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EXTERIOR

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Miércoles 26 de enero de 2011

DISCURSO CLAVE EN EE.UU. s LOS EJES PARA LA SEGUNDA MITAD DEL MANDATO

Obama apuesta por un fuerte recorte El mandatario advirtió que, para que su país siga siendo una potencia, debe “evitar ser aplastado por una montaña de deuda” SILVIA PISANI

Un viaje a Brasil y Chile que elude a la Argentina

CORRESPONSAL EN EE.UU. WASHINGTON.– Quedó claro que para la segunda parte del mandato de Barack Obama la urgencia económica es la que manda. El presidente aprovechó anoche su esperado discurso sobre el Estado de la Unión para anunciar un congelamiento del gasto, el recorte de subsidios y la advertencia de que si Estados Unidos quiere “ganar el futuro, lo crucial es evitar” que sean “aplastados por una montaña de deuda”. Un Obama desconocido a la hora de hablar del recorte de gasto y esforzado por centrarse en la generación de empleo (mencionó esa palabra 25 veces) miró también hacia América latina, en un inesperado gesto con el que confirmó un viaje a Brasil, Chile y El Salvador (ver aparte). El presidente prometió privar a las compañías petroleras de miles de millones de dólares en subsidios del dinero de los contribuyentes, al llamar a invertir en la “energía del mañana”. Las reglas de la economía mundial “han cambiado” y “necesitamos impulsar la innovación para mantenernos competitivos”, dijo. Obama hizo un fuerte llamado a los republicanos a “trabajar juntos” para revertir la situación económica y recordó que, en esa materia, la responsabilidad es compartida. El presidente no olvidó la defensa de su cuestionado Nuevo Plan de Salud, y pidió “no volver” a un sistema que deje sin protección médica a millones de norteamericanos. Fortalecido por las encuesta y ovacionado por los suyos, Barack Obama incomodó ayer a los republicanos al recordarles que gobernar es una “responsabilidad compartida” entre su partido y el de la oposición. Con la energía de quien juega a todo o nada para la segunda parte de su mandato, el líder demócrata se hizo cargo de la derrota electoral que su partido sufrió en noviembre al reconocer que las reformas que ahora proponga “sólo serán aprobadas si las votan los dos partidos”, por lo que pidió la colaboración republicana. “Vamos a avanzar juntos, o no avanzaremos”, ya que “los desafíos que afrontamos son más grandes que un partido y más grandes que la política”, afirmó el mandatario. Según Obama, lo que está “en juego” ahora en los Estados Unidos “no es la próxima elección”, que se celebrará el año próximo para decidir si permanece –o no– en la Casa Blanca, sino que lo verdaderamente importante es “ver si los puestos de trabajo y las industrias echan raíces en este país o en algún otro lado”. Ese fue el tono del discurso que pronunció ayer, en el que la agenda política inmediata giró sobre las prioridades económicas que definió para su gestión: crear empleo y recortar el gasto público, que llegó a niveles récord en la historia del país. Otro de los grandes momentos llegó apenas iniciado el discurso, con una evocación a Gabrielle Giffords y su “banca vacía”, en alusión a la diputada demócrata herida en el reciente ataque en Arizona. “Lo ocurrido nos enseña que, más allá de las diferencias partidarias, tenemos algo más grande que compartir”, dijo. Aunque con sus palabras Obama se declaró por encima de la puja partidaria, el discurso fue, de alguna manera, el lanzamiento –también– de su ofensiva para una eventual reelección, alternativa para la que, con su alza en las encuestas, se encuentra mejor posicionado que semanas atrás. “El presidente ha intentado reconectar con los sectores independientes y con el electorado más moderado”, fue ayer la primera evaluación tras el discurso. El líder usó un tono bastante más pragmático, sin abandonar por ello las apelaciones a la “esperanza”, como lema del cambio que prometió en su gobierno. Si algo repitió ayer Obama como un latiguillo fue la necesidad de crear empleo y la certeza de que comprende las inquietudes de los millones de norteamericanos que buscan un puesto de trabajo con el que mantener a sus familias. Con un Obama hablando de gasto, los republicanos se esforzaron por recordar que fueron ellos quienes hicieron flamear esa bandera. “Si algo demostró el pueblo estadounidense en las elecciones es el rechazo a la idea de que podemos gastar y endeudarnos para lograr la prosperidad”, advirtió el líder de la Cámara de Representantes, John Boehner.

