Por el Valle de los Incas

Es el Valle Sagrado de los Incas, franja de unos 60 kilómetros que va de los ... que se dirigían al otro extremo del imp
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Turismo

Página 6/Sección 5/LA NACION

Domingo 14 de octubre de 2007

LA NACION/Sección 5/Página 7

Ollantaytambo, el último bastión de resistencia Una enorme fortaleza que sirvió de refugio durante la Conquista

La monumental Sacsayhuaman, apenas a un kilómetro de Cuzco

Moray, el laboratorio agropecuario de los incas (izquierda); en Ollantaytambo, los chicos son una atracción (arriba)

CUZCO.– A 95 kilómetros al noroeste de aquí, siguiendo la ruta que conduce a la encantadora Aguas Calientes, se encuentra Ollantaytambo. Considerada la única ciudad incaica que aún permanece viva, es también una de las más modernas de la región y la que cuenta con mayor infraestructura de servicios pensada para el turismo. Y se dice que es la única ciudad incaica viva, pues la actual metrópoli se construyó sobre el antiguo asentamiento indígena, del cual no sólo se mantiene su disposición original con una plaza central y su división en cuadras o canchas, sino que las viviendas conservan los viejos cimientos de las casas incaicas. Por eso los alrededores de la estación de tren, o de la terminal de ómnibus, o las intrincadas callecitas viven un permanente ir y venir de lugareños que se mueven con comodidad entre cientos de comerciantes, mientras decenas de chicos (y no tanto) aguardan la llegada de los turistas para ofrecerles cualquier tipo de souvenirs.

Como si fuese poco, aquí se encuentra uno de los grupos arqueológicos más fascinantes de la región. Es que sobre la ladera de la montaña, a un lado de la ciudad, se levanta la enorme muralla de granito colorado detrás de la cual se suceden los conjuntos arquitectónico, con templos religiosos y observatorios astronómicos, atalayas, depósitos de agua y reservorios de alimentos. Las razones de semejante despliegue y tantos recaudos estaban bien fundamentadas: Ollantaytambo se encuentra a mitad de camino entre Cuzco y Machu Picchu, y representaba un punto estratégico vital en el Imperio Incaico. Por ser uno de los sitios mejor protegidos del imperio, el cacique Manco Cápac lo eligió para reunir su ejército y refugiarse cuando era perseguido por las tropas de Francisco Pizarro. Ahí soportó los ataques de los españoles durante semanas, en una resistencia que, finalmente, llevó a que los conquistadores se retiraran sin poder capturarlo.

FOTOS DE JULIAN BONGIOVANNI / ENVIADO ESPECIAL

Perú

El valle sagrado Vilcabamba Vieja (Espíritu Pampa)

AGUAS CALIENTES

Machu Pichu

Ruta inca

Ferrocarril

Carreteras principales

Carreteras secundarias

CUZCO Km.88 OLLANTAYTAMBO

COLOMBIA

URUBAMBA

ECUADOR

MORAY

YUCAY

CHINCHERO PERÚ

Océano Pacífico

PISAC

BRASIL

SACSAYHUAMAN

Tambimachay Puca Pucara Quenko

CUZCO

APURIMAC BOLIVIA

Por el Valle de los Incas Pueblos con calles angostas y casas de adobe, ciudades pintorescas y magníficas reservas arqueológicas se mezclan con campos de un colorido increíble en un recorrido que arranca en las afueras de Cuzco y termina cerca de Machu Picchu Por Diego Cúneo Enviado especial

