Las salideras bancarias no tienen freno

Carlos Burgos, acu- sado de haber ... “Pimienta”, sostuviera que Carlos. Jordán Juárez, otro de los .... casa del minist
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INFORMACION GENERAL

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Jueves 26 de agosto de 2010

INSEGURIDAD s UNA MODALIDAD DELICTIVA QUE SE REPITE A DIARIO

Las salideras bancarias no tienen freno En San Justo un hombre fue asaltado y baleado; un empresario fue seguido de Flores al Mercado Central y le robaron US$ 350.000 Nadie puede frenar las salideras bancarias. Ayer, Alcídes Amarilla, un comerciante de San Justo fue víctima de uno de los 24 asaltos de ese tipo que se denuncian por día en nuestro país. El ladrón que le robó 11.000 pesos que había retirado del banco le pegó un balazo en la pierna y huyó. Mientras que en el Mercado Central, un empresario cordobés denunció que le robaron 20.000 pesos que había sacado de un banco en el barrio porteño de Flores y los 350.000 dólares que llevaba en su automóvil. Ambas salideras bancarias ocurrieron horas después de que el contador del futbolista de Vélez Sarsfield Fabián Cubero fuera asaltado por una pareja que le robó 658.000 pesos que había retirado de la sucursal del banco Credicoop, en Liniers.

Preocupación de Cubero “Ya estás dentro del sistema, estás acostumbrado a que te roben. Hay que agradecer que no te maten”, expresó el jugador de Vélez Sarsfield al ser consultado por el hecho cuando finalizó el entrenamiento de su equipo. Cubero no aportó detalles que sufrió su contador Luis Angel Scornavacche y sobre el monto robado aclaró que “era un dinero importante”, aunque no le pertenecía todo a él. Hasta anoche, los policías de la comisaría 44a., que investigan el asalto, no habían logrado detener a ningún sospechoso. En tanto que Cubero agregó que varios de sus compañeros fueron víctimas de salideras bancarias. “Normalmente, el tema bancos es un trámite muy difícil de hacer; uno

trata de buscar distintas posibilidades para zafar de cualquier delito, pero es muy difícil. Les ha tocado a compañeros míos, a varios y en varias oportunidades, y es un tema de seguridad muy importante, que está tratando de mejorar el país, creo”, sostuvo el defensor de Vélez. “Dame la plata que tenés en el bolsillo izquierdo”, le dijo uno de los ladrones al hombre, según relató Esteban, hijo de Alcídes Amarilla, el comerciante que fue asaltado y baleado después de que retiró 11.000 pesos de la sucursal del banco Santander Río, situada en Juan Manuel de Rosas 3801, en San Justo. Desde allí, Amarilla se dirigió hacia otra entidad situada a una cuadra y media, el banco Supervielle de Eizaguirre 2550, y fue sorprendido por un ladrón que bajó de una moto y estaba con un cómplice. Anoche, en la puerta del hospital de Haedo, donde su padre permanecía internado, el joven relató que su padre “se resistió a que los ladrones le quitaran el dinero. Forcejeó con ellos y al ver que no podían sacarle la plata, uno de los asaltantes se bajó de la camioneta y le pegó un balazo en la pierna. Al caer, le sacan la plata. Ellos ya tenían la información de donde estaba el dinero, sabían todo, lo venían siguiendo desde casi dos cuadras. No sé si estaban adentro del banco o afuera, pero estaba marcado”, sostuvo el hijo del comerciante. Uno de los delincuentes escapó en la moto, mientras que los dos cómplices abordaron un Renault Kangoo y huyeron. Un policía de civil que circulaba por allí en su automóvil particular advirtió que dos hombres corrían y se subían a la camioneta Renault Kangoo, por lo que comenzó a per-

SIGUEN LOS ROBOS EN PALERMO

seguirlos sin saber que un hombre había sido baleado. Finalmente, el policía logró detener al asaltante que huía en la moto por la avenida Crovara al 3200, de La Tablada, y recuperó el dinero que le habían robado al comerciante.

En Villa Celina Mario Peral, un empresario cordobés que había llegado a Buenos Aires para realizar una operación comercial, denunció que dos ladrones que se desplazaban en moto lo siguieron desde el banco Galicia, situado en Rivadavia al 5300, en el barrio de Flores, hasta el Mercado Central, en Villa Celina, donde le robaron los 20.000 pesos que su socia retiró de esa sucursal y 350.000 dólares que llevaba en su automóvil. El hecho ocurrió el lunes pasado, minutos después de las 12.30. “Retiramos de una cuenta unos 20.000 pesos en efectivo y el cajero colocó el dinero en un sobre blanco que mi socia puso en su cartera”, relató Peral. “Al llegar al Mercado Central, me bajé del auto, saludé a mi hermano que estaba como a quince metros y cuando mi socia estaba por bajar de la camioneta fue sorprendida por dos delincuentes”, sostuvo el empresario. “Le dijeron a mi socia que les diera la plata del banco y la cartera o la mataban”, recordó el empresario. En Córdoba, en tanto, una mujer policía fue detenida por su presunta vinculación con una banda que se dedicaba a salideras bancarias. Según fuentes policiales, la mujer se encargaba de “marcar” a las víctimas dentro de las sucursales y avisaba a sus cómplices para que concretaran el robo.

