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lo correcto con respecto a su teología, pero estaba insistiendo en sus derechos en detrimento de otros ... contemporánea
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Serie de sermones: Bienvenido a casa Para usarse con: Sesión uno: Empecemos por el evangelio Posibles títulos para el sermón: Debes no luchar por tus derechos, Amor límites libertad Pasaje bíblico: 1 Corintios 9-10

Conexión con el tema de la unidad: Para complementar el estudio de grupo pequeño Empecemos por el evangelio, estos bosquejos de sermones usan un pasaje bíblico diferente al del estudio de grupos pequeños para que el pastor pueda reforzar la idea central desde el púlpito. Nosotros tenemos que modelar la vida de Cristo al rendir nuestras vidas y nuestras preferencias personales por el bien de otros. A los corintios les costaba no luchar por sus derechos. Pablo modeló para ellos el camino de Cristo. Introducción: El otro día recibí un email que confirmaba lo que había pensado durante años: que yo merezco grandes cosas. No anticipaba que esta confirmación llegara de una fuente tan inesperada, pero Marriot me comprende. De hecho, muchos publicistas «me comprenden», yo soy el centro del universo. Ese es el mensaje que escucho a diario y ese es el lenguaje de la serpiente. Nancy Leigh Demoss lo explica bien:

Si tuviéramos un mantra moderno, éste sería: «Tú te lo mereces». Desde el viejo «Tú te mereces un descanso hoy» de McDonalds. Ha estado a nuestro alrededor por un largo tiempo…. Hay una actitud que se ve en la publicidad, una actitud de derechos, de «tú te lo mereces». Publicidad que te exhorta mimarte, a consentirnos con todo, desde chocolates y vino a ropa, elegantes vacaciones y paquetes de spa. No estoy diciendo que todas esas cosas estén mal. Dios nos da algunas de ellas para que las disfrutemos, pero la actitud actual es: «Satisfácete. Tú te lo mereces». Esta misma actitud proliferaba en Corinto durante el primer siglo. Había un ardido debate sobre el uso de comida dedicada a los ídolos. Un grupo estaba en lo correcto con respecto a su teología, pero estaba insistiendo en sus derechos en detrimento de otros creyentes. Lo mismo puede pasar en las iglesias hoy. Insistimos en nuestras preferencias personales (derechos) en detrimento de otros. 1. Nuestras preferencias personales pueden obstaculizar la misión del evangelio (1 Corintios 10:23-33) «Todo está permitido» parecía ser el mantra de los corintios. Ellos confiaban en su libertad como seguidores de Jesús. Pero esta libertad estaba destruyendo la fe de otros creyentes. Por eso, Pablo reconoce que todo está permitido, pero no todo es «provechoso» o «constructivo». Esto nos ayuda a ver que es posible que no haya nada inherentemente bueno o malo en nuestras preferencias personales. Sin embargo, es posible que éstas se interpongan en nuestra misión del evangelio o nuestra unidad con otros creyentes. A nuestra familia le encanta jugar videojuegos. Los lunes en la noche tienden a ser nuestras noches de juegos. En ocasiones recibimos visitas de la famila, a ellos no les

gustan tanto los videojuegos. Así que para ser hospitalarios tenemos que rendir nuestras preferencias y nuestros planes por su bien. Cambiamos la noche de videojuegos a otro día. Lo mismo puede ocurrir en la iglesia local. En algunas iglesias la música es un problema candente. No hay nada malo con preferir himnos sobre música contemporánea (o viceversa). Pero ¿qué si nuestra insistencia en nuestras preferencias es una barrera para el crecimiento de otros en Cristo? El amor limita nuestra libertad. 2. Tenemos que rendir nuestras preferencias personales en aras de la misión del evangelio (1 Corintios 9:19-23) Pablo modela el ejemplo de un siervo del evangelio. Él nunca sacrificó el evangelio o la verdad, pero sí puso a un lado sus preferencias personales y sus derechos por el bien de otros. Martín Lutero resumen bien la filosofía de Pablo cuando dice: «Un cristiano es un señor completamente libre de todos, sujeto a nadie. Un cristiano es un siervo completamente diligente de todos, sujeto a todos». Pablo sabía que él era libre, en Cristo, de las leyes dietéticas que los judíos guardaban. Pero él también sabía que ejercitar esta libertad podría haber obstaculizado su testimonio del evangelio. De manera similar, sabía que ciertas convicciones personales suyas habrían puesto barreras innecesarias al compartir el evangelio con los gentiles. Él rindió sus derechos personales con el fin de ganar a otros. Aprecio el buen resumen que Steven Cole hizo de este texto: El mensaje de la cruz con frecuencia es ofensivo para pecadores orgullosos, pero nosotros no debemos ser ofensivos de manera personal en temas neutrales de costumbres o cultura. Pablo dice: «ganar a otros para Cristo requiere presentar el evangelio a personas perdidas sin ofenderlas de manera innecesaria». ¿Qué preferencias en su vida o en su iglesia local pueden ser una barrera innecesaria para darle la bienvenida a otros? Conslusión: Cuando nos convertimos en seguidores de Jesús estamos firmando la muerte al yo. Ya no tenemos el derecho de demandar que se respeten nuestros derechos. En cambio, nos entregamos por completo a un gran objetivo, la gloria de Dios. Elizabeth Elliot hizo una lista de los derechos que rendimos para ser seguidores de Jesús: •

El derecho a vengarnos (Rom. 12:19-20)



El derecho a tener un hogar cómodo y seguro (Luc. 9:57-58)



El derecho a gastar nuestro dinero como nos plazca (Mat. 6:19-21)



El derecho a odiar a un enemigo (Mat. 5:43-48)



El derecho a vivir la vida bajo nuestras propias reglas (Juan 14:23-24)



El derecho a aferrarnos al rencor (Col. 3:13)



El derecho a conformarnos a la sociedad (Rom. 12:2, Gal. 1:10)



El derecho a hacer lo que se sienta bien (Gal. 5:16-17,1 Ped. 4:2)



El derecho a quejarnos (Fil. 2:14) ©LifeWay Christian Resources www.biblestudiesforlife.com



El derecho a ponernos primero (Fil. 2:3-4)



El derecho a expresar nuestra sexualidad de formas contrarias a la voluntad de Dios (1 Cor. 6:18-20)



El derecho a rebelarnos contra la autoridad (1 Ped. 2:13-15)



El derecho a demandar a otro creyente (1 Cor. 6:1-8)



El derecho a terminar un matrimonio decepcionante (Mat. 5:31-32)

¿Estás dipuesto a renunciar a tus derechos por el bien del evangelio? Cristo nos dio Sus derechos para que tuviéramos vida eterna, ¿lo seguiremos en esto? Mike Leake es el esposo de Nikki y el padre de Isaiah y Hannah. También es el pastor líder en FBC Marionville, MO. Su hogar para escribir es http://mikeleake.net

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