C

UZCO.– El cielo, de un azul muy profundo, cada tanto se cubre con un manto gris plomizo que amenaza con descargar un aguacero inesperado. Mientras, el viento sopla con fuerza y por momentos lastima impiadoso los rostros poco acostumbrados a la altura, que castiga también los cuerpos no aclimatados. Aquí y allá, magníficos campos multicolores se esparcen hasta donde alcanza la vista, mientras un ancho hilo plateado divide el terreno en dos. A ambos lados, decenas de pueblos, pequeñas ciudades y caseríos comparten el espacio con increíbles enclaves arqueológicos; huacas, lugares considerados sagrados, y vergeles de una belleza asombrosa. Es el Valle Sagrado de los Incas, franja de unos 60 kilómetros que va de los 2800 a los 3700 metros de altura, que une las afueras de esta ciudad con Ollantaytambo y es el paso obligado para quienes buscan llegar a la cautivante Machu Picchu. El punto de partida puede ser la fascinante Sacsayhuaman. Considerado como uno de los lugares sagrados de la cultura incaica, Sacsayhuaman es el sitio donde cada 24 de junio, en concordancia con el solsticio de invierno, se conmemora el Inti Raymi o Fiesta del Sol, una de las tradiciones más antiguas de la cultura peruana y que cada año reúne a miles de visitantes que se acercan aquí para participar de las coloridas celebraciones. Pero no sólo eso, sino que Sacsayhuaman es, también, el ejemplo más acabado de la arquitectura precolombina y uno de los mayores tesoros arqueológicos de la región, que cautiva por sus dimensiones y la monumentalidad de sus construcciones. El complejo, compuesto por 33 sitios arqueológicos, se estima que fue construido entre los siglos XIV y XV, y tiene como centro la llamada Fortaleza, construcción rodeada por tres largas explanadas paralelas dispuestas en zigzag ondulante, que fueron realizadas con enormes bloques de roca caliza, algunos llegan a tener unos 8 metros de altura y un peso que se calcula en 300 toneladas. Sobre éstas, se dispone un conjunto de edificios que sirvieron como viviendas y más arriba aún, subiendo por unas largas escalinatas de piedra, se encuentra lo que se supone fueron observatorios astronómicos, y otros lugares de estudio y observación. En el tope de la fortificación aún se puede ver los restos de tres construcciones circulares que constituían los templos del Sol, la Luna y las Estrellas, y que fueron destruidos por los españoles para llevarse el oro y la plata que recubrían sus paredes. Bien cerca, a menos de 1000 metros de ahí y siguiendo la ruta que va hacia el Nordeste, se encuentra Qenko, extraño conjunto de construcciones en piedra enclavado en medio de la ladera de la montaña que semeja un laberinto y que se supone constituía un centro ceremonial en el que también se veneraba al Sol, la Luna y las Estrellas. Un poco más adelante está Pukapukara, la pequeña ciudad fortificada que

