Mayim Bialik: de estrella adolescente a chica nerd

19 ene. 2013 - Dos series con un alto caudal de se- guidores llegarán a su final de tem- porada mañana. Se trata de Home
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espectáculos

| Sábado 19 de enero de 2013

Mayim Bialik: de estrella adolescente a chica nerd las caras del cable. La estrella juvenil de Blossom es la novia

de Sheldon Cooper en The Big Bang Theory (y científica de verdad)

Amy (Bialik) junto a Sheldon (Jim Parsons) y un siempre útil diagrama de Venn

Laura Ventura PARA LA NACION

Fue niña prodigio e ídolo adolescente en los noventa. A los 14 años, Mayim Bialik lograba el papel protagónico de Blossom, una serie que contaba las peripecias de una jovencita torpe y enamoradiza que vivía con su padre y su hermano. Hoy es el álter ego femenino de Sheldon Cooper en The Big Bang Theory, la doctora Amy Farrah Fowler. Hay un dato curioso y algo que la distingue del resto del elenco de la serie. Mientras los actores admiten que memorizan y repiten muchas partes del guión que no comprenden, sobre todo aquellas que tienen que ver con conceptos de la física, Bialik las señala y se las corrige: es doctora en Neurociencia en la vida real. Desde pequeña se dedicó a la actuación. Su primer protagónico fue en Eternamente amigas, una película que recorría desde la infancia hasta la madurez de

dos mujeres. Su personaje, una vez adulta, lo componía Bette Midler. Desde los 14 hasta los 19 años, el rostro y el look de Bialik llenaba páginas y páginas de revistas adolescentes, donde competía por el con el del elenco de Beverly Hills 90210, otro furor por entonces. Sin embargo, la heroína de Blossom (nombre propio que significa tanto flor como el acto de florecer y que aludía al despertar del personaje), se diferenciaba de estos últimos por su vida de clase media neoyorquina y porque no constituía un ícono de belleza como sí lo hacían, por ejemplo Jennie Garth o Shannen Doherty, las sofisticadas y acaudaladas rubia y morocha de Beverly Hills. Al personaje de Bialik lo llenaban de sombreros, flores, accesorios y prendas de vestir de múltiples colores (un look que aquí después emularía Floricienta). Bialik bailaba en la presentación del show y sus pasos eran imitados por las chicas de su edad. Hasta el día de hoy le piden a la actriz

warner

durante entrevistas que se preste a ensayar algunos pasos, pero ella se niega rotundamente (“debería estar loca para volver a ridiculizarme así”, dijo hace poco). Bialik nunca descuidó sus estudios –ni sus buenas notas–. La producción le pagaba una tutora, hoy cirujana dental, que le inculcó a actriz su amor por la ciencia. Y además, un big bang ya se producía dentro de ella: a esta devota de la Kaballah la cautivaban tanto la ciencia como la religión, y le ofrecían nuevos horizontes de desarrollo lejos de la TV. Misceláneas científicas Después de cinco temporadas de Blossom, Bialik decidió dejar su carrera como actriz. Utilizó sus ahorros para estudiar en la prestigiosa UCLA. Repartió sus carrera entre la ciencia y los estudios hebreos y también aprendió a hablar español. En ese hiato entre Blossom y The Big Bang Theory se casó –por estos días atraviesa un juicio de divor-