Ultimos casos Martes 24 de agosto

Asalto al contador de Cubero La víctima de la salidera bancaria fue el contador del futbolista de Vélez Sarsfield Fabián Cubero, Angel Scornavacche. El profesional había retirado de la sucursal del Banco Credicoop de Ramón Falcón al 6800, en el barrio de Liniers, 140.000 dólares.

Martes 17 de agosto

Villa Devoto Se trató de una mujer que fue abordada por dos delincuentes que le robaron por lo menos 20.000 pesos que acababa de retirar de una sucursal de Santander Río situada en la avenida Alvarez Jonte y Segurola. Jueves 29 de julio

Robo, disparos y muerte A Carolina Piparo, que estaba embarazada, dos ladrones en una moto le robaron y dispararon en la cabeza a la salida de un Santander Río de La Plata, donde la joven había retirado 10.000 dólares y 10.000 pesos. El bebe murió una semana después.

Piparo: otro acusado apuntó a la policía VALERIA MUSSE CORRESPONSALIA LA PLATA LA PLATA.– Carlos Burgos, acusado de haber disparado a Carolina Piparo en la salidera bancaria del 29 del mes pasado, reafirmó ante el fiscal que es “inocente” y culpó a policías de la comisaría 2a. de La Plata de haberle “tendido una trampa”. El acusado aseguró ayer, en su declaración ante el fiscal Marcelo Romero, después de que se añadiera a la causa la imputación por asociación ilícita, que “tanto a mí como a mi madre, oficiales de servicio externo de la seccional 2a. nos juraron que por delitos que cometí en esa jurisdicción, cuando era menor, iba a terminar preso o muerto”, según explicó a LA NACION el funcionario judicial. Una semana antes de que se produjera la violenta salidera, Burgos cumplió los 18 años. Esta nueva declaración que involucra a uniformados de la policía bonaerense se anexará, según confirmó Romero, al expediente judicial abierto después de que el detenido Miguel Angel Silva, alias “Pimienta”, sostuviera que Carlos Jordán Juárez, otro de los imputados, tenía contacto directo con policías de La Matanza y San Isidro. Burgos también responsabilizó a la pareja de testigos circunstanciales que lo identificó en rueda de

CONFUSO EPISODIO EN ISIDRO CASANOVA

EN SAN MIGUEL

Tenía orden de captura, pero nunca lo buscaron

Asalto en la casa del ministro Tomada Dos ladrones sorprendieron a la esposa del funcionario y se llevaron 3000 pesos y joyas La inseguridad no discrimina. Dos ladrones asaltaron anteanoche en Palermo la casa del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y después de haber amenazado a la esposa del funcionario, escaparon con un botín de 3000 pesos y joyas. “Ha sido una situación muy triste, grave y molesta, pero afortunadamente fue nada más que eso. Esto le podría haber pasado a cualquier ciudadano común, me pasó a mí y ya está”, afirmó Tomada ayer en una rueda de prensa. El robo en la casa del ministro se sumó a otros hechos delictivos que azotaron en las últimas semanas al barrio de Palermo, como una toma de rehenes que duró casi nueve horas, el robo de tres autos de alta gama del garaje de una concesionaria, una salidera bancaria y el intento de robo en un departamento que terminó con un delincuente muerto. El asalto en la vivienda de Tomada, situada en El Salvador al 4000, ocurrió a las 22, cuando la esposa del funcionario, Clarisa Soto, salió para despedir a su hermana. Al sentir que alguien pateaba la puerta, Soto la abrió y fue sorprendida por dos delincuentes armados, quienes la empujaron, la amenazaron con armas de fuego e irrumpieron en la casa. Allí los asaltantes se toparon con la empleada doméstica, a quien también amenazaron y maniataron. Los asaltantes le exigieron a Soto que les entregara dinero, objetos de valor y que les indicara dónde estaba la caja fuerte, que luego comprobaron que estaba vacía. Para calmar a los delincuentes, la esposa de Tomada les dijo que en un sobre tenía una suma de dinero y joyas. Satisfechos con el botín de 3000 pesos y algunas joyas, la pareja de maleantes encerraron a la esposa de Tomada y a la empleada en una