fue utilizada como punto de descanso y refugio de los que se dirigían al otro extremo del imperio y donde se puede ver los restos de unos acueductos que sorprenden por su perfección. Apenas unos 10 minutos a pie y se llega a Tambomachay, otro sitio estrechamente vinculado con el anterior, levantado en piedra caliza y en forma poligonal, y que se supone que se usaba como sitio de baños rituales. El camino continúa hacia Pisac, una pequeña ciudad de estilo antiguo, pero con aires de modernidad, en el que las casas de adobe se mezclan con las construcciones de cemento y donde las tradiciones más ancestrales comparten cartel con los cibercafé, mientras la plaza principal se satura de visitantes cuando se abre el tradicional mercado al aire libre. Pisac conserva, además, una riqueza arqueológica invalorable y varias construcciones y ruinas incaicas. De ahí el camino se desvía hacia el Noroeste, en dirección hacia Aguas Calientes. Y siempre siguiendo el curso del Urubamba, en el camino van apareciendo más poblados y caseríos, entre ellos Yucay, donde se puede ver los restos de un palacio que fue la residencia del inca Manco Saury Túpac, y que fue un centro de tecnología hídrica y de producción agropecuaria, hasta que se llega a Urubamba, pequeña ciudad a 2800 m de altura, que es un buen punto para hacer base ya que cuenta con muy buena infraestructura turística. Pero estos dos poblados no dejan de ser una mera escala hacia Ollantaytambo, punto culminante del recorrido (ver aparte). Al emprender el regreso hacia la mágica Cuzco, el camino lleva a Moray. De fácil acceso, el lugar, también conocido como Jardín del Inca, semeja un anfiteatro, pero en realidad se trata de una serie de galerías de cultivo circulares, denominadas muyus, que se van achicando a medida que descienden y eran usadas en la época del imperio como una especie de laboratorio en el que los incas iban probando diferentes cultivos y técnicas. Con una profundidad de 45 metros, la distribución no es caprichosa, sino que obedece a exhaustivos estudios realizados por los indígenas: cada terraza tiene una altura de 1,80 m y su disposición concéntrica y en forma circular excavada en la tierra hace que cada uno de esos andenes tenga una temperatura diferente. Con eso lograban reproducir los diferentes tipos de clima que había en el imperio y podían establecer qué cultivos se adaptaban mejor a cada zona. Un verdadero ejemplo de planificación económica. Apenas a 8 kilómetros de Moray se encuentra Maras, un pequeño pueblo que tuvo cierta importancia durante la época española, pero que hoy permanece como estancado en el tiempo, con sus casas de adobe alineadas de manera imperfecta en medio de angostas calles por las que van transitando cholas cargando productos, y chicos llevando carruajes o rebaños de todo tipo de animales. La plaza del pueblo preside el lugar y a su alrededor se agrupan la iglesia, la comisaría, la escuela y una casa que hace las veces de Municipalidad. Chincheros es el último punto de este recorrido. Apenas a 30 kilómetros de Cuzco y a 3762 m, tiene quizá las mejores vistas de lo que es el valle y desde ahí se puede tener una idea cabal de su disposición, con la cordillera de Vilcabamba a un lado, el río en el medio y el nevado de Salkantay como centinela que custodia la zona. En su enorme plaza central se celebra todos los domingos uno de los más importantes mercados a cielo abierto para la población local, donde los habitantes de los pueblos cercanos, y no tanto llegan para comerciar mercancías de todo tipo y en el que el trueque es el medio de pago más común. En el centro de la plaza se puede ver una pared que posee 10 nichos en forma trapezoidal, donde se realizaban ofrendas de tipo religioso. Del otro lado, la iglesia fundada por los jesuitas en el siglo XVII conserva varias pinturas de la escuela cuzqueña y en su frente se puede ver un mural muy colorido en el que se cuenta la historia de la conquista de la zona por parte de los españoles.

LA NACION

Postal de la vida cotidiana: la carne de llama secándose al sol en el patio de las casas

El tiempo transcurre sin apuros en Maras, una de las tantas escalas al Valle Sagrado

DATOS UTILES COMO LLEGAR ● Por Taca, Buenos Aires-Lima-

Buenos Aires, U$S 405,50 Por Taca, Buenos Aires-CuzcoBuenos Aires (con escala en Lima), U$S 529,40 Por Lan Perú, Lima-Cuzco, desde U$S 78 (las tarifas no incluyen tasas) DONDE ALOJARSE

El tradicional mercado dominical de Pisac (arriba); los mototaxis son el medio de transporte por excelencia en los pueblos del valle (abajo)

Ollantaytambo fue construida sobre la vieja disposición de la ciudad incaica

Cuzco ● Hotel Libertador Palacio del Inka. Ofrece habitaciones dobles desde U$S 205 la noche. Informes, www.libertador.com.pe Yucay ● Sonesta Posada del Inca. Está en pleno corazón del Valle Sagrado. Las habitaciones dobles cuestan desde U$S 135 la noche (incluye desayuno). Más información, www.www.sonesta.com/ SacredValley Ollantaytambo ● Hotel Pakaritampu Muy cerca de las ruinas, tiene habitaciones dobles desde U$S 109 la noche (incluye desayunmo e impuestos). Informes, www.pakaritampu.com EN INTERNET

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La enorme plaza central de Chinchero y su mercado, donde se practica el trueque