Piden el juicio político de Oyarbide

Consejo de la Magistratura fuera creado por ley. “Vamos a pedir el juicio político a. Oyarbide”, afirmó a LA NACION el j
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POLITICA

I

Martes 22 de diciembre de 2009

EL PATRIMONIO PRESIDENCIAL s CRITICA UNANIME A LA DECISION DEL MAGISTRADO

Piden el juicio político de Oyarbide

Las investigaciones

La oposición lo acusará de mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura; cuestionan la celeridad del fallo GUSTAVO YBARRA LA NACION El fallo del juez federal Norberto Oyarbide actuó como un revulsivo en la oposición, que cuestionó en masa el sobreseimiento que dictó al matrimonio Kirchner y anunció que impulsará el juicio político del magistrado por mal desempeño de sus funciones ante el Consejo de la Magistratura. Esta última postura fue compartida por la UCR y la Coalición Cívica, quienes vieron la comisión del delito de prevaricato detrás de la decisión adoptada ayer por Oyarbide, quien ya fue exculpado en un juicio político en septiembre de 2001, el mismo día en que fueron atacadas las Torres Gemelas de Nueva York. Aquel proceso fue juzgado por el Senado, ya que su acusación ante la Cámara de Diputados había sido presentada antes de que el Consejo de la Magistratura fuera creado por ley. “Vamos a pedir el juicio político a Oyarbide”, afirmó a LA NACION el jefe del bloque de senadores radicales, Gerardo Morales (Jujuy), para quien

“El Consejo de la Magistratura tendrá que analizar este fallo porque es muy peculiar”, dijo el diputado Pinedo (Pro) el sobreseimiento “es un regalo de Navidad para el matrimonio Kirchner de un juez que habría que separar de la Justicia”. En la misma sintonía se expresó la jefa del bloque de diputados de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió (Capital), para quien el fallo “demuestra la clara parcialidad y la grave sospecha de corrupción por parte del juez Oyarbide”. En ese sentido, Carrió afirmó que en los próximos días la Coalición Cívica impulsará un pedido de juicio político contra el magistrado ante el Consejo de la Magistratura por intermedio del diputado nacional Juan Carlos Morán. Lo acusarán de mal desempeño y delitos cometidos en el ejercicio de su función. La relación entre Oyarbide y la líder de la CC nunca fue buena, y alcanzó la cima en aquel juicio político realizado en el Parlamento, en el que la entonces diputada por la

UCR formó parte de la comisión que acusó al juez ante el Senado. “El cierre de la causa sobre el enriquecimiento de Néstor Kirchner demuestra la clara parcialidad y la grave sospecha de corrupción por parte del juez Oyarbide”, dijo Carrió. Y agregó: “Queda claro ahora que el protagonismo en la causa de los medicamentos por parte del juez tenía por fin enmascarar la impunidad de Néstor Kirchner”, La actuación del magistrado también mereció la condena del jefe de la bancada de diputados del macrismo, Federico Pinedo (Capital). “Creo que el juez es muy rápido para absolver a los que están en el poder”, afirmó a LA NACION el legislador de Propuesta Republicana (Pro). “Me parece vergonzoso que le haya permitido al perito de los Kirchner participar de la causa, sobre todo porque si se estaba ante un ilícito tendría que haberlo investigado como posible cómplice”, agregó Pinedo. Si bien no anticipó un pedido de juicio político, Pinedo dijo que “el Consejo de la Magistratura tendrá que analizar este fallo, porque es muy peculiar”, y se esperanzó en que la Cámara Federal “analizará la sentencia”. “Espero que los fiscales la apelen, como es su deber”, agregó. También hizo referencia a la rapidez de la actuación de Oyarbide el líder del bloque de diputados de Solidaridad e Igualdad, Eduardo Macaluse (Buenos Aires). “El fallo fue muy veloz”, destacó el legislador, quien le pidió al magistrado que haga público el informe de los peritos de la Corte Suprema en el que se habría basado el sobreseimiento. Patricia Bullrich (CC-Capital) cuestionó el patrimonio de los Kirchner. “Hay una tarea presidencial que es incompatible con sus actividades comerciales. Eso no es sostenible”, acusó la legisladora. Por último, la diputada Silvana Giúdici (UCR-Capital) dijo que el fallo le parecía de “una preocupante gravedad institucional” porque las declaraciones juradas de los Kirchner “tenían manifiestas inconsistencias”.