Anuncian la primera gira por la región ALBERTO ARMENDARIZ CORRESPONSAL EN BRASIL

Obama fue ovacionado cuando ingresó en el Capitolio, donde pronunció el discurso sobre el Estado de la Unión AFP

EL ESCENARIO

La obra pública: uno de los grandes desafíos políticos MICHAEL COOPER THE NEW YORK TIMES WASHINGTON.– En su discurso, el presidente Barack Obama convocó a los estadounidenses a “construir más” que otras naciones. Esa convocatoria incluye, de forma implícita, un desafío político inusual: lograr que los republicanos apoyen los proyectos de obras públicas otra vez como si fuesen el bocado preciado que siempre lucharon para llevar a casa y no las sobras que deben ser desechadas. El clima político ha cambiado sustancialmente desde al año pasado, cuando el presidente usó su discurso sobre el estado de la Unión para perfilar su visión de una red ferroviaria de alta velocidad y al día siguiente voló a Tampa para anunciar subsidios para la construcción de un tren bala a Orlando. Ahora, el flamante gobernador republicano de Florida, Rick Scott, le mira los dientes a ese tren regalado, mientras intenta decidir si acepta o no los 2400 millones de dólares prometidos por el gobierno federal para empezar su construcción. Los nuevos gobernadores republicanos de Ohio y Wisconsin ya han rechazado dinero del gobierno central para tender nuevas vías férreas, las que consideran un despilfarro. Y los republicanos que ahora controlan la Cámara baja han asegurado que la prioridad debería ser la reducción del déficit y no nuevos proyectos de gastos. Así que Obama recalibró su mensaje y declaró que las obras públicas no sólo representan trabajos de corto plazo en el rubro de la construcción, sino competitividad económica en el largo plazo. Obama afirma con creciente insistencia que si Estados Unidos pretende competir en una economía globalizada, deberá gastar dinero en reconstruir las rutas, los ferrocarriles, los puertos, el tendido eléctrico y hasta las redes de banda ancha. “La pregunta es la siguiente: ¿cómo saber si esa inversión va a tener algún retorno?”, dijo David

Burwell, director del Programa de Energía y Clima del Carnegie Endowment, y destacó la importancia de una cuidadosa selección de los proyectos. “El tema es cómo pueden generarnos la confianza de que son inversiones para el crecimiento de la economía.” El discurso de ayer fue el tercer llamado de Obama a reconstruir la envejecida infraestructura del país. Su primer esfuerzo, un paquete de estímulo de 787.000 millones de dólares, terminó destinando apenas una pequeña parte del dinero a obras públicas y muchos de los proyectos que recibieron aliento fueron seleccionados no tanto porque fuesen especialmente innovadores sino porque eran proyectos capaces de generar puestos de trabajo en lo inmediato. En su segundo intento, el Día del Trabajo, Obama llamó a crear un programa de infraestructura de 50.000 millones de dólares, pero el proyecto se hundió en el olvido en vísperas de las elecciones de mitad de mandato.