habitación y huyeron. El ministro Tomada se enteró del robo por medio de una comunicación telefónica, minutos después de que su esposa hiciera la denuncia en la comisaría 21a. El funcionario nacional resaltó que su esposa y la empleada doméstica no fueron golpeadas por los delincuentes. Tomada afirmó que es la primera vez que le ocurre una situación de este tipo desde que vive en ese inmueble en Palermo. “Supongo que no sabían [que era mi casa]. Yo hace 18 años que vivo acá y nunca he tenido ningún problema, y no había notado nunca nada raro”, afirmó a los periodistas el ministro de Trabajo. El funcionario nacional explicó que en su casa no había una custodia policial y que ahora, después del robo, tampoco va a solicitar una vigilancia especial. “Yo nunca he tenido custodia, ni siquiera he pensado [en tenerla]. Nunca ha sido necesaria y no tiene por qué serla”, sostuvo. El hecho es investigado por la fiscalía de instrucción porteña de turno con colaboración de personal de la comisaría 21a. Los detectives buscaban alguna cámara de seguridad en viviendas linderas que haya registrado el momento de la llegada y la posterior fuga de los asaltantes. También, esa misma noche, fue asaltado un colaborador de Tomada, el secretario de Empleo, Adolfo Deibe. Cuando llegaba con su chofer en un VW Bora a la puerta de su domicilio, en Ayacucho 1660, en Lanús, fueron interceptados por dos asaltantes armados, quienes se llevaron dinero, objetos de valor y el automóvil, que pertenecía al Ministerio de Trabajo.

Santiago Martínez Sarrasague

Breves EN UN CAJERO AUTOMATICO

DOS MUERTOS Y UN HERIDO

Hicieron estallar una bomba en Recoleta

Un policía provocó un drama familiar

Especialistas de explosivos de la Policía Federal hicieron estallar ayer una bomba casera que estaba en una mochila dejada en la puerta de la sucursal del Banco Francés de Recoleta, informó la agencia de noticias Télam. El hecho sucedió a las 6, en la entidad bancaria situada en la calle Uruguay al 1000.

Un sargento retirado de la Policía Federal mató ayer de un tiro en la cabeza a la esposa de su hijastro, baleó a su ex mujer y luego se suicidó disparándose en la boca, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, informaron fuentes policiales. El agresor atacó a las víctimas en lugares diferentes antes de ser hallado muerto.

reconocimiento la semana pasada “como parte de esta trampa”, dijo el fiscal. El abogado del detenido, Rubén Carrazzone, aseguró que Burgos “no tiene nada que ver con la imputación de asociación ilícita”. Burgos le escribió una carta a Carolina Piparo, que permanece estable, luego de que se la sometiera a una traqueotomía. “Carolina, soy Burgos, te deseo que te recuperes pronto”, comienza la misiva que finaliza con la frase: “Te deseo suerte”. Aunque se creía que el abogado defensor haría llegar la nota a la mamá de la víctima, María Ema, esto no sucedió. “La carta no nos llegó y aun si la hubiéramos tenido la habríamos tirado –dijo a LA NACION Matías Piparo, el hermano de Carolina–. No nos interesa tener ningún contacto con los detenidos.” Ayer también fue citado a declarar Carlos Moreno, de 19 años. Después de que se le notificara la ampliación de la carátula, el detenido se negó a declarar. Hoy prestará declaración testimonial la madre de Burgos y será indagado Luciano López, de 19, otro de los imputados. El próximo lunes el fiscal Romero pedirá las prisiones preventivas. Isidro, el hijo de Piparo, nació por medio de una cesárea de urgencia, pero falleció a los siete días.

Es un empresario desaparecido GUSTAVO CARABAJAL LA NACION

SANTIAGO HAFFORD

El espejo de la casa de la familia Zurita refleja la violencia y el dolor de la madre y la hermana de la víctima

En un allanamiento, la policía mató a un inocente Participaron cinco uniformados, que buscaban a un homicida RAMIRO SAGASTI CORRESPONSALIA LA PLATA LA PLATA.– Luis Bustos, de 39 años, no era el hombre acusado de homicidio que buscaban los policías bonaerenses en Isidro Casanova, en La Matanza. Sin embargo, los uniformados entraron en su casa con una orden de allanamiento y, en una situación confusa, lo mataron. “Este no es «Cabeza». Nos equivocamos”, habría dicho un policía cuando ya era tarde, contó ayer a LA NACION la hermana de Bustos, Mónica Zurita. Fuentes policiales y judiciales dijeron que Bustos atacó a los policías con una escopeta “tumbera”, por lo que tuvieron que disparar. Las cosas empezarán a aclararse cuando el fiscal que investiga el caso, Juan Marcelo Diomede, reciba los peritajes. El hecho ocurrió el viernes pasado, a las 9.30, en una casa de Granada 4771, donde Bustos vivía junto a su madre, Celedonia Agüero, de 66 años. En otra vivienda construida en el fondo del mismo terreno vive Zurita junto con su marido. Fuentes judiciales dijeron ayer a LA NACION que los investigadores sospechaban que en ese domicilio vivía un sujeto conocido como “Cabeza”,

