectos de mantenimiento. Este tipo de cortes se caracteriza por su extensión y gravedad, aunque no han sido de este origen los ocurridos en los últimos días. Más bien fueron cortes producidos por insuficiencia de generación u ocurridos accidentalmente o protectivamente ante excesos de carga sobre transformadores y redes urbanas de distribución. Sea por prevención o por la actuación de dispositivos automáticos, salen de funcionamiento subestaciones y circuitos sin que cuenten con duplicación ni abastecimiento alternativo. Estos cortes no son programables y sorprenden a los usuarios de un barrio, que reclaman a empresas concesionarias que en general no están en condiciones de brindar soluciones definitivas y rápidas. Pero creemos que la insuficiencia de generación en horas pico es probablemente el motivo más importante de los cortes que estamos padeciendo. Esto ya ha venido ocurriendo en los últimos años, aunque el Gobierno ha privilegiado el suministro residencial sobre el industrial y ha utilizado intensamente el corte de energía a fábricas antes que a áreas residenciales. Cuando se ha debido llegar a este último recurso, como aparentemente lo es en estos días, resulta posible programar las interrupciones domiciliarias y anunciarlas con anticipación, como lo fue en el verano de 1989. Sin embargo, todo corte actual, aunque se presuma que se debe a déficit de potencia por su multiplicidad, no se programa y evita prenunciarse. No caben dudas de que el Gobierno prefiere que la opinión pública adjudique la culpa a las empresas distribuidoras antes que a falta de capacidad de generación. El congelamiento de las tarifas ha sido la causa

principal y originaria de la falta de inversiones que hoy desemboca en los cortes. Ley de emergencia económica mediante, se dejaron de aplicar los mecanismos contractuales de ajuste y se destruyeron los márgenes en toda la cadena de generación y suministro eléctrico. A su vez, las bajas tarifas incentivaron altos consumos y la demanda creció más de lo que hubiera sido con precios normales. A pesar de los subsidios canalizados a través de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa), los generadores carecieron de un retorno predecible para invertir. Se perdieron las condiciones creadas en la década del 90 en cuanto a márgenes y un evolucionado sistema de despacho de las centrales. La gestión kirchnerista contó con la ventaja de partir con un sistema sobreequipado, con una reserva de potencia en exceso sobre las requeridas normalmente. Las inversiones en generación más significativas de la década fueron las dos centrales de ciclo combinado construidas con fondos adeudados a los generadores, y el recrecimiento de la represa de Yacyretá. La terminación de la central nuclear de Atucha II aún no se ha completado y tampoco la contaminante usina a carbón en el extremo sur. Como desde hace mucho tiempo hoy se depende del caudal en los ríos Limay, Paraná y Uruguay y del buen funcionamiento de centrales obsoletas. El congelamiento tarifario particularmente aplicado en el conurbano y la zona más densamente poblada del país también afectó la economía y las posibilidades de invertir de las empresas distribuidoras. Se aplicó con un criterio populista y demagógico que atendió a la región con mayor cantidad de votantes, generando diferencias irritantes con el resto del país. Las compañías distribuidoras están afectadas financieramente y no han sido significativamente asistidas con los subsidios gubernamentales ni beneficiadas con cargos sobre las facturas que se han canalizado hacia el Gobierno. El criterio ha sido similar al aplicado con las comercializadoras de gas por redes. La clara culpabilidad de la política oficial en el origen de los cortes de luz no ha inhibido a los funcionarios a expresar altisonantes amenazas y a aplicar multas a las compañías. Han logrado que gran parte de los usuarios adjudiquen la responsabilidad a esas empresas. Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que “hay una estrategia comunicacional para responsabilizar al Gobierno”, y agregó, refiriéndose a las empresas distribuidoras Edenor y Edesur, que “si no están dispuestas a prestar el servicio, estamos dispuestos a hacernos cargo”. Con amenzas y presiones de esta clase, no sólo no se solucionará el problema sino que se agravará. Ha llegado la hora de enfrentar esta realidad para evitar males aún mayores. Debiera comenzarse por informar a la población sobre la verdadera situación del sistema eléctrico y las causas reales originarias de los padecimientos que hoy se atraviesan. Tropezar con la misma piedra después de 25 años no es alentador. Desde estas columnas no creemos que el Gobierno reconozca su responsabilidad y sí, en cambio, que insistirá en el falaz “relato”, echándoles la culpa a otros.