cio– y tuvo dos hijos. También se convirtió en vegana y abandonó todo interés por su apariencia exterior. En 2009, cuando hacía casi una década que estaba retirada de la TV, sus amigos la convirtieron en una víctima de No te lo pongas, el show que le da un cambio radical de look a sus invitadas, un primer paso para volver a la memoria de los televidentes. Después del nacimiento de su segundo hijo, Bialik decidió que era hora de regresar al ruedo y modificó su currículum académico por uno que resaltara su experiencia como actriz. “No sabía bien dónde ubicar mi doctorado en Neurociencia ni mi título de Estudios Hebreos, así que lo puse en la parte de Misceláneas”, le contó a Craig Ferguson en su Late Night Show. Bialik se presentó al casting de The Big Bang Theory, que necesitaba incorporar a su elenco una actriz que tendría un romance –por llamarlo de algún modo– con Sheldon Cooper. Al productor Chuck Lorre (el mismo de Dharma & Greg y Two and a Half Men, entre otras) le llamó la atención su formación y supieron enseguida que era la indicada: “Incorporarme a la serie fue como cambiarte de colegio en la tercera semana de clases, cuando todos ya se conocen y ya tienen su lugar asignado, pero después me integraron rápidamente”. La doctora Amy Farrah Fowler fue un acierto desde su primer capítulo, cuando Howard y Raj arman una cita a ciegas entre este personaje y el de Sheldon Cooper. “Amy no tiene filtro. Me causa mucha risa que hable de genitalidad, siempre en términos técnicos y científicos, pero no de sexo”, dijo la actriz, que es además una activa usuaria de Twitter. Bialik volvió al convertirse en una celebrity de Hollywood, pero a su modo. Ajena a las fiebres mediáticas, les tiene prohibido a sus hijos ver TV (“es como una droga, y como toda droga es interesante, pero hay que evitarla”). Y además, regresó a ser un referente y un modelo, en este caso, de los nerds y los estudiantes de ciencias duras. En la actualidad no ayuda a vender ningún producto que exponga sus atributos físicos ni estéticos. Prefirió ser la cara de TI Texas Instruments, la popular marca de calculadoras científicas.ß

Dos finales que no darán respiro

series en la tv paga. Mañana cerrarán sus

temporadas la premiada Homeland y Dexter

Claire Danes y Mandy Patinkin, en Homeland Dos series con un alto caudal de seguidores llegarán a su final de temporada mañana. Se trata de Homeland, que a las 22, por FX, mostrará el último episodio de la segunda temporada y la conclusión de la séptima temporada de Dexter, a continuación (a las 23), por el mismo canal. En la primera de estas series –gran ganadora en los premios Globo de Oro a principios de esta semana– el episodio que se pondrá en pantalla el domingo promete ser de aquellos que no dan un minuto de respiro al espectador. Varias son las cuestiones que quedaron por resolver en los episodios anteriores y que seguramente en este final de temporada quedaran cerrados abriendo al mismo tiempo nuevas incógnitas para la próxima tanda de capítulos. Una de esas cuestiones es saber qué pasó con Saul Berenson (Mandy Patinkin) –el directivo de la CIA en quien la agente Carrie Mathison (Claire Danes) confía– luego del ataque terrorista contra Langley. Otra incógnita es saber cómo explicará Carrie su desaparición luego de la masacre y si esa explicación será o no convincente para sus superiores. Y, finalmente, qué pasará con Nicholas Brody (Damian Lewis) –el marine que ama y vigila Carrie–, de quien se conocen datos que lo comprometen en cuestiones que le dan la razón a la agente de la CIA acerca de que colaboró con el terrorismo

fox

islámico, pero que aun no resultan contundentes y mantienen un halo de misterio sobre su persona. De asesinos y más En cuanto a la serie del asesino serial que protagoniza Michael C. Hall, la séptima temporada que finalizará mañana es una de las más dinámicas del programa. En ella Debra (Jennifer Carpenter), la hermana de Dexter, descubrió que éste es un asesino serial, pero en lugar de delatarlo intenta ayudarlo para que no cometa nuevos crímenes. Finalmente los hermanos se quedan trabajando juntos y ella siente que tiene algo más que afecto fraternal hacia su hermano. Esto la enfrenta a Hannah McKay (Yvonne Strahovski), otra asesina serial, que es la mujer a la que ama el protagonista. El enfrentamiento de las dos mujeres se vean envueltas en situaciones que ponen en peligro sus vidas. Una de ellas es un accidente de autos, al parecer provocado, que pone en riesgo la vida de Hannah y, por otro lado, Debra es víctima de un envenenamiento fallido. Estas cuestiones son las que estarán en juego en el final de temporada, pero la más importante es que la teniente María LaGuerta (Lauren Vélez), que está tras los pasos de Dexter, está a punto de conseguir su tan preciado objetivo: atraparlo.ß Ricardo Marín