acusado de ser el coautor de un homicidio, ya que lo habían visto entrar y salir de la casa periódicamente. También se sospechaba que allí se vendían drogas, siempre según los informantes judiciales.

El hombre equivocado “Cabeza” tiene 21 años, mide 1,70 metros, es delgado y tiene ojos verdes, tez blanca, cabello negro y el escudo de Almirante Brown tatuado en la pierna izquierda, se lee en la orden de allanamiento de la jueza de garantías N° 1 de La Matanza, Mary Castillo. A esta persona fueron a buscar los cinco policías del Grupo de Apoyo Distrital (GAD) de La Matanza, que no se parecía al hombre con el que se encontraron. “Mi hermano mide un metro noventa y pesa 170 kilos, tiene el pelo negro y los ojos marrones. Y todo el mundo lo conoce como «el gordo Pipo». Lo único que coincide es la tez blanca”, dijo la hermana de Bustos. Los informantes del caso contaron que los uniformados redujeron a la madre de Bustos en uno de los dos dormitorios de la casa y que al entrar en la habitación del hombre, éste les apuntó con una escopeta “tumbera”,

les disparó y luego se abalanzó sobre uno de ellos. Entonces, tres uniformados dispararon y Bustos murió. Luego encontraron dos armas de fuego más, cartuchos de escopeta y unos pocos gramos de cocaína. Eso le contaron al fiscal Diomede los dos policías que no usaron sus armas. La madre del muerto declaró que oyó a los policías que le decían a su hijo: “Tirá el arma”, antes de oír los disparos. “Mi hermano apenas se podía levantar de la cama. Tenía las piernas a la miseria por la flebitis. El no era un delincuente, era un trabajador; tenía un negocio de compra y venta y era el principal sostén de la familia”, dijo Mónica Zurita. La mujer denunció que cuando le preguntó a un policía cómo estaban su madre y su hermano, el uniformado le respondió: “Su mamá está bien. Su hermano está muerto. Disculpe, señora, nos equivocamos”. Hasta el momento, los tres policías del GAD que dispararon no fueron procesados porque aún no está claro si cometieron un delito o actuaron en legítima defensa. Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad se informó que sólo un policía fue momentáneamente separado de su cargo.

Ricardo Jorge Lemos, el empresario de San Miguel cuya desaparición fue denunciada por su familia estaría prófugo de la Justicia. A pesar que tenía un pedido de captura dictado por un juez federal de Tres de Febrero hace más de dos meses, la policía nunca lo buscó. Según informaron fuentes judiciales a LA NACION, la orden de captura contra Lemos, quien intenta presentarse como candidato a intendente de San Miguel, fue solicitada a mediados de junio por el fiscal federal de Tres de Febrero, Paul Starc. El empresario, dueño de una agencia de venta de automóviles en San Miguel, fue procesado con prisión preventiva porque al allanar su casa los investigadores judiciales encontraron siete documentos de identidad que no le pertenecían. Cuando en el juzgado federal de Tres de Febrero, le rechazaron el pedido de eximición de prisión, la orden de captura quedó vigente. Sin embargo, la policía nunca lo detuvo. El lunes pasado, la hermana del empresario presentó una denuncia por averiguación de paradero de Lemos debido a que no había regresado a su casa. “Estamos desesperados, esperamos su llamada o de quienes lo tengan secuestrado, queremos una señal de vida. Pasaron varios días y no hay noticias”, dijo la hermana de Lemos. Los investigadores siguen dos pistas. Una de esas hipótesis indicaría que la desaparición de Lemos podría estar relacionada con el pedido de captura en su contra. La restante apunta a una posible venganza que habría sido perpetrada por un policía al que el empresario denunció porque le había pedido una coima de 5000 dólares para no allanarle la agencia de autos. El policía fue detenido cuando Lemos le entregaba el dinero y salió hace cuatro días de la cárcel. Por tal motivo, los investigadores no descartaron que la desaparición del empresario estuviera vinculada con este episodio. Hace dos días, Lemos le mando un mensaje de texto a su mujer en el que le dijo: “Andate, llevate al nene, cerrá todo y poné la alarma”.