La CIDH y los saqueos La Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su preocupación por la ola de violencia en nuestro país

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a Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha manifestado abiertamente su profunda preocupación por los hechos de violencia registrados en la Argentina desde el 3 de diciembre pasado, cuando una huelga policial derivó en saqueos en la ciudad de Córdoba, que luego se reprodujeron en varias provincias, también debido a huelgas policiales. La CIDH se pronunció mediante un comunicado emitido anteayer y, de esa manera, el prestigioso organismo recordó a los responsables de nuestro gobierno, en todos los niveles, que es obligación del Estado, especialmente de las autoridades nacionales, investigar lo ocurrido, esclarecer los hechos judicialmente y sancionar a quienes resulten ser los responsables. Al propio tiempo, recordó que, bajo el derecho internacional, existe un deber ineludible del Estado, al que la CIDH califica de “primario”, que consiste en asegurar el derecho a la vida y a la seguridad de las personas sujetas a su jurisdicción. Por lo tanto, ese deber incluye la obligación de las autoridades, en particular de las encargadas del orden público y de la seguridad interior, de tomar medidas operativas para proteger debidamente a las personas, cuya vida e integridad esté en riesgo por hechos de violencia a manos de otros individuos y para prevenir la repetición de situaciones que produzcan hechos de violencia. Este mensaje no puede ser desoído por nuestra

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presidenta y su gabinete que, como desgraciadamente es habitual, parecen estar empeñados en el conocido ejercicio de eludir y diluir cualquier responsabilidad que les corresponda, por cualquier circunstancia. Como si gobernar no generara responsabilidad alguna, de ningún tipo, sino sólo –y para los demás– obligaciones de rendir constantemente sumisa pleitesía a quien ejerce el poder de turno. La CIDH instó específicamente al Estado Nacional y a todas las autoridades argentinas a adoptar de manera urgente todas las medidas que fueren necesarias a fin de garantizar los derechos a la vida y a la integridad personal de nuestra población y a cumplir con sus obligaciones internacionales de protección y garantía de los derechos humanos en relación con la seguridad ciudadana. Este severo y oportuno llamado de atención para un gobierno que ha construido una imagen con la que pretende, por motivaciones de índole ideológica y política, ser una suerte de campeón de los derechos humanos, mientras en la realidad no sólo ha dejado en la más absoluta impunidad a quienes atentaron contra los civiles inocentes en el conflicto armado interno de los 70, sino que además ha sido ostensiblemente incapaz de garantizar nada menos que el derecho a la vida y el derecho a la propiedad de su propio pueblo, a punto tal que ha merecido el llamado de atención que comentamos.

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Cortes de luz Técnicos se necesitan Nuevamente vuelven los cortes de energía eléctrica, pero cada vez son más seguidos y prolongados. Para el ministro De Vido se deben a que la industria ha crecido y se está expandiendo. ¿Cómo puede ser que una persona que actúa con tanta hipocresía siga al frente del Ministerio de Planificación? ¿Qué ha planificado? ¿Ignora acaso lo que han desperdiciado en la famosa “decada ganada”? ¿No existe una persona en el Gobierno que tenga la hidalguía de decir que se han equivocado de cabo a rabo? Quisiera pedirles que dejen su insensatez de lado y con un poco de humildad recurran a los técnicos conocedores –que ellos no tienen– para poder superar el infierno que nos espera. Marcelo de Elizalde

DNI 4.280.637

¿De qué sirven? Hay gente en la zona de la Recoleta que no tiene luz ni agua desde hace cuatro días y que paga el 100% de su factura, ya que no hay subsidios a la electricidad en esta zona. En cuanto a las zonas que sí tienen subsidios, ¿de qué sirven si la gente termina gastando el monto del subsidio (y más también) reponiendo alimentos, remedios y electrodomésticos? Valeria Lisdero Molina

