1 Pedro 2.18-25 El texto responde la siguiente pregunta: ¿para qué fuimos llamados? Como podemos observar, comienza en el vs.18 con una aplicación práctica: Los criados deben estar sujetos a sus amos. Hoy diríamos, los empleados deben respetar y obedecer a sus patrones o empleadores. No sólo a los que son buenos y amables sino a los difíciles de soportar. Esta aplicación práctica tiene su respaldo teórico que en este caso aparece en segundo lugar (vs.19). El concepto es el siguiente: Dios aprueba que suframos molestias padeciendo injustamente a causa de la conciencia delante de Él. ¿Qué significa esto? Que Dios aprueba nuestra obediencia frente a circunstancias adversas. No es difícil obedecer en circunstancias óptimas, pero si lo es cuando involucra sufrimiento. Podemos sacar la siguiente lección espiritual: Cualquier tipo de sufrimiento, por obediencia a Dios es algo digno de aprobación de Dios. No tenemos que pensar que el sufrimiento se refiere a una gran enfermedad, o gran perdida, aunque bien puede serlo. Debemos entender que cualquier sufrimiento, por pequeño que sea, nos pone a prueba, pero si actuamos de acuerdo a Su voluntad, seremos aprobados. ¿Cuáles son los sufrimientos en este momento de tu vida? Piensa, piensa, piensa por un momento, no sigas leyendo… identifícalos antes de continuar. Luego de responder esa pregunta es muy útil entender el razonamiento del versículo 20. ¿Cuál es la causa de nuestro sufrimiento, nuestro pecado o la voluntad de Dios? ¿Hay alguna gloria o recompensa en soportar el sufrimiento que nos causa el pecado en nuestra vida? No, es la respuesta. Pero, ¿Hay gloria o recompensa en soportar el sufrimiento por hacer la voluntad de Dios? Si, lo hay. El resultado es ser aprobado delante de Dios. Aquí viene el texto clave del pasaje: Pues para esto fuimos llamados. ¿Para qué? Para sufrir por hacer lo correcto frente a Dios. No sé que te han dicho cuando creíste en el Señor… pero si te dijeron que la vida cristiana era un camino de rosas, de alegría y libre de problemas, no te contaron la historia verdadera. La escritura dice aquí que fuimos llamados para sufrir por causa de hacer Su voluntad. No es el único propósito, pero es uno de ellos. "porque a nosotros os es concedido… no sólo que creas en él sino también que padezcáis por él." Fil. 1.29. No puede ser, dirá alguno… Dios no quiere que suframos. El ejemplo que continúa afirma el concepto: Porque también Cristo padeció por nosotros y nos dejó ejemplo para que sigamos sus pisadas. Este texto se usa para motivar a las personas a hacer buenas obras como Cristo las hizo, y no está mal... pero el contexto es actuar agrandado a Dios, en medio del sufrimiento. ¿Cuál fue el ejemplo de Cristo? El sufrió, sin merecerlo, no obstante hizo la Voluntad del Padre y eso nos benefició. Por Su herida, fuimos nosotros sanados. El sufrió para darnos salud. ¿No te motiva este ejemplo sublime a soportar cualquier sufrimiento que incluya la voluntad de Dios para tu vida? Cualquiera sea, por más pequeño que parezca, si obras conforme a su voluntad puedes ser aprobado por Dios, y serás de bendición para muchos. Tenemos aquí la aplicación práctica, la teoría y el ejemplo… sólo nos queda vivirlo. Dios los bendiga ricamente! Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.