Muchos ya le tomaron el gusto a la gran exigencia

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fútbol

| Domingo 29 De Diciembre De 2013

El futuro ya tiene sus promesas Los juveniles de varios clubes cuentan los sueños y las expectativas ● Saben de las presiones del profesionalismo, pero disfrutan con alegría del aprendizaje ● El semillero sigue dando sus frutos

Varios de los juveniles con más proyección se reunieron en Benavídez, en un encuentro de perfeccionamiento e integración

Alejandro Panfil lA nACion

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stán cargados de sueños de triunfo, aunque, también, advertidos de las grandes presiones y de los intereses. Por ahora no se fijan en eso: continúan su desarrollo mientras tratan de divertirse. Saben que, una vez en la elite, se les exigirá ganar antes que jugar. Pero eso ya vendrá. Son chicos que buscan meterse en un mundo de grandes. Son chicos a los que, por ahora, el fútbol sólo les da alegría. Se sabe que los resultados que obtienen las selecciones juveniles de la AFA suelen ser un termómetro para saber el real potencial de los chicos y también es sabido que no se consigue un título mundial desde Canadá 2007 (Sub 20), pero eso no quiere decir que no surjan talentos desde el semillero. Según quienes siguen el día tras día de los chicos, el trabajo en inferiores y la competencia interna siguen alumbrando jugadores con técnica y carácter suficientes para triunfar. Hay una

larga lista que asoma. Gianluca Mancuso, que tiene 15 años y juega en Vélez, no dudó en convertirse en volante central, como lo era su papá, Alejandro, que vistió las camisetas del Fortín, Boca, Palmeiras, Flamengo y el seleccionado. El corpulento mediocampista, que corta y sale jugando en la octava división del club de liniers, contó a la nacion que sus referentes son Javier Mascherano y Fernando Gago, pero cuando entra en la cancha, tiene muy presentes los consejos de su padre: “intento siempre quitar la pelota y jugar a dos toques, que es lo que me aconseja mi viejo”. otro proyecto de Vélez es nicolás Tripicchio, lateral volante por la derecha, de 17 años, que acaba de subir a la quinta y que, además, fue semifinalista en el Mundial Sub 17. “Me gustan las dos funciones. Fui a probarme de volante, después me pusieron de lateral y quedé ahí”, cuenta uno de los favoritos de Humberto Grondona, DT de aquel seleccionado. Y agrega: “Me gusta llegar al arco rival y, cuando juego de volante, me utilizan por todo el

carril”. ¿Referentes? El brasileño Dani Alves y Javier Zanetti: “Trato de copiarles su forma de juego, de llegar al arco, de hacer jugadas y estar atento a las marcas”. En cuanto a las presiones del entorno, Tripicchio intenta manejarlas con tranquilidad: “no le tenés que dar importancia a eso, hay que jugar y, a medida que vas jugando bien, se irán sumando otras cuestiones, pero siempre hay que tomarlo con tranquilidad”. Y, como sabe que Vélez es

un club que se nutre mucho de sus inferiores, tiene el objetivo en mente: “Mis expectativas son jugar en la primera de Vélez, mantenerme ahí y después irme a Europa y jugar en la mayor. Son muy buenas las inferiores de Vélez y es un orgullo jugar ahí, sabiendo que a la máxima categoría suben muchos de la cantera”. “Me fijo en la humildad que tienen grandes jugadores como iniesta [Andrés, de Barcelona]. Soy muy aguerrido cuando hay que serlo, pe-

Los chicos también entraron en acción

fotos de a. greco

ro también me gusta llegar al gol”, se describe Facundo Gutiérrez, que tiene 16 años y es volante central de la séptima de Racing. Gutiérrez, capitán de su división, parece tener claras las metas: “El que ama el fútbol no se fija en lo externo. Hay chicos que sólo quieren la plata y te das cuenta. Se siente la competencia, pero yo soy el capitán y trato de unirlos en función del equipo”. En cuanto al futuro, su obsesión es no ser un jugador más: “Mi sueño es jugar en Racing, ir creciendo y dejar una marca”. “no tuve la oportunidad, pero me gustaría mucho vestir la camiseta de las juveniles de la selección”, se ilusiona Guido Vadalá, mediapunta de la séptima de Boca, de 16 años, que está dando que hablar en los torneos de inferiores. Este rosarino que admira a lionel Messi y a Juan Román Riquelme no se quiere nublar con los elogios: “la verdad es que tengo que perfeccionar muchas cosas, porque hay que aprender mucho para llegar a la primera. Hay que incorporar un poco de todo”. Al contrario del hábito más co-