DNI 20.470.790

Propuestas Van algunas propuestas para ahorrar energía, reemplazando los apagones actuales por otros menos molestos: 1) apagar todos los carteles publicitarios en rutas y calles después de las 22; 2) suprimir el encendido de luces durante el día a menos de dos metros de las ventanas (que suelen ser enormes) en bares y sucursales bancarias; 3) apagar luces encendidas por la noche en torres de oficinas vidriadas (prohibidas en otras partes por el alto consumo de aire acondicionado); 4) cambiar los horarios según estaciones y ubicación geográfica que justificaría dos husos horarios (Mendoza, por ejemplo). Arq. Rodolfo Livingston

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Inocencia Desde el lunes he tenido cortes de luz, llamé a la empresa y me dicen que se están encargando del problema. No tuve casi agua y pretendí higienizarme como es debido. No pude mantener la cadena de frío de los alimentos. Pretendí también tener un ventilador prendido para soportar el agobiante calor. Sepan disculparme, señores funcionarios y empresa, por mi recurrente inocencia de creer que ustedes se ocupan y preocupan por nosotros

Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: [email protected] o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires, Argentina

que hoy preguntan sobre lo que no corresponde a las conductas del gobierno. Los resultados de aquella epoca terrible fueron devastadores, pero los conceptos sobre políticas de base en la actualidad son bastante parecidos. Guste o no guste pensarlo. Guillermo Bellotti

DNI 4.513.476

Condena Señores jueces del Tribunal Oral de Bahía Blanca: hace más de cuatro años que mi padre está procesado por haber sido militar en la década del 70. No mató ni torturó a nadie. No hay ningún documento que pruebe su culpabilidad, pero de todas maneras está preso y ha recibido anteayer una condena a más cuatro años. Esperaba un juicio justo y me han dado un show mediático. Quiero que me expliquen los señores jueces cómo se puede condenar a un inocente. ¿Se olvidaron de que frente a la duda tienen que absolver a la persona? ¿Se olvidaron de la imparcialidad y de la independencia política? Estoy indignada y molesta con este veredicto porque sueño con poder ver a mi papá almorzando los domingos conmigo, como lo hacíamos antes. No voy a parar de luchar hasta que quede libre, como debería estar. Malena Gandolfo

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Misericordia En un mundo donde hoy más que nunca el valor que prevalece es el del dios dinero, estamos viviendo una era donde las palabras son despojadas de su sentido. Intereses inescrupulosos se las apropian para los fines más variados, las exaltan, las repiten al infinito y las devuelven a la sociedad desvirtuadas. La sociedad termina incorporando estas palabras a su vocabulario, culminando así el proceso que las va deformando hasta convertirlas en cáscaras vacías. Palabras inmensas como “amor”, “espiritualidad”, “juventud”, “esperanza”, “familia”, “paz”, “solidaridad”, “derechos humanos”, “bondad”, “verdad”, “humildad”, etcétera, se las usa en forma banal, con lo que su significado queda pervertido. Hace mucho tiempo que no puedo percibir en nuestra sociedad el sentimiento de misericordia, salvo excepciones. Quisiera entonces rescatar la palabra “misericordia”,

En la Red Los cortes de luz Facebook

La vergüenza sigue El pasado lunes 16 viajé a Ushuaia en el vuelo AR 1878 de Aerolíneas Argentinas, con salida a las 5.25 AM. Despaché con ese destino una maleta que, al arribar, y después de ver partir a muchos pasajeros que viajaron conmigo, fue una de las últimas en aparecer en la cinta. Me fui del aeropuerto con las dos personas que me acompañaban y, al llegar al Hotel Arakur y abrir la maleta, descubrí que faltaba una cámara Nikon digital y un reloj pulsera María Rivolta. Dejo en claro que nadie tomó contacto con el equipaje más que yo, desde el momento en que lo despaché en el mostrador de AA en el Aeroparque hasta que lo abrí en la habitación del hotel. La maleta estaba cerrada sin candado, pero ¿esto justifica el robo? Recuerdo un vergonzante informe de televisión que registraba hace algunos años conductas delictivas practicadas con los equipajes que pasaban por Ezeiza. Este episodio imperdonable revive aquel informe. Arq. Luis J. Grossman [email protected]