Encuesta. ¿Qué opina del sobreseimiento de los Kirchner? www.lanacion. com.ar/1214227 Más información. Sorpresa por el sobreseimiento de los Kirchner. Por Iván Ruiz. www.lanacion.com.ar/1214260

➔ Mafia de los medicamentos: el

juez Oyarbide mantiene detenido al secretario general de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola (foto), y a una decena de personas en una causa en la que investiga la venta de medicamentos adulterados y su venta a obras sociales sindicales. Además, se investiga en este mismo expediente a unas 50 obras sociales, entre ellas la de camioneros, que comanda el titular de la CGT, Hugo Moyano. Dijo que citaría a prestar declaración al ex recaudador de fondos del Frente para la Victoria en la campaña electoral de 2007 Héctor Capaccioli. No lo hizo aún.

➔ Fondos de campaña: el juez tiene

que decidir por estas horas si se queda con un caso que le mandó su colega Ariel Lijo, donde se investiga si los aportantes a la campaña presidencial de 2007 se vieron beneficiados para hacer negocios con el Estado.

➔ Enriquecimiento: Oyarbide inves-

tiga al ex secretario de Transporte del kirchnerismo Ricardo Jaime (foto) por el supuesto enriquecimiento ilícito durante su gestión.

➔ Caso Skanska: el juez se quedó

PERFIL

Un juez en la montaña rusa HERNAN CAPPIELLO LA NACION Norberto Oyarbide está acostumbrado a las emociones fuertes. Su carrera judicial de casi 15 años se parece a la montaña rusa: estuvo en lo más alto cuando manejó causas pesadas para el poder y en lo más bajo cuando estuvo a punto de perder su cargo en un juicio político, luego de que se difundieran por televisión imágenes suyas en un burdel gay. En todos los casos demostró cintura política para defenderse de las acusaciones en la adversidad y salir airoso, aún cuando sobreseyó a los poderosos. Oyarbide fue capaz de dosificar su exposición pública al mostrarse en causas resonantes –como la de la mafia de los medicamentos, Skanska, o el enriquecimiento del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime– que lo invistieron los últimos seis meses de un halo de superjuez. Cuando estaba en la cima de esa popularidad, sobreseyó al matrimonio presidencial, como si el aura de independencia que se

había ganado pudiera hacer pasar inadvertida su resolución, por otra parte, muy prenunciada en los despachos de tribunales. Oyarbide, de 53 años, gustos refinados y muy cuidadoso en el vestir, ingresó en los tribunales como pinche en 1984, hizo la carrera judicial, ganó por concurso un cargo de secretario y llegó a ser fiscal federal durante el menemismo, cuando León Arslanian fue ministro de Justicia. En menos de cuatro años su carrera se enturbió cuando un adicionista del restaurante el Mirasol, lo denunció por amenazas y salió a la luz pública un video en un burdel homosexual. Se lo cuestionó porque se sospechaba que merced a sus aceitados vínculos con la Policía Federal protegía este tipo de establecimientos. Todo el proceso fue un escándalo. Oyarbide confesó sentirse “un muerto social” y verse “como el Río de la Plata”. Hoy asegura que su fe religiosa, a la que se abrazó más que nunca en ese momento, fue su consuelo. El 11 de septiembre de 2001, el Senado lo absolvió. Su reivindicación judicial

fue lenta y silenciosa. Abandonó el alto perfil y se dedicó al trabajo con puntillosa obsesión. En tribunales le reconocen su apego a ocuparse de los detalles y supervisar el trabajo. Volvió a exponerse a las miradas, cuando alternaba sus tardes en Comodoro Py con jornadas de relax en el spa Colmegna, del microcentro, famoso por sus masajes. Dejó pasar algunos años para regresar al Mirasol, de La Recova. Pero volvió y ahora es habitual verlo almorzar hasta tarde en una mesa de un rincón apartado, que utiliza como si fuera la extensión de su despacho. En el gobierno su interlocutor es el jefe de gabinete Aníbal Fernández, con quien mantiene buen diálogo. En sus épocas de alto perfil, suele recibir a los periodistas con anteojos negros en la puerta de su casa, a media mañana, antes de salir para su despacho. Sus conferencias de prensa diarias le valieron una reprimenda de sus superiores de la Cámara Federal, quienes le recordaron el decoro que deben guardar los magistrados. Fue sólo una advertencia.

con la mayor parte de la investigación por presuntos pagos de coimas para la construcción de la ampliación de un gasoducto en la Patagonia que realizó la empresa sueca Skanska. En esa causa son investigados ex funcionarios del Ministerio de Planificación, que dirige Julio De Vido.

➔ Subsidios sospechosos: el juez

investiga el supuesto pago irregular de subsidios a explotaciones ganaderas, autorizados por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), que está bajo la órbita del titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray (foto).