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| Domingo 29 De Diciembre De 2013

mún en las pensiones del fútbol argentino, a Guido no le convence mucho la PlayStation: “Yo prefiero ver mucho fútbol, ya sea de la Argentina o de Europa, y no soy de jugar tanto con la PlayStation. Te diría que veo más fútbol que lo que juego a la Play”. “Después de trabajar muchos años, poder debutar con Boca y hacer un gol fue una gran satisfacción. Guillermo [Barros Schelotto], un día antes del partido con Boca, me dijo que iba a ser titular y que lo hiciera sin nervios, que confiaba en mí y que ya era hora de jugar en primera”, cuenta a la nacion Marcos Astina, el chico de Lanús que tiene 17 años y que debutó con un gol en el último 2-2 con Boca. Sobre su posición, Marcos confiesa que le gusta jugar como volante por la derecha, pero que se puede adaptar a lo que el entrenador le pida: “Mi puesto es ocho y algunas veces he jugado de enganche, pero contra Boca lo hice de extremo. Me defino como alguien al que le gusta hacer jugar y participar del juego. Me gusta pedir mucho la pelota”. “En Lanús, el trabajo de inferiores es muy bueno y, además, se les da mucha importancia a los chicos, en vez de taparlos trayendo otros jugadores de afuera. Quiero seguir creciendo y aprender sin desesperarme. Todavía soy chico y tengo que ir de a poco”, cierra. River tiene bajo la manga a Diego Amarilla, enganche de la octava división, y Lucas Pugh, centrodelantero de la reserva. Amarilla (15 años), definido por su representante, Ezequiel Iribarren, como “un organizador con mucha técnica y que entiende el juego, pero también con gran capacidad para la gambeta y el desmarque”, tiene como ejemplos a dos campeones del mundo los españoles Iniesta y David Silva, de Manchester City. “Me fijo en su juego, en su gran manejo de pelota y, humildemente, intento que me salga algo parecido”, cuenta el también admirador de Marcelo Gallardo, quien aporta más datos: “No me defino como un jugador rápido, pero puedo pensar mucho más rápido y me puedo sacar marcas de encima fácilmente. Trato de dar buenos pases y de tener llegada al gol”. Amarilla, además, habló sobre cómo funciona el fútbol base en el club de Núñez: “Se trabaja y se progresa mucho porque no se le da tanta carga a lo físico. Obviamente, a veces hacemos trabajo intenso, pero estamos más con la pelota”. Pugh, santafecino de 19 años y que ya superó los 100 goles en las inferiores de River, tiene dos modelos: “Son Falcao y Diego Milito, que juegan muy cerca del área y frente al arco. Creo que soy un poco más parecido a Milito, que sale a buscar la pelota y crea espacios para quedar frente al arquero. Siendo delantero uno tiene que permanecer cerca del arco así puede terminar la jugada”. Aquí están y éstas son las nuevas promesas del fútbol argentino. Ellos, desde abajo, quieren ser el futuro.ß

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“No existe competencia interna como acá”

Ángel Correa, de San Lorenzo, y Giovanni Simeone, de River, asomaron con goles

Muchos ya le tomaron el gusto a la gran exigencia

en primera. Los últimos tiempos tuvieron a los más jóvenes con

bastante participación en la Primera; San Lorenzo, un caso exitoso

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n los últimos tiempos fueron varios los equipos de Primera que recurrieron a sus inferiores y terminaron consolidando a grandes promesas. Prueba de ese gran aporte es el título de San Lorenzo, que tuvo en Ángel Correa –sobre todo– y Héctor Villalba a dos puntos destacados de la conquista. Correa, de 18 años, fue la gran aparición del campeón del torneo Inicial, con una mezcla de habilidad, velocidad y gol. Su debut fue el 31 de marzo de 2013 frente a Newell’s (01) y su tanto en el triunfo ante Boca (1-0), ya en la campaña del título, le valió todos los reflectores. Villalba, de 19, que se presentó durante 2012 y convirtió un golazo ante Racing (4-1), luego de una espectacular corrida, es la otra gran esperanza de la cantera azulgrana. Tal vez por necesidad y no tanto por la evolución de sus jóvenes promesas, River promovió a varios chicos durante 2013: Federico Andrada, de 19, debutó en el 0-2 ante Argentinos, por el Final 2013, y su único gol lo marcó en el 1-0 ante Rosario Central. No logró afirmar-