Obstáculos en el camino El desafío que enfrenta ahora el gobierno es doble: negociar con el Congreso una nueva ley de transporte con la incertidumbre de no saber de dónde saldrán los fondos y en qué deberían gastarse, y luego desarrollar un mecanismo que asegure que en tiempos de recursos limitados sólo reciban subsidios los proyectos más valiosos. Es muy probable que la prioridad de la administración Obama de ampliar la red de transportes públicos sea resistida por los republicanos del Congreso que provienen de zonas rurales con otras necesidades. La población promedio de los distritos legislativos en manos de los demócratas es 11 veces mayor que la población en los distritos republicanos, según un análisis de Transportation Weekly, una publicación sobre comercio que hace foco en los gastos del transporte federal. Ese clase de disparidades pueden ser relevantes a la hora de decidir cuánto dinero de transporte federal

Las definiciones GOBIERNO Y OPOSICION

➾ Gobernar es una responsabilidad compartida [entre republicanos y demócratas]. Los desafíos que afrontamos son más grandes que un partido y más grandes que la política. Avanzaremos juntos o no avanzaremos ➵ ECONOMIA

➾ Las reglas han cambiado. En una sola generación, las revoluciones en tecnología han transformado la manera en que vivimos, trabajamos y hacemos negocios ➵ AMERICA LATINA

➾ En marzo, viajaré a Brasil, Chile y El Salvador para forjar nuevas alianzas para el progreso en América ➵

debería gastarse, digamos, en el servicio público en vez de rutas. La batalla recién empieza a plantearse. Hace tan sólo una semana, un bloque de representantes republicanos presentaron una propuesta para recortar los subsidios a Amtrak, los descuentos para pasajeros de trenes y máquinas s de alta velocidad, achicar un importante programa federal de tránsito y bajar los subsidios del subte de Washington. En respuesta, el presidente de la Asociación de Transporte Público de Estados Unidos, William Millar, acusó a ese grupo de legisladores de “enfocarse sólo en los costos a corto plazo, sin considerar el valor económico que generan esas inversiones en servicios de transporte público esenciales”. Hasta el momento, la mayor parte del dinero del Fondo Federal de Autopistas proviene del impuesto nacional a la nafta, un magro 18,4 centavos por galón que no sufre aumentos desde 1993. Una de las propuestas menos comentadas hecha hacia fines del año pasado por el presidente de la comisión de reforma y responsabilidad fiscal –también conocida como comisión de deuda– sugería aumentar gradualmente el impuesto a la nafta hasta los 15 centavos por galón entre 2013 y 2015. Pero incluso la aprobación de esa medida podría ser políticamente difícil. En una época de “puentes a ninguna parte”, la confianza de la opinión pública esta erosionada, y el dinero del tesoro nacional para el transporte es dividido según cierta fórmula y enviado a los estados, quienes tienen gran margen de discrecionalidad para decidir en qué gastarla. A fines del año pasado, un informe del Departamento del Tesoro y del Consejo de Asesores Económicos reveló que “salvo contadas excepciones, el financiamiento federal para infraestructura no es distribuido sobre la base de una comparación entre los proyectos que aplique un análisis económico riguroso o un estudio comparativo de costos y beneficios”.