➔ Espionaje: Oyarbide ya indagó

al ex ministro de Educación del macrismo Mariano Narodowski en el caso de escuchas telefónicas ilegales, por el que está preso el ex jefe de la Policía Metropolitana comisario mayor retirado Jorge “El Fino” Palacios.

LA SITUACION DE LA JUSTICIA

Renunció el magistrado que denunció presiones por investigar al Gobierno Aráoz de Lamadrid acusó al Consejo de la Magistratura de hostigarlo; tenía una causa en su contra PAZ RODRIGUEZ NIELL LA NACION El juez federal subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid, que había acusado al Consejo de la Magistratura de hostigarlo por investigar al Gobierno en la causa Clarín, presentó ayer su renuncia. “Las presiones hacen imposible seguir ejerciendo la magistratura con cierto grado de independencia”, había declarado el juez a LA NACION. Ayer, a primera hora, le entregó su dimisión al presidente de la Cámara Federal, Eduardo Freiler. El texto de su renuncia no explica los motivos. Sólo dice que su intención es dejar el cargo el próximo 29, un día antes de la fecha que le había fijado el Consejo para que se presentara a declarar como acusado de un presunto mal desempeño. La semana pasada, él había reclamado más tiempo para preparar su defensa en ese expediente, pero los consejeros no trataron siquiera su pedido. Esa causa, que podría haber terminado con su destitución, avanzó con una inusual celeridad. El más interesado en apurar el trámite era el kirchnerismo; sin embargo, su citación la votó la Comisión de Acusación del Consejo por unanimidad. Lo que le imputan al juez es una omisión: no haber actuado frente a la denuncia de un preso que dijo que la policía lo había golpeado brutalmente

durante un allanamiento. La denuncia en su contra la había presentado la propia Cámara, que hace tiempo que mantiene una relación tensa con Aráoz. Ese tribunal fue, por ejemplo, el que lo apartó en el caso del ex secretario de Medios Enrique Albistur, a quien el juez había citado a indagatoria por el manejo irregular de la publicidad oficial. Hoy, la Cámara se reunirá en plenario y evaluará si le acepta la renuncia. Después, Freiler designará reemplazante de Aráoz a otro juez de primera instancia del fuero, que ocupará el cargo hasta que se nombre al titular del juzgado federal 9. El concurso para cubrir esta vacante está a cargo del Consejo de la Magistratura. Se abrió cuando echaron a Juan José Galeano por irregularidades en la causa AMIA, hace más de cuatro años. En ese tiempo, el trámite acumuló otras tres vacantes, se anuló por los malos resultados del primer examen, volvió a abrirse y hoy está bajo sospecha de corrupción con una causa penal que lo investiga.

La subrogancia Aráoz ocupa desde 2005, en forma interina, el lugar de Galeano. Mientras tanto, participaba en el concurso para convertirse en juez titular, pero hace diez días se bajó de la competencia y denunció públicamente –en medio de las entrevistas que realiza el

ARCHIVO

Aráoz de Lamadrid Consejo con los aspirantes a jueces– que lo presionaban por su decisión de investigar al Gobierno. Un día antes de esa audiencia, Aráoz había sido notificado de su citación por presunto mal desempeño. En el mismo momento en que el Consejo resolvía convocarlo, el juez firmaba el fallo que nombraba un veedor en la empresa Papel Prensa para controlar al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Esa declaración sobre las “presiones”, que reprodujo luego en los

medios, le valió otro inconveniente: una denuncia penal del diputado kirchnerista Carlos Kunkel por presunto incumplimiento de sus deberes como funcionario. Kunkel pidió que la Justicia evaluara si efectivamente habían existido las presiones alegadas por Aráoz y lo acusó de no haberlas denunciado penalmente, tal como exige la ley. En otros tiempos, la relación entre el magistrado y el kirchnerismo era buena. Tanto que la diputada y consejera Diana Conti elogiaba públicamente la actuación de Aráoz como juez y el oficialismo apoyaba su permanencia como subrogante, pese a que en el primer examen del Consejo le había ido mal. Pero eso cambió. Este año, el juez se ganó la definitiva enemistad del Gobierno con decisiones como la indagatoria de Albistur y la investigación contra Moreno por su presunto hostigamiento a Papel Prensa. El viernes pasado, Aráoz habló con LA NACION y se defendió de la acusación de Kunkel. “Las presiones no son necesariamente un delito: hay actos jurisdiccionales de organismos, como la Cámara Federal o el Consejo, que yo los puedo sentir como un hostigamiento, pero no necesariamente son delito. Sin embargo, determinan un estado anímico en el que no me interesa seguir ejerciendo la magistratura”, anunció. Ya tenía preparada su renuncia.