Tertulias en la cabina Cada vez que debo esperar el paso de un tren en algún paso a nivel de los ferrocarriles urbanos, me llaman la atención las tertulias que se desarrollan en las cabinas de conducción. Es difícil encontrar solo al conductor, sino que éste suele ir acompañado de una, dos y hasta tres personas, en amena charla y con las puertas de la cabina abiertas. ¿Los responsables del servicio, si es que los hay, no comprenden que esa costumbre distrae a quien tiene la responsabilidad de transportar a miles de personas en la formación a su cargo? ¿Qué esperan, nuevas tragedias?

Traslado de la capital

Parecido

DNI 16.785.794

DNI 13.697.908

[email protected]

DNI 7.887.587

Mariana Bodmer

María Marcela Suárez

Carlos Cabana Cal

Hugo Osvaldo García

Leo en La NacioN de ayer: los precios habrían subido un 4% en noviembre, trabas al turismo y aumento de nafta. ¿Medidas de nuestro gobierno? No, del presidente de Venezuela. Cualquier parecido con nuestra realidad no es coincidencia...

antes de que su sentido nos sea robado para siempre. La palabra proviene del latín, del verbo miserere (compadecerse). Misericordia refiere entonces a la capacidad, cualidad o virtud de poder sentir y compadecerse de la desdicha de los demás. En otras palabras, significa tener la capacidad de conmoverse desde el corazón y ponerse en el lugar del otro. ¿Qué nos ha pasado a los argentinos con el sentimiento de misericordia? ¿Cómo y cuándo lo hemos perdido? ¿Si no podemos sentir misericordia por nosotros mismos, somos capaces de sentirla por los demás? Me parece que es tiempo de detenernos y pensar en el significado enorme, profundo y trascendente que esta palabra contiene, sabiendo que sólo le damos sentido pleno si usamos el corazón.

“Esta es una de las tantas falencias de esta administración”

Qué razón tenía Alfonsín allá por 1983 en el traslado de la Capital Federal. Se equivocó con el lugar elegido, pero 30 años después creo que no hay otra opción para solucionar el funcionamiento caótico y anárquico de nuestra Buenos Aires querida. Rubén Caruso

DNI 7.613.835

Mario Alberto Pereña

“Qué recuerdos me trae todo esto de aquellas oscuras y deficitarias épocas de Segba”

Obediencia partidaria

Germán Mesuno

El concepto que empleaban antaño las Fuerzas Armadas, para nombrar arbitrariamente a un integrante de ellas en reemplazo del presidente de la Nación y luego respetarlo desde los mandos con la debida obediencia, es similar al que emplearon esta semana los representantes del Senado para ascender arbitrariamente a teniente general a un jefe del Ejército, aduciendo obediencia partidaria. El mismo concepto que se empleaba para presionar a los fiscales a no preguntar por esas celdas sin número y prisioneros sin número es el mismo concepto estructural que se emplea hoy para cuestionar y destituir a los fiscales

“Capitanich no tiene vergüenza, nos compara con Nueva York y Australia, jajajaja” Liliana Maccio

“Se llenaron la boca diciendo década ganada, diría más bien una década perdida” Nélida Celeste

“Mientras miles de ciudadanos están sin luz Scioli habla de turismo” Miguel Ángel Acosta

Veredas tomadas Es casi imposible transitar por las veredas de las calles Pasteur y Azcuénaga, desde Rivadavia hasta Tucumán, por la ocupación ilegal del espacio público, que ha aumentado, y no solamente por la presencia de los “manteros” o “cartoneros”. Los propios comerciantes son también culpables. Ahora arman o ensamblan las cajas de juguetes o sacan las piezas de tela a la vereda entorpeciendo el paso de los sufridos vecinos. Cajas, carretillas, escaleras, bancos, ocupan los lugares de tránsito peatonal. Obviamente que hay una falta total de control de esta situación y nada tienen que ver las fiestas de fin de año. Todos ellos han tomado como “zona liberada” estas arterias. ¿Dónde están los inspectores del gobierno de la ciudad? Miguel Ángel Ochoa

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