Traducción de Jaime Arrambide

RIO DE JANEIRO.– Vientos de cambio están soplando en la política exterior brasileña ahora que Dilma Rousseff está en la presidencia. Y en una señal de que está decidida a mejorar la relación con Estados Unidos –salpicada de tensiones en los últimos años–, la mandataria recibirá en Brasil a su par estadounidense, Barack Obama, en marzo. Así lo confirmó ayer en su discurso el mandatario nortemericano, que señaló que su primera gira por la región, que también incluirá escalas en Chile y El Salvador, tiene como objetivo “forjar nuevas alianzas para el progreso de América”. “Suena razonable un viaje a Brasil, que es indudablemente el líder de la región”, señaló a LA NACION Michael Shifter, presidente del think tank Diálogo Interamericano. “Rousseff pretendía viajar a Estados Unidos en marzo, pero hubo un cambio en la agenda, y Obama, que había sido invitado a visitar Brasil el año pasado, avisó que aceptaba la invitación para el final del primer trimestre de este año”, aseguró ayer la estatal Agencia Brasil, luego de que Folha de S. Paulo dio la primicia. Diplomáticos brasileños que requirieron el anonimato apuntaron que Obama viajaría con una comitiva compuesta de varios secretarios de su gabinete, asesores y una nutrida delegación empresarial. Estados Unidos, que en los últimos años ha perdido terreno comercial frente a China en Brasil, pretende aprovechar que ahora hay una nueva presidenta en el Palacio del Planalto para relanzar la relación política y hacer negocios. Aunque Obama y el antecesor de Rousseff, Luiz Inacio Lula da Silva, congeniaron de inmediato tras la elección del presidente norteamericano, en 2008, los lazos entre Brasilia y Washington se tensaron por dos crisis: una regional, en junio de 2009, tras el golpe de Estado en Honduras, y otra internacional, en mayo de 2010, a raíz del polémico programa nuclear de Irán. Lula se frustró mucho por la falta de presión de la Casa Blanca para restablecer al hondureño Manuel Zelaya en el poder y luego se resintió con Obama por el boicot norteamericano al acuerdo que Brasil y Turquía sellaron con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, para ofrecer garantías de que el enriquecimiento de uranio de Teherán tenía fines pacíficos. Sin embargo, incluso antes de asumir, Rousseff dio señales de que buscaría dar vuelta la página. Sus críticas a los abusos de los derechos humanos en Irán fueron bien recibidas en Washington, que poco después envió a su secretaria de Estado, Hillary Clinton, a la toma de posesión de Rousseff, un gesto muy apreciado en Brasilia. Entre los temas que seguramente tratarán Rousseff y Obama se encuentra la eventual compra por parte de Brasil de 36 aviones caza, en una multimillonaria licitación en la que compiten Estados Unidos, Francia y Suecia. Otro de los asuntos por tratar sería la “guerra cambiaria” que tanto ha afectado al real.

ADEMAS En EE.UU., creen que la agenda bilateral es limitada Pág. 8

Otros países como prioridad WASHINGTON (De nuestra corresponsal).– Expertos desestimaron la posibilidad de que Obama incluya a la Argentina en su viaje. “Lo siento, pero creo que antes de ese país estaría Colombia. No veo mucho espacio para la Argentina como escala”, dijo Mark Jones, de la Rice University, en Texas.

EDICION DEL 26 DE ENERO DE 2011 INDICE 1 Primera

Exteriorlibros&cho Políticalibros&cho Salud ibros&cho Cultural Inf. General Loterías Editoriales

2 Economía

2 6 10 11 12 12 16

3 Deportes 4 Espectáculos Cartelera Radio Televisión Agenda cultural

5 Clasificados

Guía de servicios

6 9 9 9 11

5 secciones / 60 páginas para Capital, Gran Bs. As., los partidos de Campana, Zárate, Capitán Sarmiento, Luján, Mercedes, La Plata y Chascomús. 4 secciones / 48 páginas para el resto del país.

EDITORIALES

EN

No es posible callar. Nadie debería desalentarse ante la escasa posibilidad de que prosperen las denuncias contra políticos y policías corruptos. Pág. 16

Las notas más comentadas de ayer

LA FRASE DEL DIA “Me invitaron a sintonizar L’infedele y estoy viendo un programa desagradable, con una conducción infame, repugnante.” De Silvio Berlusconi, al interrumpir el programa. Pág. 4

De la edición papel 1. Imputabilidad: decidirá el Congreso. 2. La otra imagen del país. 3. Relevaron al jefe de la base de Morón. De la edición online 1. El boom del “porno casero”. 2. Polémica por retoque de fotos en Vogue. 3. El look de Florencia Kirchner.

MAÑANA EN LA NACION Producciones multimedia Verano. Siga toda la cobertura multimedia en los centros turísticos de la temporada. www.lanacion.com.ar

Crónicas policiales. Un especial que pone el foco en las casas de Robledo Puch y del clan Puccio. www.lanacion.com.ar/3134257

Anticipo otoño-invierno Se impone el negro y vuelven con todo el cuero y mucha piel. El tono camel y la estampa animal print también tienen espacio. Además, en exclusiva, Garza Lobos. Moda & Belleza