se, algo similar a lo que les sucedió a otros dos jóvenes como Giovanni Simeone y Sebastián Driussi. El Cholito, de 18, hizo su debut en la derrota frente a Gimnasia (0-1), pero luego pudo marcar dos goles, uno ante Tigre (1-0) y otro ante Olimpo (1-3). Driussi, de 17, que sobresalió en el Sub 17, tampoco pudo destacarse. Sí lo hizo el mediocampista central Matías Kranevitter, de 20. Boca, en busca de soluciones para su débil defensa, encontró a Nahuel Zárate, uno de los chicos que tuvo su oportunidad en 2013 de la mano de Carlos Bianchi. Tiene 20 y debutó el 10 de marzo en el 1-1 ante Atlético de Rafaela. Lanús tiene como últimos hallazgos al delantero Oscar “Junior” Benítez, de 20, y Marcos Astina, volante por la derecha, de 17. Estudiantes encontró un buen reemplazante del histórico Rodrigo Braña haciendo debutar en mayo pasado al volante central Gastón Gil Romero, de 20. Racing, que en los últimos años también impulsó a una gran camada de juveniles, sigue desarrollan-

do el talento de Rodrigo De Paul (19), que debutó en la derrota 0-3 ante Atlético de Rafaela, por la 1ª fecha del Final 2013. Agustín Allione, volante, de 19, que hizo su debut en 2012, logró hacerse muy importante en Vélez, junto con otros dos talentos de su misma edad, como el mediocampista Lucas Romero y el delantero Ramiro Cáseres. Argentinos, que siempre aportó grandes figuras al fútbol mundial, disfruta al volante Rodrigo Gómez, de 20. Ezequiel Ponce, que con 16 años y ante Quilmes se convirtió en el jugador más joven en debutar en la historia de Newell’s, fue goleador en 8a división (35 tantos) y máximo artillero entre todas las categorías de inferiores que compiten en la AFA. En Rosario Central, los volantes Federico Flores y Jonás Aguirre, ambos de 21, son dos buenos proyectos que buscan consolidarse. Belgrano, que en los últimos tiempos se dio el lujo de ver debutar a Lucas Melano (hoy en Lanús), sigue ahora muy de cerca la evolución de Emiliano Rigoni, volante externo, de 20 años.ß

^b^b^ Cuando se habla de clubes que son referencia en las divisiones inferiores, inevitablemente, se menciona a Vélez. Marcelo Romano, coordinador general del fútbol amateur del Fortín, explica los motivos a la nacion: “Estos cinco años fueron de menor a mayor y la cantidad de jugadores que hizo debutar el Flaco [Ricardo Gareca] en la primera es una prueba. El futuro lo veo igual o mejor, porque viene la camada 95 y la 96. Tuvimos cinco jugadores en el Mundial Sub 17, entre ellos Lucio Compagnucci y Nicolás Tripicchio, que van a dar que hablar. Vienen buenas camadas en todas las divisiones”. Y agrega: “Hay una cantidad de jugadores muy importantes, como los chicos de la 94, que terminaron jugando la final de campeonato, como Agustín Allione, Ramiro Cáseres y Lucas Romero, y otros que esperan su oportunidad”. Romano, que está en el cargo desde 2008, explica las claves: “En el mundo no existe competencia interna como acá, como la que hay en la Argentina, por eso nuestro fútbol sigue exportando jugadores. Hay muchos clubes que trabajan bien, como Lanús, Argentinos, Boca y River. Vélez está en ese grupo de los que enseñan fundamentos para que estén mejor preparados para toda su carrera”. A la hora de entender el desarrollo, el encargado de diagramar el trabajo de los chicos de Vélez sostiene: “Influyen las políticas de cada club: Lanús y Vélez necesitan las inferiores sí o sí, y por cómo está la situación económica del fútbol argentino cada vez más va a ser así”.

Una reunión en la que no todo fue la pelota ^b^b^ Unos 40 chicos de diferentes clubes fueron convocados por la firma Adidas para una serie de actividades en el predio Buenos Aires Football, de Benavídez, con el fin de perfeccionar la técnica. En determinadas pausas se pudo ver, por ejemplo, a jugadores de River y de Boca distendidos y charlando, derribando ese mito de que no se pueden ni ver por el antagonismo histórico. Eso también forma parte del aprendizaje de un buen jugador.