Microfinancieras y bancarización - Juan José Marthans

interior del sistema financiero nacional en los últimos años. Ya no se puede ... física alcanzada por las microfinancier
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Publicado en el Diario El Comercio el 21 de Junio.

Microfinancieras y bancarización Juan José Marthans – Director del Área de Economía. La participación de las entidades microfinancieras peruanas (cajas municipales, cajas rurales y edpymes) se ha venido incrementando sistemáticamente al interior del sistema financiero nacional en los últimos años. Ya no se puede hablar de un segmento cuantitativamente poco significativo. Esto es así porque sus activos, por ejemplo, son equivalentes a más de US$6.000 millones, sus colocaciones y depósitos bordean cada cual los US$4.500 millones y se espera que en el transcurso del año, su patrimonio conjunto supere los US$1.000 millones. En los últimos 10 años han más que triplicado su participación en el mercado financiero. No obstante ello, los hacedores de política económica y los legisladores parece que aún no identifican con claridad el importante desarrollo en infraestructura física alcanzada por las microfinancieras en el ámbito nacional. Las casi mil agencias que disponen a lo largo y ancho de nuestro país, representan la tercera parte del total de oficinas de todo el sistema financiero. En muchos poblados donde todavía no está la banca, muchas microfinancieras sí están. Si esta realidad no es adecuadamente identificada, entonces no debe sorprender que las propuestas para bancarizar que hoy circulan sean inapropiadas. De otro lado, poca gente sabe que la canalización del crédito y los depósitos de las microfinancieras se orientan fundamentalmente a favor de los segmentos poblacionales menos favorecidos. Así, se puede observar que este sistema destina alrededor del 20% del total de sus créditos a favor de los dos quintiles poblacionales de menor ingreso, es decir, los segmentos poblacionales más

pobres, mientras que, comparativamente, la banca tradicional no llega a canalizar ni el 0,5% de sus créditos a dichos niveles socioeconómicos. Desde el punto de vista regional, los niveles de participación de las microfinancieras al interior de las zonas geográficas más pobres del país también deben ser destacados. Para las regiones de Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Madre de Dios y Puno, los créditos y depósitos intermediados por las microfinancieras explican hasta el 50% del total de recursos financieros canalizados por todas las entidades. ¿Qué serían de estas zonas geográficas si no tuviéramos la presencia bancarizadora de las microfinancieras? Es necesario reconocer y dar a conocer más la importancia que nuestro mundo microfinanciero ha venido adquiriendo en estos escenarios de escasa bancarización y menores ingresos. Solo a partir de esta toma de conciencia seremos capaces de plantear en nuestro país un verdadero plan de bancarización

donde

tengan

especial

protagonismo

las

entidades

microfinancieras y donde, además, se promueva sistemáticamente la cultura financiera en todo el país, donde la competencia y la transparencia sean el común denominador de la calidad del sistema financiero y, por último, donde se puedan ofrecer productos coincidente con la realidad y expectativas de nuestra población mayoritaria: microcréditos, microseguros, pensiones solidarias. Lo señalado es mucho más apropiado que activar las alternativas de bancarización que solo pretende revivir experiencias poco exitosas ligas a la presencia del Estado. ¿Por qué el Estado no debe involucrarse directamente en la microintermediación? Simple, porque no conoce de la tecnología del microcrédito y porque en un país poco solvente, desde el punto de vista institucional, ello llamaría a la ineficiencia y la corrupción.